miércoles, 23 de octubre de 2024

Choclo, vendo choclo

 

Hizo un sol de justicia cada día de aquel largo verano en que Miguel se dedicaba a vender choclo en las micros de su ciudad. Usaba siempre una gran camisa roja de cuadros y tela gruesa, de manga larga, suelta por encima de unos pantalones ajados y rasgados. 

 

Las ventas se le daban bastante bien. Los pasajeros solían comprarle movidos por la compasión. Seguramente pensaban que no tenía otra ropa. Lo que no sabían es que la falda de su camisa escondía una pistola de fogueo que llevaba para ayudarse a completar la meta de recaudación diaria en caso necesario.


Choclo = Maíz

Micro = Autobús

1 comentario:

  1. Uy un relato que refleja la vida dura de Latinoamérica. Te mando un beso.

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