Y nosotras también, mirando al cielo. Tú me presentaste a Perseo y recordabas historias que me decían más de ti que un puñado de confidencias. Y contábamos deseos. Pedíamos uno por cada siete estrellas. Reuní diez. Tú me ganaste. Y me alegré. Estaba feliz con los míos, con la noche, con el momento... Qué rico disfrutar momentos siendo consciente de ello.
Hoy cambiaría con gusto esos diez deseos, y unos cuantos más, por una noche como aquélla. Una noche en la que el cielo nos regaló su espectáculo, una noche (como tantas otras) en la que tu compañía era motivo suficiente para dar gracias a la vida... una noche de lluvia de estrellas junto a la torre de Hércules.
Qué bonito, Alís, me has hecho soñar. Me has trasladado a un momento mágico. Y qué irrepetibles son...!!
ResponderEliminarUn besazo grande grande
(por ser la primera me aprovecho, jeje)
Me que do con esa expresión: “y recordabas historias que me decían más de ti que un puñado de confidencias”
ResponderEliminarY así lo creo, somos lo que contamos, lo que leemos, lo que comemos, lo que amamos, somos en función de lo que nos constituye. Tantas veces, las mismas palabras que fundan la subjetividad, son las mismas que sobran.
Saludos. Hermosa historia.
Es de una hermosura impresionante, Alis. Tuienes un vuelo, amiga, que orgullo para este medio!
ResponderEliminarBicos do rel (coloqué como epígrafe de mi banner el fragmento de un comentario que me dejaste)
Otro abrazo
Qué magia tienen las noches de lluvia de estrellas ¿se cumplieron tus deseos?
ResponderEliminarLeo el último párrafo.
ResponderEliminarObservo los tiempos verbales
Me voy a etiquetas.
Y me pregunto ...
¿Nostalgia, pero no de estrellas?
...
Pero qué bueno recordar haber sido consciente de la felicidad de ese momento (como tantos otros).
Al final es lo que queda.
Algunos momentos.
Esos.
Un beso.
Siempre se debe soñar, buscar estrellas, cometas en el cielo para volar...Bello recuerdo Alis, nada como estar de la mano de esa persona especial y de frente al Universo junto a la torre de Hércules con cientos de meteoros Perseidos.
ResponderEliminarUn beso.
Cuarenta y tantos años y jamás pude ver caer una estrella. Con esa lluvia yo me daría un atracón.
ResponderEliminarSaludos
Has creado una atmósfera perfecta. Además, lo que más me gusta es que cambiarías cualquier deseo por volver a vivirlo. ¿Sabés qué? Yo también lo haría.
ResponderEliminarUn beso.
Lagrimas de San Lorenzo que espero que no hayan sido lagrimas negras...
ResponderEliminarBesos.
Querida Alís,mañana entre las
ResponderEliminarnueve y diez de la noche cuando
Perseo salga por el Noroeste
busca esas perseidas e imagínate que estás en nuestra queridísima tierra, yo me uniré a tí y contemplaremos juntas tan bello espectáculo.
Biquiños desde el Noroeste
de España.
Qué bonito. El texto, la lluvia de estrellas y la Torre de Hércules, jeje.
ResponderEliminarUn abrazo :)
Es un bonito relato. Junto a los amigos y aquel primer amor o persona especial, que no se llega a olvidar del todo.
ResponderEliminarEsta lluvia de estrellas es la 3ª mayor del año, no nos la podemos perder...
saludos.
Hola Alís, encontré tu espacio a través del amigo REL...
ResponderEliminarA veces pienso que existe el maravilloso universo de estrellas para recordarnos que lo infinito también habita en eternos instantes.
Hermoso el ser concientes, al unísono, del momento en que disfrutamos del encuentro perfecto, entre lo que nos rodea y nuestro mundo interior.
Un abrazo..
Noralí.
Bajo el influjo de la torre de Hércules todo puede suceder. Incluso la historia sucumbe a sus pies.
ResponderEliminarUn abrazo
Que noche aquella debe haber sido, ya la imagino, una soberana noche de semi Dioses. Toda una Odisea debe haber sido para quien compartió contigo. Besos mi linda Alís.
ResponderEliminarSalud-os desde mi tártaro.
Recién comentaba en otro blog que en mi caso las estrellas fugaces sirven como una suerte de barómetro de mis prioridades. Al ver uno, e imagino que mucho más al ver una lluvia de ellas, me brota espontáneo un deseo que revela cuales son mis prioridades y anhelos.
