jueves, 15 de septiembre de 2011
Breve encuentro
Frente a la puerta de la habitación 405 Ana y Jesús se reconocieron tras muchos años sin verse.
-- ¿Tú no ibas a los Maristas?
-- Sí... Eh, sí, te recuerdo.
No pudieron permitirse una conversación muy larga. Lo justo para traer al presente un par de recuerdos de infancia, el nombre de dos o tres compañeros y un cumplidor "me alegro de verte".
Después, la doctora Pastor continuó la ronda de visitas a sus pacientes del ala de Neurocirugía y Jesús volvió a poner en marcha la enceradora para sacarle brillo al suelo.
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Esto es la vida real. Sin artificios.
ResponderEliminarSi se hubieran encontrado en el "feisbuk" serían amiguísimos de la muerte, y quizá a estas alturas tendrían 47miltropecientos mensajes en el muro.
O quizá en el msn se hubisen prometido amor eterno...
¡Vivan las barras de bar y los pasillos de los hospitales!
(Lo sé..no tengo remedio)
Me alegro de verte nuevamente... :-)
ResponderEliminarbesos
Alis
ResponderEliminarque alegre que estes de vuelta.
un abrazo gigante y nos vemos pronto.
un beso
Nena, a mi me sucedió algo parecido, pero yo estaba pariendo y mi compi de bachillerato era la matrona, el mundo es así.
ResponderEliminarUn besazo.
Bueno, lo importante en esta vida es ser feliz, nada más.
ResponderEliminarBesos y buen regreso.
Los caminos que bifurcan en un momento dado y las vueltas que da la vida son inescrutables...
ResponderEliminarBesos, Alis.
¡Alis!
ResponderEliminar¡Qué alegría!
Breve encuentro, tremendo lo que dejas flotando. ¿Qué pensará Jesús? igual qué él también podría haber llegado a ser alguien en la vida... demoledor. Todo lo demás, eso de que igual él es muy feliz y ella no, etc, etc, es demagogia pura. Uno siempre se ve reflejado en el espejo de los demás y valora donde llegaron los otros y donde se quedó él.
¡Fantástico Alis! Nos dejas la vida en una postal, y tú, que has vuelto a escribir como mejor sabes.
Muchos besos
María reconoce a un compañero de instituto:
ResponderEliminar- ¿Juan? ¿Te acuerdas de mí? Curso 1987-88, maristas de la calle Valencia.
- ¡Síii! Pero..espera...¿de qué nos dabas clase?
María quiere fundirse.
:)
besos
Bueno, pero casi mejor encontrarse así que no de pacientes
ResponderEliminarALIS QUE BUENO EL REENCUENTRO
ResponderEliminarCORTO
CERTERO
Y QUE TE DEJA PENSANDO
DOS REALIDADES
DOS CAMINOS DIFERENTES
SALUDOS
Me alegro de poder leerte de nuevo.
ResponderEliminarEn principio, cualquiera de los dos puede ser feliz, o no, independientemente del trabajo que tengan; pero ella tiene mucha ventaja.
Espero que no se centre demasiado en su trabajo y que goce de las oportunidades que le da la vida.
Esto que llaman vida y sus vericuetos, que son más ricos que las redes sociales y los millones de amigos que pululan por ahí.
ResponderEliminarMe sumo al resto: un placer leerte de nuevo.
Beso grande
Los caminos de la vida son inescrutables.
ResponderEliminarA pesar del marco, la etiqueta nada garantizaría. No creo en la casualidad de los nombres.
ResponderEliminarEs seguramente otra la misión o el aprendizaje de Jesús...
Si mi abuela levantara la cabeza, no daría crédito a semejante osadía. Ella en lo alto de la jerarquía hospitalaria ...
ResponderEliminarDifícil llegar a encontrarse.
El mundo de los pasillos puede resultar muy árido.
Un beso Alís
Bienvenida de nuevo Alís.
ResponderEliminarQue gran verdad esto que cuentas y cuantas veces nos pasa a lo largo de la vida,nos hacemos mayores y adquirimos responsabilidades y siempre nos falta tiempo para todo por eso muchos encuentros quedan en agua de borrajas.Un beso Alís.
