La primera vez
fue al azar. Nos estábamos riendo escandalosamente. No recuerdo qué la causó,
pero la carcajada te agitó y me diste una palmada en la rodilla. No llegó ni a
un segundo. Yo me di cuenta. Tú, seguramente no.
La segunda vez yo
estaba triste. Al apoyar tu mano en mi rodilla me hacías saber que estabas ahí.
Yo me di cuenta. Me gustaba la sensación. La mantuviste un rato, que no llegó
ni a un minuto. La levantaste cuando rompí en llanto, para rodear mis hombros.
La tercera vez
tampoco la esperaba. La falda te dejó tocar mi piel, y tu mano decidió
quedarse. Yo me di cuenta. Me concentré en atesorar el recuerdo. Sin prisa y
conocida la rodilla, te aventuraste por nuevos territorios. Y los conquistaste.
Cuando el azar juega a favor, no hay nada semejante.
ResponderEliminarUn beso.
Ilduara, al azar también hay que ayudarlo un poco...
Eliminar;)
Bicos
Me has recordado, la obsesión y la seducción de "Le genou de Claire"
ResponderEliminarBesos.
No la conocía, Alfred, así que he estado buscando y he visto una escena que justifica ese vínculo. Me he quedado con ganas de verla, así que lo haré.
EliminarGracias por mencionarla. Y muchísimas gracias por la comparación.
Besos
Todos llevamos dentro un Alejandro Magno.
ResponderEliminarPero no siempre conquistamos nada. En muchas ocasiones simplemente los conquistados somos los "alejandritos" a los que se nos permite un ratito de pernada.
Noxeus, me sonreí al imaginarte como un Alejandro Magno. Supongo que las conquistas, si las hay, son mutuas...
EliminarBicoss
Son manos que gatean jaaa,
ResponderEliminarte quedo bueno mi amiga.
Besitos dulces
Siby
Siby, parece que gatean al principio. Después ya andan incluso sin ayuda, jajaja.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Iba lento pero llego el momento. Saludos Alis.
ResponderEliminarSandra, dicen que todo llega para el que sabe esperar, aunque no sé yo...
EliminarUn abrazo grande
Un recorrido ascendente, que pasa por el corazón. Un texto precioso y cálido.
ResponderEliminarUn abrazo
Albada, pasa por el corazón y con algo de suerte se detiene en él.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
Fue a por el tobillo eh, jajajajaaa
ResponderEliminarBesos.
Xavi, tú sí que sabes, jajajaja
EliminarBesos
Y tu mano en mi rodilla...
ResponderEliminarY tendrás la ventura de ser tú mi mejor canción.
Je je
Feliz dia
alasdemariposa, no recuerdo bien, ésa era en la cintura ¿verdad? En el mejor de los casos, la mano (las manos) pasa por todas las partes del cuerpo...
EliminarBesos
Seguro que tenía programado el viaje. Con sus respectivas paradas.
ResponderEliminarBesos.
Juan, ¿tú crees? ¿Tan calculadores sois o te basas en tu experiencia? A veces la improvisación ayuda...
EliminarBesos
todo un seductor el hombre ya que con un solo recurso logró todo... que envidia! ja.... saludos!
ResponderEliminarJLO, quisiera creer que algún recurso más habrá puesto en juego y eso facilitó el éxito de éste... jajaja. Seguro que tú tienes los tuyos. Me da que no puedes quejarte.
EliminarBesos
Más allá de la excelencia del relato, que la tiene, con esa habilidad tuya para la expresión profunda y delicada, parece el mapa de la búsqueda del tesoro... ¡O aviso para navegantes!
ResponderEliminar¡Presente! ¡He aquí un avezado lobo de mar!...
:))))))))
Abrazos Alís. Bonito domingo.
Ernesto, no hay un único camino para llegar al tesoro. Creía que lo sabías, jajaja. Y más si dices ser un lobo de mar...
EliminarUn abrazo grande
Xouba (sardinilla) del Atlántico no soy precisamente...
