Hay un reloj que en
la noche suena como pasos.
Hay una puerta que
se abre sola, cuando le da la gana.
Hay también
burbujas, de las de plástico, que suenan solas como si un niño las estuviese
apretando.
Hay, claro, un gato
gordo paseando pesado sobre el tejado al que no sé cómo subió de lo gordo que
está.
Hay (me olvidaba)
una pelotita rodando de repente sobre la mesa, lenta, un tramo corto.
Hay ruidos en la
calle silenciosa, voces que parecieran sonar al oído, muy cerca.
Hay visitas que de
pronto, con cara de sorpresa, o asombro, o susto, o diversión (que cada cual ve
lo que ve como lo ve), preguntan: ¿Aquí penan?
¿Qué pena aquí?
¿Qué hay?
¿Será que hay
miedo?
Cualquier situación similar a la realidad es mera casualidad... Me encanta.... Besos
ResponderEliminarHay q buscar entre los difuntos amigos del vecino: noctambulos, buenos para la jarana y con algun parte policial por disturbios en zona residencial.
ResponderEliminarEstán por todas partes.
ResponderEliminarSe mueren y no quieren irse.
En mi habitación hay varios y cada noche cuando me duermo vienen a por mí.
Besos.
Mucho miedo. Lo mejor es un buen quitapenas. A ser posible escoces con mas de doce años y un poco de hielo.
ResponderEliminarEu apúntome ao quitapenas que di Bubo.
ResponderEliminarEl miedo nos hace ver y sentir
ResponderEliminarlo que el quiere.
Biquiños.
No sé lo que hay, pero me gusta leerte y te extrañaba.
ResponderEliminarBesitos y alegría.
Es la cámara subjetiva la que al balanceo de nuestros pasos crea el miedo entre las sombras.
ResponderEliminarBss
Esto lo coge cualquier programa de fenómenos paranormales y les dura una hora, entre prolegómenos y elucubraciones.
ResponderEliminarLo has resuelto muy bien, de forma desenfadada y natural.
Besos sin misterio.
Me gustó mucho, no sé que hay, pero se percibe en el aire. Me quedo pensando en el gato gordo, sobre el tejado.
ResponderEliminarSaludos
Aquí sólo hay lo que cada uno quiera montarse...
ResponderEliminarBesos sin pena, Alís.
Todos los bancos nos tendrían que contar sus historias en arcoíris de vida.
ResponderEliminarBss