Se fue muriendo poco a poco. Ella sentía que lo estaba matando. Según se iba acostumbrando a su ausencia iba borrando su memoria.
Los primeros meses fueron un constante desgarro. Se aisló en el recuerdo y se esforzaba por perpetuar la antigua rutina, como si de ese modo pudiera mantenerlo a su lado. Preparaba su ropa cada noche como había hecho por años, y la lavaba y planchaba al día siguiente para que siempre estuviese impecable. Cocinaba sus recetas favoritas, esos platos que él tanto disfrutaba y que lo ponían alegre. Solía demostrárselo cuando se iban a dormir. Incluso empezó a apretar la pasta dentífrica por la mitad del tubo; era algo que le reprochaba, pero ahora ese gesto mantenía la ilusión.
Al cabo de un año, la familia y las amigas lograron convencerla de que de vez en cuando saliera, de que buscase alguna actividad fuera de la casa. Se apuntó a un curso de historia, participó en alguna reunión familiar, siempre excusando la ausencia de él. “Está siempre tan lleno de trabajo. Cualquier día de éstos le dará un infarto”, decía ella provocando un silencio incómodo a su alrededor y que las lágrimas asomaran a sus ojos.
Poco a poco fue aumentando su vida social y descuidando las tareas de casa. Nuevas aficiones, nuevos amigos, incluso alguna nueva ilusión para su corazón. Cuando se dio cuenta, ya la ropa de él estaba acumulando polvo y humedad en el armario, debía buscar fotografías para evocar su rostro exacto y el eco de su voz se fue borrando en su mente.
Se dio cuenta de que ahora sí se había ido. No falleció cuando sufrió aquel demoledor infarto. Se fue muriendo poco a poco. Sentía que lo había matado, que según se fue acostumbrando a su ausencia fue borrando su recuerdo. Y lloró sus últimas lágrimas por él.
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Triste relato.
ResponderEliminarBesos.
Qué tristeza, Alís.
ResponderEliminarUn abrazo
Me dió algo de escalofrío Alís!!!
ResponderEliminarQuizas porque las pérdidas me afectan mucho!!!
Algunas personas olvidan despues de un tiempo algunos detalles... otras en cambio mueren casi detras de sus seres queridos de alguna manera!!!
Besos cielo!!!
aguas saladas.
ResponderEliminary no son mares.
Alís,tu entrada me trae a la mente lo que ocurrirá dentro de poco....uffff lo siento.
ResponderEliminarOfú, niña, qué triste, hermoso, pero muy triste. Es nuestra memoria la que hace que vivan los recuerdos y, con ellos, las personas que forman parte de ellos. Y es inevitable sentirse culpable por olvidar.
ResponderEliminarBesos, princesa
Hoy me abstengo de decir.
ResponderEliminarQuiero matar recuerdos.
O, al menos, congelarlos.
Abrazos en Disney
Así es la vida, el murió y ella fue matando su dependencia en defensa propia, no matarlo a él, no olvidarle ¿porque?
ResponderEliminarbesos
Siempre hay que pasar página. Y mientras vives con y en su recuerdo malvives dependiendo, dependiente.
ResponderEliminarAunque parezca cruel, y más aún para quienes lo han pasado es una tarea muy difícil. Solo tenemos que pensar en alguien que nos falte, en un ser muy querido.
Al recordarlo te angustias, pero al ver sus cosas te echa atrás. Al tocar aquello que no es, no era tu vida te es imposible hacerlo. Y de ésto sí sé lo que digo.
Por lo que me parece genial que haya salido de su tortura, haya empolvado cuanto la rodeaba y se ilusione con, cuando y como pueda.
Un besín.
Hermoso relato, triste, pero no por ello lleno de ternura.
Creo que es casi normal sentirse traicionero con quien falleció prematuramente y nos dejó una estela de felicidad.Sin embargo la vida sigue y exige que los círculos sean cerrados para enfrentarla adecuadamente.
