jueves, 13 de mayo de 2010

Pudor





A veces, escribir es como llegar
y abrirme de piernas frente a un desconocido



Llegar y abrirme de piernas frente a un desconocido nunca ha sido una de mis fantasías. (Al menos no en ese contexto). Así que siempre he odiado visitar al ginecólogo. No sé si como causa o como efecto, pero nunca he tenido uno de confianza.

Algunos dirán que es igual que ir al oftalmólogo, e incluso mejor que ir al psicólogo. Tal vez. Pero que me lo digan mientras el urólogo les realiza la exploración prostática…

El caso es que por circunstancias de la vida y por “motivos personales” me toca ir a control ginecológico cada pocos días. No me quita mucho tiempo. Llego, me desnudo de cintura para abajo, espero en el baño a que me den la señal, cruzo corriendo un pequeño hall intentando taparme con una bata que no me alcanza a la altura de la cadera, me recuesto, me abro de piernas, llega el doctor, me dice “hola, cómo estás” mientras unta con vaselina el ecógrafo y me lo introduce. Anota un par de datos y dice: “Estamos listos. Vístete y la enfermera te da las indicaciones. Nos vemos en dos días”.

¿Estamos listos? ¿Así? (la mayoría de los días ni me da un beso al saludarme). Y claro, nos vemos en dos días significa repetir esto que duró tan poco, pero fue tan invasivo. Porque a ese desconocido no sólo le muestro y le abro la parte más privada de mi anatomía, sino que también he puesto en sus manos la decisión que decanta mi futuro. De este proceso saldrá la mujer que voy a ser.

60 comentarios:

  1. Es curioso, pero no son pocas las parejas que tienen una relación similar.

    ResponderEliminar
  2. Me has quitado las palabras; tan clínica, como cualquier otra de las relaciones que conocemos.

    ResponderEliminar
  3. Voy a tomarlo por el lado superficial y jocoso porque la cara oculta lleva consigo un juego de esperanzas y desilusiones que duelen más que la exproración ginecológica.
    Menos mal que la sala de ecografías está a media luz.
    Siempre tan oportuna esa media luz para todo.
    Pero... hay la justa, la suficiente para ver con ojos desorbitados aquel aparato inmenso y lubrificado que traen con intenciones de un caber inverosímil.
    Pues será que más vale maña que fuerza. La cosa es que ni te enteras.
    Es Curioso.
    Cosas de la mente.
    Bromas aparte, espero que esa fría relación te proporcione el instinto de mujer que buscas.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  4. ALIS,mi niña guapa...estoy totalmente de acuerdo contigo,tanto en la primera como en la segunda apreciación.Existen muchísimas parejas,penoso,en la que su relacion es eso una visita Rmi primera visita ,me puse como un tomate y le dije que me moría de pudor.
    El me contestó que estaba acostumbrado,yo le repliqué:
    -Pero yo no.
    Afortunadamene y debido a todo lo que sabes ,mi ginecólogo es una persona estupenda,le conozco desde hace más de 15 años y me ayudó mucho con el tema que me marcó..una buena persona.
    Espero que vaya todo bién...espero noticias y te quiero,no lo olvides.
    Besazos.

    ResponderEliminar
  5. Veo que sabéis mucho de parejas (de las otras, claro) Yo sé bien poco. Con saber de la mía, me basta.
    El tema que tocas me pilla lejísimos, pero quizá el doctor se mueste tan frío por temor a no traspasar ciertos límites algo confusos. Me refiero a denuncias por propasarse y tal. No sé.

    Besos ingenuos!!

    ResponderEliminar
  6. La verdad es que para el médico tampoco es fácil, se pone una especie de caparazón, para no trasmitir nada, ni bueno ni malo, yo trabaje durante mucho tiempo con médicos, una de las prácticas eran las colonoscopias, ninguno de los que estabamos allí, nos fijabamos ni lo más mínimo en detalles de la persona, sólo nos concentrabamos en la prueba y sus resultados, si no no hubieramos hecho bien nuestro trabajo.

