"Bird", de Arian
Echo de menos alzar
el vuelo, borrar la parte de mi mente conectada a la rutina que como lastre
impide cualquier movimiento de la imaginación. Cerrar los ojos y abrir las
ventanas a las palabras que preciso, a las que se empeñan en jugar al escondite
cuando no tengo espíritu lúdico.
Echo de menos alzar
el vuelo, sumergirme en la risa que sana de tantos contratiempos, que de tan
estúpidos no deberían ni afectarme. Cerrar los ojos para que sea la piel la que
me cuente cómo es el mundo, para sentir de nuevo como aún recuerdo que puedo
hacerlo.
Echo de menos alzar
el vuelo, escapar de la realidad que de tan cercana pierde belleza, quizá por
la presbicia que provoca sobrevivir día a día sin sueños, ni energía. Cerrar
los ojos y flotar a una distancia prudente, o no, de este suelo tan ruidoso, poluto
y enfermante.
Echo de menos alzar
el vuelo, creer en la liviandad mientras dure la travesía, coquetear con ideas
peregrinas y darles cuerpo. Cerrar los ojos y abrir los pulmones, desconectar
esta respiración que parece artificial de tan mecánica y empaparme de aromas
reales e imaginarios.
Echo de menos alzar
el vuelo y olvidarme por un rato de mí.
Ten cuidado...
ResponderEliminarCuando volé... me llegaron de improvisto miles de aves de pelaje negro para cortarme las alas.
Protégete.
Bss.
Mil veces más alzarás el vuelo...
ResponderEliminarFíjate que todos los días sale el sol
Un beso Alís
Qué bonito escribes, Alís, que hasta consigues que el no tener ilusión ni energía, suene bien.
ResponderEliminar¿Seguro que no sentiste que volabas mientras le dabas a la tecla?
Ojalá pase pronto. Seguro que si buscas, encuentras algo que te haga sonreír. Muchos besos.
Las responsabilidades acabarán por estrangularnos.
ResponderEliminarBesos.
Haces que se sienta imprescindible despegar del suelo... y lo es.
ResponderEliminarBss
En casa hay un rincón donde, acurrucado en el suelo, durante diez o quince minutos, puedes volar. (La mayoría de las veces no mas porque como dice Toro Salvaje, las responsabilidades ahogan mucho.) Estoy convencido de que tu casa también lo tiene.
ResponderEliminarEs bastante común que nos decepcionemos cuando no conseguimos lo que queremos y nos aflijamos cuando...logramos lo que no queremos¡¡
ResponderEliminarSaludos.
A mí, a veces, también me dan ganas de escapar de este mundo... pero siempre vuelvo.
ResponderEliminarUn beso.
ALZA EL VUELO, SEGURO QUE ES MÁS FÁCIL DE LO QUE PIENSAS. ABRE LAS ALAS. YO TAMBIÉN PUEDO.
ResponderEliminarILDUARA
Qué terapéutico es sacar cosas de lo profundo de uno de ésta manera impresionante. Saludos Alis y felicitaciones.
ResponderEliminarAlis, mientras escribes ya vas alzando el vuelo y lo dices de una manera que me gusta mucho. Ese echar de menos te lleva a estar en eso, recogiendo la distancia como una soga, desamarrando para poder libre, volar.
ResponderEliminar¡Me gusta!
Besos
Precioso y eso que yo voy en contra, no dejo de volar por mis adentros y cuando asomo la cabeza, la vuelvo a esconder, así ando,ja ja ja
ResponderEliminarUN beso preciosa.
Lo que cuesta es desplegar las alas, querida Alís. Y la verdad es que muchas veces, mejor quedarnos sin hacerlo.
ResponderEliminarBesitos, guapa.
Como non temos ninguén unha vida perfecta sempre soñamos con vivir outras vidas e experiencias.
ResponderEliminarA vida hai que ila levando como vén.
Un magnífico exercicio o de esquecerse dun mesmo. Sobre todo por non ter que reprocharse nada cando se volve tomar conciencia.
ResponderEliminarBicos
Este texto fíxome recordar un día que desexei tanto escapar da grisallada dos días cotiás, que pensei con convencimento "ogallá me pase algo, inda que sexa malo" (menos morrer ou enfermar)
ResponderEliminarE PASOUME. Iso si, despois diso atopei fermosas cores nos días grises.
Lo importante es volver a volar, siempre sacaremos las fuerzas apropiadas para hacerlo aunque estén escondidas. ¡Las alturas te esperan!
ResponderEliminarPrecioso, nostálgico poema. Felicitaciones, es parte de la vida.
Un beso grande, Alís.
Espero que pronto puedas olvidarte de ti, aunque sea por un ratito. Sé lo agobiante que llega a ser la rutina.
ResponderEliminarY que todo lo que echas de menos, vuelva lo más pronto posible.
