Fotografía: David Lynch
Los hombres la buscaban. Para un rato. Uno bueno, quizás el
mejor de sus anodinas vidas, pero sólo un rato. Y todos repetían. Una vez
habían probado sus mieles ya no podían dejar de pensarla (en secreto), de
buscarla (en secreto) y de amarla (en secreto). Junto a ella se sentían más
hombres, más valientes, más felices, y atesoraban esas sensaciones para vivir
de la renta que les dejaba por los siguientes siete días. Porque la visita a
Remedios era semanal, como la misa de los domingos.
Las mujeres la odiaban. Siempre. La discriminaban y volcaban
contra ella la rabia de saberse engañadas y la frustración de no saber entregar
a sus hombres lo que Remedios les daba con tanta facilidad. Intuían que no era
sólo sexo y eso era lo que más las humillaba. Mostrándole su desprecio se
sentían más dignas, más seguras, más mujeres, y atesoraban esas sensaciones
para vivir de la renta que les dejaba cada vez que sus maridos tenían una
reunión extra de trabajo, siempre el mismo día a la misma hora.
Remedios sólo contaba con la amistad de la hija del alcalde,
una post-adolescente que en su rebeldía ante la autoridad de su padre se
acercaba a los más desfavorecidos del pueblo y se dedicaba a rescatar almas
perdidas con una metodología que, a base de afecto, ternura, comprensión y
confianza, resultaba ser más eficiente que la del párroco. Ella conoció el alma
bella de Remedios y también sus dolores. Pero cuando la animaba a buscar otra
ocupación que le permitiera integrarse recibía siempre la misma respuesta:
- ¿Y qué voy a hacer yo, si sólo sé amar?
Es un relato precioso.
ResponderEliminarNo me extraña que los hombres la amaran, esa entrega la tiene muy poca gente.
Un beso.
Muchas gracias, Ilduara.
EliminarYo creo que merece ser amada, tal vez no más, pero sí mejor.
Bicos
Muy bueno. Remedios tiene un don, una magia, y tal vez un destino, y seguramente en toda su vida será amada, sin que pueda evitarlo.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz noche de san Juan
Albada Dos, lo del destino, pese a que no creo mucho en él, me hace sentido. Tal vez eso es lo que vino a hacer a este mundo.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
El nombre, Remedios, está muy bien encontrado; la reunión extra de trabajo, también.
ResponderEliminar"El hombre y el gato son de iguales condiciones, teniendo carne en casa, van a cazar ratones"
Remedios es más honrada que las beatas de misal y mantilla.
:))
Pat, supongo que no sólo comer da placer. Quizás el verdadero disfrute es cazar.
EliminarRemedios es la única honrada de esta historia (creo que hasta la hija del alcalde hace lo que hace por una motivación distinta a la que seguramente dice).
Besos
Hola.
ResponderEliminarQué buen relato. En tan pocas palabras has descrito a los amantes, a las esposas, a remedios y a la adolescente díscola. Vivir de las rentas toda la semana, ya sean las buenas(los amantes) o las malas(las mujeres) tiene que ser muy duro.
Enhorabuena y feliz martes.
Muchísimas gracias, Marigem. Vivir de rentas no me parece tan mala idea, aunque probablemente al quitarle el artículo cambia el sentido. Eso sí, las rentas de este relato no las quiero para mi vida.
EliminarBesos
remedios es el mejor remedio para remediar las vidas anodinas
ResponderEliminarguille, ¿y quién remedia a Remedios?
Eliminarbesos
Me encantan estos relatos tuyos. Por casualidad ¿no tendrías el teléfono de Remedios? Es para un amigo.
ResponderEliminarAbrazos.
Naranjito, muchas gracias. Me alegra que te gusten.
EliminarSí tengo su teléfono. Dile a tu amigo que me llame y se lo paso, jajaja.
Besos
Lo suyo era vocacional.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, no sé si vocacional, pero halló el modo de vivir de su don.
EliminarBesos
Has vuelto, Nena y noto cierta dureza en las palabras como las dejas fluir que me anima.
ResponderEliminarVamos saliendo (ambos) del bache.
Ya sabes. Te quiero a mi manera.
Besos
Erik, ¿dureza? Tienes que explicarme eso.
EliminarPoco a poco vuelvo. Aprovecho las rachas buenas. Como dices, vamos saliendo que no es lo mismo que haber salido.
