Algunos problemas se resuelven y otros se
disuelven. Son las únicas vías para librarnos de ellos. Existe la posibilidad
de ignorarlos, pero es sólo una ilusión. Lo escondido, lo oculto, no deja de estar
presente y ocupa su espacio.
“No sabía que eres tan perseverante”. Me lo
dijo un compañero, impaciente porque yo me tomaba mi tiempo para que algo me
saliera bien, que es lo mismo que decir como yo quería que saliera. Me reí, pues
sabía perfectamente que en realidad quería llamarme obstinada. Por supuesto, le
agradecí que trajera el lado luminoso de mi tozudez.
Es cierto que soy terca, pero es que más que
no lograr lo que me propongo o deseo me incomoda la sensación de no haberlo
intentado lo suficiente. La dificultad es, quizás, definir cuándo es
suficiente.
Cuando hice los tratamientos para embarazarme
(un proceso largo, con varios intentos frustrados que resultó finalmente en el
nacimiento de las mellizas), mi pareja me propuso, viendo la dureza física y
emocional que suponía el tratamiento, que abandonásemos. Julia y Violeta
existen porque me negué. Sentía que aún podía dar más. Aún podía aguantar. Es sólo un ejemplo.
Los chilenos tienen la expresión de guata
(vientre) para referirse a eso que sentimos y no sabemos explicar. Es una
sensación casi física en el abdomen y tiene cierta lógica si es cierto eso que
dicen de que el estómago es nuestro segundo cerebro.
Mi obstinada perseverancia me ha permitido
resolver no pocos problemas. Otras veces, me cansa tanto golpe contra un muro,
la soledad de una lucha en la que, llegado un momento, ya no sé qué responder si
me pregunto qué quiero lograr con tanto esfuerzo. Entonces siento, de guata,
que ya es suficiente. Como ahora. Y el problema empieza a disolverse.
ResponderEliminarSólo para borrar huellas...
Una férrea cualidad digna de reconocimiento, aunque a la vez en ocasiones puede hacer dificil el saber cuándo sí hay que retirarse.
ResponderEliminarAlexander, en mi obstinación a veces me descubro luchando por algo que ya no quiero, salvo por satisfacer la tozudez de lograrlo. No sólo es agotador, también es absurdo.
EliminarUn abrazo
Todos tenemos nuestros momentos de sentirnos como tú y no saber hacia dónde vamos exactamente...
ResponderEliminarLo importante es seguir y ya ves el resultado, tus dos hermosas hijas que gracias a tu perseverancia están acá.
Besos al alam Alìs.
Paula, mis hijas son el ejemplo de qué ocurre cuando sé a dónde quiero ir y voy a por ello. Otras veces la perseverancia (u obstinación) me permiten sobrevivir a esos tiempos de zozobra que mencionas. La idea que sostengo tozuda en esos momentos es "esto no va a poder conmigo".
EliminarBesos
Me alegro muchísimo.
ResponderEliminarEsa perseverancia no es muy común.
Te felicito.
Besos.
Xavi, no me felicites, porque tiene también sus sombras: cuando no me doy cuenta de que no vale la pena seguir insistiendo e incluso es contraproducente.
EliminarBesos
Tiene que haber un momento en el que rendirse a la evidencia, que no está en nuestras manos, o que no es el momento. A los obstinados, los tercos, nos cuesta encontrarlo, pero al final es un tema de compensación, si el desgaste va más allá de lo que podíamos pagar, mejor abandonar, al vez para retomar :-)
ResponderEliminarUn abrazo y por la serenidad, que no es lo mismo hacer las cosas bien, que empeñarse en que los manzanos de peras.
Si los doctores se hubieran rendido a la evidencia hace años cuando mi madre sufrió un grave accidente ella hubiera muerto. Afortunadamente, eran obstinados y lo intentaron todo. Ya pasaron casi diez años y sigue aquí. Algunos milagros tienen mucho que ver con la perseverancia. Pero es cierto que hay ocasiones en que es mejor parar. Y es difícil para nosotros encontrar dónde está ese sutil límite.
EliminarUn abrazo grande
Soy también perseverante, terca y obstinada, es difícil que ceje cuando me señalo un camino a seguir. Ser así no es fácil, siempre tienes varios frentes en contra.
