- Yo no sé si podré ir. Tengo que hablar con María, a ver qué dice ella.
Todas se miraron sorprendidas. No reconocían a su amigo, acostumbrado a esconder su ternura en un disfraz de macho dominante. Ellas lo quieren porque conocen su corazón y no sólo sus formas. Es el único hombre en un grupo de mujeres, las escucha, las conoce y las quiere. Ellas le siguen el juego del patriarcado sabiendo que sólo es eso, un juego. Él también se ríe cuando se descubre en esas manifestaciones y sabe que los discursos culturales que nos definen no se sacuden de un día para otro.
- ¿Te volviste un corderito?
- ¿Desde cuándo acatas lo que te dicen?
- ¿Tienes que pedir permiso?
- ¿Qué te pasó? Primero te cortaste el pelo, luego tenemos que insistirte para que te reúnas con nosotras y ahora no puedes decidir sin hablar con María… ¿Dónde está el Francisco que siempre quiere ganar las discusiones? Te desconozco. ¿Quién eres? Cuéntanos de ti…
Francisco observa divertido la reacción de sus amigas. Mantiene su postura: respaldado en la silla, sus piernas largas estiradas debajo de la mesa que le hacen ver aún más grande y las manos en los bolsillos de sus tejanos. Habla en un tono pausado inhabitual en él, como si sólo estuviera reflexionando en voz alta.
- No hay nada que contar. Supongo que me volví más sabio o más idiota… pero a estas alturas de mi vida, prefiero tener sexo que tener razón.
Todavía no puedo estar y me resisto a desaparecer.
ResponderEliminarJajaja, pues oye, puestos a leegir mejor será quedarse sin tener larazón.
ResponderEliminarTe esperamos cuando puedas pasarte, y se agradece esa resistencia a desaparecer.
Feliz día.
Marigem, también prefiero no tener la razón. Mejor dicho, que no me sea reconocida, jajaja.
EliminarMuchas gracias
Besos
Alís:
ResponderEliminarmuy buen final. Al final, la balanza se inclina hacia...
Salu2.
Dyhego, sentido práctico ante todo.
Eliminar;)
Besos
Una sabía decisión la suya, se lo pasará mejor ;)
ResponderEliminarUn abrazo de bien recuperada.
Alfred, de hecho sonríe mucho más. ;)
EliminarBesos
Pues estar vivo por estar vivo, mejor con sexo, que la sabiduría ya a veces cansa :-)
ResponderEliminarUn abrazo
Albada, y además tener la razón no depende en realidad de si nos la dan o no... así que mejor asegurar lo que más importa.
EliminarUn abrazo grande
Axiomática e inteligente su consideración final.
ResponderEliminarEl disfrute lo tiene asegurado.
Besos.
Juan, por fin tuvo razón, jajaja.
EliminarBesos
No desaparezcas, es muy agradable tenerte por aquí.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Ilduara. No sé cómo ocurrió, pero llegó el teletrabajo y me quedé sin tiempo. Algo tengo que aprender, porque todavía me cuesta estar presente aquí. Y aún lo intento.
EliminarBicos
Obró de una manera atractiva para él. Sopeso y eligió.
ResponderEliminarMe alegro mucho de leerte de nuevo. Un fuerte abrazo y cuidate mucho.
Campirela, al final siempre se trata de establecer las prioridades, jajaja.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Hola Alís, veo que ese hombre es lo opuesto a mí. Por cierto, ¿A qué viene eso de desaparecer? Bicos transatlánticos.
ResponderEliminarRepublicano, tú tienes que sopesar si prefieres seguir igual o si tal vez este hombre aporta una mirada a ser probada.
EliminarNo quiero desaparecer y me refiero al blog, pero no estoy logrando sostenerlo y me limito a breves visitas de vez en cuando. No es como me gusta estar: publicar, responder comentarios, leeros, comentar... y no me alcanza el tiempo. Costos del teletrabajo, me temo.
Bicos
Savia decisión, me ha encantado ese final que has creado. Se te echa en falta estimada amiga.
ResponderEliminarUn abrazo Alís.
Carmen Silza, para ser sincera, ese final no fue creado por mí, ya me gustaría, sino que es la frase de un amigo que, evidentemente, ganó mucha sabiduría.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
Las personas inteligentes son las que se hace lo que ellas quieren, haciendo ver a las chulicas que es todo lo contrario. O sea, las mujeres.
ResponderEliminarYo, pudiendo, estoy menos que nunca; pero de desaparecer nada.
Besos.