Sé que me quieres a tu manera. No podrías hacerlo a la manera de otro, jajaja.
Beso
Cuando leo relatos como estos, empiezo a pensar que debería dejar de escribir, (ya son muchos años), y dedicarme solo al photoshop.
ResponderEliminarMagnifico.
Gracias y un besos.
Juan, agradezco muchísimo el piropazo que me dices, pero ni se te ocurra dejar de escribir, por favor.
EliminarMuchas, muchas gracias
Besos!!!
Un relato para enmarcar. Pues no solo es bueno en su descripción, sino que incluso los nombres le van como anillo al dedo.
ResponderEliminarMe encanta que vengas con esa vitalidad. Hoy es un buen día, Alís !!!
Por cierto, tengo un amigo que se apellida paciente, lo cual no le vendría anda mal esa maravilla de Remedios.
Bicos e boa noite San Xoán
Joaquín, créeme si te digo que el nombre apareció de repente, no lo pensé. Eso sí, me pareció ideal para el personaje.
Eliminar¡Otro! jajaja. Dile a tu amigo que me llame y lo contacto con Remedios.
Muchas gracias.
Bicos
Remedios era una enfermera de cuerpo y de alma. Una bella y tierna historia.
ResponderEliminarBesos
Rita, seguramente más de alma que de cuerpo. Lo que no sé es quién la cuida a ella.
EliminarMuchas gracias
Besos
Maravilloso texto.
ResponderEliminar¿Hay algo más importante que dar amor a las personas? ...Creo que no.
Felicidades Alís, me ha encantado.
Campirela, no sé si más importante, pero tal vez igual de importante sea también recibir amor.
EliminarMuchas gracias!!
Besitos
¡Qué buen relato, Alis! Cuando miramos más allá del estereotipo y del prejuicio es cuando conocemos de verdad a la persona. Has pintado un lienzo de emociones y a dos personajes fantásticos: Remedios y la hija del alcalde, capaz de rebelarse frente a la hipocresía social. Un abrazo!
ResponderEliminarMuchas gracias, David.
EliminarLe tengo especial cariño a Remedios. De la hija del alcalde, joven ella, me pregunto si se preocuparía de conocer a los desfavorecidos de no necesitar rebelarse contra su padre... Es sólo una sospecha.
Un abrazo
Me gusta mucho como relatas esta historia.
ResponderEliminarRemedios repartía su amor a todo el mundo, pero qué amor recibía ella de los otros?
Muchos abrazos.
Patricia K, muchas gracias. Lo que más me gusta de esta historia (con la que estoy contenta y no es habitual) es cómo nació, pero eso es otro relato que no me atrevo a escribir...
Eliminar¿Se puede dar siempre sin recibir nunca? En todo caso, algunas personas no saben recibir. Menos aún pedir.
Un abrazo enorme
Muy hermoso post, saludos y cuidate.
ResponderEliminarMuchas gracias, Gustavo Aguilar. Es un gusto volver a verte por aquí.
EliminarUn abrazo
Cuando aparece un genio, los cretinos conjuran contra él. Cuando aparece un alma pura, los pobres de espíritu intentan devorarla.
ResponderEliminarEs la sensación que me ha dado.
Cabrónidas, me pregunto por qué es tan difícil sostenerle la mirada a una alma pura...
EliminarGracias por tu comentario.
Un abrazo
Remedios es un faro de mujer.
ResponderEliminarEllos y ellas sólo son sombras.
Besos.
Xavi, me quedé pensando en si un faro recibe algo de su propia luz. Me da la sensación que la proyectan tan lejos, tan al servicio de otros, que no recibe nada... Me entristece la respuesta que encuentro.
EliminarBesos
Seguro que sabía hacer algo más que amar. Y que había algo en su manera de amar que imantaba a los hombres.
ResponderEliminarFackel, también pienso que seguro que Remedios sabe hacer muchas más cosas que amar. Lo que no sé es si el modo en que los demás se relacionan con ella le permitirá verlo.
Eliminar¿Qué será ese algo? ¿Qué os imanta a los hombres?
Besos
Escribe un post con esa pregunta, en torno a esa pregunta, a ver qué responde la humanidad.
EliminarEncuentro grande el reto que propones. Veré si soy capaz de algo...
Eliminar;)
¿Solo?... A veces es más que suficiente (o todo) en un mundo de vidas y almas exentas de tanto…
ResponderEliminarMe ha encantado, querida Alís.