Habría que saber cual de los dos es más feliz...
ResponderEliminarBesazos enormes
Gracias al facebook ahora sé que tengo amigos hasta directores de cine y músicos y editores...y tantos más...
ResponderEliminarAsí es la vida.
Un besito.
Me ha pasado que lo que paso uno en la infancia, su esencia, no es la misma que cuando uno vuelve a encontrarse con ella pero de grande y sobre todo en el reflejo de su compañero que alguna vez acompañó en ese periodo tan inocente.
ResponderEliminarBesos mil.
Así es la vida, de caprichosa.
ResponderEliminarA veces no sabes ni porque ni el para que.
Pero ahí estaban después de los años.
un abrazo ,hacia mucho que no te veía.Espero que estés bien.
Besos enormes
Encuentros .... ¡Me suena tanto ahora mismo ese tema!
ResponderEliminarHe estado ausente por tiempo ... pero, ya estoy aquí de nuevo.
Un placer reencontrate donde te dejé.
Quién sabe qué nos deparara el futuro y qué sorpresas nos llevaremos al reencontrarnos con gente.
ResponderEliminarMe alegra leerte de nuevo.
Un abrazo
Sin colorante.
ResponderEliminarBesos.
Ya echaba en falta
ResponderEliminartus palabras
con tan buenos mensajes.
Así está hoy la vida.
Besos Alís
Lo malo, si breve, menos malo.
ResponderEliminar¡Un beso Alís!
Y el café para cuando. Porque estos tendrán algo que contarse ¿no?
ResponderEliminar¡Has vuelto! ¡Y me entero ahora!
ResponderEliminarMe alegro un montón, Alís: por mis características, admiro a los supervivientes. Veo que tú también lo eres, así que bienvenida al club. Y recuerda que todo tiene arreglo menos la muerte.
Los Maristas, vaya. Yo también estudié ahí. Seguiré sacándole brillo al suelo.
En cualquier tiesto puede crecer todo tipo de semillas, todas maravillosas sólo por ser.
ResponderEliminarBuen mini-relato. Un gusto que puedas dejar unas cuantas líneas para que te leamos.
Saludos
Damos moita cera, si; conditio innata ou aprendida? A saber!
ResponderEliminarEu alédome de lerte e confío que a ledicia continúe.
Bicos
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminar¡Me gusta Breve encuentro!
ResponderEliminarUn abrazo, linda Alís.
Con afecto,
Fdo: Sucette D´Ment
Perdona, Alís.
ResponderEliminarPido disculpas a todos tus lectores.
Ignoro la razón, pero mi mensaje (el mismo) había salido dos veces: he borrado uno.
He sido yo...
Besos,
Sucette D´Ment
¡que alegría que vuelvas Alis!...¿son tus niñas? ¡que guapas y que envidia! me quedé con ganas de tener niñas, disfrútalas y me alegro tanto de que hayas vuelto
ResponderEliminarPariendo me encontré con una persona que no me quería mucho. Había sido la novia de mi marido durante 8 años. Ella era la matrona.
ResponderEliminarDesde ese día somos grandes cómplices y creo que nadie me ayudó tanto como ella aquella noche.
Me encanta leerte.
Besos
Sorpresas te da la vida.
ResponderEliminarBesos.
Y todo puede pasar. O no.
ResponderEliminarbiquiños,
Así es la vida. Uno nunca sabe cuál será su camino.
ResponderEliminarGenial.
Volverán a coincidir en el otro mundo.
ResponderEliminarBesos.
Bienvenida amiga.
ResponderEliminarMe alegra saber que todo fue bien.
Un abrazo
Estuvieron en la misma clase... ahora pertenecen a clases distintas.
ResponderEliminar¡Qué alegría que hayas vuelto, Alís!
ResponderEliminar¿Y estos dos? ...Si es que hasta los recuerdos se alimentan de fast food. No hay tiempo para más...
Qué buen relato. :)