ResponderEliminarImaginemos por un instante que es uno el fallecido...¿querría que mi pareja querida se arrastrara dentro de su existencia con culpas por mi causa,si en vida tuvimos felicidad compartida? ¿ O más bien querría que se realizase como persona y libremente trazara el resto de su camino sin el peso de los recuerdos?
En el plano teórico suena lógico. En la práctica "otra cosa es con guitarra" como se dice por acá.
Muy bien escrito!
Un relato riste pero muy verdadero. Todos lo que hemos vivido estas muertes tan dolorosas sabemos lo difícil que es aceptar la partida de un ser querido. Uno loo hace como puede y el tiempo va borrando un poco ese dolor desgarrador para darle paso a esos hermosos recuerdos que ellos nos dejaron y que alimentan nuestras vidas. Hermosa entrada beso
ResponderEliminarhttp://el-ser-bohemio.blogspot.com/
Qué sano y sabio, respetar los tiempos del corazón.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Besos para ti bella Alís.
mar
No se muere el día que te cubren los huesos con tierra, creo que el verdadero olvido ocurre cuando te borran del recuerdo ...Si la vida nos quitó algo tan amado, tenemos dos opciones: vivir circunscrita al recuerdo de un gran amor que fue todo y más, o borrar los detalles para reconstruirse y volver a enamorarse...Yo como alma romántica y sensible, me quedaría con la opción uno.
ResponderEliminarUn beso Alis.
Es tan rigurosamente exacto tu relato, tan tierno y tan humano!
ResponderEliminarHay quienes también suelen "matar" del mismo modo a parejas que aún viven junto a ellos.
Una joya, Alis
moitos bicos
Mi bisabuela fue viuda muy joven... y siempre cuenta mi madre que ella le decía que menos mal que nada duele como el primer día... si no, no se podría vivir
ResponderEliminarBesicos
Creo que has descrito a perfección lo que es el duelo, recuerdo que hace cinco años atrás mi madre solo sabía conversar acerca de mi viejo recién fallecido, hoy ya casi no lo nombra y ha aprendido a vivir sin él.
ResponderEliminarUn abrazo.
Muy verdad, se pasa peor durante la agonía del recuerdo que en el momento del óbito.
ResponderEliminarUn beso, Alís.
Muy bueno Alís.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo, la gente muere definitivamente cuando dejamos de recordarla.
Besos.
Para pasar un duelo hay que haber perdido a la persona querida, pero qué me dices de tenerla escondida?? un amor que tiene que ser secreto por no ser entendida?
ResponderEliminarTe colocas en una tesitura en la que no estoy de acuerdo. A los seres queridos hay que quererlos en vida.
Salud
p/d.- ni se te ocurra morir sin nada que decir. Recuerda que estoy por aquí.
Vengo a dejarte un poquito
ResponderEliminarde cielo y mar desde esta isla
de Lanzarote, perdona que no
tenga tiempo para comentar como te mereces.
Biquiños
Yo espero no olvidar nunca a todos lo que se han ido, pero a veces, me siento las mismas sensaciones que has relatado.
ResponderEliminarPrecioso relato.
Un besazo.
La vida sigue, y hay que tratar de sobreponerse a las pérdidas que se producen durante ese camino, de la mejor manera posible, si no queremos que con su vida se vaya también la nuestra.
ResponderEliminarUn beso
Bueno, eso es ley de vida, ¿no? El muerto al hoyo y el vivo al bollo. Y no puede ser de otro modo: de lo contrario unos estarían en el hoyo y otros vagando como sombras por el mundo.
ResponderEliminarTal vez la veleta que mueve la memoría sea el viento con más sentido...
ResponderEliminar¿Sabes, mi lady? Una vez me dijeron que hay quien está más enamorado de la ausencia que de la presencia. Hoy me has recordado esta vieja frase y te lo tenía que decir.
ResponderEliminarEl texto es triste, y el título me ha resultado desgarrador.
Un beso.
LADY JONES
La gente no se muere cuando se muere el cuerpo...mi viejo se fue hace 22 años...pero no hay un sólo día en que no le eche de menos y que no quiera estar a su lado para abrazarlo.