Un placer leerte…
Abrazos enormes, y muy feliz tarde 💙
Ginebra Blonde, el sólo significa nada más, pero también nada menos... Si todos hicieran lo mismo, sin duda sería más que suficiente. Para los demás lo es, para ella no lo sé...
EliminarMuchas gracias
Un abrazo gigante
Teria sido acidental a escolha da fotografia de David Linch?
ResponderEliminarNão creio. A foto em si já provoca no leitor uma emoção, sugere certa causalidade; há algo como uma predestinação, na foto, e na escolha.
Daí porque acho-a talhada para a narrativa. Parece que há mais do que realismo na fotografia, há um surrealismo na pose, no rosto.
É por onde se pauta a filmografia de David Linch (ai, que saudade de Veludo Azul).
Sintomaticamente, a protagonista se chama Remédios. Nela, “a cura ou alívio” para os males dos homens.
Em rápidas pinceladas, o narrador traça um perfil da cidade, dos homens, das mulheres e de uma adolescente. Remédios é a relação objetiva de contiguidade com o referente pensado. É o seu corpo o referente para a cidade, pela relação qualitativa de causa e efeito.
Uma bela narrativa, dá o que pensar e o que falar.
E tão bom que ela só saiba amar...
Muitos beijos,
José Carlos Sant Anna, fue casi accidental. Buscaba otra cosa cuando la encontré, pero al hallarla ya no pude buscar más. Eso sí, no tiene más elaboración mental que la intuición aunque debo reconocer (lo sé ahora, no antes) que si no estuviera firmada por David Lynch tal vez habría mirado alguna más antes de decidir.
EliminarAy, si te contara cómo nació Remedios en mi imaginación... Te puedo decir que me dolió su nacimiento.
Muchas gracias. Como siempre.
Y como siempre, muitos beijos
Me ha gustado mucho. Imagino a Remedios, a las mujeres, a los hombres y hasta al párroco del pueblo. :)
ResponderEliminarUn abrazo!
Quijo-Meli, muchas gracias por lo que me dices. También por reparar en el párroco. Al releer el relato me di cuenta que estaba más presente de lo que creía.
EliminarUn abrazo grande
¿Sabes qué? ...siendo brutalmente sincera, preferiría llamarme Remedios que vivir de forma anodina, que ser una hipócrita de misas de domingo.
ResponderEliminarBesitos Alís y disculpa el retraso con el que llego.
Alma, ¿sabes qué? Si yo estoy en alguno de los personajes de este relato es sin duda alguna en Remedios. De hecho... mejor me callo.
Eliminar;)
Besitos
ALIS
ResponderEliminarEse poder de seducción atrapante junto a un gran carisma de convocatoria masculina, sería el secreto intimo de Remedios, no la juzgaría, ella, tenía quizás aquello que otras tantas de su genero, no sabían, podían, o querían entregar a sus maridos, y al decir que no sabia hacer otra cosa, me parece que decidió ser la mejor, " en lo suyo ".
Amiga, es mi reflexión.
Te dejo un cariño, Alis.
LÚCAS
Lúcas, jamás me atrevería a juzgar a Remedios. No sé si ser los mejores "en lo nuestro" es fruto de una decisión, creo que más bien tiene que ver con una forma de vivir, de hacer lo que hacemos porque es lo que nos apasiona, lo que nos sale de manera natural, más que en pretender ser el mejor, el más reconocido o el más exitoso. Tengo la sensación que esas metas "externas" restan más que suman, porque vienen con exigencia y expectativas que a menudo nos ponen zancadillas.
EliminarGracias por contar tu reflexión. Te lo agradezco mucho.
Un abrazo
Qué relato más tierno, y quiero que entiendas ese término para esta historia. Porque me he centrado en el alma de esa mujer... un alma de fuego que sabe hacer lo que todos buscamos... amor.
ResponderEliminarMe ha encantado, Alís... es precioso al igual que la imagen.
Mil besitos para ti y muy feliz noche ♥
Auroratris, me encanta que lo encuentres tierno. A mí también me inspira mucha ternura Remedios.
EliminarMuchísimas gracias.
Besitos
Bueno verás... si no molesta a Naranjito, a mi también me gustaría tener el teléfono de Remedios. También es para un amigo.
ResponderEliminarCreo que el amigo de Naranjito y el mio, conseguirán ponerse de acuerdo.