Macondo, las personas inteligentes son, supongo, las que tienen claras sus prioridades y las cuidan. Y a veces lo prioritario se nos mezcla con lo urgente y lo importante que no necesariamente tiene que ver con lo que deseamos hacer. Lo digo a cuento de no poder estar como quisiera. Volverán tiempos mejores, confío en eso.
EliminarBesos
Qué primario, obvio y elemental me acabo de sentir. Siempre le doy la razón a ella, sea quien sea, aun sabiendo que no la tiene, si con ello tendré sexo. El caso es que funciona. Humanos...
ResponderEliminarCabrónidas, no sé si tan primario, obvio y elemental. La razón seguirá siendo de quien la tiene, aunque la "ceda", y si ambos pueden disfrutar de buen sexo, pues mejor que mejor. Finalmente ambos tendrán la razón ¿o no?
EliminarBesos
Pues vaya... reflexionó demasiado, parece. ja, ja, ja. Un placer saber de ti, Alís. Cuídate, bonita.
ResponderEliminarMil besitos que te lleguen y feliz día ♥
Auroratris, a mí me parece una conclusión muy sabia, la verdad. Muchas gracias. En eso ando, cuidándome del bicho, no sé si tanto con respecto a la carga de trabajo.
EliminarBesitos
Tal vez tenga sentido eso de ceder.
ResponderEliminarParece que las amigas tendrán que recurrir a una estrategia para retenerlo.
Y nada de desaparecer, que tus aportes a la blogosfera son muy valiosos.
Besos.
Demiurgo, las amigas hemos sucumbido a su sabiduría y aceptado verlo menos, pero verlo más feliz, jajaja.
EliminarMuchas gracias. Aquí estoy resistiendo, muy de vez en cuando, pero sin cerrar el chiringuito.
Besos
Es una gozada leerte, buena entrada.
ResponderEliminarAbrazo.
Muchas gracias, mari carmen.
EliminarUn abrazo
Te dejo el enlace de mi nuevo blog:
ResponderEliminarhttps://ginesfranconettihavuelto.blogspot.com
Hasta pronto.
Ahí me paso en cuanto os responda, para seguir leyéndote.
Eliminar;)
Besos
No es mala decisión… Al final lo que cuenta es sentirnos felices, porque serlo, ya es otro cantar…
ResponderEliminarUn abrazo grande, y cuídate mucho, querida Alís 💙
Ginebra, por eso me parece sabia su conclusión. Al final, lo importante es sentirnos bien y elegir lo que nos hace más felices.
EliminarUn abrazo enorme
Bueno, la razón por fin aflora en su cerebro. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, y tal vez ocurrió porque dejó el cerebro de lado por un ratito, jaja.
EliminarUn abrazo
Luego dicen que somos unos calentorros.
ResponderEliminarMe encanta leerte de nuevo.
Besos
Erik, al final a todos nos gusta lo mismo y a eso no es necesario ponerle calificativos.
EliminarMuchas gracias. Todavía me cuesta encontrar el tiempo.
Besos
Me alegro mucho de leerte de nuevo.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo y cuidate mucho.
Besos, Alís!
A.S., muchas gracias. Cúidate tú también, que esta pesadilla todavía no ha terminado.
EliminarBeijos
Me alegra leerte preciosa, quédate con lo que te haga feliz.
ResponderEliminarUn abrazo
Cora, muchas gracias. Algunos días puedo quedarme con lo que me hace feliz y otros tengo que elegir lo que me permite sobrevivir... Y en eso ando.
EliminarAbrazo grande
La frase del final me da vuelta un poco la ecuación, pero no invalida lo que venía pensando del señor.
ResponderEliminarCreo que es un acto de sabiduría el poder elegir, el saber qué elegir.
La inmadurez (o el idiotismo) es el que te lleva sin razón a seguir el camino de la manada
La seguimos!
Besoo
Frodo, la frase final me dice que él está eligiendo, y eso ya es un acto de libertad y de inteligencia. Es lo que nos toca hacer mientras nos dejen ¿no? E incluso cuando no nos dejan.
EliminarBeso grande
Me encantó, sin más! La respuesta final es el broche de oro! Y tal vez tenga razón,no por ser hombre,sino por seguir sus deseos.
ResponderEliminarMe alegra mucho leerte! Cuidate!
besossssssss
lunaroja, yo creo que esa respuesta final es uno de esos argumentos que ya no se pueden rebatir. Claridad en las prioridades y en la elección. Eso debe de ser la sabiduría, creo yo.
EliminarMuchas gracias
Besos
Interesante reflexión jjajja, entretenida historia.
ResponderEliminarEspero y deseo te encuentres bien Alis se feliz
Muchas gracias, Jorge M. A mí me gustó muchísimo esa frase cuando la escuché, por eso la convertí en historia.