ResponderEliminarUn abrazo.
Esas cosas, más o menos pequeñas, son las que hacen que esta cosa que llamamos vida merezca ser transitada.
ResponderEliminarAlgunas veces las magnificamos, por necesidad de hacerlo o solamente porque si, pero creo que la mayoría de las veces las recordamos con la importancia que se merecen.
Muchos besos.
D.L.
No sé cuantas noches me habré quedado lelo mirando a la luna, o a las estrellas, o al mar y sus sonidos desde esa atalaya. Si Coruña merece salvarse por algo es por la Torre.
ResponderEliminarMe has trasladado a las noches de cine de verano junto a mi familia. Sentaditos en una silla de madera y comiendo pescaito frito, veíamos las estrellas y contábamos las estrellas fugaces, atentísimos para no perdernos ese deseo al que tenías derecho si la veías caer.
ResponderEliminarPreciosa entrada.
Besos.........Leonorcita
Que precioso texto, arrobador, cautivante.
ResponderEliminarHay momentos únicos que valen mucho más que oro.
Estoy comenzando a creer que esa torre es el lugar ideal para ver llover las estrellas!!
ResponderEliminarHay momentos magicos en nuestra vida, instantes que quedaran en nuestra memoria para siempre... @++
Me encantaria recordar algun momento como ese, un momento que jamas tuve la dicha de disfrutar.
ResponderEliminarSolo una vez disfrute la caida de una estrella y apenas alcance a pedir un deseo, pero lo bonito de todo esto es el momento!
Que se repita Alís!
Bss.
¡Justamente habrá lluvia de estrellas este sábado por acá! Lo más seguro es que ni se vea de tanta nube que tenemos gracias a las lluvias, pero me parece una experiencia bellísima, Alis.
ResponderEliminarUn abrazo.
Yo nunca he visto una lluvia de estrellas, debe de ser todo un espectáculo
ResponderEliminarUna noche estaba con un amigo en el parque mirando una lluvia de estrellas y una cayó sobre mí y me quemó. Pero después me dí cuenta que había sido mi amigo que tenía su brazo sobre mi hombro con un cigarrillo encendido.
ResponderEliminarun beso estrellado
Mercedes
ResponderEliminarSí que fue un momento mágico. Gracias. Otro besazo para ti.
Valentín Ibarra
Las confidencias no son tan elocuentes como los gestos, actitudes, miradas… Gracias. Besos.
REL
¿Qué puedo decirte? Me has emocionado. Y me mimas demasiado. Bicos.
Claudia
La verdad no sé si se cumplieron. No los recuerdo. Supongo que algunos sí y otros no. En realidad, era más un juego. Lo mejor de todo era lo que estábamos viviendo en ese momento. Besos.
Juncal
Nostalgia, sí. De las estrellas, claro (no he vuelto a ver otra noche como aquélla) y de la compañía, una amiga con la que he compartido buena parte de mis ratos más felices. Y siendo consciente de ello que, como dices, es lo que queda. (Eres muy observadora. Me gusta). Besos.
Taty Cascada
ResponderEliminarEsa noche, la compañía, la ubicación y el espectáculo en el cielo es irrepetible. Tengo la suerte de haberlo vivido. Besos.
S. para Ella
No sé de qué hemisferio eres. Si del norte, sal ahora mismo a buscar un lugar poco iluminado y mira al cielo. Si eres del sur, tal vez en octubre puedas ver unas cuantas estrellas fugaces. Un abrazo.
Daniel Rioja
Claro que cambiaría cualquier deseo. Los momentos mágicos hay que disfrutarlos incluso a costa de algún sueño… Dice mucho de ti saber que también lo harías. Besos.
Nacho
No, no eran lágrimas negras. Eran de luz. Besos.
Marisa
En estos momentos debes de estar disfrutando de ese espectáculo, quizá desde tu “xanela”. Temo no poder acompañarte, porque no se ven en el hemisferio sur. Tal vez en octubre haya suerte con las oriónidas. Biquiños.
Lucía
ResponderEliminarSobre las estrellas y la torre de Hércules estoy totalmente de acuerdo. Sobre el texto, sólo puedo darte las gracias. Besitos.
Lemaki
Tendré que esperar a octubre. Disfrútala tú. Gracias. Un abrazo.