Noxeus, te digo como a Naranjito y a Joaquín: dile a tu amigo que me contacte y le paso el teléfono de Remedios, jajaja.
EliminarAl final el relato va a resultar un magnífico acto promocional de Remedios, jaja. A ver si tiene algún hueco en su agenda.
Bicoss
La engañosa simplicidad de este relato, nos va llevando de la mano a la profundidad de un alma que como dice ella: solo sabe amar... entonces ella hace lo que mejor sabe hacer.
ResponderEliminarNi siquiera percibe (creo) ni las pasiones que desata,ni los odios.
Me ha encantado.
Muy hermoso y muy tierno.
Un beso grande!
lunaroja, me gustó eso que dices de la "engañosa simplicidad" del relato, porque justamente ayer hablaba con un amigo de eso, de si mis textos son simples o no (yo creo que sí) y qué significa eso. Al añadir lo de engañosa me trae una mirada nueva al respecto.
EliminarLas almas son profundas. Todas. Mirarlas directamente nos enfrenta a esa profundidad. Un texto puede ser simple, una persona no.
Muchísimas gracias por tu comentario. Me trae muchas reflexiones nuevas.
Besos gigantes para ti
Aplauso por el texto,cariños.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Fiaris.
EliminarUn abrazo
Me parece que el nombre no es casual.
ResponderEliminarEntiendo que haya hombre que la busquen, que luego de pasar un rato quien ella, les quede en su pensamiento.
Y que tenga la amistad de una adolescente rebelde.
Seguro que ella sabe amor. Y no le hace mal a nadie.
Que bien escrito.
Besos.
Demiurgo, el nombre llegó sólo. No lo pensé. Empecé a escribir y apareció. Y me gustó, claro.
EliminarNadie jamás hace daño a nadie amando. Bueno, tal vez cuando se ama mal o se entiende mal lo que es amar...
Muchísimas gracias
Besos
Siiiii, como el fruto que madura destinado únicamente a tu boca. Me ha recordado tu relato a una serie que he visto hace poco, Fargo, y que reviste de horror la imagen bucólica de esos pequeños pueblos...... tan peligrosos.
ResponderEliminarBesos
Steppenwolf, tengo la sensación que en los pueblos, como todos se conocen, todos se creen con derecho a juzgar a los demás. Juzgar y condenar.
EliminarSupongo que la serie Fargo será la adaptación de la película ¿no? A ver si empiezo a tener tiempo para ver series y la veo.
Besos
Hay mujeres que sólo saben amar eso es muy cierto, pero hay que ver qué es amor y qué no lo es.
ResponderEliminarMuy bueno tu post Alís, besazo al alma desde mi NECTARIO AZUL.
Paula, me asustan las (personas) que no saben amar. Las que sí las quiero siempre cerca.
EliminarMuchas gracias
Besos
Saber amar, que no era poca cosa... No por algo es que el añor es el mejor REMEDIO(S).
ResponderEliminarBesitos, linda!
Merche, a veces (a menudo) es el único remedio.
EliminarBesitos
Les duele el amor, le temen al amor, descreen del amor... porque saben amar.
ResponderEliminarAbrazos.
carlos perrotti, yo creo que quien sabe amar no puede temerle al amor, ni descreer de él. El amor no daña, si acaso algunas acciones que se ejecutan en su nombre.
EliminarUn abrazo
Muy bello relato mi amiga, me parece
ResponderEliminarbien si era lo que ella daba era amor,
y imagino todos lo recibían y dejaba
huellas y la buscaban.
Besitos dulces
Siby
Siby, y me pregunto si es esperable que quien entrega siempre amor debe ser correspondido. Aunque creo que cuando damos debemos hacerlo por el placer de dar, sin necesidad de recibir nada a cambio. Para recibir, en todo caso, siempre podemos pedir.
EliminarBesitos
Me ha encantado muchísimo el relato Alís, así son algunas mujeres, pueden repartir amor a diestra y siniestra. Amor de ese, pero amor al fin, o al menos a mí sí me lo parece.
ResponderEliminarTe abrazo amiga querida.
Muchas gracias, Gilo. Me alegra. Así son algunas mujeres y también algunos hombres. Creo que si a Remedios la buscan tanto es porque da amor, sin más, sin apellidos como "de ese".
