Fotografía: Rodney Smith
Yo te respeto más cuando te tengo enfrente, desnuda, abierta, ávida y hambrienta.
Te respeto más cuando te muestras por dentro, sin velos, sin celos y sin pelos en la lengua.
Te respeto más cuando es tu cuerpo el que habla, tu boca la que busca, tu sexo el que llama.
Y bajas por esas escaleras que despiertan mi deseo de ti, de besar hasta tu rincón más recóndito, más secreto. El deseo de hibernar en ti. Y bajas tan dama, elegante y distante que temo que mi memoria borre la locura de hace unos minutos, la pasión con la que cabalgabas hacia el infinito, con la voluntad de hacer eterna la comunión de nuestros cuerpos.
Te odiaría ahora si no supiera que volverás a subir esas escaleras, que volverás a buscar el abrazo prohibido, que volverás en cuanto tengas la oportunidad de quitarte de nuevo el disfraz de dama, elegante y distante.
Paixão infinita Beijos.
ResponderEliminarTODOS TENEMOS UN DISFRAZ QUE NOS SACAMOS CUANDO ESTAMOS CON LA PERSONA AMADA, AHI ESTAMOS EN ESTADO PURO, CON CONFIANZA CON COMPLICIDAD.
ResponderEliminarMUY LINDO TU RELATO FELICITACIONES!!!!!
Aqui me encontrarás... hasta mi regreso!!!
ResponderEliminarMil besos cielo, como siempre llenos de luz!!!
Que elegante escribes y que calidad de sentimientos acarician tu post este domingo..
ResponderEliminarUn beso
Un abrazo
Saludos fraternos...
ResponderEliminarMe recodó la canción de Cecilia .
¿Recuerdas?
Dama, dama de alta cuna, de baja cama ....
Precioso relato y muy real, te lo aseguro.
Un besito
Imposible odiarla.
ResponderEliminarDel todo imposible.
Besos.
Vuelve, y volverá siempre que sepa que la esperas...
ResponderEliminarbesos
Bueno la idea es de respetar y compartir los momentos de la vida sin disfraz, siendo como somos en la fraternidad de vivir mejor. Muy buenas letras tuyas.
ResponderEliminarSalud-os desde mi prolongada espera.
Una vez pregunté qué era ser una dama, y me dijeron que era el único requisito indispensable para acostarse con un caballero.
ResponderEliminarYo no creo es, una dama siempre sabe cuando tiene que irse, y se va sin más espavientos.
Te felicito Alís por esta Dama, elegante y distante que debería comenzar a vivir.
ResponderEliminarExcelente escrito.
Besines corazón.
BONITA FORMA DE DECIR... HERMOSO LLAMADO AL REGRESO...
ResponderEliminarUN ABRAZO
Calidad,elegancia y sobre todo poesía,muy grande,te felicito.
ResponderEliminarUn abrazo.
Bueno, esa dama de alta cuna y baja cama...vuelve seguro a subir esa escalera...por cierto no puede traer cerezas de Chile: no hace Sudamérica...
ResponderEliminarPor que ser una dama implica ser mucho más de lo que se ve.... me encantó...
ResponderEliminarUn abrazo..
A veces la voz interior ensordece y hasta oscurece. Palabras esdrújulas se niegan a terminar y cual tartamudos del habla, nos desbocamos y desnucamos en la búsqueda del centro, del centro de la palabra y del centro de nosotros mismos como ritual para aplacar nuestra derrota mediante la belleza. Nihilista contemplación del caos nos excita como estertores de animal furioso, como motor fundiéndose en la carretera inútil, aquella que no nos lleva sino al comienzo. Deambulamos huérfanos y hambrientos, de ser y de sed, de ethos y de piel.
Rebelde: Me gusta. Beijos.
ResponderEliminarLuluZiña: Muchas gracias y bienvenida. Siéntete libre de venir y comentar siempre que quieras. Será un placer para mí. Besos.
Sol: Confío en ello. Mil besos para ti y disfruta de tus vacaciones.
Adolfo: Me halagan siempre tus comentarios. Me alegro de que te guste. Un beso.
Capri: Si hubiese recordado esa canción habría aprovechado la entrada para el otro blog, porque es cierto que encaja perfectamente. Muchísimas gracias. ¿Nos vemos ya? Besos
Toro Salvaje: Sí, hay personas que es imposible odiar. Ni siquiera planteárselo.
ResponderEliminarBesos.
De cenizas: Es gratificante tener siempre un lugar al que volver ¿verdad? Besos.
Húayat: Gracias por tu comentario. Temía que te hubieras molestado. Un abrazo.
Titajú: Me reí con esa definición de dama. Yo no sabría dar ninguna, ni siquiera ésa.
Besos.
Silencios: Gracias por tus palabras. Leyéndonos diría que todos deberíamos empezar a vivir. No sé qué piensas tú. Aunque ésta es una forma de vivir, supongo. Besitos.
Blanca Libia: La espera de algunos regresos son los que nos mantienen con vida. Gracias y un beso.
ResponderEliminarCascarilleiro: Me alegra verte por aquí. Toda una sorpresa. Muchísimas gracias por tu visita y por tus palabras. Un abrazo.
La brisa de la noche: Seguramente. Esa escalera tiene algo que provoca.
Por cierto, probablemente en la ruta que hace encuentre alguna fruta sabrosa. Besos.
Sara: Imagino que ser una dama trata mucho más de lo que no se ve, que de lo que se ve. Gracias. Un beso grande.
Belmar: Gracias por tu visita y por tu reflexión.
A ver Alis no es "cualquier fruta sabrosa"...son las cerezas, lo demás no tiene importancia...besos.