EliminarPor alguna razón, con la expresión "lobo de mar" visualizaba un capitán de barco curtido en multitud de travesías, tal vez influenciada por tu barba blanca. Se me dio por buscarlo en google y la imagen que me mostró es totalmente distinta, jajaja.
EliminarPero bueno, prometí portarme bien a partir de este mes, así que me callo.
;P
Claro, tú siempre tan "literal, diste con la foca "lobo de mar".
EliminarSé un poco más abierta, de mente claro, no vayamos a confundir, e imagina ese auténtico "lobo de mar" curtido en mil lides y victorias jajjajajajaja...
Por ahí había empezado, Ernesto.
Eliminarjajjajajajaja...
ResponderEliminarMe preguntaba si es una risa porque te divirtió mucho o para crear contexto al comentario anterior... jajaja
EliminarOtro abrazo
Reproduzco la carcajada tal como me salió según te comentaba... Ya sabes que suelo ser bastante gráfico y directo... :)))))))
EliminarSobre todo con las "íes"...
.- ¿De Al"í"s?...
.- ¡Vaya usted a saber! Tratándose de gallegos…
Grande el siguiente!
Me parece genial que te lo pases así de bien cuando pasas por aquí.
Eliminar;)
Buen relato, Alís. Ese donde pone la mano pone la bala ¡Qué tío!
ResponderEliminarTe deseo un buen domingo.
Un abrazete.
mari carmen, lo deseable es que tenga buena puntería con la mano, jajaja.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
PD. Sigo sin poder entrar a tu blog. Si entro directamente a él (no a la entrada) puedo leerla, pero cuando quiero entrar a un post determinado o a comentarios permanece abriendo sin hacerlo nunca.
Me gustó el último poema que publicaste: creo que con que hagamos cada uno lo que podamos ya contribuimos a generar un gran cambio.
Un hombre nunca te toca la rodilla sin querer :))
ResponderEliminarSiempre piensa en los nuevos territorios, pero como el felino, no quiere asustar a la presa antes de estar seguro. :)))
Pat, ¿hay estudios psicológicos al respecto? Creo que conoces mejor a los hombres que yo, sigo siendo muy inocente. Aunque es cierto que más adelante Carlos Perrotti parece ratificar tu conclusión.
EliminarEn todo caso, me fascinan los felinos... Y especialmente los gatos.
;))
Besos
Estaban llamados a entenderse.
ResponderEliminarFeliz domingo, amiga
Rita, algo de confianza previa parece haber. Al menos el suficiente para que se haya generado el primer contacto (para el tercero, obvio que también).
EliminarBesos
una progresión adecuada.
ResponderEliminarguille, ¿le ponemos buena nota, entonces?
Eliminarbesos
Guau...me ha encantado! Qué buen relato y qué forma de narrar tan seductora y sutil. Elegante, como siempre, amiga.
ResponderEliminarEsa progresión "rodillera", en tres actos (como el teatro), me ha fascinado. :))
Muchísimas gracias, Merche. Si es que además me lees con muy buenos ojos y se nota el cariño, jajaja.
EliminarMe gustó el paralelo con los actos del teatro. Esperemos que hayan tenido una buena función...
;)
Besitos
Curta narrativa. Traz o essencial. A sedução, o jogo amoroso implícito, entredito.
ResponderEliminarComo em geral ocorre, ela se permitiu, o deixou avançar (“Yo me di cuenta”). Não se pode esquecer que este é o ponto de vista do narrador, da fêmea, que sabe do seu empoderamento para deixar ou não que o avanço aconteça. Tão óbvio o que digo.
Na verdade, conta o modo de seduzir-nos pela linguagem. Rendemo-nos a ela.
Queria essa "rodilla" ao alcance das minhas mãos, quiça o território, risos!
Beijos, muitos
José Carlos Sant Anna, debemos intentar conseguir aquello que deseamos. No se conquistan territorios si no se avanza en ellos (risos). Gracias, como siempre, por tu modo de leerme, y me gusta esa mirada al empoderamiento de ella al ser quien lo permite. La verdad, no lo había pensado. Ya sabes, escribe la intuición más que la intención...