EliminarUn abrazo enorme para ti
No es poco. Saber amar, quiero decir.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, algunos no aprenden en toda su vida, otros tardan mucho, y a otros les sale de manera natural. No diré en qué grupo me incluyo, jaja.
EliminarBesos
Ternura máxima en un relato que toca el alma, el amor es el remedio.
ResponderEliminarUn abrazo Alis
Jorge M, que el relato te toque el alma es el mejor elogio que puedes decirme. Muchísimas gracias
EliminarUn abrazo!
Una historia preciosa de una mujer mágica que solo sabe amar, esa es su vocación..... Saludos amiga.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra. No sé si es su vocación o su condición...
EliminarUn abrazo grande
no confundamos sexo con amor! pero cuando van juntos son lo mas poderoso que existe...
ResponderEliminarasí como la entrada anterior esta es una foto tuya también? jaja...
me encantó el relato, sabés hacerlo bien en este registro... besos para vos!
JLO, tengo la sensación de que Remedio entrega mucho más que sexo...
Eliminar(shhhh, no me descubras con la foto). En realidad, no. No se verían las piernas, jajaja.
Muchas gracias (¿sólo en este registro? jajaja). Antes escribía más relatos. Ojalá me vuelvan a salir.
Besos!!
Hay gente que dice que es peor el remedio que la enfermedad.
ResponderEliminarBubo, supongo que eso lo dicen ellas...
Eliminar¡¡Me arrancaste una carcajada!! Gracias
Besos
Una película española de los años noventa se titulaba "¿Por qué lo llaman amor cuando quieren decir sexo?". No la he visto, pero el título va de la mano con la típica (y diría que ambigua) expresión de "hacer el amor" que, según la época, ha tenido distintos significados, como, por ejemplo, cortejar a una dama, je,je.
ResponderEliminarAmor y sexo, son cosas que deberían coexitir en una relación de pareja. ¿Puede haber sexo sin amor? Sin duda. ¿Puede haber amor sin sexo? También, según de qué tipo de amor estemos hablando. Lo que está claro es que Remedios les daba a esos hombres algo más que sexo puro y duro, y eso es lo que parecen dar a entender sus propias palabras.
Me ha resultado una lectura muy placentera, tanto por su forma como por su fondo.
Un abrazo.
Josep Mª, con vuestros comentarios he estado pensando bastante en esto del sexo sin amor y amor sin sexo (tanto que me han dado ganas de escribir una entrada sobre el tema) y creo que a menudo cuando hablamos de amor nos referimos a una relación. Ésta es sólo una de las ideas que me surgieron.
EliminarHe pensado tanto en eso que ya no sé qué prefiero. Debería cotejar más, jaja.
Muchas gracias. Me alegra que la hayas disfrutado (la lectura).
Un abrazo
Siento ser la nota discordante, pero considero que amar es otra cosa que está muy lejos de eso. Y me extrañan muchos comentarios al respecto, sinceramente. Esto no me hace malo, sólo que valoro los conceptos de otra manera.
ResponderEliminarEn esta historia no encuentro amor por ninguna parte, ni de las mujeres a los maridos, ni de los maridos a las mujeres. En todo caso, yo no podría estar con alguien que ama a otra persona. Eso sí, el papel de Remedios es amable (ups).
Lo que más me ha sorprendido del relato son algunos comentarios, jajaja.
Un biquiño, juapa.
Sbm, no deberías sentir no estar de acuerdo. Creo que de la discrepancia se aprende más que del consenso. Dicho esto, también discrepo, jajaja.
EliminarYo veo en el texto el amor desprendido de Remedios, el amor propio de estas mujeres, el amor cobarde de estos hombres,... Tal vez no esté presente el amor sublime e idealizado. Ni siquiera sé si existe. (wow, me salió decadente este final, jaja)
Bicos!
Siempre te (os) leo pero esta vez no podía pasar en silencio sin reconocer el mérito de este texto, que podríamos situaren la línea del realismo-naturalismo.
ResponderEliminarEspero no atraerte malos rollos, porque llevo una racha!!!!
Bsss
De barro y luz, muchísimas gracias por romper tu silencio y por lo que dices.
EliminarNo imagino malos rollos contigo. Los que puedan perseguirte, no te preocupes, no me asustan. Soy más fuerte. Ahora sí.
Besos
Algo realmente bello, saber amar.