ResponderEliminarMe moriré con este sentimiento...él no, él siga acá.
Un besito.
(me has emocionado, mi Alís)
Esto es un infarto compartido en varias etapas...
ResponderEliminarBesos
El duelo es algo que todos tenemos que pasar, decir el adiós definitivo no tiene nada que ver con el físico; hasta que no lo aceptes, no podrás seguir adelante.
ResponderEliminarEn fin, qué relato más triste, Alís.
¡Por fin!
ResponderEliminarAlis,
Le tienes cogido el punto a la comedia humana y eso para escribir es imprecindible, luego saber contarlo y aquí estas muy fina.
Por otra parte creo que deberias de economizar un poco en el lenguaje, incluso, llevarlo al límite. Sigo pensando que aquí en el blog deberias de experimentar más, si, todavía más. Me gusta cuando le das cuatro vueltas a una historia y me dejas con la boca abierta, jaja, si, eso me encanta.
No olvides nunca, que siempre es mi opinión y ya sabes que no vale mucho, no.
Espero que estés bien, tan bien... como en la consulta de la Dra. Ruth, jaja.
Muchos besos
El olvido es necesario para el ser humano (que se lo digan a Funes, el memorioso)
ResponderEliminar¡Besos sin olvido!
hola! ya de regreso, ahora me pongo al dia con tus relatos!
ResponderEliminarAlgunas personas mueren estando en vida aun... y otros cuyos cuerpos se esfumaron hace mucho siguen viviendo en nuestra mente y en nuestro corazon.
@+
Es tremendo como lo relatas pero...la vida sigue y los recuerdos no se borran simplemente se atenúan con el tiempo y van doliendo menos...
ResponderEliminarUn beso
Infarto fulminante, lento esquecemento. Demostración inequívoca de que mente e corazón non sempre andan xuntos nas cousas do querer...
ResponderEliminarBicos vivos
Triste escrito..pero como dicen por ahi,todo se termina y nada queda.
ResponderEliminarSaludos.
Desolador, la lágrima limpia y el duelo hace su curso. El corazón siente y eso es tuyo...Besos Alis, me ha llegado hondo
ResponderEliminarLa vida sigue a pesar de todas las muertes pero yo no creo que nunca se llegue uno a olvidar del todo, sé que no.
ResponderEliminarbiquiños,
Te pones trágica, Alis, pero sabes describirlo muy bien.
ResponderEliminarRealmente uno empieza a morir desde que nace, pero hay muchas excusas para olvidarlo: el amor, el trabajo, la diversión. Lo malo es si todo esto se acaba porque entonces llega la muerte espiritual, la muerte en vida.
Un beso
La tercera vida de la que hablaba Manrique... no tine que ser eterna, ¡faltaría más!
ResponderEliminarbesos
Nadie muere mientras alguien lo recuerdo. Eso se dice al menos.
ResponderEliminarA mí me cuesta un gran esfuerzo olvidar y, cuando creo que lo conseguí, el recuerdo me abofetea de nuevo. Como si quisiera no desaparecer.
No es bueno vivir en, para, de, con los recuerdos. Pero olvidar...
Me ha encantado como vas describiendo, de una forma tan breve, la intensidad del olvido.
Bicos.
Eso es una muerte en vida, una agonía bien descrita. Sí señora.
ResponderEliminarBesos, Alís.
pura supervivencia, aunque a veces nos genere culpa. Desgarrador relato.
ResponderEliminarAlís, cariño. Como la idiota que soy te he dejado un comentario referente a este post ...pero en el post anterior. Espero que sepas disculparme.
ResponderEliminarLos recuerdos, o quizás algo más,juegan con nosotros y nos hacen cometer estas tonterías.
Bicos.
Eso dicen, que mientras alguien nos recuerde seguimos vivos de alguna forma. Es triste el relato, mucho más triste porque el final es inevitable también para la protagonista, y para el lector...
ResponderEliminarSe que suena demasiado tópico Alis, pero la vida sigue...y debemos vivir.
