Fotografía: Paco de Alcaudete
- Tú ya no me quieres.
- Claro que sí. Y te deseo.
- Si fuera así, me dedicarías tanto tiempo como antes.
- Es que tiempo es precisamente lo que no tengo. Pero pienso constantemente en ti.
- Eso dices, pero ¿cómo puedo estar seguro de ello? ¿Y de qué me sirve si tus manos no lo reflejan?
- Debes creerme, porque es la verdad. En todo caso, tú tampoco estás demostrando quererme. Nunca te acercas a mí.
- Eso es porque ya me cansé. Desde hace un tiempo siempre debo buscarte yo. Y aún así, en la mayoría de las ocasiones no obtengo respuesta por tu parte.
Ella guardó silencio, porque quien calla, otorga. Sabe que él tiene razón y no tiene valor ni moral para desmentirlo.
El relato, por su parte, y tras desahogar su rabia, continuó durmiendo bajo el polvo del teclado.
Ella se levantó con los rolos puestos en la cabeza y se pasó el día entero en batola...
ResponderEliminarUn amor complicado entre un teclado y su relato, y las coincidencias con la vida real son tan notorias, si hasta dialogan los mismos parlamentos.
ResponderEliminarUn beso Alis.
Ella guardó silencio, porqué escuchó que estaban llorando las mellizas y corrió a atenderlas... ;-)
ResponderEliminarun beso
Es maravilloso tenerte de vuelta, un abrazo.
ResponderEliminarEs como una secuela de donde esta el sujeto? o una revolucion de todos los actores de la escritura.
Noe te mando besos a ti y a las niñas, me pregunta muy seguido cuando iremos a verte.
un beso
ME ALEGRA TU REGRESO QUERIDA ALÍS. SABES QUE CUANDO LA FAMILIA AUMENTA,TODO SE COMPLICA,ES CUESTION DE PACIENCIA POR PARTE DE AMBOS.
ResponderEliminarCUÍDATE UN MUNDO.
MORGANA
Me suena esa historia.
ResponderEliminarBesos.
Una triste y real historia por ahí se empieza y así cada vez la distancia se va haciendo cada vez más grande e insalvable.
ResponderEliminarBesos y susurros dulce Alis
De todo se cansa uno, y más de querer.
ResponderEliminarUna historia que más de uno compartimos con ese teclado...
ResponderEliminarBesos, Alís.
El amor puede morir de inanición si no se alimenta.
ResponderEliminarBesos.
Quizás él no debió dejar que ella se alejara
ResponderEliminarpues sigue!!! :)
ResponderEliminarQué suerte tiene ese escribidor, que su relato lo espera y lo desea.
ResponderEliminar"Pienso constantemente en ti."
"Tus manos no lo reflejan."
En mi caso, mis relatos me huyen; he de atacarlos por sorpresa. Luego los traiciono, los desenfoco sin contar con su opinión.
No. No nos llevamos bien.
Salud.
Entre unos y otros la casa sin barrer,esto no puede ser.Pues nada,trataremos de no hacer mucho ruido para que siga durmiendo plácidamente.
ResponderEliminarEs un placer volver a leerte aunque muy de vez en cuando.Un beso Alís.
Muy real...
ResponderEliminarAlís, un placer tenerte de nuevo y con tan bellas novedades (esas dos bellezas que se han formado en ti)
Muchas felicitaciones y a disfrutarlas!!!
Besotes a tu alma y al de las niñas todas!!!
A veces traicionamos a algunos relatos, es verdad, los dejamos a medios, no pensamos en ellos, nos vamos con otros...
ResponderEliminar¿podemos estar siempre receptivos a lo que amamos? Amamos para descansar. Amamos para estar en silencio. Amar significa no siempre responder. Darse el lujo de no responder y seguir amando
ResponderEliminarmi beso
Menudo tira y afloja en este mundo de las ideas...
ResponderEliminarLa inspiración es tan celosa que no empatiza con la necesidad.
Ya se le pasará.
Un beso
O más, que ahora hay que dividir y uno queda justo.
É un bo sitio para dormitar, sendo un relato. Incluso despois da soneca no medio do polvo, pode rexurdir vigoroso entre as teclas...
ResponderEliminarBicos de cercanía
Muy bueno. La tensión constante entre la historia latente y la posibilidad (cierta o no) de que salga a la luz.
ResponderEliminarBeso grande
El diálogo con los objetos es el monólogo de la justificación. Es un ejercicio creativo otorgar vida a las cosas, darlas entidad, y a través de nuestras ansias descubrir que ellas, las cosas, nos dan, lo que no nos permitimos por falta de tiempo y buenas razones, en este caso.
ResponderEliminarCarver dijo que nunca escribió una novela porque se tenía que ocupar de sus hijos, aun sabiendo que nunca estuvo preparado, pero eso no le impidió ser uno de los mejores.
Como tú, que eres y serás siempre una de las mejores, y lo digo convencido.
Besos Alis
No niego que esperaba otro final, pero me gusta mucho más así.
ResponderEliminarUn besote preciosa.
Aunque duerma bajo el teclado
ResponderEliminarya tomó conciencia
ese relato.
Un beso
Se quedó dormido debajo del teclado, donde descansan tantas ideas que no tuvimos tiempo de expresar.
ResponderEliminarHermoso diálogo.
Un relato más común de lo que debería ser...
ResponderEliminarMuy bueno, Alís.
Besosss
¿Un relato que habla? Vaya, no soy el único que los oye.
ResponderEliminarHay muchos rios como el Guadiana. Un abrazo.
Dile al relato que no lloriquee tanto...
ResponderEliminar¡demasiado bien lo tratas para el poco tiempo que tienes!
Un viejo amigo me recomendó este blog. Me alegro mucho que lo hiciera. Me gusta mucho.
ResponderEliminarSaludos.
¡que duro asumirlo!
ResponderEliminarbiquiños,
No siempre las musas acuden cuando se necesitan.
ResponderEliminarMe congratula tu regreso.
Un abrazo.
Hola mi estimado, disculpe el hecho de escribirle por medio de un comentario en su blog http://micajonde-sastre.blogspot.com/ , pero deseo saber si se encontraría dispuesto a realizar un intercambio de publicidad con mis sitios webs.
ResponderEliminarhttp://www.cosmoenlaces.com/ (directorio)
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Si esto fuera de su interés me encontraré atentamente disponible en este correo melannieagurto@gmail.com
Muchas gracias , por su atención prestada.
Cordiales saludos de
M. Itziar
Hola Alis, son cosas... Muchas veces así...
ResponderEliminarUn relato que nos enseña...a vivir
Un abrazo.
Me alegra mucho haberte encontrado otra vez, Alís. Por lo que veo tienes grandes razones para ilusionarte, estupendo!!! Un fuerte abrazo.
ResponderEliminarMuy bueno Alis
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