viernes, 18 de octubre de 2024

Caperucita feroz (y el lobo rojo)

Eva Mendes, en el calendario Campari 2008

 
Nos conocimos en aquel parque tan concurrido. Él participaba en una manifestación contra el proyecto de la multinacional Altri que amenaza el ecosistema gallego. Yo corría, enfundada en mi chándal rojo con capucha.
 
Iba tan absorta escuchando música que no me di cuenta cuando, al pasar a su lado, dio un paso atrás, también sin verme. Chocamos y me caí. Me tendió una mano para ayudar a levantarme. Al tocarla me estremecí. (¡Qué mano más grande tienes! -pensé-. ¡Y tan fuerte y cálida!).

Al mirarle a los ojos (¡Qué ojos más grandes tienes! -pensé-. ¡Y qué profunda tu mirada!) sentí una ola de calor invadiendo mi cuerpo. Fue cuando me habló (¡Qué voz tan seductora tienes!, pensé) para pedir disculpas por el tropiezo, pero no había nada que perdonar. El cuento no había hecho más que empezar.

Sólo dije una palabra, que no fue ordenada por mi mente, sino por mi repentino deseo: "Devórame". No tuve que repetirla. No tuve que insistir. Decidió abandonar por unas horas su lucha y yo di por concluida mi carrera.

Su apartamento estaba cerca. Tardamos poco en llegar. Se nos había abierto el apetito de caricias y las prisas nos apuraron el paso.

Tan pronto cerró la puerta nos desnudamos sin pérdida de tiempo (¡Qué... cuerpo más grande tienes!, pensé) y nos dimos el primer beso apasionado. "¡Qué boca más grande tienes!". Esta vez pensé en voz alta. Su respuesta fue la lógica y ansiada: "Es para comerte mejor...".

Y resultó ser cierto. Nunca me habían comido tan bien.

Nos amamos toda la tarde y casi toda la noche, hasta que exhaustos nos dormimos. Con los primeros rayos de sol entrando por la ventana, despertamos, nos miramos y sonreímos. Supimos al instante qué pensaba el otro...

Pero ése es otro cuento.
 

domingo, 13 de octubre de 2024

Fugaz olvido

 

Fotografía: Paco Canosa

 

Me volví estrella
para precipitarme
en fugaz olvido.



martes, 8 de octubre de 2024

Cuando fuimos un gigante

 
 
Fotografía: Tommy Ingberg


- ¿Recuerdas cuando juntos fuimos un gigante?

 

- Siempre estás con lo mismo.

 

- Es que fue maravilloso. Una bella metáfora de nuestra relación. Lo recuerdas ¿verdad?

 

- Claro, aún me duele.

 

- Tú y tu manía de quedarte con lo malo. No entiendo por qué no puedes recordar lo que sí fue genial.

 

- ¿Quizás porque para mí no lo fue?

 

- Era divertido. Podíamos verlo todo. Nos divertimos. Nos miraban y nos reíamos.

 

- Eso lo dices porque a ti te tocó arriba. Yo estaba abajo, sosteniendo, escuchando vuestras risas y sin poder ver apenas nada… ¡Oh, tienes razón! Es la perfecta metáfora de nuestra relación.

 

jueves, 3 de octubre de 2024

Por prescripción


 

El terapeuta le sugirió que rompiera cosas 
para manejar su frustración y su ira.

(Y empezó a romper corazones).
 
 
 

sábado, 28 de septiembre de 2024

Gota a gota


Fotografía: Belous Alex

 

Laura se mira perezosa en el espejo del baño, preguntándose qué hacer con ese día en que prefería no haber nacido. Lo percibió en cuanto abrió los ojos, o más bien cuando escuchó el primer sonido, porque sus oídos despiertan antes que su mirada.

 

Una opción es maquillarse, pero le da demasiada pereza. Pintarse los labios será suficiente, con ese rosa oscuro que le regalaron recientemente. Ella sólo tenía labial rojo y su ánimo no es el adecuado para sostenerlo.

 

Opta finalmente por perfumarse. Le sienta bien vestirse con su aroma preferido. Elige el favorito en ese momento de entre los tres que la acompañaron toda la vida. Primero, siempre, en el cuello, detrás de la oreja.

 

Ladea la cabeza.

 

Laura sonríe frente al espejo del baño, acariciada por ese olor y eligiendo dónde poner la siguiente gota. Y recuerda que Coco Chanel decía que una mujer debe ponerse perfume en los lugares donde desea ser besada.

