sábado, 6 de marzo de 2010

3.34 am




El gran reloj de la torre de la facultad de Derecho marca las 3.34, recordando a cuantos pasan por allí el violento temblor que durante dos minutos y medio sacudió las conciencias y los temores de millones de personas que no dábamos crédito a ese macabro baile de la tierra bajo nuestros pies.

El reloj de la facultad de Derecho marca la hora del crimen, la hora en que los fantasmas despertarán cada noche para recordar el principio de su fin. El minuto exacto en el que sólo queríamos abrazar a nuestros seres queridos para morir acompañados, el instante en que deseábamos la quietud absoluta, el silencio, roto por los latidos de nuestros corazones, por los gritos, por el propio rugido de la tierra desperezándose de su largo sueño y acomodándose en su lecho.

A esa misma hora yo, que apenas podía mantener el equilibrio y veía cómo todo se movía a mi alrededor bajo la intensa (y única) luz de la luna llena, sólo era capaz de pronunciar una y otra vez el nombre de mi hija, como si de ese modo pudiera tenerla junto a mí y saberla a salvo.

A esa misma hora, Bárbara la llevaba en brazos intentando a duras penas recorrer el pasillo de la casa para alcanzar el quicio de la puerta principal para sentirse a salvo. El estruendo del terremoto y el ruido de los cristales vibrando no le permitieron escuchar cómo multitud de objetos caían y rompían.

A esa misma hora, Marcela, en Constitución (o en Dichato, o en cualquiera de los pueblos costeros de la VII y VIII región), sólo quería asegurarse de que todos los miembros de su familia se despertasen y corriesen con ella hacia un cerro, porque sabía que el mar se recogería y regresaría pronto con violencia para arrebatarles todo. Incluso la vida si no huían en el instante con lo puesto.

A esa misma hora, las familias que vivían en el edificio “Alto Río” de Concepción no sé si pensaban cuando sentían cómo el inmueble literalmente se cayó al suelo. Algunos pueden contarlo, otros todavía están enterrados entre sus tripas.

A esa misma hora, millones de personas con nombre propio, con ilusiones y metas, simplemente no podíamos dar crédito a lo que estábamos viviendo. Pero el gran reloj de la torre de la facultad de Derecho marca esa hora, de la que ahora se cumple justo una semana, que jamás podremos olvidar.

Y afortunados somos los que podemos recordar.

60 comentarios:

  1. Algunos me habéis pedido que escriba sobre el terremoto, a modo de crónica subjetiva. Debo de estar perdiendo mi instinto de periodista porque me da pudor hacerlo. Aunque lo he vivido, lo he sentido y lo he temido, no puedo dejar de dar gracias porque he sido muy afortunada e incluso privilegiada. La inmensa mayoría de afectados lo enfrentaron en condiciones más precarias que yo y, por tanto, han sufrido y sufren mucho más que yo.
    Es hora de mirar hacia adelante, de ayudar, de levantar y no de hacer circo.
    Quise publicar este texto cuando se cumple justo una semana, a la misma hora en que comenzó todo. Pero aunque no puedo jurar que no lo haré, porque a menudo me doy sorpresas, no creo que vuelva a escribir sobre ello en el blog. Quizá ficción, pero no crónica.
    E insisto en daros las gracias por lo mucho que me habéis acompañado y animado. Creo que no podéis imaginar lo mucho que me habéis ayudado en estos días que han sido pésimos para mí. Os lo agradeceré siempre.
    Un beso a todos

    ResponderEliminar
  2. la tierra fue la lumbre y el acero...creo que sentir un terremoto y más como este es algo que queda para siempre marcandote el resto de la vida...ahora hay que levantarse y debe costar un esfuerzo enorme mirar hacia adelante...un beso...seguro que un trozo de nosotros se ha quedado allí, tan asombrado y triste como vosotros.

    ResponderEliminar
  3. Muy cierto que son afortunados
    los que pudieron contarlo.
    Que la Tierra logre ese aposento que todos deseamos.

    Besiños Alís un montón
    de besos.