Un beso.
llegará un momento en el que sólo será cuestión de batir las alas y ya...
ResponderEliminarvolar, escapandose de la realidad que nos prieta la cabeza por momentos.
ResponderEliminarsaludos
Cuantas veces necesitamos alzar el vuelo?
ResponderEliminarMuchas, sin embargo no esta mal descansar a ras de suelo.
Enhorabuena!!!!!!!!!!
Si hechas de menos volar, es que has volado, y si has volado puedes volver a volar cuando quieras, solo depende de ti. A veces bajamos para tomar impulso y volar más alto.
ResponderEliminarTe ha salido mu bonito, Alís
ResponderEliminar"Que sea la piel la que me cuente como es el mundo".
Me ha gustado (y tb preocupado) que tengas ganas de que pese menos la mente y más el cuerpo. Preguntar qué impide alzar el vuelo imagino que será absurdo.
Duele leer algo por lo que seguramente todos habremos pasado.
Un abrazo.
Más de uno secundamos tu idea de volar lejos de la realidad que aplasta las horas.
ResponderEliminarBesos mientras preparo el equipaje.
Me encanta! Es muy bonito.
ResponderEliminarTe pasas por mi blog? http://blog-cosas-de-chicas.blogspot.com
Es muy sabia la frase "si piensas que la aventura es peligrosa, prueba la rutina, es letal". Y es que ciertamente, la mayoría de la gente aspira a una estabilidad que suele convertirse en una rutina total que acaba por aburrir o incluso amargar.
ResponderEliminarA veces es necesario ser valiente y hacer un gran cambio como cruzar el charco, pero no siempre hay que irse tan lejos, a veces con emprender pequeñas nuevas actividades o plantearnos retos es más que suficiente.
Me despido no si antes felicitarte por el poema, un mensaje claro a la vez que profundo y una rima exquisita.
Un saludo desde mi isla
Hazlo Alis... Aunque tal vez, mientras escribes estas palabras incitadoras de nostalgia, sin darte cuenta o siendo consciente de ello, ya lo estés haciendo...
ResponderEliminarUna cosa dejas muy clara. entiendes la importancia de echar el vuelo a la perfección...
Besos!
Vamos Alís, volemos con la imaginación, con el corazòn y olvidémonos de todo lo que nos ha herido.
ResponderEliminarTe quiero mucho amiga linda.
PD
Te conteste el comentario en mi blog.
mar
La rutina nos consume y nos atrofia con su ausencia de libertad. Frente a la mecánica absoluta, el vuelo es una respuesta necesaria...Alcemos las alas siempre querida Alis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Creo que es muy sano
ResponderEliminarescapar de la rutina,
respirar aromas nuevos,
cargar pilas para seguir
viviendo.
Un abrazo muy grande Alís
No te preocupes, todo llegará, besos.
ResponderEliminarSeguro.
Así que tranquila.
Mientras escribas, cantes, rías, bailes, actúes o pintes, habrá vuelo. Será más alto o más bajo, pero vuelo habrá. De eso se trata el arte, de huirle a lo cotidiano, aventuro, de ser más nosotros y menos las prisas diarias.
ResponderEliminarBeso
Vive la vida según llega. Intenta sufrir lo menos posible.
ResponderEliminarCuando escribí este texto pensaba en algo muy concreto y mucho más práctico de lo que podáis creer. Sin embargo, vuestros comentarios y un proceso personal que acabo de iniciar me revelan que no sólo los lectores hacen sus propias interpretaciones, sino que nosotros mismos al escribir estamos diciendo mucho más de lo que inicialmente queremos decir.
ResponderEliminarPor eso, gracias a todos por abrirme los ojos.
La Zarzamora: Tienes razón, volar no está exento de riesgos, por eso es importante tomar precauciones, pero no es recomendable quedarse en tierra por miedo ¿verdad? Un beso grande, Eva.
ResponderEliminarMilena: Así lo espero. Supongo que sólo hay que tomar la carrerilla necesaria. Un beso.
Rita: Muchas gracias. En eso estamos, en la búsqueda, y confío que me lleve a alguna meta. Muchos besos.
Toro Salvaje: Lo harán, seguro, si no las acompañamos de alguna satisfacción. Sigo buscando. Besos.
ResponderEliminarDe barro y luz: Lo es, sí que lo es. Besos.
Bubo: Lo tiene y si no se crea. Pero ahora estoy más centrada en buscar ese rincón dentro de mí. Gracias. Un abrazo.
Cascarilleiro: Común y supongo que inevitable. Lo que hay que aprender es a que las decepciones no determinen nuestro modo de enfrentar nuevos proyectos. Alguna vez logramos lo que queremos ¿no? Un abrazo.
ResponderEliminarMiguel: Malo el día que no volvamos a este mundo. Las escapadas están bien por un tiempo limitado. Un beso.