EliminarMuitos beijos, muitos
Por lo que narras, lo único que te falto fue tatuarte unas flechitas señalando el camino ascendente.
ResponderEliminarBss
De barro y luz, de haber sido yo la protagonista no descarto lo de las flechas tatuadas, jajaja.
EliminarFlechas no, pero tengo un tampón para hacerme tatuajes temporales que son huellas de gato... También pueden marcar un camino.
Besos
PD. Qué alegría verte de nuevo por los blogs. Echo de menos tus svokdos.
Mano y rodilla en diálogo. ¡A buen entendedor con pocas palabras basta!
ResponderEliminar¡Me ha encantado!
Un abrazo Alís
Loles, sus formas se complementan. No puede ser casualidad...
EliminarMuchas gracias
Besos
En momentos de risa, llanto, o simplemente acompanándose.
ResponderEliminarAbrazote.
Patricia K, es como decir en los momentos que importan...
EliminarUn abrazo grandote
Delicioso momento!
ResponderEliminarTudo começa com uma suave carícia!
Beijo.
A.S., delicioso momento que desemboca en otro aún más delicioso. Una suave caricia puede crear un mundo nuevo...
EliminarMuchas gracias y bienvenido.
Beijo
Las casualidades fueron propicias. Y además supieron ser aprovechadas por un seductor.
ResponderEliminarBesos.
Demiurgo, ¿lo hace seductor aprovechar las casualidades, las oportunidades...? ¿Podría ser ella la seductora con su rodilla "a mano"? No lo sé, las preguntas me surgen a raíz de tu comentario.
Eliminar;)
Besos
No hay dos sin tres... y la tercera es la vencida
ResponderEliminarBesos
Frodo, lo que es lo mismo que decir que se trata de matemática pura ¿no?
Eliminar;))
Besos
Si se dejaron conquistar...
ResponderEliminarFackel, ¿se puede conquistar a alguien que no se deje...?
EliminarBesos
¡Uy! que recuerdos de pronto.
ResponderEliminarBesos
Erik, iba a decirte cuenta, cuenta... Pero luego no cuentas, así que ya no lo digo, jajajaja.
EliminarBesos
La paciencia tarde o temprano es recompensada.
ResponderEliminarBesos.
Miguel, ¿será sólo paciencia? Creo que hay que hacer también algunos movimientos además de esperar. Es mi sensación.
EliminarSonrío.
Besos
Recorrer la geografía de la mujer, forma parte del arte de saber amar...
ResponderEliminarBicos e feliz domingo, Alís !!!
Joaquín, lo ampliaría a recorrer la geografía de la persona amada, sea hombre o mujer. Hay magia en descubrirse.
EliminarBicos
Sólo la primera frase está en duda. Las rodillas tienen siempre intencionalidad... En otras palabras, mano finalmente puesta de rodillas.
ResponderEliminarAbrazos.
carlos perrotti, ¿es cierto eso? ¿No hay posibilidad de un contacto fortuito? Definitivamente, soy mucho más inocente de lo que creía, jaja.
EliminarUn abrazo sorprendido
Una conquesta en progressió !...paset a paset i amb el permís degut...joc de seducció !.
ResponderEliminarM'agrada el relat ;)
(Avui, en català perquè facis pràctiques ! jejeje )
artur, m'agrada que t'agradi el relat.
EliminarM'agrada que em facis practicar català (no vols saber com sona quan el llegeixo).
;)
Petons
PD. Vaig fer servir un traductor, òbviament
Pero qué lindo! Muy original, un viaje sensual por la piel.
ResponderEliminarMe ha encantado,como se va intimando ese tacto.
Precioso!
Muchas gracias, lunaroja. Me alegra que te haya gustado.
EliminarHay muchas vías para llegar a una mayor intimidad y me apeteció "celebrar" una de ellas.
Besos
ALIS
ResponderEliminarQue maravilla amiga, no esperaba encontrarme con tan inquietante de arranque, breve en su relato, y feliz en su término, narración, deja dulce sabor en los labios, da gusto recrearme los ojos y agudizar la mente para acompañar mentalmente esa incipiente brasita, que luego, se hizo volcánica fragua.