ResponderEliminarBesos grandes
Buen relato. Un tanto triste, pero muy lindo, aunque parezca paradójico.
ResponderEliminarBeso
Anclarse en el recuerdo es sacrificar el tiempo de la propia vida, hay que seguir adelante. Me alegra que la protagonista del post lo lograra con la ayuda de sus amigos.
ResponderEliminarUn beso.
Muy triste. Pienso como Dani la vida sigue.
ResponderEliminarBesos.
Nacho
ResponderEliminarProbablemente aunque también tiene el optimismo que aparece cuando cerramos ciclos y eso nos permite seguir adelante. Besos.
Ml
Es triste perder al ser amado, pero más triste es no poder avanzar. Un gran abrazo.
Alma naif
Supongo que entre olvidar pronto y morirse con el ser amado hay un término medio, que es en el que el tiempo cicatriza las heridas y permite retomar la vida. Creo que es el caso mayoritario y también el idóneo. Besitos.
ego
gota a gota, lavando el alma y marcando el rostro. Biquiños.
Morgana
Lamento recordarte una situación triste, que dolerá, pero debes ser fuerte. Un beso enorme.
Mercedes
ResponderEliminarTampoco se trata de olvidar del todo, pero sí lo suficiente para poder vivir sin ese puñal en el corazón. Besos.
Larisa
Congelarlos parece una muy buena idea. Besos.
Pury
Entiendo que se quiera mantener el recuerdo de quien te hizo feliz y ya no está, y no hay por qué matarlo, pero sí es bueno romper esa dependencia. Besos.
Princesa_
Tienes razón, es muy difícil, pero se puede y es conveniente. Un beso para ti.
Rudy
Si yo muero antes, querré que intentes ser feliz. Eso sí, te advierto que si te vas antes tú, yo haré lo mismo. Aunque no hay prisa ¿verdad? Besitos.
El Ser Bohemio
ResponderEliminarDifícil, sí. Hay que contar con la ayuda del tiempo, de los nuestros y poner algo de voluntad por salir adelante. Muchas gracias. Besos.
Mar
Hay que respetar los tiempos. Es tan antinatural no llorar como hacerlo eternamente. Muchas gracias. Besitos.
Taty Cascada
Yo creo que existe una tercera opción: asumir, comprender y aceptar. No es necesario olvidar para seguir adelante, pero no se puede estar recordando de forma enfermiza. Ni por uno ni por los que nos rodean. Besos.
REL
Qué triste matar en vida ¿verdad? Para eso es mejor dejar libre al otro y darle la oportunidad de ser feliz. De paso, nos la damos a nosotros mismos. Gracias. Bicos.
Belén
ResponderEliminarMe encantó lo que decía tu bisabuela. Pero eso, a estas alturas, ya lo sabes. Besitos.
Luis
El tiempo de duelo es inevitable. No vivirlo es mentirse a sí mismo. Pero debe tener un final. Un abrazo.
José Alfonso
Supongo que los días que transcurren en soledad son los que más golpean con el recuerdo de lo que ya no tenemos ni tendremos. Besos.
Toro Salvaje
Creo que nunca dejamos de recordar a alguien a quien quisimos, pero al menos nos acostumbramos a su ausencia y elegimos los momentos de nostalgia. El resto del tiempo hay que volver a la vida. Besos.
Hana
ResponderEliminarNo entendí bien tu comentario. Por supuesto que a los seres queridos hay que amarlos en vida, y también cuando se fueron. La única tesitura en la que me coloco es que una vez perdido el ser amado hay que seguir adelante. La vida continúa y no hacemos ningún bien a nadie negándonos la oportunidad de vivirla. Bienvenida. Sigue por aquí mientras lo desees. Salud.
Marisa
Qué maravilla, unos días en Lanzarote. Espero que los hayas disfrutado mucho. Gracias por pasarte aún estando de vacaciones. Es un detallazo. Biquiños.
Odry
No hay que olvidar del todo, se trata de aceptar las partidas y asumir que seguimos aquí. Morir en vida no resucita a quien se fue, y voy más allá: en su memoria, no es justo seguir vivo si no lo aprovechamos. Gracias. Besotes.