Ilduara: El vuelo que pensaba cuando escribí es fácil, muy fácil. Los otros vuelos que deseo y descubrí después son un poco más difíciles, pero también posibles. En ello estamos. Un abrazo.
Eduardo Mancilla: Sí, escribir tiene mucho de terapéutico. Muchas gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarAntonio Misas: Gracias. No imaginas lo mucho que me ayudas, no sólo con tus comentarios en mi blog, sino también con tus propios textos, aunque algunos duelan más de lo que me gustaría. Un beso grande.
Odry: ¿Necesitas aterrizar? Pues a mí me da la sensación de que aunque tu cabeza vuela, tienes los pies bien puestos sobre la tierra. Ya me enseñarás cómo se hace eso. Un beso grande.
Virgi: No sé si será mejor. Siempre he preferido arrepentirme de lo que hago que de lo que dejo de hacer, y en los últimos años ya he dejado de hacer demasiadas cosas. Toca volar. Gracias. Besitos.
ResponderEliminarPaideleo: Sempre atopo nos teus comentarios un sentido común e unha visión práctica das cousas abraiantes, e gústame esa maneira de poñerme os pes na terra. Unha aperta.
Chousa da Alcandra: Iso de non reprocharse nada é un exercicio que hai que facer despois, pero todo ó seu tempo, non sí? Bicoss.
Zeltia: Sí, ás veces despois de pedir moitos cambios acabamos dicindo iso de naiciña, que me quede como estaba... Pero como ben dis, o importante é aprender a lección, e parece que ti aprendíchela. Bicos.
ResponderEliminarLiliana G.: Y las fuerzas están casi siempre, sólo falta la decisión, la resolución para emprender. Muchas gracias. Un beso grande.
Espérame en Siberia: No todo lo que echo de menos va a volver, porque es realmente imposible, pero supongo que puedo hallar compensaciones. Gracias. Un beso.
Bohemia: Estoy empezando. Un abrazo.
ResponderEliminarForbidden: ...y poder ver un poco más allá. Una mirada desde las alturas puede ayudar a aclarar muchas dudas. Un abrazo.
Cielo: Volar, descansar, volar, descansar... supongo que hay que mantener el orden y no dedicarnos a una de las cosas en demasía abandonando la otra. Gracias.
Steppenwolf: Me animó mucho tu comentario y es verdad, sólo se echa de menos lo que se conoce. Así que sólo tenemos que buscar en nuestro interior ¿verdad? Muchas gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarWalden: Desde siempre siento que cuando ves mis textos lees más allá, como que puedes entrar en mi mente. Deformación profesional, me dirás. Alguna que otra sacudida has provocado, que lo sepas. Y te lo agradezco. Un gran abrazo.
Nómada planetario: Es que esa realidad a veces es insoportable y hay que distraerse de ella como sea. Besos desde cierta altura.
Nasi: Muchas gracias.
ResponderEliminarIsia gey: Lo de cruzar el charco lo he hecho, jajaja, pero los cambios a menudo tienen que ser más de adentro que de afuera. Puedes irte al fin del mundo, pero tú te acompañas siempre. Los verdaderos cambios tienen que nacer de uno mismo. Muchísimas gracias por tu comentario y bienvenida. Un abrazo.
moderato_Dos_josef: Sabes que sí, que al escribir volamos o lo intentamos. Pero no podemos escribir las 24 horas del día. Hace falta algo más. Gracias. Besos.
Mar: Volemos, volemos. Yo también me siento muy cerca de ti. Un beso grande.
ResponderEliminarTaty Cascada: Batamos las alas con fuerza para llegar lo más alto posible, pero sin perder de vista nuestro terruño. Un abrazo.
Marisa: Sano, justo y necesario. Bicos.
Amapola Azzul: Todo llegará siempre que salgamos a buscarlo. Gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarHoracio Beascochea: De eso se trata, sí. No imaginas lo que me alegra tu visita, especialmente en este momento. Un beso grande.
Ursus Polaris: Si la vida te da limones, haz limonada. ¿De eso se trata? Pero soy inconformista y me gustan más las naranjas. Mientras las consigo, trato de ponerle más azúcar a la limonada. Tal vez sea ésa la fórmula. Ya veremos. Gracias y bienvenido.
darnos unas vacaciones a nosotras mismas... pero no del trabajo, ni de la casa, ni de los deberes... darnos unas vacaciones de nuestros malos sentimientos hacia nosotras y nuestras vidas.
ResponderEliminarNi tortícolis, ni despertarse pequeñita. Despertarse viva y agradecida de lo que te rodea. Te lo deseo con mucha fuerza.
Zeltia: Y qué difícil es tomarse vacaciones de una misma, porque por más que queramos dejarnos en casa e irnos lejos, siempre nos llevamos con nosotras. Gracias por tus buenos deseos. Bicos
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