ResponderEliminarVengo a saludarte
Rosa
Rosa Mª, no se me ocurre mejor energía para encarar la vida, aunque no siempre esté tan a la mano.
EliminarMuchas gracias
Besos
Je. Con toda sinceridad te cuento que leyendo el primer párrafo, el de ellos, fue asociacion automática con los animales macho de los documentales.
ResponderEliminarCon el párrafo de ellas, me gustaría llevarte la contraria, pero tienes razón.
En cuanto a ella ... no me queda otro remedio que preguntar ¿ se puede amar por un rato ?
Y te lo pregunto porque yo no lo sé
Juncal, yo creo que sí, más que nada porque creo que amar es una forma de vida, poner amor en todo lo que hacemos, aunque sea una única vez, aunque sea algo casual. Yo he amado a personas con quienes me he cruzado por la calle y no he vuelto a ver. ¿Cómo no habría de amar a alguien con quien comparta algo tan íntimo como el sexo aunque sólo fuera una vez?
EliminarOtra cosa es si hablamos de ese amor que nos lleva a relaciones estables, matrimonios y luego divorcios.
;)
Besos
este no es un santo remedio,
ResponderEliminares la santa remedios!
es que para muchas penas ese amor es el mejor remedio...
muy buen texto
abrazo
f, si el amor no remedia algo, al menos lo hará más llevadero. Sea como sea, siempre trae ganancia...
EliminarMuchas gracias
Un abrazo
Hola Alis,entro a leerte de paso como un poco a todos,hasta mi vuelta
ResponderEliminarVAya pedazo de relato has escrito!!HAy tanto que decir acerca de esto
Siempre me produjeron cierta conmiseración y ternura las personas como Remedios
Las esposas le culpan a ella ,de sus maridos no dicen nada,Vamos a dejarloahí.
LA jovencita que se le acercaba,sólo quería darle ese AMOR con mayúsculas que todos necesitamos.Quién conoce el bagaje que otros llevan a la espalda!!!
Silencio
"Ella sólo sabía amar"
Gran final para el relato,muy bueno Alis!
Has vuelto con fuerza y me alegro de que estés aquí otra vez
Yo volveré en unos dias
Besucos preciosa
Gó
¿Quién conoce el bagaje que otros llevan a la espalda? Si sólo tuviéramos presente siempre esa pregunta, Gó, tal vez mediríamos más nuestros juicios sobre los demás. Siempre hay una razón por la que hacemos las cosas, siempre es la que consideramos la mejor razón aunque nos equivoquemos, siempre hay algo que explica nuestros actos... Otra cosa es que nos detengamos a preguntarnos qué será.
EliminarGracias por pasarte. Así se hace más llevadera la espera de tu regreso.
Besitos
Fantástico Alis. Remedios vino al mundo a remediar la sed de todas esas almas, a llenar vidas vacías de afecto y, de sentido,y a dar fuerza a esos hombres para tirar una semana más. Besos, amiga.
ResponderEliminar¡¡¡Antonio!!! (imagínalo dicho como Penélope gritó el nombre de Pedro en los Oscars). No imaginas cómo me alegra verte por aquí. O sí lo imaginas.
EliminarTe he recordado mucho estos últimos días en que he estado releyendo textos antiguos buscando algo que ya te contaré. ¡¡Cómo te echo de menos!! ¡Y cuánto tengo que agradecerte!
Gracias por tu lectura, por venir, por romper el silencio. Déjame que te cuenta que en Chile "tirar" es follar, así que cuando leí eso de "dar fuerza a esos hombres para tirar una semana más" no pude evitar reírme, aunque entiendo cómo lo dices.
Vuelvo al cine. Creo que ya te lo he dicho y lo repito. Es una frase de Melanie Griffith, así que imagínalo en su castellano americano: "¡Antonio, te quiero una jartá!".
¿Y qué es integrarse? ¿Adaptarse a lo que los demás consideran que está bien?
ResponderEliminarBesos.
Devoradora de libros, para la hija del alcalde, tal vez integrarse sea adaptarse. Si te respondo yo, y hace poco he reflexionado sobre eso como extranjera que soy en una charla que di, integrarse sería más bien la suma de adaptar, adoptar y aportar. En otras palabras, mantener mi esencia siendo y sintiéndome parte. Creo que tan importante como la identidad es el sentido de pertenencia, pero para que éste sea real es una tarea de una parte y de la otra.
EliminarTus preguntas dan para una larguísima conversación.