    Un besote y ánimo guapa.

    ResponderEliminar
  7. Dicen que el ginecólogo es la persona que trabaja en el mismo lugar en el que otros se divierten.
    Costas de la profesion.
    Yo odio al urologo que me mete el dedo en el culo para palpar mi prostata. Quizá otros se lo agradezcan.
    Un beso

    ResponderEliminar
  8. Difícil relación la que se establece (¿establece?) entre ginecólogo (hombre) y mujer. Yo, creo que tengo suerte con el mío.
    Aunque, a medida que tienes más necesidad de revisiones médicas, el pudor lo vas arrinconando.
    Bicos.

    ResponderEliminar
  9. Lady... pruebas, son una jodienda, pero dime que no nos hemos reído mil veces comentando anécdotas del gine!!! Va una Jones: exploración rutinaria, él igual que el tuyo "hola, qué tal?" condón, vaselina, mi risa, el despatarre y adentro. PUm! empieza el ecógrafo, derecha, izquierda, más dentro, "joder! ya parará, hostia! me duele!"
    -Perdón, me haces daño.
    -¿Ahí?
    -Ah! sí, sí, ahí.
    -Es un ovario.
    (¿Un ovario?)
    -O sea, que ahora literalmente, jaaj, le podría decir que me está tocando los ovarios, no?
    ZAS!!! Mirada de mala hostia, ecógrafo fuera como quien saca un pez del mar, a tirón, ¡la madre que le parió! Jaja, no se puede bromear ni sobre mis ovarios!!!
    (Perdón, Lady, me dejé llevar por mis recuerdos... No le echo de menos!!! jajajaja.)
    Un beso, que te vaya genial.
    LADY JONES

    ResponderEliminar
  10. Bueno, cómo te entiendo sobre lo del pudor y no haber encontrado un/a ginecólogo con el que establecer una relación diferente, que no sólo te abra las piernas sino la confianza.

    Yo confío en que todo este quinario que estás pasando sea para lo mejor, y salga de ahí una mujer con nuevas ilusiones.

    Muchos besitos, mi cielo.

    ResponderEliminar
  11. Alis:
    Me estoy riendo porque usaste una palabra que la tengo como título en un poema que pronto colocaré en mi Blog...Mira, por suerte tengo un gine que es super amoroso, pero esa confianza llega con los años, no le puedes pedir a un profesional más acercamiento,porque puede ser mal interpretado; por eso ellos tienden a ser fríos y serios, pero con el tiempo te darás cuenta, que ellos pueden ser grandes compañeros.
    Un beso.

    ResponderEliminar
  12. Aunque se haya ido
    muchas veces, nunca
    se acaba acostumbrando.
    Abrirse de piernas
    ante un desconocido
    siempre impone,
    aunque sea un ginecólogo.

    Besiños Alís

    ResponderEliminar
  13. Ayy, qué situaciones horrendas.
    Me quedo con la frase ocn la que abrís (la de escribir) y la del primer comentario (la de las parejas).
    Cariños Alís!

    ResponderEliminar
  14. A mi no me gusta ir al gine, pero la verdad es que no lo llevo tan mal. Y eso que estoy desnuda del todo, con las piernas abiertas y con un tío que no es mi marido en medio. De hecho, me dan una toalla para salir del baño y subirme al potro de tortura pero no la uso. ¡Total, me la van a quitar para palparme el pecho!
    Más vergüenza me dio el hecho de ponerme el diu con la regla; parecía aquello la matanza de Texas.

    ResponderEliminar
  15. Como yo no he tenido ni al suerte ni la desgracia de ir un día a uno de estos, nosé lo que se siente, eso si, espero llegar a ser un día, uno de ellos.

    Muchos besos!

