- Existe un fenómeno llamado “timidez de los árboles” según el cual sus copas no se tocan… Son un claro ejemplo de respeto al espacio de los otros.
- ¿Dices que deberíamos aprender de ellos?
- Es la naturaleza manifestándose ¿no? Sobreviven y conviven respetándose…
- A distancia…
- La justa y necesaria para ser.
- ¿Insinúas que no
podrían ser si se tocaran?
- No lo sé… Serían… distintos, seguramente. Y supongo que habrá una importante razón para que no lo hagan.
- ¿Y tú eres uno de ellos?
- ¿Yo? No, ¿por qué?
- Porque no estás tocando mi copa y a mí me da frío esta distancia…
Es simplemente un acto de resistencia, para vencer la tristeza de no estar... como a mí me gusta. A la espera de que vuelvan los tiempos propicios.
ResponderEliminarY ya van 600...
Soy muy partidario del respeto al espacio personal, propio y de los demás. Un poco al estilo oriental. Eso es justamente lo que le da valor, cuando se rompe, al abrazo, al apretón de manos, al beso.
ResponderEliminarCelebro saber de ti, por estas lares. A pesar y con el pesar de no detectar visita alguna en mi blog, desde el lejano Chile.
Un beso.
Desconocía el término, "timidez de los árboles", no su esencia, el espacio de los otros.
ResponderEliminarDices acto de resistencia, y lo sé real. Y si bien no me dejas sin palabras, no sé que añadir...
¿Hace un fuerte abrazo?... ¿Dos?... ¿Más?... ¡Tú dirás!
Un placer siempre saber de ti.
Chao chao amiga.
Mucha melancolía se respira...
ResponderEliminarBesos, Alís.
Jaja, directo al corazón. Es un buen argumento para acercarse a alguien que no se entera. Claro que sí no quiere enterarse puede surgir una situación tensa. Para esto de las relaciones hay atajos, pero no acortan mucho.
ResponderEliminarMe gustaría saber si es cierto eso de la "timidez de los arblles", o es parte de la ficción?
Abrazos Alís, hacía tiempo que no coincidiamos
Se te echa de menos Alís. Tu entrada me deja sintiendo esa melancolía.
ResponderEliminarMil besitos y cuídate mucho, bonita ♥
Siempre se aprende algo. Un beso
ResponderEliminarUn buen ejemplo de la calidez que el ser humano necesita para sentir el cariño del otro. Precioso. Un beso y cuanta alegría de leerte.
ResponderEliminarEse fenómeno existe. Otra bella manifestación de la naturaleza, que nos muestra que ciertos árboles tienen la misma vibración. En cierto modo pasa con los humanos, que si no están en la misma vibra...
ResponderEliminarYa veo que los árboles también tienen su espacio personal. Entre los humanos no siempre se respeta y eso incomoda bastante, cuando no es buscado deliberadamente.
ResponderEliminarBesos y encantado de poder leerte de nuevo.
Como me acerque...
ResponderEliminar:P
Besos.
Hay personas muy vegetales :)) (O incluso minerales)
ResponderEliminarBss
¿Voy descorchando la botella?
ResponderEliminar¿llenando las copas?
Beso grande, preciosa.
Muito belo Alis!
ResponderEliminarMaravilhoso este diálogo, pleno de amor, ternura, desejo!
Gostei muito!
Besos para ti.
Extraño leerte. Extraño tus visitas.
ResponderEliminarQué bello. Me encantó.
Eso sería ideal, no dejar de tocarnos pero respetar nuestra esencia y darnos nuestro espacio.
Te abrazo Alís.
Inspirado planteo.
ResponderEliminarEs que tal vez no tengan idea de la intimidad. Una ventaja de la condición humana.
Dichoso el árbol que es apenas sensitivo. ¿De verdad?
Besos.
Como en las buenas relaciones, el contacto ayuda mucho , aunque respetando los espacios necesarios.
ResponderEliminarAbrazos ;)
Pues no tardes mas
ResponderEliminarBeso
Te recuerdo en mis paseos como aquel día
Un placer volver a verte por aquí. Tus escritos siempre me dejan pensando.
ResponderEliminarBesos.
Pues a mí acabas de tocarme con tus letras.
ResponderEliminarMe alegra volver a leerte, hace más llevadera esa espera de los tiempos propicios.
Besos.
A saber como estarán las raíces...
ResponderEliminarBesos
Deberíamos aprender de ellos, si Alis, pero nos creemos que todo sabemos...... Saludos, un gusto leerte.
ResponderEliminarVaya texto inspirado y que hace reflexionar. Muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo
Aprendamos más de ellos y nos irá mejor.
ResponderEliminarBuen fin de semana.
Un abrazo.
Verde lección de convivencia. Saludos desde Colombia.
ResponderEliminarUn abrazo grande y a cuidarse...todo llegará.
ResponderEliminarHay un refrán que dice "La naturaleza es sabia" por algo será que no se tocan las copas.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo bailo como dos imanes del mismo polo, y de igual peso y medida. No llegan nunca a juntarse.
ResponderEliminarUn beso.
Van seiscientos y que vengan más.
ResponderEliminarMe encanta leerte porque escribes mas allá de las palabras y encuentro en el interior de tus textos, mensajes que acarician el alma. Nunca pude aprender a tipear como tú, pero hoy amerita intentarlo (entrecomillando lo que quiero decir).
Alís… tú eres un buen árbol (un gran ser humano), que nació de buena semilla (tus padres), la que creció derecho (honesta, sincera), la que dio buenos frutos (tus hijas), la que es amorosa posada de los que a tu amparo se anidan (tu familia, tus amigos). También eres un árbol noble (fuerte, aguerrida, disciplinada), que da sombra en verano y cobijo en invierno (sabes enfrentar los momentos buenos y malos de la vida). Eres el árbol hermoso que embellece el paisaje (eres bonita rubia), que además posee dulces aromas (talento, inteligencia, lealtad, buen gusto) y que el viento (internet) se encarga en esparcir a lugares tan distantes que ni siquiera tú te imaginas.
Punto y aparte. Te doy la razón Alís, la copa de los árboles no se tocan entre ellos, pero también es verdad que, se comunican a través de sus raíces, allí en el subsuelo, ahí donde nadie puede ver. Es decir, en lo superficial jamás se encontrarán, pero en la esencia y profundidad de sus bases, allí sí.
La pluma es más fuerte que la espada y la palabra es más intensa que el tacto, por ello, se pueden tocar los sentimientos de una persona sin siquiera rosarle un cabello (y eso lo sabes hacer tú a la perfección).
Escribe cuando puedas rubia, que aquí te estaremos esperando.
Qué bueno y qué difícil es respetar la intimidad de los demás, su "espacio personal" que se dice ahora.
ResponderEliminarSalu2 y espero que todo te vaya bien o mejor, Alís.
Hola Alís, de casualidad encontré tu blog. La naturaleza es sabia no por nada se adaptó a todo lo que le rodea ya sea animales o plantas. Y coexistir beneficiosamente.
ResponderEliminarSaludos
Un cierre perfecto para ese cortejo,
ResponderEliminarme ha encantado esa belleza que transmite.
Un placer como siempre
Un beso literal y literario.
RERE.-
ResponderEliminarTIMO TIMO.-
Buenos días amiga.
Mañana cumpleaños! Nos vemos.
Abrazos Alís.
Hermoso, Alis. Me conmovió, de veras te lo digo.
ResponderEliminarAriel