    ResponderEliminar
  4. ¿Que te voy a comentar yo, que tambien lo sufri en 1985?
    Hubo algunas diferencias muy importantes. La primera es que no estuvo seguido de tsusani, y esto significó que no hubo tanta perdida de vidas y haciendas. La segunda es que fue un domingo a las 8 de la tarde, y había muchas casas que se destruyeron, pero estaban vacías.
    La tercera es que yo si que me encontraba en el ejercicio de la profesión periodística, así que además de sufrirlo con mi familia, tuve que informar, partiendo de una imposibilidad, que que no tenía linea, y luego de un feliz azar, que fui el primero que la recuperó, por lo tanto tuve la exclusiva, durante dos horas, para el exterior.
    Mi fuente de informacion, al margen de la visual y la sensorial, fue Radio Cooperativa, que con un equipo electrógeno propio, siguió transmitiendo, y yo escuchando con mi pequeño receptor de pilas.
    Un beso y, dentro de la desgracia, la alegria porque para vosotros no haya sido más que una terrible, pero al final feliz experiencia.

    ResponderEliminar
  5. Es muy importante aceptar la vida como se nos presenta, pero sin dejar de sentir ni de transmitir la fuerza que solo el ser humano es capaz.

    Creo también que de estas experiencias es muy importante obtener todos los matices positivos que pueda tener y aprender de los negativos para, en la medida de lo posible, no volver a caer.

    En cualquier caso, Alís, os vuelvo a desear todo lo mejor y mucho ánimo y mucha fuerza para que podáis afrontar el resto de vuestra vida con mucha entereza.

    Un beso.




    Jonn W.

    ResponderEliminar
  6. Si.
    Es hora de mirar hacia adelante.
    Y ayudar.

    Besos.

    ResponderEliminar
  7. Eres una gran periodista. Es más, eres una bellísima persona.

    Un enorme abrazo, Alís!!

    ResponderEliminar
  8. Hay cosas contra las que uno no puede luchar. La naturaleza responde. Y nosotros solo podemos avanzar.
    La vida se acaba en un segundo, pero la esperanza debe permanecer.

    mucha fuerza a todo el pueblo chileno.

    besos

    ResponderEliminar
  9. Estoy con Toro..
    Mi querida amiga cómo se siente tu escrito.
    Mil besos.

    ResponderEliminar
  10. Alís, tú lo has dicho; que la fuerza de sentirte afortunada alcanze a otros que no lo fueron tanto. No te sientas culpable (esto no sirve de mucho)aunque es normal. Me gustó leer esta entrada que llega a emocionar, no hace circo.
    Muchos besos.

    ResponderEliminar
  11. Vivir un hecho como ese tiene que marcar, indudablemente. Y lo mejor y lo peor del ser humano sale a flote en esas situaciones. Supongo que después de haber vivido algo así ya no se es la misma persona que antes.
    Ahora sabes cosas que los demás no sabemos.

    ResponderEliminar
  12. Perdón, hice no hize...
    :)

    ResponderEliminar
  13. Yo tampoco podría hablar del tema (creo). De hecho, la experiencias más aterradora que tengo, tardé tres años en hablar de ella en mi blog.
    Tómate el tiempo que quieras, pero sinceramente, ahora habla del tema me paree obsceno.
    Vamos a dejar que los muertos estén enterrados y llorados, y después podremos mirar atrás.

    ResponderEliminar
  14. Lady, solo te puedo decir que a mí me has puesto los pelos de punta y me has conectado con el mundo.
    Un beso.
    LADY JONES

    Gracias por contarlo y gracias, que seguís aquí.
    Lady Galicia.

    ResponderEliminar
  15. Te doy las gracias por esto y cómo lo has relatado, y si, no ha sido tan subjetivo, pero me gusta más así, con el sentir tuyo.

    Ahora escribe lo que quieras, como si lo que deseas es dibujarnos un mono blanco en pijamas de rayas.
    Lo importante es que sigas expresándote y haciéndonos quererte.

    Un beso, querida Alís

    ResponderEliminar
  16. Tú lo expresas con todo respeto, con la emoción y el dolor de haberlo vivido...yo me entristecí mucho al leerlo pero no se puede cerrar los ojos a la evidencia, ahora como bien dices es hora de mirar hacia adelante y luchar.
    Un enorme beso querida Alís.