    PD: nacido en La Coruña, estudiando en Barcelona ; )

    ResponderEliminar
  16. Solo deseo que esas circunstancias de tu vida sean circunstanciales mi preciosa Alís.
    Un abrazo enorme.

    ResponderEliminar
  17. Creo que a eso lo llaman deshumanizacion de la medicina.
    Se me ocurren varias preguntas.
    ¿Sentirias lo mismo si el gine fuese una Sra.? ¿Has probado a decirle que te esta "agrediendo"? O que tiene menos sensibilidad que un orangután (sin animo de ofender a los orangutanes)¿Has probado a cambiar de gine?
    Cualquier cosa antes que dejar que sigas asi.

    Besos Alis :)

    ResponderEliminar
  18. Alís, si es complicado y lo dificil es si hacerlo totalmente impersonal como para que no te moleste o si esto llega a molestar más...

    Tampoco ha sido de mi agrado ir al ginecólogo, pero el que yo tengo lo conozco hace 9 años y es parte ya de mi vida, y realmente no lo cambiaría... porque a veces las consultas se vuelven hasta terapia, creo que yo no lo dejé en el lado impersonal y me gusta que sea así.

    Es refrescante leerte siempre, aunque a veces no comente, me gusta mucho pasar por aquí.

    Un beso

    ResponderEliminar
  19. Totalmente identificada con tu escrito Alís.
    Tambien tengo que concurrir seguido a control y la verdad cada vez en vez de sentirme mas cómoda, me siento sumamente tensa.
    Tanta que las piernas me tiemblan!
    Pero a la hora de pensar en la salud, trato de pensar en eso!
    Besos y que todo este bien!

    ResponderEliminar
  20. Me parece que sea en la especialidad que sea, a los médicos les falta ser un poco mas humanos, no ser tan automatas en su trabajo.

    Ya sé que ellos no están para eso pero un poquito más de afectividad hacia el paciente no estaría de más.

    Besos.

    PD.

    Yo pensaba que ya eras mujer.
    :))

    ResponderEliminar
  21. a veces escribir es la manera de echarte un poco más

    de menos.






    biquiños

    ResponderEliminar
  22. Dentro de la incomodidad que supone la visita al ginecólogo creo que tengo suerte, me atiende el mismo desde hace muchos años y es una persona muy agradable, pero cada vez que voy es tan violenta como la primera.
    En cuanto a la última apreciación me parece más terrible aún, si me sintiera con la pareja como con el ginecólogo creo les abandonaria a los dos.
    Besinos.

    ResponderEliminar
  23. Espero que consigas tu objetivo.
    Y pronto.

    Besos.

    ResponderEliminar
  24. Podrías decirle que al menos te invite un aperitivo y te diga algo lindo.
    Pasando a lo serio, coincido contigo y con Raúl, para muchas parejas tu tuviste una relación sexual con el ecógrafoen lo que a tiempo y dedicación respecta.
    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  25. Comprendo (tento comprender) como vos sentides as mulleres nesa exposición absoluta, co cu na punta da camilla.
    Pregúntome se vos plantexastes algunha vez o gilipollas que nos sentimos as parellas cando vos acompañamos, nesa inutilidade absoluta, coa mente na punta do ridículo...

    Sigue escribindo, por favor. Aínda que apretes as pernas.

    Bicos sen pudor

    ResponderEliminar
  26. La primera vez que fuí a mi ginecólogo, cuando me puso el ecógrafo le tiré una patada que casi le arranco la cabeza. Después, de a poco(con el tiempo), nos hicimos amigos y fuí mejorando. Ahora ya somos como hermanos, cuando me lo coloca, solamente lo puteo un poco(con cariño, claro).

    ResponderEliminar
  27. De nuevo, está tan bien escrito que siento que me han invadido.

    Qué frivolidad, querida mía. Debes sentirte triste tras esas visitas...


    Un abrazo.

