Cuando lo vio al
regresar al salón no podía dar crédito a sus ojos. Apenas había estado ausente
unos minutos, los necesarios para cambiar su atuendo de mujer intelectual por
el pijama de felpa, los calcetines de lana virgen y sus gastadas zapatillas.
La conversación en
el taller de Literatura había sido muy interesante y estaba en su punto álgido
cuando la profesora dijo que se terminaba el tiempo. Decidieron continuar la
discusión fuera de clase y ella propuso ir a su casa, porque estaba cerca y
porque no podía permitirse pagar una consumición en ningún pub de la zona.
Era evidente que él
malinterpretó su invitación. En los pocos minutos que ella tardó en cambiarse
de ropa él se había quitado la suya. Ella lo encontró sentado,
desnudo, con las piernas cruzadas, los brazos extendidos a lo largo del
respaldo del sofá, un preservativo entre los dientes y una sonrisa lasciva en
los ojos que a ella le pareció patética.
- Pero, ¿qué haces?
- ¿Cómo qué hago?
Me dijiste que ibas a ponerte cómoda y que me preparara… ¿qué querías que
hiciera?
- ¿Que yo dije que
te prepararas? ¿Cuándo?
- Sí. Dijiste: “Voy
a ponerme cómoda. Prepárate”. No hay muchas formas de interpretar esas
palabras. ¿Qué querías que hiciera?
- Noooo. ¿Estás
loco? Te dije té. Prepara té.
Mira que listo...
ResponderEliminarJajjaja
Besos.
Es que hay interpretaciones que ponen los pelos de punta...
ResponderEliminarUn beso.
Jaja, my lady. Yo no me hubiera despelotado directamentem, pero me hubiera quedado expectante por ver aparecer a quien me pide que me prepare. Jamás hubiera entendido que pedían una infusión.
ResponderEliminarDebo volverme más inocente, no?
Un beso transatlántico.
Hay palabras que mueven a equívocos. No es lo mismo Correos Españoles, que correos, españoles. Nunca hay que tomar las cosas según se oyen.
ResponderEliminarBesos cómodos.
Yo también me hubiera quedado desnudo, pero con los tés en la mano. Un olvido imperdonable.
ResponderEliminarUn abrazo.
Cada uno interpreta lo que puede. Saludos.
ResponderEliminarTodo está en la entonación.
ResponderEliminarAlgunos se ponen a tono, antes que otros...
;-)
Besos, Alís.
Mi querida Alís, no es la primera vez que me haces reír con un escrito magnífico, pero ahora me río y me sienta de maravilla.
ResponderEliminarA mí me gustaría ser más cómico escribiendo. De hecho cuando empecé me gustaba más serlo. pero o no me salís bien o no sentía las sonrisas de la gente...no lo sé.
Un abrazo!
Jajaja.genial.
ResponderEliminardebiera haber dicho "prepara café" y se hubiese evitado todas las incomodidades....Un abrazo preparado querida Alis desde el Pacífico.
ResponderEliminarJajajaja, bravo Alis, no esperaba una vuelta a la historia así.
ResponderEliminarSi bien es cierto, que las invitaciones a la casa propia, los hombres generalmente las interpretan como una invitación a nuestra vagina.
Gracias por hacerme reír. ¡Besos!
jajaj que bueno!!!
ResponderEliminarFalta ver en que termina esto o comienza jaja.
Un abrazo grande, muy buen post.
mar
Oyó lo que quería oír, je je...
ResponderEliminarBesitos, linda.
Ali, tus relatos son siempre suculentos.
ResponderEliminarEs que las palabras tienen su sentido y a veces sucede eso...
Simpático relato que no deja entrever su intención.
Un fuerte abrazo querida Ali
Yo voy a practicar esto. Ahora mismo voy a comprar Té. Imagínate, a mi me daría una alegría tremenda. Encontrarme con esa divertida sorpresa, ¡menudo premio! jajaja
ResponderEliminarBesos
Pues nada , espero que el té estuviera rico.
ResponderEliminarBesos.
E...preparáronse despois?
ResponderEliminarja ja...Es que los hombres solo piensan en sexo, todo fluye para ellos en esa dirección...ja ja...Me hiciste reír de buena gana Alís.
ResponderEliminarP.D.: Estoy intentando reunir a blogueros nacionales para una tertulia, si te interesa ya sabes como ubicarme.