    PD Me es imposible entrar a partitura, entro y se me bloquea todo, no sé si es problema de blogger o solo mío, espero se solucione.

    ResponderEliminar
  17. Querida Alis, hay acontecimientos que han de sufrir un proceso de maceración, como en la cocina, para verlos con perspectiva.
    Es pronto, pero pasara. Ya veras

    Besos

    ResponderEliminar
  18. Alis he entrado dos veces en tu otro blog y me ha saltado el antivirus diciendo que hay un virus.
    No se que puede ser!!
    He venido a avisarte. No se si te lo dirán otras personas.
    Besos

    ResponderEliminar
  19. Hay días, horas, minutos que marcan algo que marca nuestra vida.

    A pesar del sufrimiento y del dolor, de todo lo que has sentido en ese momento y en los días siguientes, estoy segura que has sacado algo bueno de ti, algo que puede que hasta no conocieras.

    Los momentos duros nos hacen ser mejores, tal vez es una paradoja de la vida.

    Por suerte puedes ir pasando página pasito a pasito, otros no han sido tan agraciados con la diosa fortuna; unos seguiran caminando por los senderos de la vida otros llegaron a su destino, ese día y esa hora.

    Sientete afortunada por ello.

    Un beso con mucho cariño para ti y los tuyos.

    ResponderEliminar
  20. Tu lo has dicho Alís.
    Afortunados los que podemos recordar.
    Tengo amistades de internet en Chile a las que les he escrito para ver como estaban y no me han respondido.
    Eso me angustia mucho.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  21. Haz lo que te resulte más reconfortante: si te viene bien escribir sobre ello, hazlo; si prefieres no hacerlo, también estará bien.

    Es momento de dar gracias, sí.

    Dicen las noticias que no deja de haber réplicas. Debe ser horrible, una angustia que no para, como no deja de temblar el suelo.

    Desde aquí te mando un abrazo enorme

    ResponderEliminar
  22. Mi querida Alis. Sin planes. Haga lo que le apetezca y como le apetezca. No piense, actúe. Y no se sienta obligada a nada con ninguno de nosotros. Cuando todo pase ya vendrá usted a echarnos una mano en lo que necesitemos (iba a hacer uno de mis habituales chascarrillos amorales pero hoy me lo guardo).

    Siempre suyo
    Un completo gilipollas

    ResponderEliminar
  23. Cuánto dolor, Atís.. Me alegra que te hayas animado a hacerle frente con este artículo, es muy valioso.
    A veces hace falta ese empujoncito para hacer las cosas, que bueno que lo hayas recibido.
    Es hora de mirar para adelante, aunque a demasiados (muy tristemente), los cimientos les obstruyan el campo visual.
    Muchos cariños, linda.

    ResponderEliminar
  24. Brisa: Se quedará por siempre en la memoria, pero creo que ya casi todo el país está mirando hacia delante. Afortunadamente, las informaciones ya muestran el lado bueno y el futuro, y está habiendo muchas muestras de solidaridad. Besos.

    Marisa: La Tierra está viva, y entre sus propias necesidades más las que le creamos nosotros maltratándola, aún tiene mucho que decir. Me temo. Bicos e grazas.

    Albino: Estos días hubiera preferido estar trabajando o colaborando. A cambio, tuve que guardar reposo absoluto. A veces las cosas se juntan. Bicos.

    John W.: En eso estamos, sí. Muchas gracias. Un beso cariñoso.

    Toro Salvaje: Ahora toca ayudar, sí. No logro evitar el sentirme culpable por haber tenido tanta suerte. Supongo que eso es positivo, pues remueve la conciencia y uno intenta hacer más. Besos.

    ResponderEliminar
  25. jose rasero: si tengo que elegir, prefiero ser buena persona. Lo de periodista, aunque siempre va con uno, está bastante aparcado, y creo que siempre fui algo atípica (demasiado discreta con las cosas de los demás). Un besote con sonrisa.

    Cat´s: Estoy aprendiendo a conocer al pueblo chileno (me cuesta, no creas, aún busco mi lugar), pero creo que me ha dado bastantes muestras de su fuerza. Se repone, estoy segura. Gracias. Besos.