    ResponderEliminar
  28. La primera vez que fui a uno lo pasé fatal, era el tío de un amigo y verlo allí con el tapaboca después de haber bebido cervezas con él, fue angustiante. Por suerte los ecografos no eran vaginales entonces... Es incómodo hasta que llegas con el que es, yo tengo al mío en Venezuela y es un anciano divino (padre de tres hijas). A veces me le desnudaba antes de tiempo y él me decía "Gordita, vístete que te me vas a acatarrar". Siempre lo senti un poquito padre mío, así que mal, mal no lo pasaba.
    Un besito.
    Un dato, la primera vez que fuí a uno no sabía si ponerme el descubierto de la bata hacia adelante o hacia atrás y salí en sujetador y bragas a pedir ayuda a la enfermera.

    ResponderEliminar
  29. "De este proceso saldrá la mujer que voy a ser."

    Y cuando leo este final pienso que el cuerpo propio ya no importa tanto. Que el frio del camino, del momento, del casi instante, que no dura casi, es también una rutina eventualmente cotidiana, más intima e inevitablente compartida con el pudor de uno, más ideada y más pactada, que por ejemplo ir al dentista y pensar que éste que te está urgando en la boca, da igual como sea y no pensar en el día que vivirás hoy, o en lo que te preocupa, pero de este otro proceso, no saldrá nada transcendental.
    "De este proceso saldrá la mujer que voy a ser." nos invita a pensar en la confianza que la protagonista de esta historia va poniendo cada día en ese tipo frio que le va a dirigir a ese destino en una busqueda a veces dura y fría, pero definitiva, aunque no segura. Con seguridad solo está la esperanza de que sea así, no de que será.

    "A veces, escribir es como llegar
    y abrirme de piernas frente a un desconocido"
    A veces también es una necesidad y esperar que otros nos acompañen.

    Muy bueno Alis, buenísimo.

    Besos

    ResponderEliminar
  30. Si uno se busca una ginecóloga se acabaron las vergüenzas, yo tengo una muy simpática que cuando me hace la eco me dice mira tu chocho está perfecto. Ésta no tiene pelos en la lengua jajaja.
    Cada vez que voy me sorprende con su lenguaje.
    Besossssss

    ResponderEliminar
  31. Ja ja ja me ha encantado tu comentario. Es cierto, cuantas parejas hacen el conejo ja ja ja

    Besos vergonzosos

    ResponderEliminar
  32. Es mejor visitar al ginecólogo ya preparada.
    Ir a la cita a lo Sharon Stone, vamos... sin bragas, para crear ambientillo.
    Sigue escribiendo, Alís. Con las piernas cruzadas o separadas... pero tú escribe mucho.
    Saúdiños.

    ResponderEliminar
  33. Son malos tragos (vaginales) que recuerdan que en esta vida todo tiene diferentes puntos de vista. :)

    besos

    ResponderEliminar
  34. Las primeras dos frases me hicieron acordar a la Wolff cuando decía que "cuando escribo soy pura sensibilidad".
    Sabes? Quizás sea solo una impresión mía pero tu final tiene para mí varias interpretaciones sobre las cuales no me pronunciaré porque creo que son muy tuyas e íntimas.
    Pero por un momento hasta me pareció que tu última frase podía haber sido pronunciada (de manera muy fantástica) por una hija que está por nacer...curiosa interpretación la mía....lo sé (será que le busco el lado literario en todo jajaja).

    Lo de las parejas? Es más común de lo que se cree, lamentablemente.

    Besitos

    ResponderEliminar
  35. Todavía no me queda muy en claro cual es (definitivamente) la motivación de esta entrada, pero solo puedo advertir que detrás de todo relato se esconde un trozo de deseos.
    En fin, “las citas cortas” a veces tienen sus beneficios. Pocas preguntas, por ejemplo.

    ResponderEliminar
  36. Uy porDiosporDios yo una vez al año y me mueroooooooooooo, será la falta de costumbre??
    Ahora síq ue a veces escribiendo me desnudo pero del todo.. en pelotas me quedo, vamos.
    Saludiños

    ResponderEliminar
  37. Hola, Alís. Muchas gracias por tu visita.