ResponderEliminarYo me pierdo en ese abrazo prohibido no tardaría en volver a subir y dejar ese disfraz en un rincón del olvido.
ResponderEliminarBesazo Alís :)
Y si mi resumen es:
ResponderEliminar¡Qué bueno!
¡Me gustó!
Me encantó esa escalera, esa dama elegante y distante... esa especie de relación tal vez más pura que el resto...
Un beso grande.
Ay! me voy satisfecha yo también escalera abajo, jajaja.
LADY JONES
Mierda¡¡¡¡ Mi casa no tiene escaleras....
ResponderEliminarLo bueno y hermoso es lo que va por dentro y su propia esencia. Genial tu post.
ResponderEliminarUn beso y un susurro
La brisa de la noche: ¿Puedo llamarte sólo Brisa? Tienes razón, pido disculpas. Las cerezas son algo especial... Besos
ResponderEliminarNela: Probablemente yo haría lo mismo. Es más, lo haría. Besazo y gracias.
Lady Jones: Gracias. Y ya que te vas satisfecha, espero verte pronto subiéndolas de nuevo. Besos
Sommer: Jajajaja, tranquilo. Mira el lado bueno: así es más fácil llegar a tu casa, y menos cansada. Besos.
Yemaya: Lo que va por dentro es lo que vale, aunque no siempre lo que se muestra. Besitos.
Llámame brisa...
ResponderEliminarPues sí señorita, este relato ha sido lo suficientemente hermoso como para quedarme aquí en tu espacio.
ResponderEliminarMe ha gustado mucho...pero mucho.
Un besito y nos seguimos.
De gran belleza alís.
ResponderEliminarDe una belleza extraordinaria.
Me has conmovido y hecho sentir.
Gracias.
Muchos besos.
Alis, Eso de la comunión de los cuerpos de ser la hostia, con perdón.
ResponderEliminar¡Un beso, muuuak!
TE DEJO UNBESO ENORME.MJ
ResponderEliminarEl carnaval de Venecia no esta solo en Venecia
ResponderEliminarHay mucho disfraz suelto por ahi
Perfectamente descrita la realidad
Besos Alis
Más de uno prefiere la otra versión más humana de la dama, el problema es que en la vida vamos con la coraza puesta demasiado tiempo. Terminamos por ahormarnos a ella.
ResponderEliminarBesos sin armadura.
Me encanta tu dama...
ResponderEliminarBesos guapa!
Zayi: Bienvenida. Me halagan tus palabras, pues reitero que no me pareces buena, sino buenísima. Ven siempre que quieras y quédate el tiempo que te apetezca, para mí es un honor y un placer. Un beso.
ResponderEliminarTecla: Muchas gracias. Viniendo de ti, lo que me dices es un tremendo halago. Y gracias por estar siempre. Besotes, muchos.
Carlos Fox: Te ha salido un chiste muy bueno. Y creo que sí, que es la hostia. Yo es que soy abstemia. Un beso.
Mª José: Gracias. Y ánimo. Te considero un ejemplo de coraje y superación. Sé que puedes. Un besazo enorme y un abrazo aún mayor.
ResponderEliminarChinaski: Así es. Lo bueno, creo yo, es que los disfraces acaban cayéndose. Aunque a veces tarden demasiado en hacerlo. Besos.
Nómada planetario: La armadura debiera ser sólo defensiva, y sólo ante peligros reales. De la vida no hay que defenderse, sino vivirla. Pero a veces tardamos mucho en aprenderlo. Besos también sin armadura para ti.
Lucia-M: Gracias. Al protagonista del relato también le encanta, claro que él tiene la ventaja de conocerla de verdad. Besos dulces para ti.
Volverá siempre que dejes las huellas de tus besos en su piel.
ResponderEliminarBello,muy bello.
besos
Cat´s: Es lo bueno que tienen las huellas, que nos muestran el camino para regresar. Muchas gracias.
ResponderEliminarBesos
La dama elegante y la escalera me hacen recordar a Gilda, aquella película de Rita Hayworth que estuvo de moda a la vez que prohibida desde los púlpitos cuando tu aun no habías nacido.
ResponderEliminarPero tu descripción es mejor, porque tiene más sensualidad y bastante más sexualidad. Y esto, no voy a negarlo, me gusta, aunque ya solo me quede el recurso de leerlo.
Un beso cariñoso, ya sabes
Alís ...siempre en mi corazón...siempre.Besos.MJ
ResponderEliminarAlbino: Te agradezco muchísimo tu generosidad y hasta podría aceptar (igual que se acepta pulpo como animal de compañía) que mi versión te gusta más, pero que sea mejor que Gilda... bueno, me queda mucho para eso. Aunque llegaré, jajaja. Gracias, con cariño
ResponderEliminarMª José: Gracias, tú también tienes un lugar eterno en mi corazón. Cúidate. El resto, ya lo sabes, pero te lo repetiré siempre que desees o necesites escucharlo. Besos
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ResponderEliminarEsperemos pronto que hayan nuevas publicaciones tuyas para seguir leyendo de tus letras. Abrazos querida Amiga.
ResponderEliminarHúayat: Gracias por venir. Un abrazo
ResponderEliminarLos requiebros de lo que sentimos forman extraños pasajes donde caminar, muchas veces son laberintos...
ResponderEliminarUn abrazo.
... en los que nos perdemos, la mayoría de las veces sin esforzarnos por buscar una salida.
ResponderEliminarGracias, Gabiprog. Un gusto verte por aquí.
Beso
A veces es difícil evitar las ganas de.... por mucho que....
ResponderEliminarUn beso
Carmela, y además quizás no valga la pena evitarlas...
EliminarBeso