ResponderEliminarUn beso.
Ilduara, algo de eso nos viene de serie a los gallegos, creo yo, jajaja. Y sí, a veces se vuelve complicado.
EliminarBicos
Efectivamente, lo difícil es saber cuándo uno debe tirar la toalla. Porque cuando se hace un gran esfuerzo para conseguir que una ilusión o propósito se haga realidad, no queremos resignarnos a dejarlo estar. "Una vez más y lo dejo", solemos decir, Y lo sé porque yo también soy muy testarudo cuando veo, o creo, que algo es posible. Y cuando, por fin, has abandonado el empeño sin resultados, durante mucho tiempo te preguntas qué habría pasado si hubieras seguido intentándolo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep, veo que entiendes de qué hablo. Yo descubrí estos días que estaba insistiendo e insistiendo en resolver algo que, cuando paré y me pregunté qué quería lograr con esa actitud no supe qué responder. Era sólo salirme con la mía, probablemente para desentenderme al instante siguiente. No imaginas el peso que me quité de encima. No creo que me pregunte sobre qué pasaría si sigo intentándolo. ¡He ganado tanta paz!
EliminarUn abrazo grande
Paciencia, perseverancia y sentido común son los grandes enemigos de los problemas, y tú gozas de los tres... Hakuna matata!!!! :))
ResponderEliminarPat, creo que me sobrevaloras. Creo que tengo de las tres, sí, pero no sé si al mismo tiempo, jaja.
EliminarBesos
Gracias a la "guata" se consiguen utopías impensables.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Irma, cada vez me gusta más esa expresión, tal vez porque cada vez más la siento verdadera. Hay algo que sentimos en la boca del estómago cuando conocemos a alguien o iniciamos un proyecto laboral o de vida que no suele estar equivocado.
EliminarBesitos
Es entendible, lo que dice Alís. Cuando las cosas se ponen duras y vos os ponéis duros, al final todo tiene solución, gracias a esa constancia que te diferencia.
ResponderEliminarNo suele ser muy común. Pero si es tu idea debes de consolidarla con todas las consecuencias. Eso da a entender que eres fuerte en tus decisiones y al final compensa por muchos tropezones o nadar contra corriente.
Lo importante es que ahora tienes lo que en realidad querías y punto.
Ánimo que la vida es así (ya lo sabes). De esta manera también tienes ahora en el presente tu recompensa.
Bicos y sé tú misma. No cambies.
Joaquín, pensaba ahora al releer tu comentario que creo que la idea de dejar de intentar las cosas lo vivo como un fracaso. O lo vivía. En realidad, una retirada a tiempo también puede ser el camino al triunfo y no abandonar puede llevarnos a un fracaso mayor. No sé... me quedo dándole vueltas a esto.
EliminarSiempre soy yo misma. No sé ser otra, jajaja.
Bicos
Hola.
ResponderEliminarAy a veces es muy difícil superar ciertas cosas. Esa "guata" nos dice mucho más delo que pensamos.
Ser perseverante, o terca, es genial.
Feliz viernes.
Marigem, en estos días en que se me fue disolviendo un problema recordé qué sentí de guata cuando todo empezó. ¡Ay, si le/me hubiera hecho caso! ¡Cuántos disgustos me habría ahorrado!
EliminarBesos
La perseverancia hace que las cosas que parecen imposibles a veces lleguen buen puerto. Cada uno tiene su forma de ser, y lo mejor es estar contenta consigo misma lo llamen como lo llamen ...
ResponderEliminarSuerte y a por todas.
Abrazos Alis.
Campirela, es cierto que la perseverancia logra revertir muchos imposibles. Tengo experiencias al respecto. No voy a renunciar a esta característica, pero he descubierto que tengo que atarla bien cortita, jaja.
EliminarBesitos
"De guata". Me ha encantado esa expresión. No la conocía.
ResponderEliminarA mi cuando se me mete algo también entre ceja y ceja, también me cuesta dejarlo, aunque hay veces que como bien dices, hay que dejar que se disuelvan...
Un abrazo!
Quijo-Meli, a mí también me gusta mucho esta expresión.
EliminarCuando intentamos algo sólo por la cabezonería, cuando lo que buscamos ya dejó de ser importante, deberíamos ahorrar las energías que nos quita para dedicarlas a otra cosa que se nos meta entre ceja y ceja, jajaja.
