Fotografía: Rodney Smith
Me dices que ya no podrás verme más porque se me nota demasiado lo que siento. Y añades que lo que siento es lo equivocado, que nunca debería haber ocurrido, que el amor es casi lo único que no podía darse en nuestra relación.
No me lo recordaste la primera vez que nos vimos y acordamos que seguiríamos encontrándonos cada semana; no me lo advertiste cuando decidimos que seguiríamos pasando una hora juntos en esta habitación de tu departamento cada siete días, sin planificar ni pensar siquiera que algún día se terminaría.
Y cada jueves me fui abriendo a ti como con nadie lo había hecho jamás. Me resultó fácil, eres muy bueno escuchando. También provocando mi entrega. No necesitabas decir mucho para que yo te lo contase todo. Era evidente qué ocurría: yo era río, tú eres mar y debía desembocar. Y desemboqué, claro.
Una vez leí que amigo es la persona delante de la que puedes pensar en voz alta. Creo que ese tópico fue el que me confundió. Di por supuesto que eras mi amigo, porque sólo a tu lado encontraba la paz que proporciona dejar libre la mente, ese “pensar en voz alta”.
Me fui sintiendo tan bien a tu lado que también fue sencillo quererte. Jamás me has juzgado, ni sermoneado, aún menos condenado. Sencillamente querías saber de mí, más y más, y yo te lo daba. Disfrutaba dándotelo. A veces creí percibir que tú también.
Es cierto que quisiera que todos los días fueran jueves. Correr por tu calle, subir de dos en dos las viejas escaleras de tu edificio. Me encanta oír el crujido de su madera bajo mis prisas. Entrar en esta habitación y encontrarme de nuevo con tu sonrisa encendida al cerrar la puerta. Querrás disimularlo, pero tus ojos brillan al verme.
Y hoy me dices que ya no podrás seguir recibiéndome. Que no puede haber sentimientos entre nosotros, que lejos de ayudarnos entorpecerá nuestro trabajo. Anotas en un papel el nombre de otro. Me aseguras que me gustará, que me hará sentir bien. Y me dueles.
Me empujas sin remordimientos a un empezar de nuevo y me privas de tu compañía. Vuelvo a estar en el mismo lugar que antes de conocerte, pero con una pena más. Y mi corazón protesta, me reclama y repite una y otra vez la misma pregunta. ¿Ahora cómo hago yo para salir de esto?
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Se sale como hacen los gatos en la noche sin luna. Caminan desorientados hasta que un rayo de luna les anuncia que están cerca de ese tejado que buscaban.. . Y un día, sin darse cuenta están felices maullando en tejas lejanas....
ResponderEliminarEs asi, caminando (doliendo pero siempre caminando)....
mi beso caminante
Es HORRIBLE que te digan eso, buen relato!!! Y muy felizlizlizzzz 2011 :)
ResponderEliminarHola, Alis, vengo a visitarte y desearte que tengas un feliz año nuevo. Recibe un beso enorme.
ResponderEliminarY siempre es Jueves en la Plaza de Mayo. Canción de Ismael Serrano.
ResponderEliminarLa vida empieza el Jueves. Anuncio promocional de 'Gran Hormona 1'.
No menseñaste cómo estar sin ti, y qué le digo yo a este corazón. Canción de Thalía.
Nasnoches, my friend.
una y otra vez
ResponderEliminarel mismo abismo.
Necesito la dulzura de uno de esos jueves... Pero sé que faltan semanas para volver a escuchar el citófono, mirarme al espejo antes de abrir la puerta, llevar ropa lo suficientemente linda pero que no delate que la busqué mucho, abrir una botella, cerrar el corazón y que no entre nadie más. Me has remecido, como siempre, Alís.
ResponderEliminarFeliz 2011 querida!!
Menudo elemento!.
ResponderEliminarPiensa que te mereces algo mejor,
mucho mejor.
Ni tan siquiera te ha dejado su amistad.
Dale tiempo, el tiempo pone a las personas en su sitio.
Besos.
Se sale de eso con dolor y cicatrizando.
ResponderEliminarEspero que hoy recibas una muy buena noticia.
Besos.
Pasito a paso, unas veces cayendo, otras calentándonos con el sol.
ResponderEliminarLo primero es quitarse la venda, luego abrir la puerta y bajar la escalera.
Te abrazo, hago un trecho del camino contigo.
Amando sin miedo a otra persona. El amor está en nosotros, no en los demás. Si tenemos amor, seremos capaces de compratirlo con quien esté predistpuesto. El resto es miedo.