    Lucia-M: Gracias, dulce amiga. Besitos.

    Mona lisa: Lamento lo de tu blog, pero aún confío en que vuelvas. Muchas gracias por seguir viniendo y por tus palabras. Besitos.

    Paseante (se me hace raro llamarte así): Sí, puedo decir que sobreviví a un terremoto fuerte, aunque todavía me falta objetivizar lo aprendido. Lo principal lo sabía: y es que hay que vivir el día a día y procurar estar con la conciencia limpia. Un beso.

    Cadaver Exquisito: Una experiencia fuerte, sí. Gracias.

    ResponderEliminar
  26. Titajú: Veo que me entiendes. Beso.

    Lady: Gracias a ti por leerlo con esa mirada. Besitos, Lady Friendly.

    Nikté: Lo del mono me tentó, no creas, pero dibujando soy tan mala como cantando. Veremos qué hago, pues. No me apetece escribir muchos lamentos, para no llenarme de llanto, y no estoy mucho para risas. Será lo que el corazón me dicte, intuyo. Besitos.

    Nela: Estamos en la lucha diaria, reencontrándonos. Besotes.
    PD: Parece que Partitura estaba con virus. Por ahora, mientras veo si puedo resolverlo, lo he bloqueado, aunque intuyo que lo cerraré. Temo que al introducir vídeos alguno haya venido infectado, y no me apetece andar contagiando a todos. Soy nula con la informática y me asustan esas cosas. Pero seguiré aquí. Gracias por avisarme.

    Chinaski: Sí, según vamos tomando distancia vamos viendo las cosas de modo diferente. Gracias, amigo. Besos.

    Marian: Gracias, por el abrazo y por avisarme. Nela me dijo antes que tuvo problemas y otra persona me envió un mail anoche advirtiéndome. He bloqueado Partitura (a ver si encuentro dónde está el problema), aunque es probable que lo cierre y me dedique por entero a este blog. Pero nunca se sabe, porque desde hace un tiempo me está apeteciendo hacer opinión. Tal vez me decida ahora. Besitos.

    ResponderEliminar
  27. Capri: De estos momentos (y otros que me tocó vivir con anterioridad) he aprendido que tan pronto estamos como no y que tenemos que intentar acaparar momentos felices, porque todo se puede ir al garete en un instante. Lo que todavía no aprendí es cómo se hace. Gracias. Un beso grande, grande.

    tecla: Angústiate lo justo, porque hay personas que siguen sin conexión, otras que están volcadas en el trabajo y otros reconstruyéndote. No pierdas la esperanza. Te digo lo mismo que a Nikté: si quieres, envíame un mail con los datos de tus amigos e intento averiguar algo. No garantizo nada, pero quizá desde aquí sea más fácil. Besitos.

    Lucía: Las ráplicas, aunque en el sur se sienten más intensas, son soportables. Aquí estamos acostumbrados a temblores de la misma intensidad que las réplicas. Claro, con el terremoto reciente y el miedo a una muy fuerte asustan un poco más, pero no es tan terrible como parece. Los edificios en riesgo (bastantes) están desalojados , así que se minimizan los riesgos. Además, ahora estamos alerta, no como el viernes de noche que nadie lo esperaba. Gracias. Otro abrazo enorme para ti.

    Sr. CG: Lo que yo digo, usted se hace el gilipollas, aunque admito que lo hace muy bien. Muchas gracias por sus palabras (por las que dice y por las que calla). Un beso.

    Sol: Tengo un amigo que se hizo una casa y dice ahora que los momentos difíciles eran cuando sólo veía lo que quedaba por hacer y no lo que había avanzado, que era ahí cuando se paralizaba. Lo malo de Chile es que son muchos que tienen que agarrarse a lo que queda por hacer, porque lo que lograron se les fue para siempre, salvo lo que aprendieron. Pero se logrará. Es un placer verte por aquí. Vuelve siempre que quieras, me honra tu visita. Un besote.

    ResponderEliminar
  28. Es una experiencia que no me gustaria tener.Esa angustia por saber de tus seres queridos, tus amigos...no saber donde estan, si los volveras a ver.
    Como dijo TS hay que mirar hacia adelante.