    Bueno, aunque produce cierto pudor, en general no he tenido problemas con la ginecología. Aunque estar cada dos días ahí, pues debe de ser un poco agobiante, la verdad. Pero lo que más me ha impactado e intrigado es tu frase final. En cualquier caso, espero que todo vaya bien.

    Y en cuanto a tu comentario... pues sí, es cierto que hay parejas con una relación ginecológica. Pero ¿crees, entonces, que a eso se le puede llamar pareja?

    ResponderEliminar
  38. Raúl:
    No me desagrada en absoluto coincidir contigo. Un beso.

    Juncal:
    Después de demostrarme que eres y estás muy lúcida, lo que me conmueve, me haces reír con tu comentario, lo que agradezco.
    Desde esa media luz siempre tan oportuna hasta el más vale maña que fuerza me arrancaste carcajadas. Así que no haré bromas sobre que te parezca grande el ecógrafo, jaja.
    Pero luego vuelves a ponerte seria y dices “cosas de la mente”. Y dices verdad. Gracias, Juncal. Un besazo.

    Morgana:
    A eso me refiero, a la distancia con que se vive algo tan íntimo. No lo olvido. Tampoco lo hagas tú. Besazos.

    jose rasero:
    Y no es un mérito. Cuando se "sabe" mucho de parejas, las otras, se suele saber poco de la propia, si la hay. No había pensado que los doctores se cubren las espaldas, con razón. (¿Te noté molesto?). Besos sin pudor.

    ResponderEliminar
  39. Odry:
    No culpo al médico. Digo que nos gusta sentirnos personas, y no una ficha médica, sobre todo ante quien exponemos nuestra intimidad. Y no me refiero sólo al cuerpo. Besitos.

    Albino:
    El ginecólogo y el camarero, sí. Si tu urólogo te tratase con cariño, seguro que no lo odiarías. jajaja. Bicos.

    fonsilleda:
    Das en el clavo. La cuestión es si se establece o no una relación, que yo creo necesaria. Bicos.

    Lady Jones:
    jajaja, me parto siempre con cómo les hablas a tus médicos. Deben de temblar cuando te ven llegar, jajaja. Sí, es mejor reírse. Un besazo.

    Mercedes:
    Eso es, que no sólo te abra de piernas sino la confianza. Exactamente eso. Gracias. Confiemos. Besitos.

    Taty:
    En momentos de dudas, se necesita al médico compañero. El hecho de elegir uno ya tiene que darle pie a facilitarlo. Besos.

    ResponderEliminar
  40. Marisa:
    Eso sí, nunca se pasa. Debe de ser eso que llaman miedo escénico... Bicos.

    Sol:
    Esa frase es la que me dio más pudor. Besitos.

    Titajú:
    Bueno, y que no te chiste a ti el ginecólogo... jajajaja. Envidio cómo lo enfrentas. Bicos.

    Hugo Coopel:
    Así que te preparas para pasar al bando enemigo ¿eh? jajaja Pues que te sirva este post para, en el futuro, asegurarte de que tus pacientes se sienten cómodas. Bicos.

    Nela:
    No es nada grave. Sólo incómodo para el espíritu y para el cuerpo. Gracias. Besitos.

    ResponderEliminar
  41. Chinaski:
    Bueno, tampoco quería decir tanto. Sí, sentiría pudor con una mujer. No es tema de género, sino que es un/a desconocido/a. Un examen prostático ¿te incomodaría más si te lo hace una mujer? No me siento agredida, es sólo que quisiera su apoyo, como médico, en muchas dudas colaterales. Besos.

    Sara:
    Yo es que no he tenido suerte con mis ginecólogos. Espero que ahora sí. Para mí es siempre un placer verte. Besos.

