Fotografía: Rodney Smith
La primera sospecha sobre su problema llegó en el examen médico de rigor al reincorporarse al equipo. Estatura: 1,85. Visitas a médicos internistas, traumatólogos, endocrinólogos…, a clínicas especializadas en problemas de estatura de todo el mundo… pero nadie pudo darle una respuesta clara a qué le estaba sucediendo. No existía ningún caso similar documentado.
Su novia, una joven abnegada que lo apoyó en todo momento, fue la que le ayudó a salir del bache. Pero la vida habría de depararle más sorpresas. Empezaba a olvidarse de lo que le había ocurrido y a retomar la normalidad cuando su pareja lo abandonó. De nuevo se sumió en un mar de tristeza y pronto notó que sus pantalones le quedaban largos. Al medirse descubrió que había menguado otros cinco centímetros (1,80).
Otro período de pruebas médicas, exámenes psicológicos (como si un problema mental pudiera restarle masa a su cuerpo), ingresos en diferentes centros hospitalarios para ser sometido a nuevos exámenes… Nada, ninguna explicación.
No encontraba respuestas, sólo más y más preguntas, que lo convirtieron en un ser desdichado y malaventurado. Y la vida siguió castigándolo con desgracias y centímetros de menos: falleció su madre (1,75), sus pocos amigos lo abandonaron (1,70), perdió su trabajo (1,65), sufrió un accidente de tráfico (1,60)…
No sabe cómo aguantó hasta la actualidad, cómo no terminó con su vida cuando aún tenía el tamaño suficiente para sostener un arma… Sin embargo, ahora, con apenas veinte centímetros, agradece su entereza o su cobardía. La fortuna le sonríe y tiene una fe absoluta en que ésta será su estatura definitiva. Y sonríe cuando pasea al abrigo en el bolsillo de su nuevo amor. Y disfruta cuando recorre el cuerpo de esta mujer en una auténtica maratón del placer.
¿el tamaño no importa?
ResponderEliminar(siempre; el de la distancia, por ejemplo)
biquiños
jajaja interesante el como le das vida a una imagen, he logrado imaginarme a ese hombre en mi bolsillo, una bien lograda perversión.
ResponderEliminaraunque recuerda lo que algun dia escribí en letras pequeñas: el tamaño si importa.
besos y me alegra estar devuelta.
(aproposito, ya se ve la imagen)
Me recuerda a una película "el hombre menguante"mientras mantenga su valentía y ganas de luchar...y ahora disfruta del cuerpo de su amada como nunca...besazos cielo.
ResponderEliminarMorgana
Bueno, bien está lo que bien acaba.
ResponderEliminarMuy ingenioso.
Besos.
Es que no es bueno sobrevalorarnos y es imprescindible apreciar y exprimir nuestras cualidades, aunque sean mínimas.
ResponderEliminarUn beso.
John W.
Muy bueno tu relato Alís, qué ingeniosa y original manera de narrar.
ResponderEliminarTe estaba echando de m enos amiga.
Besos a miles.
La vida nos da golpes que nos hacen ir empequeñeciéndonos, poco a poco, centímetro a centímetro. El amor propio se nos pierde por los suelos. La vida golpea más. La soledad nos va envolviendo.
ResponderEliminarHay que ser muy fuertes para continuar en la lucha.
Lo contaste -me pareció una metáfora o alegoría- de p. madre!
PD: estoy con Asturiela: el tamaño SÍ importa.
Un beso GRANDE!!
¿Quieres decir que el envoltorio no importa?
ResponderEliminar¿Que lo verdaderamente importante esta dentro?
Si es asi, estoy de acuerdo...pero hay muchos que para llegar a lo de dentro hay que quitarles muchas capas.
Besos.
PD.
¿Ves, como mucha gente opina que el tamaño si importa?
Prefieren cantidad en vez de calidad?
:))
Muy bueno, parece ser
ResponderEliminarque los veinte centímetros
son los ideales para que
sonría la fortuna.
Besos
:)
Si fuera asi de chiquita, en cuantos lugares me meteria para escuchar alguna que otra conversación.
ResponderEliminarHay que mirar el lado positivo.
Estuvo muy bueno.
Bss Alis.
Me gusto tu relato.. muy bien escrito peo sobre todo tiene ese toque particular a lo tuyo..