    Besos.

    ResponderEliminar
  29. Cariño:

    Perdóname, discúlpame por mi ausencia justo en estos momentos tan críticos para ti. No me justifico, pero mi semana ha estado de locos (aunque no se compara en NADA a la tuya). Me siento fatal por no haberte leído desde aquel reporte tuyo de que estabas bien. En realidad estuve desconectada toda la semana.
    Pero me da muchísimo gusto saber que fuiste de los privilegiados que no sufrieron tantos daños como otros de tus connacionales, y que no sufriste la pérdida de ningún ser querido.

    Desde México te mando mis mejores vibras, un abrazo inmenso para que la pena que deja una tragedia como ésta se aminore, y de verdad discúlpame por tan grave distracción. Espero que entiendas que no fue adrede.

    ¡Muchísimos besos desde México!

    ResponderEliminar
  30. Cuando la enorme fuerza de la naturaleza se desata, es cuando más claramente se percibe nuestra pequeñez.

    ResponderEliminar
  31. A las 4:34 han sucedido multitud de cosas bonitas desde que todos los relojes del mundo empezaron a marcar sus horas. Parece injusto permitir que el resto de las tardes sólo recuerden cómo tiemblan un par de minutos porque al de la Facultad de Derecho se le han clavado las agujas en la cara.
    Comprendo el dolor y la resaca que deja. Sin embargo, la Tierra siguió girando alrededor de su propio eje; y a la vez, del Sol – como hacen otros planetas-; orbita en la Vía Láctea y en un cúmulo de prodigios universales que existen más allá de lo visible.
    Si se remueven los escombros para seguir encontrando cuerpos que respiran, ¿por qué consentir que se ahoguen debajo de la memoria, precisamente ahora, los mejores instantes?

    Un beso, Alís.
    Con afecto,
    Fdo: Sucette D´Ment

    ResponderEliminar
  32. Estremecedor.... La tierra es como la vida... ahora te acaricia...ahora de un manotazo te destroza...

    un abrazo solidario.

    ResponderEliminar
  33. Alís os meus profundos sentimentos pelo vosso sofrimento e as maiores felicidades para o vosso futuro Beijos Rebeldes!

    ResponderEliminar
  34. ¡Alís! Pues sí que se te echaba de menos por aquí. Espero que haya fuerzas por allí. Nunca se sabe como es hasta que no se vive algo así. Pero afortunados como bien dices todos los que podéis contarlo. Y sobre todo mucha fuerza.


    Un enorme beso

    ResponderEliminar
  35. Alís, besos y mucho ánimos desde España.

    ResponderEliminar
  36. Alís, besos y mucho ánimos desde España.

    ResponderEliminar
  37. Lamento lo sucedido en tu País.
    La naturaleza tiene eso que me desconcierta, a veces puede mostrarte lo maravillosa que es y otras, ni hablar!
    Que la fe y la esperanza se apodere de ti y los tuyos.
    Besos descalzos.

    ResponderEliminar
  38. Nacho: No le deseo a nadie esta experiencia. Y hoy nos desayunamos con que EEUU dice que podría haber otro gran terremoto en la zona en los próximos dos meses… Ojalá se equivoquen de nuevo. Y ya estamos mirando hacia adelante, sí. Besos

    Espérame en Siberia: No tengo nada que perdonar, así que no te sientas mal. El mundo no se paró ni siquiera aquí y ahí estás. Así que tranquila y gracias, por tus buenas vibras y tus abrazos. Besitos.

    Cesc: Y es que somos hormigas, a las que nos aterroriza sentir pasos cercanos… Besos.

    Sucette: Las primeras veces que vine a Chile y veía la cordillera, impresionante a un lado de la ciudad, siempre pensé en lo insignificantes que somos. Si pensamos en el Universo nos empequeñecemos aún más. Pero es que cuando nuestro diminuto mundo se tambalea a nuestro alrededor es fácil olvidar todo eso. Es esa sensación inmediata la que nos ciega. (Me gustó lo de que se le clavaron las agujas en la cara, ojalá se me hubiera ocurrido a mí). Un beso grande.

    De cenizas: Me anima pensar que ahora tocan las caricias. Gracias. Un besote.

