Fotografía: Rodney Smith
Tú crees que dejas
huella, pero es más que eso. Es peor que eso. Siento no sólo tu
huella. Es tu zapato, tu pie, tu peso entero sobre mí, imborrable.
Cuanto más te
alejas, mayor es la presión, de tu recuerdo, de tu aroma todavía presente, de
tu ausencia y del silencio acordándose de nosotros.
Lo has vuelto todo
al revés. Tanto, que cuanto más te alejas más creces, y más minúsculo soy yo.
Minúsculo y tonto.
O sordo. Porque no te oí. No te escuché, distraído en el mensaje que lanzaban
tus ojos y tu escote, cuando tus palabras me advertían de que acostumbras a
dejar huella. Y te sentías orgullosa.