Noralí
Si vienes desde casa de REL eres doblemente bienvenida. El Universo nos hace regalos que, aunque evidencian lo pequeños que somos, nos hacen sentir grandes. Vuelve siempre que quieras. Un abrazo.
Jan Puerta
Uyy!! La de cosas que sucedieron y suceden bajo el influjo de la torre de Hércules. Qué bueno que siga alumbrándonos y ahora con reconocimiento. Un abrazo.
Húayat
Una noche divina, sí señor. Y tuve una magnífica compañía. Un abrazo.
Luis
ResponderEliminarNo lo había pensado de ese modo, pero es cierto. Ver qué deseos pedimos es un buen modo de evaluar cuáles son nuestras prioridades. Tienes un modo de analizar la vida que me gusta. Besos.
Delfín Loco
De esas cosas nos encontramos muchas en el camino, aunque no todas sabemos verlas. ¿Ves que hay motivos para ilusionarse? Besotes.
Paseante
Yo no me canso de mirar la Luna, ni las estrellas, ni las nubes, el mar… (es que también soy de Letras), desde cualquier lugar. Y desde la torre de Hércules tiene un sabor especial. Pero no seas tan duro con tu ciudad, tiene más cosas por las que salvarse (yo me traería, por ejemplo, la plaza de Azcárraga). Besos.
Leonorcita
Me alegro de haberte llevado a un buen recuerdo. Muchas gracias. Besos.
Fero
El oro no podemos llevárnoslo con nosotros a la tumba, pero los recuerdos sí. Eres muy generoso conmigo. Gracias. Besos.
V de Tierra
ResponderEliminarPues estás empezando a creer bien. Aunque para una lluvia de estrellas cualquier lugar desde el que pueda verse es bueno. Besos.
Sonia
Por el veintitantos de octubre hay otra lluvia de estrellas que sí puede verse en el hemisferio sur. Inténtalo. Vale la pena. Besitos.
Espérame en Siberia
Intenta buscar un lugar despejado y oscuro y ve con buena compañía. Así, aunque no puedas verlas, podrás disfrutar igual. Besos.
Miguel Baquero
Pues ésta es la noche. Sal ahora mismo y busca un lugar poco iluminado. Nunca es tarde… Y pídeles el deseo que ya sabemos. Besos.
Lucrecia Borgia
Hubiera sido mejor no descubrir la verdad. Ser quemada por una estrella es algo que no muchos pueden contar… Un beso fugaz (es el día)
de golpe, esta inevitable nostalgia de españa y mi familia...
ResponderEliminarEsas ocasións que perduran na memoria pola compañía e polo escenario son o carburante que nos fai continuar imaxinando desexos!
ResponderEliminar(E que nos fagan ver estrelas tamén mola. Sexa ó pé da Torre de Hércules ou ó carón dun valo de pedras novas...)
Bicos de Antas
Muy lindo, me arrancaste una sonrisa.
ResponderEliminarBeso
"Pedíamos uno por cada siete estrellas. Reuní diez. Tú me ganaste. Y me alegré. Estaba feliz con los míos, con la noche, con el momento"
una satisfacción, como tu etiqueta.
Cuantas cosas y recuerdos llevan las cosas, a ti una lluvia de estrellas, a muchos tal vez una tza de cafe o un rato tirados al pasto...
ResponderEliminarLas estrellas se hallan tan lejanas, que afortunadamente, se dejan ver en A Coruña y en muchos lugares más.
ResponderEliminarAmor a las Lágrimas de San Lorenzo; aún lloran iluminando el cielo.
Con afecto,
Fdo: Sucette D´Ment
Estupenda narracion: bien contada y con una tematica de gran sensibilidad y de gran sabiduria.
ResponderEliminarQue las lagrimas de San Lorenzo te sean siempre propicias.
Un abrazo.
Anoche, lamentablemente, despues de un dia de sol, bajó la niebla y no nos permitió ver las estrellas. Quedan todavia dos días, hoy y mañana, pero mi lugar para la penorámica no es la Torre de Hércules, sino la playa de Bastiagueiro que está al lado de mi casa. Bueno, para ser exacto y menos prepotente es mi casa la que está al lado de Bastiagueiro.
ResponderEliminarMe gustaría ver la Cruz del Sur, porque se que bajo esa estas tu.
Un beso
sólo ví las Perseidas una vez, el año pasado y me gustó mucho la excursión.