    Carla Peterson:
    ¿Verdad que una nunca se acostumbra? Pero son, como decía Juncal, "cosas de la mente". Besitos.

    Nacho:
    Los hay humanos. Al menos yo he topado con varios. (Voy a ser más mujer, jajaja, pero no, nada de cirugía plástica). Besos.

    incierto:
    no mientas. quítale el "a veces"... biquiños

    Fabia:
    El abandono es una magnífica decisión en esa tesitura. Besos.

    ResponderEliminar
  42. Toro Salvaje:
    Gracias. Ojalá. Besos.

    Luis:
    Debe de ser terrible una relación así ¿no? Un beso.

    Chousa da Alcandra:
    Pois non me plantexara nunca iso, non. Penseino ó lerte. Non sei si sería capaz de escribir coas pernas apretadas... jajaja. Gracias. Bicos apretados.

    Lucrecia Borgia:
    Yo al dentista siempre le decía "doctor, no nos vamos a hacer daño ¿verdad?", pero es que el ginecólogo me pilla un poco lejos para que surja efecto. Besos.

    Mariette:
    Tendré que escribir algo que te haga sentir alegre o acabarás odiándome. Gracias por tus palabras. Un beso.

    ResponderEliminar
  43. zayi:
    la verdad es que hablando de ginecólogos, aún es peor abrirse de piernas ante un conocido, jaja. Y no creas, con las batas aún me lío yo. Besitos.

    Antonio Misas:
    Me leíste perfecto. ¿qué más puedo decir? salvo gracias, claro. Un beso. (al dentista le temo más que al ginecólogo).

    MarianGardi:
    ¡Qué bien te sentó Canarias! Me reí mucho con lo de "mira, tu chocho está perfecto", jajajajaja. Besos.

    Dani:
    hacer el conejo, jajajaja, muy buena definición. Besos

    Matapollos:
    ¡Qué sorpresa verte por aquí! Y qué alegría. Jajaja, no había pensado en lo de ir sin bragas, jajaja. Gracias. Es lo que me apetece hacer (me refiero a escribir, no a ir sin bragas). Biquiños.

    ResponderEliminar
  44. De cenizas:
    jeje... es cierto que hay diferentes puntos de vista, y ninguno es verdad ni mentira. Besos.

    El Vocero:
    Me encanta tu interpretación. Siento curiosidad por las otras, jaja. Gracias. Besitos.

    Valentín Ibarra:
    Esta entrada tiene la misma motivación que las demás, si es que tienen alguna, que no lo tengo claro. Detrás de cada relato se esconden muchas cosas ¿verdad? Lo malo de las pocas preguntas es que obtienen pocas respuestas. Vaya, te he llevado la contrario en casi todo, jaja. Un beso.

    Marieta:
    Escribiendo es fácil caer en la tentación de quedarse en pelotas ¿no? Me alegro de verte. Biquiños.

    Duschgel:
    Si nos ponemos puristas sobre a qué se le puede llamar pareja o a qué no, temo que quedará todo el mundo solo, jajaja. Bienvenida. Es un placer verte por aquí. Besos.

    ResponderEliminar
  45. jaja, vaya situaciones. Alguna vez me han dicho algo similar, posiblemente para muchas personas sea peor abrir la caja de sus secretos más íntimos.
    Hace poco tuve ocasión de comparar personalmente. Fui al urólogo por unas molestias de corte hipocondriaco y ya tumbado me baja todo a la altura de los tobillos mientras yo buscaba en el techo alguna distracción. La enfermera le untaba vaselina en el eco y charlaban de política tranquilamente. En los testículos no te encuentro nada, me dice. ¿Y por qué tenía que tener algo en los testículos?, pregunto. Ah, ¿no me había dicho que tenía un bultito?. No, le aclara la enfermera mirándome por encima de la rodilla, eso es el siguiente paciente.
    Un bico.

    ResponderEliminar
  46. Hola, Alis, contado así, parece tan deshumanizado. En fin. Espero que no sea nada.
    Recibe un beso enorme.
    Feliz fin de semana.