Besos
Como me gusta leer esto, sí , ya es suficiente. Te lo dice la más cabezona...y no es porque me pese mucho la cabeza (que también) jajaja
ResponderEliminarHola weona! ¿Se escribe así? ❤️
Sonrío.
Te beso.
Laura, a saber en qué has pensado para decir que te gusta leer esto, jajaja. El caso es que hay situaciones que me hacen pensar que, efectivamente, soy muy weona. Y no me hace gracia serlo.
EliminarBeso
Sentir en las tripas que ya es suficiente! ¡Qué buena brújula!
ResponderEliminarMe alegro de que se vaya disolviendo eso que te hizo chocar tanto contra el muro.
Un abrazo Alís
Loles, cada vez estoy más convencida de que las tripas son de las mejores brújulas que podemos tener. Al menos en mi caso. De verdad que no recuerdo que me hayan fallado. Sí de cuándo he fallado yo por no hacerles caso.
EliminarBesos
Ya sabes: "el que la sigue, la consigue".
ResponderEliminarHay que ser perseverante y si fracasas varias veces, seguro que el último fracaso es mejor que los primeros. !Vas mejorando!.
Besos.
Juan, es muy cierto. Pero no sé si me estoy volviendo un poco la zorra con las uvas... el caso es que algunas cosas cada vez me parecen más verdes, menos apetecibles. Desde luego, alguna hay que no se merece ni una mínima parte del esfuerzo que le estaba poniendo. Y ahí hay que soltar (esto me cuesta, jaja).
EliminarEn cuanto a los fracasos, es que ya me cuesta vivirme las cosas como si lo fueran, porque todo sirve y sucede para algo. Fracaso sería algo a lo que no le encuentre sentido y con esto vuelvo a la primera parte de mi respuesta, jaja.
Besos
Hola Alís,
ResponderEliminargracias por tan profundo y extraordinario texto.
Desgraciadamente no puedo decir o no podría escribir en el mismo sentido sino en el opuesto.
Saludos
Rosa Mª, ¿y qué te parece si yo te enseño algo de perseverancia y tú me enseñas a mí a soltar y no obstinarme con algo? Probablemente lo óptimo está en medio de las dos, jaja.
EliminarUn abrazo enorme
¡Cuánto me alegra verte otra vez de nuevo por aquí! Y además si el problema empieza a disolverse , pues mucho mejor. En la vida siempre hay crisis, pero todo termina pasando, y al final comprobamos que somos más fuertes de lo que creíamos.
ResponderEliminarUn abrazo muy grande
Rita, supongo que el hecho de que esté por aquí es precisamente porque ese problema se disuelve o aparenta hacerlo (mejor no cantar victoria antes de tiempo). Somos fuertes, es cierto, y a veces cansa.
EliminarUn abrazo gigante
Perseverancia, una cualidad que se suma a las que ya tienes y que hacen que te admire cada día más. Y aún en la distancia recuerda que no estás sola Alís.
ResponderEliminarBesos.
Miguel, me siento acompañada por ti y te lo agradezco. Sobre todo porque pareces tener cierta ceguera con mis defectos y eso me sienta muy bien, jajaja. Seguro que de este texto sólo te quedaste con la perseverancia, pero no olvides que también hablo de tozudez, obstinación, terquedad...
Eliminar;))
Gracias por hacerme sonreír
Besos
Yo veo la perseverancia como una cualidad, como suele decirse "El que algo quiere, algo le cuesta!" i ella nos da esa fuerza para conseguirlo.... no hay que abandonar tan ràpido !.
ResponderEliminarSaludos ;)
artur, también veo la perseverancia como una virtud, porque cuando la vivo como defecto la llamo obstinación. Pero en el fondo estoy hablando de lo mismo y aparece para lo bueno y para lo malo. ¿Qué le voy a hacer?
EliminarPetons
Le vas a hablar de tozudez a un maño.
ResponderEliminarEl caso es que se disuelva. Hemos quedado que era una de las dos vías para resolverlo. Pues me alegro y no poco.
Besos.
Macondo, es verdad, vosotros tenéis fama de ser los reyes de la tozudez. ¿Es tan así?