EliminarCúidate mucho
Un abrazo
Francisco, María, un grupo de amigas... Cierta idiotez!
ResponderEliminarCreo que la ecuación está servida. Y sería, debiera ser, la "sabiduría" la que inclinase la balanza hacia el "tener xeso".
Placer saber de ti amiga. Abrazos Alís.
Ernesto, me pierdo con lo de cierta idiotez... En lo que coincide es en que la balanza suele inclinarse hacia lo que tiene más peso. Pura lógica ¿no?
EliminarMuchas gracias. Un abrazo grande
Cuídate amiga, un gusto leerte. Saludos a la distancia.
ResponderEliminarSandra, muchas gracias. Cúidate mucho tú también.
EliminarUn abrazo grande
Llevo diciendo eso varios años, jajaja. Aunque como te he contado alguna vez, y tu misma te has dado cuenta al leerme, a la hora cero lo olvido y sale mi ego a exigir tener razón. Ya veremos después qué hago.
ResponderEliminarNo sé si has querido retratar ese egoísmo selectivo que nos domina en la reacción de las chicas ante la respuesta de su amigo.
Te abrazo.
Gildardo, el tema es que el hecho de que te den la razón no garantiza que la tengas, así que al final es mejor elegir hacer lo que tengamos que hacer para tener aquello que nos dé más felicidad ¿o no?
EliminarLa reacción de las amigas era simplemente de sorpresa. Se estaban encontrando a un amigo muy diferente al que acostumbraban a ver. Ellas están felices con su nueva filosofía.
Un abrazo grande
Cuánta sutileza en este relato. La razón verdadera es en buena medida transacción, como lo es también el sexo.
ResponderEliminarBesos.
XuanRata, yo creo que con su elección finalmente tiene la razón: elegir qué le hace feliz y no lo que llena su ego probablemente pasando malos ratos. Es algo así como lograr tener la razón cuando por fin la suelta...
EliminarBesos
Conozco a uno que solía decir:
ResponderEliminar"Hay que follar, aunque sea a plazos"
Imagínate lo que le importaría, tener razón o no.
Noxeus, pues yo creo que tenía toda la razón, jajaja.
EliminarBicoss
jajaja que buen final,abrazos.
ResponderEliminarFiaris, muchas gracias. A mí también me encantó esa filosofía, la encuentro muy sabia.
EliminarBesos
Una buena decisión es aquella que refleja una esperanza y no un temor.
ResponderEliminarSaludos y no te pierdas, ¿eh?
Guillermo, me gusta esa sentencia. Y la tendré siempre presente cuando me toque tomar decisiones Muchas gracias
EliminarUn abrazo
Hola Alis, extrañaba pasar por acá, he estado en casi una decena de asuntos simultáneamente.
ResponderEliminarCon relación a tu entrada. Me identifico con tu personaje. Llega un momento en nuestras vidas donde se revalorizan muchos asuntos, donde comprendemos qué queremos y necesitamos realmente y donde lo que puede parecer debilidad ante los ojos de otras personas resulta siendo una especie de egoísmo en el que no pretendemos negociar nuestros placeres íntimos ante lo que otras personas esperan de nosotros.
Cuando recuerdo mis formas de conducirme por la vida hace 15 años, me cuesta creer que esa imagen borrosa se trata de mí. Me siento afortunado por el orden en que se dieron las cosas porque esas etapas marcaron pautas para diferenciar entre un placer efímero y la estabilidad emocional de la que se goza cuando aprendemos a priorizar.
Tu como siempre haciéndome pensar.
Abrazos enormes.
Entropía Efímera, es una alegría verte de nuevo por aquí y también que mi texto te invite a reflexionar. Yo creo que efectivamente se trata de priorizar lo que realmente nos hace bien, a todo nuestro ser y no sólo a una parte, que suele ser la más externa, el personaje que creamos para movernos por la vida. La respuesta siempre es simple, en realidad.
EliminarUn abrazo gigante
Jajaja, muy bueno, sí señor.
ResponderEliminarQué alegría leerte Alís.
Besos.
Devoradora de libros, muchas gracias. Esa frase me enseñó mucho de lo que es realmente importante en la vida.
EliminarBesos
Tener sexo es una buena razón.
ResponderEliminarSaludos!
J.
José A. García, es de las mejores.
EliminarUn abrazo
Tienes razón :)
ResponderEliminarBss
De barro y luz, jejeje. Tú también
Eliminar;))
Besos
Julio David, me tinca que su decisión/elección no requiere de una voluntad tan fuerte, jajaja.
ResponderEliminarMuchas gracias. En tiempos difíciles las risas son más necesarias que nunca.
Un abrazo