Besos
Jaja. La descripción me recordó gente conocida.
ResponderEliminarAlexander, ¿cuál descripción? ¿La de ellos, la de ellas, la de Remedios, la hija del alcalde, el párroco, el pueblo...?
Eliminar;))
Un abrazo
En ocasiones no nos tomamos el tiempo suficiente para conocer a las personas y menos para hacer empatía con ellas. Seguramente quien lo hubiera hecho con Remedios, además de la hija del Alcalde, se hubiera llevado una grata sorpresa.
ResponderEliminarBesos Alís.
Miguel, para tomarse el tiempo para conocer a las personas y empatizar con ellas hay que saber hacer algo que en esta historia parece saber sólo Remedios y, si acaso, la hija del alcalde: amar. Me da que tú sí sabes.
Eliminar;)
Besos
Puede que ellos buscaban lo que les faltaba.
ResponderEliminarTal vez, amor
Un placer leerte
Charly, probablemente sea como dices. En ese caso, me da pena que no sepan también dar lo que buscan...
EliminarMuchas gracias.
Bienvenido a este blog.
Un abrazo
Hay gente que no sabe apreciar la "bondad" de otras personas.
ResponderEliminarSalu2, Alís.
Dyhego, demasiada, lamentablemente.
EliminarBesos
Genial cierre. Un abrazo, bella. CARLOS
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos Augusto.
EliminarUn abrazo!
Uy! que casi se me pasa esta entrada (suerte que me dio por mirarlo) Como ves, yo también le he puesto Remedio(s), será que te quiero bien (y bueno) ❤
ResponderEliminarPiquito.
Y me alegra que lo hayas hecho, Laura. Porque me gusta siempre tenerte por aquí y porque es una entrada especial para mí. Y te contaré un secreto: nació de una reflexión sobre mí misma después de una conversación que tuvimos.
EliminarBesitos!!
Tus relatos me gustan porque se prestan para interpretar algunas cosas de la manera que mejor le parezca a quien te lee, lo corto que son nos deja completar la historia, y, en ocasiones inventarles una introducción. Menciono esto porque para mí, Remedio ejercía el oficio de prostituta, pero también podría haber sido una poliamante (pensé que existía esta palabra, “poliamante”, hasta sentido tiene, ni modo, una mujer que es amante de varios hombres). El comentario que acá dejo es en base a la apreciación que salto a mi vista con una única y rápida lectura.
ResponderEliminarPor un tema circunstancial, durante una etapa de mi vida, conocí muchas “Remedios” y tuve la maravillosa oportunidad de conversar en repetidas ocasiones por largos ratos con ellas. No era yo quien se remediaba al lado de ellas sino los huéspedes del hotel “familiar” de cuatro estrellas donde yo trabajaba. Son hermosas personas (muchas de ellas), son tan frágiles como lo puede ser la hija mimada de cualquier arquitecto o panadero, dan alivio, fungen de terapeutas, vigorizan, escuchan y curan heridas, en ocasiones en detrimento de lo que dictan las normas morales establecidas por quien sabe quien, motivo por el que son muy señaladas. Merecen respeto, merecen ser escuchadas, merecen que cada uno reconozca que hacen lo que hacen simplemente por la enorme demanda de hombres clamando por ellas, esos mismos hombres a los que nadie señala. Muchas de ellas, al igual que Remedio, en verdad aman a sus clientes, hasta hablan bien de ellos cuando las tratan bien y les agradecen todas las facilidades económicas que obtienen para sus vidas y las de sus hijos en caso de tenerlos.
Entropía Efímera, muchísimas gracias por tu comentario. Me gusta la idea de que Remedios no sea prostituta, sino poliamante. Si no existe la palabra pronto existirá, ahora que se ponen aún más etiquetas a todas las formas de amar, como si AMAR no fuera siempre lo mismo. ¿Quién dice que no se puede amar a más de una persona? De hecho, tiene más sentido que la exclusividad, que parece tan poco amorosa. Otra cosa son los compromisos que cada uno quiera establecer y cómo es cumpliéndolos...
EliminarGracias por lo que cuentas sobre las prostitutas. Es fácil marginarlas a ellas, cuando son la parte menos favorecida de una sociedad que debería revisar su moral, en mi opinión.
Sé bienvenido a este blog. Te agradezco el compromiso con que has leído mis textos y con que has comentado.
Un abrazo