ResponderEliminarBesos enormes
Alis,
ResponderEliminarEl sicólogo anota en un papel el nombre de otro compañero para que la siga recibiendo. La consulta de los jueves se acabó convirtiendo en un magnífico idilio. Primero, en una relación de afectos donde la paciente iba atrapando al profesional, después, se encontró con el amor. La rendición a la conquista y la renuncia, las barreras que no se pueden traspasar en lo profesional se humanizan y completan los afectos. La relación profesional se acaba. Ella se queda atrapada. Lo ha dado todo.
Qué bueno Alis, me gusta cuando escribes así, cuando nos dejas un poco de espacio para pensar.
¡Gracias y muchos besos!
Muchas felicidades para este año, dale vida a tus sueños y que la crisis económica pase de largo.
ResponderEliminar¡¡Feliz año 2011!!
Un abrazo.
"El amor es casi lo único que no podía darse en nuestra relación".
ResponderEliminarSupongo que es un riesgo cuando te abres tanto a alguien, aunque sea un psicólogo, jeje.
Besos :)
Si, se sale, se sale aunque duele horrores, se sale porque somos más fuertes de lo que pensamos y al final en nuestro corazón la herida se va derrando.
ResponderEliminarUn beso y un susurro dulce.
Disfruta de este año, que sea especial y lleno de cosas buenas cielo.
Cual es el fragil limite que existe entre amor y amistad? Y aun atrapada, uno no deja de buscar una salida.
ResponderEliminarQue comiences super bien este 2011!
Me ha gustado el comentario que te hace Antonio Misas, pienso igual que él, no se puede dar todo, luego el vacío que te queda es mucho mas difícil de llenar, el sufrimiento resurge y se prolonga, las ilusiones se rompen y que difícil es volver a encontrarlas.
ResponderEliminarEspero de todo corazón que el nuevo año te sea mas placentero.
Con una copa de cava,
y con toda mi ilusión,
brindo por mis amigos,
y con cariño os deseo,
de lo bueno, lo mejor.
Chus
bueno, si hay que pagar,
ResponderEliminares una pista para saber que NO es amigo
:-)
iba a poner otro ejemplo que tiene que ver con el amor y que también hay que pagar, pero mejor no.
eso si:
quien le pone puertas al campo?
bicos
Hay que seguir caminando. El comedimiento es una buena arma de protección.
ResponderEliminarMuy bueno, Alís.
Besos
Esas cosas pasan por fiarse tanto de Freud y su cuadrilla. Deberíamos ayudarnos más y no buscar la ayuda tasada en otros.
ResponderEliminarSe sale de todo aunque con alguna magulladura que otra. Lo mejor o lo peor, no sé, es que se vuelve a empezar y que no tenemos mucha memoria en estos casos ;)
ResponderEliminarBesos, Alís.
El límite que separa la amistad del amor es tan delgado, que muchas veces lo traspasamos. Soy una convencida que la amistad hombre-mujer es casi imposible, siempre uno de los dos termina atrapado en las redes del amor.
ResponderEliminarComo siempre buen relato querida Alis.
Un beso.
El dolor no cesa, pero la vida es el tesoro más preciado que tenemos, nos empeñamos en aferrarnos a lo que nos hace daño, cuando hay tanto bueno que nos puede hacer feliz.
ResponderEliminarEs una pena, que tardemos tanto en recuperar nuestro corazón, ya que no existe medicina para ese dolor, sólo nuestras ganas de vivir.
Un besazo, perdón por la charla, estaba inspirada. ja ja ja
Qué bueno, Alís, me gustó mucho el relato. El mundo de los afectos es tan complejo... amar siempre duele.
ResponderEliminarBesitos impacientes ;)
No podemos dejar siempre las llaves en manos del carcelero.
ResponderEliminarBesos y feliz 2011
Tremendo escrito, me ha encantado leerte.
ResponderEliminarÉl ha tenido la culpa, hace falta ser poco profesional.
ResponderEliminarBesos Alís.
hay amores prohibidos.
ResponderEliminarLos que se dan sin cuerpo y fermentan en terapia, los más difíciles.
Como la moayoría, coincido en que hay que seguir caminando. No queda más remedio, recordar los buenos momentos y tomarlo como experiencia.
ResponderEliminarBeso grande
Cambia de psicólogo.Tengo tanto cariño a la mía que el día que deje de ir,me moriré de pena.
ResponderEliminarPero nunca dejaré de sonreír,ni tu tampoco princesa.
Mil besos.
Como hacer que no nazca o florezcan nuestros sentimientos.
ResponderEliminarComo saber a quién entregarlos.
Me hiciste meditar y recordar tantas veces y como la inocencia y la confianza ciega desapareció.