    Rebelde: Gracias, Leo. Beijo

    ResponderEliminar
  39. Marta: Gracias, mi niña. Las fuerzas vuelven. Se realizó una teletón (un acto-programa para recaudar fondos) para recaudar 15.000 millones de pesos para construir viviendas y se logró el doble: 30.000 millones de pesos (unos 40 millones de euros), en un país de dieciséis millones de habitantes. Chile es un país que se pone cuando es necesario, los chilenos son solidarios y sacan fuerza en momentos difíciles. No sé si esto se muestra afuera o sólo los saqueos, pero me emociona el arrojo de este pueblo que me acoge. Besitos.

    Carlos Fox: Gracias, de corazón. Voy a tener que animarme para volver a recibir tus comentarios divertidos. Los echo de menos (y los enlaces que me regalas siempre). Besos.

    Descalza: Gracias, pero hoy estoy optimista. La naturaleza sacudió este país (que me acoge, yo no soy de aquí), pero también está sacando lo mejor de todos. Ando emocionada estos días viendo la solidaridad, el trabajo y la fuerza de los chilenos. Bienvenida. Ven siempre que quieras. Beso.

    ResponderEliminar
  40. Una pregunta. Aquí no hay ninguna cuenta para ayudar, como cuando fue lo de Haití, que acompañé a mi pequeño a ingresar sus 5€ del material para disfrazarse en el cole, despiés de que les contaran lo que había pasado.
    En cambio, no sé qué pasa, que de momento las monjitas de su cole no dicen nada de Chile... Ummm
    Fuerzas, poco a poco...
    Saludiños.

    ResponderEliminar
  41. No sé qué hemos hecho para que pasen estas cosas, pero encontrarnos con esto teniendo todavía reciente Haití...

    Sólo queda esperar que todo se solucione cuanto antes.

    Besos

    ResponderEliminar
  42. Sigo dando gracias al cielo porque no ha permitido que os pase nada, veo las imágenes, la gente asustada, sin nada, familias rotas... y tiemblo.


    Un beso enorme y, más que nunca, todo, todo mi cariño para vosotros.

    ResponderEliminar
  43. ALIS ME SOLIDARISO CON TODO EL PUEBLO CHILENO, NO ME IMAGINO TODO LO QUE TUVIERON QUE PASAR Y ESTAN PASANDO. PERO SON UN PUEBLO TRABAJADOR Y SE QUE VAN A SALIR ADELANTE REZO POR TODOS USTEDES Y TU DESCRIPCION DE LO SUCEDIDO ES MARAVILLOSA MIS MAS SINCEROS SALUDOS Y MI APOYO

    ResponderEliminar
  44. Marieta: No sé responderte. Tendría que buscar por Internet para saber si hay alguna cuenta internacional abierta para recaudar fondos. La mayoría de las organizaciones que han abierto cuentas son locales, excepto Cruz Roja y Cáritas, pero no sé si recaudan en otros países. Y sí, poco a poco se va saliendo. Gracias. Bicos. Cúidate mucho.

    Joyce: Para los terremotos no sé si hemos hecho algo o no, pero en otras desgracias naturales sí que creo que es decisiva la mano del hombre. Castigamos al planeta y él nos lo devuelve. Creo que yo haría lo mismo si se tratara de sobrevivir. Besos.

    J.eMe.: Yo también doy gracias. Todos los días. Eso es algo que he aprendido a raíz de lo que sucedió. Espero no olvidarlo. Un beso grande, amigo.

    LuluZiña: Este pueblo está demostrando de qué está hecho, y aún no siendo chilena me siento orgullosa. Temo que fuera de aquí se haya ofrecido sólo la mala cara del chileno. Gracias. Besos.

    ResponderEliminar
  45. Mientras sigas contando, eso es bueno.
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
  46. El horror de lo imposible, de lo quizá inevitable por nosotros mismos (o quizá si?) quien sabe...las pruebas de Dios han sido sustituídas por algo mucho mas real y palpable que es la naturaleza.
    besos

    ResponderEliminar
  47. Esa hora... esa misma hora, ya paso y puedes contarlo, dichosa que estas bien y no paso nada más allá, que los tuyos están bien... Y que esa hora, esa misma hora que ya paso hace algunas semanas ahora es anécdota recuerdo que pasa a ser letra.