Anto
De eso se trata, sobreponerse y seguir el camino. Besos.
Paseante
ResponderEliminarAsí es. Pero es muy fácil caer en la tentación de vagar como sombra. Sobreponerse requiere de cierta voluntad. Besos.
Gabiprog
Al viento hay que ayudarlo. Y si no llega, soplar… Besos.
Lady Jones
Tiene lógica esa frase. En la ausencia tendemos a recordar sólo los buenos momentos y pasamos a idealizar a la persona, con el riesgo de borrarnos detrás de esa idea no del todo real. No sé cómo describirte la sensación al ver tu comentario, pero me produjo una gran alegría. Un beso grande.
Zayi
Porque nunca se olvida del todo. Es imposible cuando se amó tanto. Pero el recuerdo no puede atarnos. Un besazo.
Lucrecia Borgia
Sí, así es. Y afecta a dos corazones. Besos.
Titajú
ResponderEliminarLa vida y la muerte son tristes. Y decir el adiós definitivo, necesario, no implica el olvido absoluto. Sólo lo justo para no morir también. Besos.
Antonio Misas
La comedia humana es la vida misma, la cercana. Intento experimentar, pero no siempre con resultados satisfactorios. (Aún no te tengo pillado el punto, jajaja). Besos.
Jose Rasero
El olvido o, al menos, saber recordar en los momentos oportunos. Besos para recordar.
V de Tierra
Lo ideal sería que todos estuviéramos vivos, en la realidad o en el recuerdo, pero vivos. Me alegra tu regreso. Besos.
Nela
Atenuar los recuerdos. De eso se trata, sí. Besitos.
Chousa da Alcandra
ResponderEliminarNon sempre? Andan algunha vez xuntos mente e corazón nas cousas do querer…? Uhmmm, extráñame. Bicos vivos e despertos.
Amar
No estoy del todo de acuerdo con esa frase. Tal vez sí con la parte de que todo se termina, pero creo que siempre queda algo. A veces, incluso mucho. Un abrazo.
María
La lágrima y el duelo son necesarios, pero tienen su tiempo. O deberían tenerlo. Gracias. Un beso.
Aldabra
Tampoco creo que se olvide del todo. Y sería estúpido borrar los buenos recuerdos ¿verdad? Pero hay que mantenerlos para que nos ayuden a vivir, no para que nos lastren. Biquiños
Albino
Lo admito, a veces me pongo trágica, jajaja. Probablemente nos ayudaría mucho asumir que la muerte es parte inevitable de la vida. Bicos.
De cenizas
ResponderEliminarNi tiene que serlo, ni conviene… Besos.
Fonsilleda
Tampoco creo que se olvide completamente, aunque al que se aferra al recuerdo puede parecérselo cuando se descubre disfrutando momentos sin evocar al ser amado. Gracias. Bicos.
Eva – La Zarzamora
Cuántos años se pierden en estas agonías… Gracias, Eva. Besos.
Claudia
Ese sentimiento de culpa es terrible y obedece, creo yo, a una forma equivocada de entender el amor. Gracias. Un abrazo.
Matapollos
Lamento haber removido recuerdos dolorosos. No lo he vivido en propia piel, pero sí muy de cerca. Demasiadas veces. Y sí he tenido pérdidas con las que inicialmente pensé que no podría seguir. Se puede, no queda otra ¿verdad? Un beso enorme.
Miguel Baquero
ResponderEliminarInsisto en que creo que hay algo de optimismo en el relato, aunque sí, toda pérdida importante es muy triste. Gracias. Besos.
Dani
Lo has resumido perfectamente. Besos enormes (para que vuelvas)
Horacio
En lo feo (y en lo triste) también se esconde belleza. Supongo que se trata de saber mirar. Muchas gracias.
Un beso grande.
Daniel Rioja
Y ya tenemos bastante poco tiempo como para sacrificarlo ¿verdad? Gracias. Besos.
Lucia-M
Al menos, la vida debe seguir. Besos.