EliminarEs una de las dos vías, sí. ¿Y te confieso algo? Yo también me alegro mucho.
Besos
Supongo que sabrás el chiste del baturro que va por la vía con su burro y el tren le avisa de su llegada tocando el pito. El baturro le dice: "Chufla, chufla, que como no te apartes tú... ".
EliminarJajajaja. Eso me recuerda a mi madre, que cuando se ponía a cruzar cuando venían coches cerca decía: "Va, tienen frenos". No la atropellaron de momento.
Eliminar¿Cuántos maños murieron atropellados por trenes? jajaja
Besos
Tu eres una peleona y acabaras siempre llevándote el gato al agua y me alegra.
ResponderEliminarBesos
Erik, peleona sí, que siempre me lleve el gato al agua, en absoluto. Algunos palos grandes, no pocos, me he llevado de no lograr lo que quería por más que lo intentara. Me dejaron la satisfacción de tener la conciencia tranquila por haber hecho todo lo que pude.
EliminarBesos
Me gustan -mucho- las personas perseverantes.
ResponderEliminarMe gustan -mucho- quienes siguen intentando hasta conseguir.
guille, a mí me gustan las personas que tienen claro lo que quieren y lo dicen. Y las que no lo saben, pero también lo dicen claramente.
EliminarBesos
Por aquí decimos que nos sale de las entrañas.
ResponderEliminarEn cualquier caso hay quién se rinde a la primera contrarierad y quién morirá desangrado por las embestidas dadas.
Besos.
Alfred, algo de razón hay entonces cuando se dice en lugares tan dispares aunque sea con palabras distintas.
EliminarYo seré de las que muera desangrada, porque rendirme a la primera no lo tengo incorporado.
Besos
Un maravilloso ejemplo de perseverancia y voluntad (llámalo cabezonería) que, al fin y al cabo, es la manera de conseguir muchos de los propósitos de nuestra vida.
ResponderEliminarTe felicito por ella, querida Alís.
Un abrazo grande 💙
Ginebra Blonde, creo que en este caso cómo le llame sí importa, porque es la diferencia entre cuando debiera mantenerlo y cuando debiera soltarlo.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo enorme
Los hombres somos muy simples, bueno, yo soy muy simple. Ahora a cabezón me ganan pocos. Y si se me mete algo entre ceja y ceja dejo de ser simple y me entra la guata o como se diga. Además siempre puedo recurrir a eso de: ¿que no? ¡sujétame el cubata!
ResponderEliminarAnimo que lo que sea lo conseguirás.
Naranjito, hace dos años tenía a una española entre mi grupo de alumnos (ocho personas). Cuando proponía una actividad y preguntaba quién quiere empezar nadie se decidía a ser primero. Cambiaba la pregunta a quién se atreve a salir primero y ahí estaba siempre ella, la española. Me reía con ella. Le decía: "Pocas cosas nos mueven más que escuchar un a que no hay huevos".
EliminarEse ¡sujétame el cubata! pone muy bien el contexto, jajajaja.
Besos
Toda perseverancia tiene su recompensa, ahora ese fruto de aquella persecución está contigo... y todo es más ligero a la hora de caminar por sendas pedregosas. La constancia es una virtud.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti, Alís. Celebro tu vuelta ♥
Auroratris, precisamente los logros gracias a nuestra perseverancia nos hacen ser más obstinados, y a veces de verdad debemos aprender a simplemente retirarnos.
EliminarBesitos!!
Dixit:
ResponderEliminar...si es cierto eso que dicen de que el estómago es nuestro segundo cerebro.
Sí. Así es aunque no necesariamente en la jerarquía que se supone, ya que para algunos (demasiados) el orden de cerebros establecido es:
1º Los *** (esperen que acabe el horario infantil)
2º El estimago mencionado
3º Eso que tienen debajo de la gorra.
Noxeus, me hizo gracia el orden que das al uso habitual de los cerebros. La parte triste es que me temo que es verdad.
EliminarBicoss
Errata: Donde dice estimago, deberia decir estómago, no sea que pillemos un ataque de hipo.
ResponderEliminarLo había entendido. Y fue esta puntualización la que me hizo buscar estimago en el diccionario, jajaja.