    Un abrazo Alis
    BB

    ResponderEliminar
  48. Terrible...
    Ni siquiera me acerco a imaginarlo.
    Desde luego, eres afortunada.
    Y yo creo que uno no debe forzarse a la hora de contar o callar. Creo que cada uno debe responder a lo que su cuerpo le pida.
    Aquí nos tendrás a nosotros para acompañarte.

    Un beso


    Lala

    ResponderEliminar
  49. + FUE HORRIBLE!!!
    El reloj y el corazón de todos se detuvo un momento mientras no encontrabamos respuesta porque la madre tierra nos daba esto.
    Besos para ti y lo mejor de la vida.
    mar

    ResponderEliminar
  50. Eva: Así es. Hay motivos para dar gracias. Besos.

    Alberto: Parece como si la naturaleza nos estuviera gritando para que por fin creamos en ella y la respetemos, pero me temo que nuestro ruido no nos deja oír, a pesar de todo. Besos.

    Camaleona: Gracias, mi niña. Estamos encontrando el ánimo.

    BB: Es curioso, porque aún no pasaron diez días y si bien por un lado parece muy reciente, por otra parte es como un recuerdo muy lejano. Fueron tan intensos estos días que parecen más. Pero ya está volviendo la normalidad. Gracias. Besos.

    ResponderEliminar
  51. Lala: Hay muchas cosas que me hubiera gustado contar, pero en serio que me da pudor subjetivar un hecho tan serio, porque son muchos los que perdieron todo. Yo casi fui sólo testigo. Muy de cerca, pero testigo. Afortunadamente, claro. Besitos.

    Mar: Creo que eso no tiene respuesta. O tal vez sea la misma pregunta que se hace la Tierra. Me alegra verte por aquí, y verte bien. Besos

    ResponderEliminar
  52. Tengo muchos amigos Chilenos, muchos que aún viven en Chile y lo que viví junto a ellos esperándo a ver si aparecían sus familiares fue realmente atroz...la impotencia que sentí desde la distancia y la imposibilidad de apoyarlos físicamente fue algo que llevaré para siempre conmigo.
    Menos mal que estás bien, no sabía que vivías allá!
    Un besito.
    ánimo!

    ResponderEliminar
  53. Vivo aquí desde hace cinco años y medio (un chileno me abdujo). Y es cierto, el terremoto fue terrible, pero las horas siguientes (los días, en algunos casos) fueron horrorosos. Nosotros, la familia en general, fuimos afortunados, y ahora parece que todo se va normalizando. Poco a poco. Gracias. Un besito.

    ResponderEliminar
  54. Yo quería comentar aquí, ya se que soy un tardón y tal, pero me ha gustado mucho como lo cuentas (no lo que cuentas que no tiene ninguna gracia)
    Llega, llega de veras. Espero que el reloj vuelva pronto a funcionar con normalidad, o cuando menos que adelante.
    Besos

    ResponderEliminar
  55. Bolki: Gracias. Poco a poco vuelve la normalidad, aunque todavía andamos con las pupilas dilatadas y la sensación de que todo se mueve más o menos cada cinco minutos. Cuando más pasa el tiempo, cuando más lejos queda ese instante, más me doy cuenta de que realmente marcó un antes y un después.
    Pero estoy para contarlo, más de lo que pueden decir muchos.
    Gracias. Nunca es tarde mientras llegues.
    Besos

    ResponderEliminar
  56. Qué tremendo debió ser, Alís. Imagino lo que sentiste al no tener contigo a tu hija, y lo que sentiste al poder abrazarla.
    Me alegro que no/os pasara nada material.

    Un beso grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Carmela, el momento del terremoto en sí no fue tan terrible. No sabía bien qué ocurría y no me asusté hasta que no escuché a Rudy decir la palabra terremoto (los chilenos le llaman temblor incluso a los de grado 7 o más). Fue un poco surrealista y te confesaré que me gusta la sensación de cuando la tierra tiembla. Lo que sucedió los días siguientes es lo que me asusta de una situación así.

      Besos

      Eliminar