ResponderEliminar¨Hermoso cuando la poesía es todo en el sentir.. nace con amor la lectura..¨ Payés
Un abrazo
Saludos fraternos..
Y que importa la estatura? importa el tamaño de la felicidad en sus días y parece inmenso :)
ResponderEliminarUn besazo
PD pobrecillo que carreras se mete para satisfacer a su mujer,el 69 impensable,no? ;)
Lo que la desgracia le quitó, ¿el placer se lo devolverá?
ResponderEliminarQUE BONITO EL RELATO MUY ORIGINAL A VECES NOS VAMOS VOLVIENDO CHICOS CON LOS PROBLEMAS PERO CUANTAS VECES EL AMOR Y LA AYUDA DEL RESTO NOS HACE GRANDES Y FUERTES.
ResponderEliminarGRAN PERSONAJE ESTE SEÑOR QUE APRENDIO A LLEVAR SU PROBLEMA DE LA MEJOR MANERA VIENDO EL VASO MEDIO LLENO
SALUDOS
Curioso. El increíble hombre menguante. Pero mira, supo sacar provecho de su situación. Qué bueno. Me parece un relato muy imaginativo. Felicidades.
ResponderEliminarBesosss
¿Se le ha quedado cuerpo de vibrador?...besos.
ResponderEliminarMe parece un relato muy interesante. Amiga eres una mujer llena de magia.
ResponderEliminarBesos.
No sé si físicamente, pero a todos nos empequeñecen muchas cosas.
ResponderEliminarLo mejor es hacer como ese hombre, finalmente, y tratar de ser feliz y de hacer feliz a los demás para ser grandes!
Un besito
Lala
Lady, hoy el libro lo escribo yo...
ResponderEliminarPor partes: me ha encantado la originalidad de la historia. Al ver la foto he dejado pasar tu texto antes de pensar en nada, si es que eso se puede hacer... Me ha encantado y he sonreído mucho.
También he tenido mi momento Bridget pensando, "hay hombres que viven toda su vida tratando de que sus veinte no mengüen y así les va". Me ha encantado la metáfora de empequeñecer con los disgustos, y la maratón de placer... Sí, hoy me sorprendiste con tu entrada y me voy super happy!
Un besazo.
LADY JONES
Y lo del bolsillo, jajajajaj, sí, qué bueno.
Alís, cuando me levanto por la mañana mi "PILILA" está muy grande, pero después de hacer pipí se queda en nada. ¿cree usted que tengo la enfermedad de este señor localizada?
ResponderEliminarLa metáfora de menguar por cada adversidad de la vida ha quedado plasmada de forma muy sugestiva.
ResponderEliminarA veces hasta quisiéramos reducirnos a cero.
Un abrazo.
Perdona la humorada, pero parece que estas describiendo a los siete enanitos de Blancanieves, que cuando se ponen uno encima del otro superan los dos metros, lo que suelen hacer para amar a Blancanieves (van por turno)que todos tienen su corazoncito.
ResponderEliminarUn beso
Supongo que estas utilizando una metafora.
ResponderEliminarPuede que estes hablando de lo que le ocurre a alguien cuando empieza muy crecido, y la vida, poco a poco le va poniendo en su sitio y con el tamaño que le corresponde.
También puede que quieras expresar, que las vicisitudes y los problemas, nos van minando sin prisa, pero sin pausa para acabar siendo casi nada.
O ninguna de las dos cosas
No lo se , pero me ha gustado la historieta.
Besos Alis
Que mejor tamaño para estar dentro de Ella. Me hiciste recordar un cortometraje incluido en el film "Hablé Con Ella". Un beso y abrazo fraterno Amiga.
ResponderEliminarSalud-os desde mi alucinación.
transitorio: sí importa, pero es relativo. A veces hay más distancia en un milímetro que en miles de kilómetros… biquiños.
ResponderEliminarAsturiela: A saber en qué bolsillo lo llevas jajajaja. Y bueno, veinte centímetros no es poco. Creo. Beso.
Morgana: Uno nunca sabe dónde está la felicidad. Besazos, madrugadora.
Toro Salvaje: Según eso, no se puede hacer balance hasta el final ¿no? Las cosas siempre pueden cambiar y acabar bien. Besos.