EliminarOutro bico
Te entiendo bien, Alís. Soy obstinada y cabezota.
ResponderEliminarCuídate.
Un beso.
Carmela, pero yo más, jajajaja.
EliminarBeso grande
Y disfruta de tu viaje
Siempre puedes dar más, Alís, mucho más, de hecho ya estás volviendo a hacerlo, lo que me causa una alegría enorme...
ResponderEliminarcarlos perrotti, es verdad: siempre puedo dar más. Todos podemos siempre dar más. Y pensar en la respuesta a tu comentario me hizo darme cuenta de algo que quería expresar con el texto y no lo logré: la cuestión verdaderamente importante es si quiero. Con esto no me refiero a escribir, que esto sí quiero hacerlo.
EliminarLa cuestión es ser autentica y tu lo eres sin duda,abrazos.
ResponderEliminarFiaris, la verdad es que soy como soy porque no sé ser de manera distinta, lo que no significa que no vaya cambiando mi forma de ser. Algo evolucionamos con el paso de los años ¿no?
EliminarUn abrazo
Eso lo considero una virtud y como ejemplo vayan tus hijas. Así es que te felicito por ella. también soy peleona , sobretodo porque no me quede la sensación de no haber hecho lo suficiente.
ResponderEliminarSin duda, mis hijas son el mejor ejemplo de que la perseverancia es una virtud. En un comentario anterior conté también la de los doctores que salvaron la vida a mi madre hace unos años. Y eso no significa que no tenga sus sombras, como todo.
EliminarAl final, me pasa lo que tú dices: que no me quede con la sensación de no haber hecho lo suficiente, tanto si no lo logro como si decido que no vale la pena seguir intentándolo.
Besos
a veces uno se esconde de determinados problemas pero éstos te siguen, crecen, se bifurcan... así que es mejor afrontarlos aunque se pierda. Pero se terminan y estamos más tranquilos. Saludos!
ResponderEliminarJLO, esconder los problemas jamás los soluciona. Ni siquiera los disuelve. Esta opción también nace de afrontarlos. Desde luego, pocas cosas dan más tranquilidad que quitarnos un problema de encima.
EliminarBesos
Una cualidad admirable en ti amiga, Saludos a la distancia.
ResponderEliminarSandra, eso lo dices porque sólo ves la parte buena. Los que soportan mi tozudez también le ven la sombra, jaja.
EliminarUn abrazo grande
Uno es mas de asimilar las cosas que de encabezonarse para que ocurran. Me encantaría tener esa perseverancia pero mi pasotismo suele ganar.
ResponderEliminarBubo, y a mí me gustaría tener algo de ese pasotismo que hablas. Nos intercambiamos un poco de lo que tenemos cada uno. Podríamos quedar perfectos, jaja.
EliminarVuelvo a darte las gracias por tu gesto. Me emociono siempre que lo recuerdo.
Besos
Opino que la lucha, el tener siempre una meta, es algo necesario en la vida y yo lo llevo a cabo. Veo que tú también. Quizá sentirse viejo es precisamente dejarse llevar por la vida sin una lucha, sin una meta. Y conozco a muchos viejos de treinta años. Para mí el sentido de la vida es sabértela buscar y en definitiva saber vivir.
ResponderEliminarUn abrazo :-)
Sbm, estoy de acuerdo que vivir es luchar por llegar a donde queremos. Lo que me apareció con esta reflexión, y es donde aparece mi obstinación, que a veces mantengo la lucha, con un desgaste enorme de energía, sólo por darme el gusto de llegar aún cuando ya no quiero ir ahí. ¿Me explico? En esos casos, vale más la pena dejarlo. Y en eso estoy con un tema en concreto, no con todo.
EliminarMe alegra verte por aquí, así que sé bienvenido.
Bicos
Hay ocasiones en las que renunciar o rendirse es sinónimo de dejar de perder el tiempo. De hecho, muchas veces seguimos luchando en batallas en las que el enemigo o el problema desapareció.
ResponderEliminarCabrónidas, a eso me refería. Y no sólo que el enemigo desapareció, sino que ya no lo consideramos como tal y entonces la lucha no tiene sentido (usando tu metáfora).
EliminarUn abrazo
Hermoso lo que relatas y como no te das por vencida, eso es abrir el corazón.