Si tomara menta-poleo no habría confusión.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarjajaja, qué bueno. Es que tenemos un filtro en la cabeza...
ResponderEliminarToro Salvaje: Claro, si cuela, cuela... Besos.
ResponderEliminarMiguel: Y no sólo los pelos ;-) Un beso.
Lady Jones: Es difícil pensar en la infusión si está en el último lugar de las prioridades... No te vuelvas más inocente, no; sigue como eres. Un beso grande
Nómada planetario: También por eso es importante no sólo escribir comas y mayúsculas cuando corresponde, sino pronunciar las pausas necesarias para no dar lugar a equívocos. A no ser que se quieran provocar. Besos con sabor a té.
ResponderEliminarSteppenwolf: Veo que tú cubres todas las posibilidades, así no pueden decirte que te has equivocado. Un abrazo.
Eduardo Mancilla: Claro que sí, y las oportunidades hay que aprovecharlas cuando se dan. Un abrazo.
La Zarzamora: Así es, pero mi madre siempre me decía que las cosas no son cómo se dicen, sino cómo se toman. Algo de razón tenía. Un beso grande, Eva.
ResponderEliminarmoderato_Dos_josef: Gracias, José. Me encanta saber que te ríes. Quizá con tus textos más cómicos faltó que te lo dijeran, pero seguro que se reían. A mí me cuesta todo tipo de textos, pero seguimos en el empeño. Un abrazo grande.
Salomé: Muchas gracias. Un abrazo.
Pescador: Tienes razón, con el café hay menos lugar a equívocos, aunque tradicionalmente ese "¿no quieres tomar un café?" que se decía en las despedidas solía ser interpretado de otro modo... Un abrazo.
ResponderEliminarRita: Es cierto. Tal como le decía a Pescador, invitar a un hombre a entrar en nuestra casa era entendido como una invitación más allá. Me alegra que te hayas reído. Besos.
Mar: Cómo continúa la historia lo dejo a vuestra imaginación, porque en realidad pudo haber pasado cualquier cosa. Un abrazo grande.
Virgi: Es lo que suele ocurrir, ¿verdad? Podríamos llamarlo oído selectivo, algo que todos practicamos en algún momento. Besos.
ResponderEliminarMarianGardi: Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo.
Antonio Misas: Ánimo y empieza a ensayar la frase de manera que sin dudas dé lugar al equívoco. Parece contradictorio, pero no lo es tanto. Besos.
Amapola Azzul: Si es que llegaron a preparar té... Un abrazo.
ResponderEliminarChousa da Alcandra: Responde ti a iso. Cómo sigue a historia na túa imaxinación? Bicoss
Taty Cascada: ¿Y las mujeres no? Tal vez simplemente lo disimulemos más, jajaja. Avísame de ese encuentro, porque me gustaría conoceros. Besos.
Raposo: Coa menta-poleo é máis difícil confundirse, sí. Pero perde algo de emoción a cousa, non cres? Unha aperta.
ResponderEliminar.: Eso suena al uso de "tengo un amigo que..." para contar una historia propia. En todo caso, cuando hablamos tenemos claro lo que queremos decir y no nos paramos a pensar que pueda ser entendido de otro modo. Por eso se dan los equívocos. Muchas gracias.
Walden: Ay, ese filtro! Cada uno entiende desde su perspectiva, ¿verdad? Comunicarse es más difícil de lo que parece. Un abrazo.
=)
ResponderEliminarel lugar me parecio tan familiar.... jejejeje
un beso
E que esa frase "de voy a ponerme cómoda" se convirtió en las películas en un eufemismo de "me voy a poner sexy y ligerita de ropa para ti" que ya nadie pensaría en otra cosa... salvo que lo matices. Siempre es bueno dejar las cosas claras.
ResponderEliminarPero esto me hace pensar en lo desvirtuado que está el significado de las palabras. Decía alguien hace poco "prostituídas", no sé si ese calificativo es el más adecuado, pero desde luego, muchas palabras han perdido su verdadero significado para pasar a ser comodines para lugares comunes.
Liz Gallegos: jejeje, por qué sería? Un beso
ResponderEliminarZeltia: Tienes mucha razón. Y si a ese desvirtuamiento de las palabras añadimos que cada uno escucha como escucha, es decir, según sus propios juicios e inquietudes, comunicarse es realmente difícil. Hay que tener mucho cuidado. Gracias. Bicos