viernes, 26 de marzo de 2021

Celebrar sola

 

 
Fotografía: Andreea Markocsanyi 

 

 

- Suenas triste. 

- Porque estoy triste. 

- Lo sé. Lamento mucho no poder acompañarte en esta fecha tan señalada. 

- Yo también lo siento. En días así la soledad se pone insoportable. Y los recuerdos, sobre todo los malos, ocupan los vacíos. Y lo llenan todo. 

- ¿Cómo celebrarías si estuviera ahí contigo? 

- No sé… Pediría sushi. Comeríamos rico. Jugaríamos ya sí una partida de ajedrez.  Me haría un pito… Yo estaría contenta. Tú te aprovecharías de que lo estoy … 

- Parece un buen plan. 

- En realidad, puedo hacer todo también estando sola. Salvo estar yo contenta y tú aprovecharte de que lo esté. 

 

jueves, 18 de marzo de 2021

La lección

 

 
Fotografía: Kelly Lacy 

 

- Yo no sé si podré ir. Tengo que hablar con María, a ver qué dice ella.

 

Todas se miraron sorprendidas. No reconocían a su amigo, acostumbrado a esconder su ternura en un disfraz de macho dominante. Ellas lo quieren porque conocen su corazón y no sólo sus formas. Es el único hombre en un grupo de mujeres, las escucha, las conoce y las quiere. Ellas le siguen el juego del patriarcado sabiendo que sólo es eso, un juego. Él también se ríe cuando se descubre en esas manifestaciones y sabe que los discursos culturales que nos definen no se sacuden de un día para otro.

 

- ¿Te volviste un corderito? 

- ¿Desde cuándo acatas lo que te dicen? 

- ¿Tienes que pedir permiso? 

- ¿Qué te pasó? Primero te cortaste el pelo, luego tenemos que insistirte para que te reúnas con nosotras y ahora no puedes decidir sin hablar con María… ¿Dónde está el Francisco que siempre quiere ganar las discusiones? Te desconozco. ¿Quién eres? Cuéntanos de ti…

 

Francisco observa divertido la reacción de sus amigas. Mantiene su postura: respaldado en la silla, sus piernas largas estiradas debajo de la mesa que le hacen ver aún más grande y las manos en los bolsillos de sus tejanos. Habla en un tono pausado inhabitual en él, como si sólo estuviera reflexionando en voz alta.

 

- No hay nada que contar. Supongo que me volví más sabio o más idiota… pero a estas alturas de mi vida, prefiero tener sexo que tener razón.