domingo, 26 de marzo de 2023

Pude, efectivamente

 

 
Fotografía: John Dykstra

 

 

 

Evité que sucediera lo que temía.

 


(Y de paso impedí que ocurriera lo que deseaba)

 

 

domingo, 19 de marzo de 2023

Hielo y fuego

 

Fotografía: Pedro José Benlloch 

 

 

Es difícil poner distancia cuando estás ya tan dentro de mí. Imposible, en realidad.

 

Tanto como permanecer cerca.

 

Y así vamos sumando años, alternando el hielo y el fuego.

 

sábado, 11 de marzo de 2023

Lo nuevo. O no


Ando evadiendo el silencio, los espejos y esta necesidad, esta terca carencia, que se empeña en manifestarse a la primera de cambio. Ando evadiendo cualquier señal de lo que realmente soy o me pasa, por si tengo que hacerme cargo. Ando evadiendo la vida a cada aventura que me propone, por si me acaba gustando. Ando evadiéndome.

 

O no.

 

 

domingo, 5 de marzo de 2023

El lenguaje no es inocente


 Fotografía

inocente

adjetivo · nombre común 

1.

[persona] Que está libre de culpa o de pecado.

"el jurado lo declaró inocente" 

2.

Que no tiene malicia, mala intención o picardía.

"broma inocente"

 

 

“El lenguaje no es inocente” es probablemente la frase que más recuerdo de nuestra mentora (entre otras muchas). Me gusta porque me mantiene en un terreno más cómodo, el lenguaje. Y porque me invita a explorar todo lo que hay detrás de lo que decimos. También de lo que callamos.

 

La frase me gustó siempre tanto que no me la cuestionaba. ¡Era un hecho! Pero el recuerdo me encontró juguetona. Me detengo en cada palabra e inicio el recorrido de vuelta deteniéndome: inocente. Busco el significado en el diccionario. Y todo calza. Eso significa que, sea inconsciente o conscientemente, el lenguaje carga también nuestra mochila.

 

Lo que decimos (y pensamos) nace de nuestra culpa y pecados, pero también de nuestra satisfacción y dones. Nace de nuestra historia, de los recuerdos tatuados en la memoria con la tinta desteñida; y de los heredados, que viajan en cajas cerradas de generación en generación, de trastero en trastero: no sirven para nada, pero ocupan espacio.

 

Lo que decimos (y lo que callamos) nace también de nuestro futuro, de nuestras ganas o sueños. Y adquiere intención, algunas veces mala (¿qué será mala?). Aparece pícaro. Para bien y para mal. Contribuye al futuro que creamos, sumando o restando, enfocando o distrayendo, según lo que vamos sintiendo en este presente tan descuidado.

 

Por eso conviene tener presente que el lenguaje no es inocente.