    ResponderEliminar
  47. Aclaración.
    Yo no sé el instrumental que utilizarán en otros hospitales, pero en Asturias, el que me tocó a mí al menos, era como uno de esos micrófonos de los reporteros con una alcachofa desproporcionada con respecto al bastón de agarre.
    Ay.
    Lo juro.
    Igual andamos atrasados con la escasez de presupuesto transferido.
    Pero, na. Más el ruido que las nueces.
    Tendré que ir a León para la próxima ?

    ResponderEliminar
  48. algunos segundos hacen mas eco de lo que una vida entera.
    es rara esa sensacion de uno sentirse una cosa mas. cuando en realidad, debajo del cuerpo, estamos nosotros, como esencia.
    desencajado. desencotrado. paradojico.
    situaciones.


    un saludo en la lejania.

    ResponderEliminar
  49. ¡A ver si nos ponemos de acuerdo y concretais en cms. con lo del tamaño, que luego comienza a funcionar la imaginación....hacemos comparaciones y ya sabemos que las comparaciones son odiosas!

    :((

    Besos.

    ResponderEliminar
  50. Qué bien lo describes.
    Yo la primera vez que tuve que ir al ginecólogo, quería tirarme por la ventan del baño donde me tenía que preparar, pero como eso no me liberaba de nada, me tuve que aguantar.
    Pero es un mal trago.

    ResponderEliminar
  51. Walden:
    Glups, lo tuyo fue peor, jaja. Menos mal que no se trataba de extirpar nada... Besos.

    Rampy:
    No sé si deshumanizado, pero me cuesta un montón ir al ginecólogo. Besos.

    Juncal:
    Jajaja, era una broma, mujer. Grandes son, que por algo tienen que llegar a todas partes. Aunque lo de la alcachofa... no sé yo, pero no me suena. Tal vez debas ir a León (aunque ahí son muy cazurros ¿no? ten cuidado). Besos.

    Sandocán:
    Yo es que ando con sensación de ser una máquina vieja averiada, pero son cosas de mi mente. Seguro que sí. Un abrazo.

    Nacho:
    jajajajajaja No soy yo quien para decirlo, pero no te preocupes. El ecógrafo es muy frío... jajaja Besos.

    tecla:
    Como dice De cenizas, un mal trago (vaginal). Yo tampoco me acostumbro. Un beso grande, tecla.

    ResponderEliminar
  52. Bueno siempre dicen que un Ginecólogo es un tipo que trabaja donde otros se divierten....

    Besos

    ResponderEliminar
  53. La salud es un gran tesoro, hay que mimarla para que no se deteriore antes de tiempo. Que estés muy bien Alís.

    ResponderEliminar
  54. Debo ser más rara que un perro verde.

    Hace poco tiempo, por un percance que luego supe que es de lo más normal, (cándidas por exceso de sedentarismo tras un periodo de horas y horas sentada currando), tuve que llegar a Urgencias.
    Perfecto desconocido, ni ´mijita´me costó. Es más, me comentó algo de mi entorno laboral (estaba leyéndolo en el periódico) y lo abrumé con datos numéricos.

    Si hubiera sido conocido, estaría cerrada cual candado.

    El que me entienda que me compre.

    ResponderEliminar
  55. yo viví una historia parecida hace unos quince días, por accidente tuve que ir al único genicólogo que tenía hora ese día y tuve que abrirme de piernas solo para conseguir la pastilla del día después, pasé un desagradable momento y no conseguí la famosa pastilla, en este país la modernidad y los derechos son solo fábulas:

    "La pastilla del Día Despues"
    Podría ser el nombre de una novela de misterio, pero...

    Recapitulando.