ResponderEliminarme fui con mi hija y su pandilla (chicos y chicas) a la playa de Esmelle y allí tumbados sobre la arena, observamos el cielo, dando gritos de alegría cada vez que veíamos una estrella fugaz.
biquiños,
Hola Alís, efectivamente me han desescayolado pero todavía no puedo apoyar el pie en el suelo hasta el 8 de septiembre. El lunes próximo empiezo la rehabilitación y ya iremos viendo.
ResponderEliminarbiquiños y gracias por interesarte.
Leerte es viajar... alucinado
ResponderEliminarSaludo y beso.
por una noche como la que ha de ser.
ResponderEliminarbesos
Mi viejo siempre me advertía: "No cuentes estrellas señalando con los dedos, porque te saldrán verrugas" y cuando se daba la vuelta, ahí iba yo con mi indice señalando una a una...Nunca he tenido verrugas...hace años mientras veía las Perseidas traté de contar con el indice y un amigo me dijo: "Sabías que si cuentas con los dedos, te salen verrugas?"...Fue una noche buena aquella entre amigos, con tragos, observando a las parejas que se amaban sin tabues y nosotros allí en medio, cinco almas solitarias contando estrellas y pidiendo deseos...a mi no se me cumplió ninguno...por eso he dejado de ir.
ResponderEliminarUn besito.
Emiliano Martínez
ResponderEliminarHemos de convivir con la nostalgia. Ésta forja nuestro carácter. Bienvenido. Espero verte de nuevo por aquí.
Chousa da Alcandra
Pois sí, a falta dunha boa chuvia de estrelas, que no-las fagan ver mola. Bicos estrelados.
Horacio
Me alegro de haberte hecho sonreír. Gracias. Beso.
Esme
Uy, no sólo una lluvia de estrellas me trae recuerdos. Como tú bien dices, son muchas las cosas que nos hacen evocar buenos momentos vividos (y no tan buenos). Besos.
Sucette D´Ment
ResponderEliminarSucede que a veces para poder apreciar algo tenemos que verlo en la distancia… Besitos.
Perfecto
Muchas gracias por tu generosidad. Un abrazo.
Albino
Espero que las nubes se hayan retirado al menos el tiempo suficiente para que pudieras apreciar alguna estrella fugaz. Es lo que ocurre en Galicia, que el cielo no siempre acompaña… Le daré saludos de tu parte a la Cruz del Sur. Bicos.
Aldabra
Ver las estrellas tumbada en la arena tiene que ser muy placentero… Me alegro de que te hayan “desescayolado”. Suerte con la rehabilitación. Bicos.
1600 Producciones
ResponderEliminarSiempre tan amable con tus comentarios. Gracias. Besos.
ego
aunque sólo sea una al año… biquiños.
Zayi
Yo no recuerdo si se me cumplieron los deseos o no. Ni siquiera recuerdo qué pedí. Pero volvería una y mil veces a observarlas. Y yo sí que tuve verrugas, pero no creo que por contar estrellas… aunque, quién sabe! Besitos
Con una buena compañia poco importa el escenario. Este es sólo sirve de indice para guardar los recuerdos.
ResponderEliminarLo realmente importante es lo vivido y lo sentido en aquel momento y eso si que queda grabado a fuego.
Ay, Alis, cómo voy a darlos por perdidos! Si estás tú! Con esta memoria tan viva y tan mía también, el campo de la Torre, la señora en bata, sí, lo recuerdo pero muy vagamente, como aquellas visiones que nos asaltaban de repente y ya podían ser conachadas auténticas que hacían que todo encajara y nos creyéramos las elegidas de una revelación, ¿te acuerdas? Para mí era lo máximo. Podía pasar días enteros viviendo de rentas con esa sensación revoloteando en la cabeza hasta que aparecía una nueva y entonces ya me sentía en estado de gracia divina, "¡divina porquería!”, como le gritó un señor a María Pujalte en el escenario de aquel cabaret de Los Ron, jajajja. Nunca olvidé aquello de divina porquería. Polvo de estrellas. Pues eso... Que te quiero, rubia rapada, y qué bien tan grande es tenerte. Aunque a veces me sienta en deuda con esa capacidad tuya de dar y dar y dar, y dar tan bien. Así que pide cinco deseos, que yo pediré que se cumplan. Y a ver si me aplico un poco con la puntuación, que estoy echada a perder, y te junto por lo menos unas letras.
ResponderEliminarBesos como soles