John W.: Y valorarlas en su justa medida… Difícil ejercicio propones. Gracias. Un beso.
ResponderEliminartecla: Gracias, mi niña. Yo sí que te echaba de menos. Besotes.
jose rasero: Gracias por leerme como lo haces. Mentiría si dijera que inicié el relato con esa idea, pero sí lo pensé según lo iba escribiendo. Así pues, es una metáfora casi involuntaria, jeje. ¿Vale igual? Beso grande también para ti.
Nacho: Lo creo de verdad, lo verdaderamente importante está dentro (más me vale). La cantidad de capas depende de cada uno, de la experiencia, de los miedos y la confianza, pero con paciencia se llega al fondo. De cada uno depende decidir a quién quiere conocer y las capas van dando pistas. PD: y síiiii, claro que el tamaño importa, pero yo sigo dando prioridad a la calidad. Besos.
Marisa: jajajajaja, hoy me has hecho reír ya dos veces, ¿y siempre hablando de pájaros? Bicos
ResponderEliminarSonia: El único miedo que tendría yo es que me pisaran… claro que ya lo han hecho y mido bastante más. Gracias. Besitos.
Adolfo: Gracias, aunque yo todavía no identifico cuál es ese toque particular al que aludes. Todo se andará. Un beso grande.
Nela: A ver, chico de casi dos metros, chica de 1,50 (he conocido parejas así) tampoco lo tienen fácil… quizá hay que renunciar a algunas posiciones, pero otras seguro que salen ganando, jajaja. Y queda exhausto, sí. Pero, como dices, lo que importa es el tamaño de la felicidad.
Cesc: Tal vez se lo devuelva con creces, aunque no en estatura. Beso.
ResponderEliminarLuluZiña: Así es, la vida nos va empequeñeciendo o agrandando, pero la actitud es importante. Besos.
Maria Coca: Aunque no la aplico, me gusta la frase de si la vida te da limones, haz limonada… Gracias. Besotes.
Brisa: Cuerpo, no sé, pero tamaño parece que sí. Un beso.
Lucia-M: Gracias por tus palabras, dulce amiga, aunque no sé, no sé… Besitos.
ResponderEliminarLala: Totalmente de acuerdo contigo. Una vez más. Gracias. Besitos.
Lady Jones: Acuérdate de nombrarme en la dedicatoria, jajaja. Y yo me quedo feliz con tu comentario. Muchísimas gracias. Besotes a montones.
Carlos Fox: la enfermedad de este señor, no sé, pero retención de líquidos puede ser… jajajaja ¡¡¡La Trinca!!!, anda qué… Besitos.
Nómada: He tenido esa sensación también. Muchas gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarAlbino: Bueno, este hombre no tiene compañeros en los que auparse, así que el esfuerzo es mayor. A cambio, no debe compartir a la chica. ¿Ves? Todo tiene su lado bueno. Bicos.
Chinaski: Creo que ambas lecturas son válidas y no se excluyen. ¿Sabes? Muchas veces descubro posibles interpretaciones al releer mis textos que no estaban presentes al escribirlos. Tal vez en el subconsciente, pero no fue algo voluntario. Ya me gustaría, pero no tengo esa capacidad. Aunque otras veces sí ¿eh? Gracias, me alegro de que te haya gustado. Besos.
Huayat: Claro, pero con escafandra. Esto me recuerda también una escena de Almodóvar (el submarinista a cuerda de la bañera), pero era de otra película. Ya sé de qué corto me hablas. Un abrazo.
Cuánta imaginación amiga. Y cuántas interpretaciones podemos darle. Esto se llama crear ficción, y no todos sabemos hacerlo. Me retrotrajo a la escena de "Hable con ella" de Almodovar ;) donde él, pequeñito, recorre el cuerpo de su amada. ¿La vio?
ResponderEliminarEres genial mi niña, siempre me dejas con ganas de más.
ResponderEliminarEres una dulzura.