ResponderEliminarSaludos Alis espero te encuentres bien
Muchas gracias, Jorge M. Me alegra que así te lo parezca.
EliminarBienvenido a este espacio
Un abrazo
Creo que en general la perseverancia es una cualidad, porque lo cierto es que todo lo que esperemos lograr nos va a demandar tiempo, constancia, incluso algunas desiluciones. Para mí la diferencia está en reconocer si eso por lo que luchamos es realmente importante para cada uno, si lo es entonces hay que seguir hacia adelante.
ResponderEliminarSiempre hay momentos difícles en los que aparecen preguntas, supongo que es porque somos seres humanos.
Muchos abrazos.
Ése es el punto, Patricia K, en estar atentas y tener claridad si eso por lo que luchamos es realmente lo que queremos o peleamos por un espejismo. A veces para distinguirlo he tenido que llegar demasiado lejos.
EliminarUn abrazo gigante
Interesantes reflexiones tintadas de ejemplos prácticos.
ResponderEliminarGustan estas confesiones tan cercanas y naturales. Tan desprovistas de grandilocuencia.
Lo dcho, gustan!
Gran abrazo Al´s.
PD: Como verás sí sé escribir sin la "i". .)))))
Ernesto, ejemplos de esto tengo de sobra para ambos casos.
Eliminar¿Ves? Yo de verdad la evado. Ya sabes de qué vocal hablo. ¿A qué le pondrás puntos ahora?, jajaja.
Un abrazo
Ya sé, a las jotas, jajajaja
Eliminar¡Vaya, gusta verte tan risueña y dispuesta en esta mañana de domingo!
EliminarVeo que te has esforzado en tu respuesta en no utilizar palabras que contuviesen la susodicha vocal... ¡Muy inteligente tú! :))))))
No, a la jota no le quitaría esa letra por no desvirtuar todo su potencial... ¡Que haberlo hailo y tener lo tiene!
Abrazos amiga.
¿Te cuento algo? Tuve que esforzarme al darme cuenta de que no las estaba usando. Fue cuando empezó a ponerse enrevesado.
EliminarComo ves, aún lo logro, jajaja.
Si ya veo...
EliminarMiembro honorífica de la RAE. jajjajajjaja...
Jajajajaja
EliminarUn abrazo, Ernesto
El que la sigue la consigue.
ResponderEliminarIso din.........
Non sempre e nin sempre vale a pena.
EliminarUnha ledicia lerte por aquí, Paideleo
Bicos
Para cada problema, hay una más sencilla solución.
ResponderEliminarQueda demostrado.
Saludos.
Nota: Brevilla, página 88.
Guillermo, cuando andamos con más problemas de lo habitual aprendemos de ellos. En este tiempo, además de lo que cuento en esta entrada, también aprendí (recordé, más bien) que es mejor ocuparse que preocuparse.
EliminarUn abrazo
PD. Finalmente lo encontré!!
Mi linda Alis la perseverancia, tiene su premio mi amiga y tu lo lograras ya lo haz
ResponderEliminardemostrado, te cuidas amiga preciosa que tengas un bonito fin de semana.
Besitos dulces
Siby
Siby, logro algunas cosas, otras me quedo en el intento, pero el intento con ganas, jajaja.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Gracias a la perseverancia se consiguen grandes logros. Yo también soy tozuda y no me doy por vencida fácilmente. Cuánto mas difícil un logró más feliz se siente una al conseguirlo.
ResponderEliminarBesos enormes.
Es verdad, María. La satisfacción de lograr algo que fue difícil es comparable a pocas otras alegrías.
EliminarBeso gigante
Vejo que os seus leitores são fidelíssimos. E o percebo por que cheguei tarde, embora o texto tenha sido publicado ontem. Uma gama considerável deles já o tinha o lido e deixado seu comentário. É assim mesmo. Quando se trabalha tão bem as palavras, quando se trabalha tão bem a linguagem os leitores se tornam aficionados, dependentes é o meu caso, ainda que você me diga o contrário. Diga-me que você é que é a aficionada. Escrevi tanto que vou apenas sublinhar que a “teimosia” ou perseverança assinalada é o fator preponderante que, neste caso, não a percamos de vista. As inflexões postas, ainda que digam respeito a você, é também um modo de nos “persuadir” a pensar, refletir quanto vale uma teimosia, se eivadas convicções bem assentadas.