Espero encontrarla pronto
MUCHOS CARIÑOS
Si quieres tomar una buena decisión asegurate de también sentir un poco con el cerebro y pensar un poco con el corazón... ;-)
ResponderEliminarbesos
Os siquiatras somos xente moi profesional, e cando nos decatamos que a paciente se nos sube á cabeza...temos que deixar de bebela!.
ResponderEliminarProba con outro, e non sexas tan doce.
Bicos ácedos
..y el corazón sufre
ResponderEliminary se va acostumbrando.
Te doy las gracias por
ofrecernos durante todo
el año pasado tan bellos textos,
ojalá sigamos compartiendo
cariño y palabras durante
mucho tiempo.
Biquiños Alís.
Conozco algún que otro caso en que ella ha terminado casada con su pisquiatra y divorciada de su ex.
ResponderEliminarBesos desde mi diván.
¡¡Pedazo de relato!! Me ha gustado mucho porque lo encuentro real y tristísimo. Biquiños,
ResponderEliminarDerivar un paciente está dentro de la ética profesional... cuando los sentimientos entorpecen el objetivo de la relación... :)
ResponderEliminarbesos
Tras darle el papel con otro nombre… ¿podría él cambiar su papel?
ResponderEliminarHabía pensado hablar sobre las distintas formas de amar, porque no solo hay una católica y apostólica. Pero después de leer a Antonio Misas, me ha desmoronado todas mis palabras...
ResponderEliminarEstá muy bien escrito. Siempre es grato leer tus palabras, aunque tarde en venir, siempre será un placer.
Feliz año 2011.
saludos.
Pués muy facil, quien mejor que tú para saberlo, el mar esta lleno de peces.
ResponderEliminarAprenderás a salir, seguro. Confío en ello!!
ResponderEliminarTengo un viejo amigo medio enamorado de su psiquiatra, pero sabe lo que hay, es un juego para él, le gusta por su profesionalidad, así que es otro cantar. Muy bueno el relatillo, me ha gustado sobretodo porque según lo iba leyendo iba imaginándome distintas posibilidades, y no fue hasta el final que me quede con lo del psicólogo, que por otro lado... quizás no sea la única interpretación, ¿no?
ResponderEliminarTodo tiene solución, menos la muerte.
ResponderEliminarestos dolores no son eternos.
Bello relato y bien escrito.
FELIZ AÑO NUEVO QUE ESTE AÑO TE COLME DE DICHAS
UN FUERTE ABRAZO MI CHILENITA ESPAÑOLA
La amistad,la verdadera amistad,nunca se pierde...ni se olvida.
ResponderEliminarDesde Galicia y concretando, Coruña,Feliz 2011 Alís.
Saludos.
¡Feliz año, Alís!
ResponderEliminar¡11 besos!
Querida: Da igual que sea tu psicólogo, psiquiatra o el último amante.
ResponderEliminarSi sólo te recibe los jueves por decreto, es bueno el final de la historia.
Los profesionales porque han de echarte, es lógico.
Los demás, porque debes huir tú...
P´a cuadrículas la vida tiene bastantes.
Besos febriles.
Por supuesto que han de brillar mis ojos al verte.
ResponderEliminarCada cual posèe la llave para salir de adònde sea. Besos mi linda Alìs.
Salud-os desde mi laberinto sin salida.
Sí, a veces uno se va metiendo en la situación y luego el problema es salir de ahí por el propio pie.
ResponderEliminarPero como me gustan los cuentos, me invento que sí, que te asignan a otro. Y ya que el primero no se encarga más de los asuntos profesionales... digo yo que ahora tendría libertad para entablar un tipo de relación no profesional. A por un primer café con leche juntos y luego, quién sabe.
'toy de acuerdo con fiebre, aunque por otro lado lo mismo me saldría la vena luchadora, porque no me gusta que decidan por mí y ese tío lo hacía.
ResponderEliminarAmigo es sólo el que lo sigue siendo después de habérselo dicho todo (a pesar de eso).
O no, y es hombre gordo de sonrisa socarrona y con ganas de leer tu blog y desnudarte aunque sea miércoles. En ese caso, hasta lo podría ser yo, : )
besote y feliz año
Espero que no me haga eso alguna vez a mi. Porque siento lo mismo que tu relato, con él es fácil ser yo.
ResponderEliminarGracias Alís de nuevo, por todo.
Un abrazo cariño.
Comenzaré a ponerme al día, después de los días pasados...
ResponderEliminarEStupendo relato que me ha traído, tristemente, recuerdos familiares no agradables.
En fin, cosas que pasan y vidas que se enredan en las historias, aunque sea ficticias.
Bicos.