Besos y susurros muy suavecitos
Quizá el cuerpo sea sólo una ilusión y el verdadedoro y real disfrute es esa carrera que no podía hacer sobre el cuerpo de la persona amada
ResponderEliminarbesos
¡Muy bueno! Un hombre con éxito o una mujer con éxito... Lo importante de las personas: Su interior. Los bajitos siempre fueron muy atractivos:P
ResponderEliminarUn beso
Rochitas: Gracias. Sí, recuerdo esa escena. Anteriormente la mencionó Huayat, también. Supongo que desde el subconsciente volvió a dirigirme, o quizá me gustaría que un hombre recorriera mi cuerpo con la dedicación que requiere hacerlo con ese tamaño, como quien conquista una cima… Un abrazo.
ResponderEliminarYemayá: Supongo que es bueno dejar con ganas de más… aunque a veces también es bueno saciar ¿o no? Gracias, mi niña. Besitos.
Alberto: Coincido en que el real disfrute suele encontrarse en el cuerpo de la persona amada, aunque me temo que el cuerpo es más que una ilusión, es una realidad, transitoria pero que define parte de nuestras posibilidades. Al menos, las físicas. Gracias. Besos.
marta: hay bajitos atractivos, hay altos atractivos… cuando te gusta el interior comprendes que lo exterior es sólo un complemento. Gracias. Besitos.
Menguar con cada frustración...pero para tomar impulso y seguir creciendo¡¡¡¡¡¡¡
ResponderEliminarbesos
Supongo que en ropita gastará poco.
ResponderEliminarMe ha gustado, Alís.
Un abrazo,
Con afecto,
Fdo: Sucette D´Ment
Interesante tu juego de palabras que bailan al compas de tus letras
ResponderEliminarAlís, sin escafandra y desnudo para poder nadar y naufragar mejor en Ella. Un abrazo.
ResponderEliminarSalud-os desde mis naufragios anteriores.
Tchss
ResponderEliminarTchsssss
Aquí, en la ventana.
Te invito a desayunar. Traigo los increíbles croissants menguantes y unos prismáticos para leerte de cerca.
Debo advertirte del vecindario. Son unos desvergonzados maldicientes, y cuentan que escondido en tu cajón habita un hombre pequeñito (como el de eurovision, fijaté) que gusta de esconderse entre las prendas íntimas de las mujeres.
Dicen que a la vecina del 3º A, al descubrirlo entre los pliegues de su bragafaja, se le disparó el hipotálamo ocasionando la accidental muerte del pobre Gino, momentos antes de ser ajusticiado.
También cuentan que el anciano del 2º 2ª, al observar el espectáculo escondido tras la cortina de baño, sufrió un desprendimiento de serotonina que lo mantiene en un coma profundo del que solo sale para cantar canciones de Aute.
Y lo peor es que se ha corrido el Rumor y ahora no hay quien quite la mancha de la alfombra.
Un cajón lleno de sorpresas
Voy a tener que volver
Un beso
Mi querida Alis
ResponderEliminarSi esto fuese cierto yo debería medir como 10 centímetros... Lo cual tampoco me disgusta pues podria colarme en los vestuarios del equipo nacional sueco de bronceado femenino (filia que tiene uno...)
Siempre suyo
Un completo gilipollas
De cenizas: Me siento infinitamente pequeña en estos momentos. Ojalá tengas razón y pueda volver a crecer. Gracias. Besos.
ResponderEliminarSucette: No sé, la ropa pequeña es más cara ¿no te habías fijado? Gracias. Besitos.
Recomenzar: Mucha, gracias. Me animan tus palabras. Besos.
Huayat: Demasiados naufragios en los últimos días, aunque el que tú insinúas parece de los buenos. Un fuerte abrazo. Espero que sigas bien.
ResponderEliminarBolki: Te aseguro que todos los croissants son menguantes cuando caen en mis manos (o mi boca)… Me arriesgo con el vecindario. Me gusta la casa. Me encantará que vuelvas. Gracias. Un beso.
Sr. CG: ¿Ve como no es tan gilipollas? Es capaz de verle el lado bueno a las cosas. Eso sólo se logra con cierta inteligencia. Un abrazo.
Tienes una gran imaginación!!
ResponderEliminarY el relato, como siempre, perfecto.
Besos.
Carmela, me gusta inventar relatos a partir de una fotografía (asi ocurrió con el anterior, Recuerdos, y con éste. En realidad, con muchos de los que he escrito). Lo bueno de inventar historias es que en ellas puede pasar cualquier cosa que queramos. No tan así en la vida real...
EliminarGracias!!
Besos