    La(mi) historia de un “posible embarazo-la pastilla del día después-ginencólogo reaccionario” me irritaron terriblemente el martes pasado. En un minuto entendí la molestia de los grupos feministas que reclaman el derecho de la mujer a decidir sobre su propio cuerpo. La situación de no poder comprar una pastilla por que así yo lo quería y depender del criterio y de los prejuicios de un desconocido (Dr. Zañartu), siendo una mujer bien mayorcita, me llenaron de impotencia y rabia. No pude evitar pensar en mi pareja como “el hombre, y posible padre, a la distancia”. (I)Responsabilidad 50% de ambos, así ocurre en la mayoría de los casos y no me parece condenable, de continuo estamos cometiendo errores y logramos arreglar la carga en el camino y salir adelante… pero en estos casos le toca a la mujer sufrir sola el primer susto y a veces el segundo, el tercero... por ejemplo con un hijo enfermo, sin dinero y sin la compañía ni el apoyo del padre, a pesar de ese porcentaje de responsabilidad compartida en partes iguales. Entonces, me imaginé a mi misma preñada, replanteando mi vida y cambiando mis prioridades, más de un problema, muchas recriminaciones por parte de terceros… muy dignita aguantando el chaparrón y entusiasmándome con este nuevo niño, aún así, me vi ante el padre llena de orgullo. Orgullo y distancia. Porque todo ocurre en el cuerpo de la mujer desde el primer momento de la fecundación es que se producen estos sentimientos de enojos y temores. El hombre puede darse por no enterado indefinidamente, según sea su buena o mala voluntad. Pero esto no lo sabré con certeza hasta por el 13 de este mes y seré yo quien estará la víspera nerviosa y asustada, jurándose no volver a cometer la misma imprudencia otra vez.

    Hoy el susto ya pasó y aprendí que la pastilla del día después pude tomar muchos días en conseguirla!!

    ResponderEliminar
  56. Sommer:
    Sí, eso dicen de los ginecólogos y de los camareros... jajaja Besos

    Cesc:
    Tienes razón, aunque mimarla suponga ciertos "sacrificios". Gracias. Un beso.

    Fiebre:
    Así que prefieres "espatarrarte" frente a un desconocido que frente a un conocido... jajajaja. Bueno, si es con fines científicos o médicos, yo también prefiero que sea desconocido o conocido sólo de eso. Besos.

    galatea:
    Al empezar tu comentario, iba a bromear con lo del "accidente", pero me parece muy serio lo que cuentas. En todo caso, no dejes que los prejuicios de los demás te hagan dudar de lo que tienes claro. No estás hablando de un hijo, sino de la posibilidad de un embarazo, que ya hay diferencia. E incluso confirmado un embarazo, para que éste se transforme en un ser humano nacido y vivo tienen que darse unos cuantos milagros más. Espero que todo te haya ido bien. Gracias por abrirte y contarme. Un abrazo muy fuerte.

    ResponderEliminar
  57. Trato de ponerme al ida, entre nauseas y malestares, y decido visitarte de primera, no se tus escritos tienen algo especial para mi, son escritos para pensar... luego leo el encabezado de esta entrada y la comparación me pareció genial...

    Alis siempre encantada de leerte
    Un abrazo

    ResponderEliminar
  58. He estado leyendo varios textos tuyos (es un placer que hayas pasado por mi blog y darme la oportunidad de conocerte, en serio) y he tenido que pararme a comentar en este porque presiento que esas visitas son tremendamente importantes para ti, de lo contrario no escribirías "De este proceso saldrá la mujer que voy a ser". Y te deseo suerte. Seguro que lo del ginecólogo es lo de menos.

    Me he reído con el comentario de Titajú (a la que visito asiduamente) y la matanza de Texas, siempre es muy divertida.

    biquiños,

    ResponderEliminar
  59. Yo aún no me he acostumbrado y no será por visitas :))

    El fondo del texto.... inmejorable.
    Abrazo!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Fíjate tú, Carmela, que las últimas visitas fueron muy agradables. Aunque tarde en volver...

      Muchas gracias

      Beso

      Eliminar