ResponderEliminarJá o disse uma vez, você sabe o que diz, e como é dito também conta muito para o leitor.
José Carlos Sant Anna, si pasara lista (que no lo hago) de quienes me comentan o no, en este momentoe estaría pensando un castigo para ti por "llegar tarde" (risos). Sí echaba de menos tu comentario (ya sabes, la dependencia), pero hay un refrán español que dice que nunca es tarde si la dicha es buena. Me gusta que veas lo que cuento de mí como una invitación a reflexionar. No sé si es pretencioso, pero ésa es la intención, al menos invitaros o compartiros las mismas reflexiones que hago yo y el modo en que me sale es a través de ejemplos que encuentro en mi propia vida, porque es lo que más conozco.
EliminarYa sabes que siempre me alegra tu presencia.
Beijos, muitos (otro "castigo" por esto, risos)
Entenda como um pretexto... Assim volto e deixo, além de muitos, em dobro os beijos..., risos!
EliminarN
José Carlos Sant Anna, está bien... te levanto el castigo. ¿O quieres más? (risos)
EliminarGracias por volver. Ya sabes que no necesitas ningún pretexto para hacerlo.
Beijos, muitos
Felicitaciones por la perseverancia, en especial en el momento que nos cuentas.
ResponderEliminarQue no se convierta muy seguido en terquedad
besos... y ¡a seguirla entonces!
Frodo, de eso se trata, de mantenerla en el plano de la perseverancia y evitar la terquedad. Confieso que me resulta más fácil decirlo que hacerlo, jajaja.
EliminarMuchas gracias
¡Besos!
A veces la tozudez pierde ya el sentido del propósito, deja de ser perseverancia, fuerza de voluntad para convertirse en una tozudez desnuda. Me ha pasado muchas veces, por ejemplo, cuando le echo un pulso a algún libro infumable, que hasta que no lo termino de leer, no paro, aunque sea 'hartible', jajaja... Pero mira, en el ejemplo que has puesto con tus mellizas (recuerdo tu sufrimiento), ahí tu perseverancia triunfó, amiga!!! Un besazo enorme!
ResponderEliminarMerche, has entendido perfectamente lo que intentaba decir. Se ve que los años de conocernos surten efecto, jaja. ¿Para qué mantener el esfuerzo y su consecuente gasto de energía en algo que, en realidad, ya no tiene sentido? Y es fácil decirlo, pero no siempre logro darme cuenta.
EliminarEs un claro ejemplo de cuando una virtud puede convertirse en defecto y viceversa.
Besitos a miles
No conocía la frase del estómago y el cerebro pero me parece muy acertada. Me alegra conocerte un poco más, este rasgo tuyo te hace similar a mi madre, es terca como ella sola, o como tú, jajaja. Y yo soy todo lo contrario para pesar de ambos.
ResponderEliminarTe abrazo fuerte.
Gilo, al parecer el estómago es, después del cerebro, la parte del cuerpo con más terminaciones nerviosas (o algo así, pero tiene que ver con número de neuronas), de ahí que se le considere el segundo cerebro. Y no deja de ser curioso que mucho de lo que tiene que ver con la intuición e incluso el instinto se nos manifiesta con sensaciones corporales en esa zona.
EliminarUn abrazo grande
Ay pues por mi tamiz no pasa y entonces no puedo ponerme en tu lugar y entenderlo. Soy poco segura de mí. Lo único que me salva a veces, es el orgullo ( que no siempre es pernicioso)
ResponderEliminarJuncal, no creo que tenga que ver con la seguridad. No creo que seas más insegura que yo, quizás por eso he tenido que recurrir a la obstinada perseverancia.
EliminarY no, el orgullo no siempre es pernicioso. Las emociones son buenas o malas sólo por el juicio que tenemos de ellas. Todas nos dicen algo, todas nos sirven y todas pueden ponernos zancadillas (¿estará todo en la medida?)
Besos
Gracias por compartir tus experiencias.
ResponderEliminarSalu2, Alís.
Gracias a ti, Dyhego. Muchas reflexiones sólo puedo hacerlas desde mi propia experiencia, que es lo que mejor conozco.
EliminarBesos