 

Laura sonríe. Y ahora el día también.


domingo, 21 de enero de 2024

Deserción



Depongo mis armas de mujer
y me rindo
a la evidencia
de esta falacia.
Enarbolo como bandera blanca
la mortaja de un falso amor
sepultado en mentiras y engaños.
Abandono, malherida,
el cruento campo de batalla.
Y dejo al cruel enemigo
brindando con su propio veneno,
ahogándose en el odio
que eligió como patria.
Depongo mis armas de mujer
y elijo la paz.
Y huyo.
Lejos.

miércoles, 1 de noviembre de 2023

Ya no duele




- Corta aquí.
- ¿¡Qué dices!?
- Que cortes aquí.

María insiste mientras ofrece su brazo a Ignacio. Él, inmóvil, tiene miedo en los ojos, y por primera vez un reflejo de compasión aparece en ellos.

- Toma. Corta sin miedo.

María pone un cuchillo en la mano de Ignacio y guía sus movimientos hasta hacerse un tajo en el brazo.

- ¿Ves? Ya no sangra.

Ignacio observa atónito esa herida limpia, sin una gota de sangre, sin poder reaccionar. Una lágrima recorre su rostro.

- No llores. Es perfecto. Ya me mataste. Podemos seguir juntos y tú puedes seguir siendo el mismo. Ya no duele.

sábado, 28 de octubre de 2023

Debilidades



Diego era un buen tipo, pero tenía algunas debilidades: le encantaban los buenos culos y le apasionaba todo lo paranormal. Yanina tenía mucho de lo uno y de lo otro.

Cuando Diego recibió una foto del trasero de Yanina, no pudo resistirse. Y a ella le bastó enviar esa imagen para atraer al joven a su mundo de energías oscuras.

Viendo que caía en una trampa, él intentó evitarlo recurriendo a su otra debilidad: el alcohol. Ésa fue su perdición y el plan que había trazado Yanina. Diego bebió y bebió hasta caer en lo que la bruja deseaba: un coma etílico del que nunca despertó. Lo hizo en su lugar un ente demoníaco que, ocupando su cuerpo, empezó a destruir todo lo que él amaba: sus estudios, su pareja, su trabajo, su familia...

Y mientras la vida de Diego se desmoronaba, los glúteos de Yanina se volvían cada vez más firmes. Ella, orgullosa, fotografiaba sus nalgas y sonreía. "Este culo es un buen pago por una pobre alma", pensaba.

jueves, 19 de octubre de 2023

La cortina rota



Hace ya demasiado tiempo conocí a un locutor de radio. Me fascinaba su voz.

Son muy vagos los recuerdos que tengo de él. Se llamaba Rafael, o Ángel, o algo así. No sé cómo, aunque supongo que yo llamé a la radio, hablamos por teléfono. No sé tampoco cómo ocurrió, pero a esa conversación en el aire le siguieron otras privadas, incluso diría off the record.

Tampoco sé cómo, sin duda por insensatez juvenil, lo invité a casa a cenar. El hombre que apareció en la puerta no se parecía en nada al que yo imaginé conteniendo esa voz. Lo instalé inmediatamente en el plano de la amistad y seguí actuando con normalidad. No sé qué ocurrió, pero sí que intentó besarme y yo no quise. No recuerdo tampoco la escena que siguió, salvo que logré que se fuera y que yo quedé preocupada por una cortina rota.

Deduzco que logré arreglarla y que nadie se dio cuenta, porque la cortina no volvió a ser tema. Hasta ahora. Porque al recordarla pienso que si se rompió debió de ser por algún forcejeo. No comprendo por qué no logro recordarlo, me asusta pensar en el riesgo que corrí y me siento afortunada por que sólo es un vago recuerdo.

A él seguí escuchándolo por un tiempo más. Y ya no sonaba igual.

domingo, 15 de octubre de 2023

Historia de terror




- ¿Qué haces aquí? ¿A qué vienes?
- Vengo porque te amo. Ellas ya son pasado. Tú eres mi presente.
- No creeré ni una mentira más, así que ve al grano y dime qué vienes a buscar.
- Bueno... es octubre.
- ¿Y?
- Sabes que en este mes tengo que escribir historias de terror.
- ¿Te atreves a pedirme que las escriba yo?
- No, sólo quiero que me ayudes. Que me des alguna idea.
- ¡Eres el colmo! Espera un momento.
- ...
- Toma.
- ¿Un espejo? ¿Para qué quiero un espejo?
- Mírate y escribe sobre ti. No conozco a nadie que me dé más miedo que tú.