Fascinante, me atrapó tu relato.
Mi besote para ti, Alis, disfrútalo amiga.
LÚCAS
Lúcas, muchísimas gracias por tu, una vez más, gran generosidad conmigo. Me da la sensación de que te ha despertado algún buen recuerdo y me alegro si así ha sido.
EliminarBesitos
Preciosa entrada que bellas palabras has empleado y que seducción que ha ido subiendo de peldaño con una sensibilidad exquisita.
ResponderEliminarUn aplauso por ello.
Un fuerte abrazo.
Campirela, muchas gracias por verlo así. El recuerdo del tacto de una mano en mi rodilla me resulta muy grato, en cualquiera de los estadios de esa caricia.
EliminarBesitos!!
Ese acercamiento lento y pausado, conociendo-Se en cada situación para finalmente quedarse para seguir conquistando... algo más que piel. Me ha encantado, Alís.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y muy feliz semana ♥
Auroratris, pensaba ahora a raíz de tu comentario que ese tránsito pudo haber ocurrido en minutos, horas o incluso meses o años. La historia varía en función del tiempo, pero dicen que el final es lo que cuenta (aunque yo no esté tan convencida de eso).
EliminarMuchas gracias!!!
Besitos
Las rodillas bien pueden servir como puerta de entrada...
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A., perfectamente pueden serlo y creo que lo son. Aunque si pienso en mí, alguna entrada previa ha debido franquear quien me ponga la mano en la rodilla, jajaja.
EliminarUn abrazo
Me gusta mucho este poema... Felicitaciones
ResponderEliminarPaz
Isaac
Y a mí me alegra que así sea, Isaac.
EliminarUn abrazo
Mmmmmmm...
ResponderEliminarBesos.
Devoradora de libros, eso me suena a que te ha traído algún buen recuerdo...
EliminarBesos
Hermoso recorrido conquistando territorio.
ResponderEliminarBesos enormes.
Muchas gracias, María Dorada. Hay algo en el paso a paso que da mejor sabor a lo conquistado, creo yo.
EliminarUn beso gigante
Julio David, me parece a mí que la reacción (corporal) a una mano sobre la rodilla o el muslo es inequívoca. No hacen falta palabras para saber si es "sigue" o "retírala", jaja.
ResponderEliminarVeo que evocaste un buen recuerdo...
Un abrazo
¡¡Yo tomo nota, Julio David!! Alguna vez lo intuí, por de quién venía más que por el gesto, pero no creía que fuera de manual, jaja. Gracias por el dato.
ResponderEliminar;)
No soy de creer en las casualidades... creo que el inconsciente (y no me refiero a ningún sujeto en particular... jajajajaja) sabe bien lo que quiere y, a veces, hace en modo que ocurran.
ResponderEliminarVeo que sigo siendo bastante ingenua, también tomo nota, sobre todo de esto último dicho por Julio David...
Besitos, Alís!
AlmaBaires, con el inconsciente sí que podrían darse las casualidades, jajaja.
EliminarYo creía (aún quiero creer) que a veces las historias surgen de manera mágica. El tiempo me ha ido mostrando que en alguna que consideré así en realidad no he hecho más que caer en una trampa muy bien urdida y no sé si con buenas intenciones. También soy ingenua, pese a la edad, jajaja.
Ya que tomas nota, ayúdame a responderle a Julio David sobre cuáles son las señales que damos nosotras.
Besitos
al llegar tardísimo tengo que concordar con varios. pat y carlos tienen razón, aunque diría que hay un cierto matiz en la intencionalidad, dependiendo de rodilla-tibia o rodilla-muslo. y como dice alma, hay una causalidad. igual no solo alcanza con la magia de las manos, hay que rascar el corazón...
ResponderEliminarbeso
(ps: "luego todo paso de repente: tu dedo en mi espalda/ dibujó un corazón, y mi mano...")
f, así que te sumas a los que dicen que una mano en la rodilla nunca es casual... Me gusta ese diccionario de intencionalidades según hacia qué lado de la rodilla se carga más la mano, jajaja.
