Fotografía: Rudy Garrido
Mendigo las buenas “vibras” de aquéllos que creen que la voluntad puede mover montañas, espantar el mal, obrar milagros o crear magia donde ya sólo ésta puede salvarnos.
Mendigo abrazos, palmadas y cualquier gesto que alimente la energía, ésa que transmitimos a quienes nos rodean regalando calma, alegría, vida.
Mendigo desde mi pobreza de ánimo toda donación que contribuya a salvar a quien tanto amo y que ahora depende de una fuerza sobrenatural para volver a ser.
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