EliminarY sí, estoy de acuerdo en que interviene algo más que las manos.
Se empieza poco a poco y luego, siempre, todo pasa de repente.
Besos
Todo puede caber, pero la sensación de una rodilla de mujer en la mano, es de las más gratas, lejos de toda intención mórbida, Y, si obra la conquista, el placer es una doble gratificación.Qué bien lo cuentas. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, me has hecho intentar imaginar cómo es la sensación de una rodilla de mujer en la mano de un hombre. Me faltan muchos elementos para reproducir esa sensación, pero creo que me he acercado. ¡Gracias!
EliminarUn abrazo
Atesorar el recuerdo y la sensación ya es una conquista, que hermoso lo has relatado Alis, un abrazo
ResponderEliminarJorge M, la memoria sensorial es la que más disfruto. Y puedo recordar todavía el tacto de alguna mano en mi rodilla... Repetiría feliz, jaja.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo
Yo creo que no fue al azar ni la primera.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, ya sois varios los que refutáis la teoría del azar, así que tendré que dar por supuesto que no existe tal casualidad. Vaya, acabo de replantear varias historias de mi memoria, jajaja.
EliminarBesos
Julio David, no sabía qué responderte, porque me considero un poco atípica. Así que he hecho una encuesta entre algunas amigas (tres). No hubo consenso con ninguna señal "femenina" y ganó por mayoría la de las indirectas (en realidad muy directas pero lanzadas a modo de broma) para tantear terreno. Y me llamó la atención que una mencionó jugar a "me acerco-me alejo"...
ResponderEliminarEn algún lugar había leído que cuando las mujeres jugamos con nuestro pelo es una señal de que queremos algo, pero no estoy de acuerdo. En lo particular, cuando empiezo a mirar mucho la boca de un hombre me doy cuenta de que me apetece besarlo y, por lo tanto, de que me gusta.
No sé si habré saciado tu curiosidad. Estaría bueno que otras mujeres te respondan aquí.
Un abrazo
veni vidi vici...
ResponderEliminarUna cancioncita hoy, de las mías... (no espero que te guste...aunque a veces te sorprendo)
https://www.youtube.com/watch?v=vVFjHyIHo7A
Beso enorme.
PD. y mi mano en tu rodilla... (muy puritanamente... jajajaja)
Laura, hasta ahora me han gustado todas las canciones que me has enviado. Ésta la escucharé con calma esta noche. Por lo poco que he oído, creo que me gustará.
Eliminar¿Puritanamente? :( Pues vale... jajajaja
Besitos
PD. Me recordó algo ese "y mi mano en tu rodilla...", jeje
Qué lindo. Esos primeros toques son mágicos, eléctricos, tienen algo que nunca más se vuelve a tener. No creo que él no se haya dado cuenta de ese segundo toque, siempre nos damos cuenta con la chica indicada. Podemos fingir, aunque generalmente somos torpes.
ResponderEliminarAbrazos.
Gilo, eléctricos creo que es un buen modo de definir esos "toques", como dices. Supongo que el punto es saber si es la chica (o chico) indicada...
EliminarUn abrazo grande
Uy esas casualidades las carga el diablo, claro que últimamente los curas dicen que el diablo también es el coronavirus, ¡pobre diablo qué trabajo tiene el pobre! jajajaajaja
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Irma, para los curas el diablo está en todas partes... Ay, me muerdo la lengua, y los dedos, para no hablar de la pederastia...
EliminarPor los comentarios que dejaron en esta entrada, he llegado a la conclusión de que ninguna mano en una rodilla de mujer es por casualidad. ¡Tantos años engañada! jajaja
Besitos
La rodilla siempre es un buen punto de inicio.
ResponderEliminarSalu2, Alís.
Dyhego, cualquier punto que permita iniciar un recorrido satisfactorio es bueno. La rodilla, además, tiene el plus de la cercanía...
Eliminar;))
Besos