Fotografía: Andreea Markocsanyi
- Suenas triste.
- Porque estoy triste.
- Lo sé. Lamento mucho no poder acompañarte en esta fecha tan señalada.
- Yo también lo siento. En días así la soledad se pone insoportable. Y los recuerdos, sobre todo los malos, ocupan los vacíos. Y lo llenan todo.
- ¿Cómo celebrarías si estuviera ahí contigo?
- No sé… Pediría sushi. Comeríamos rico. Jugaríamos ya sí una partida de ajedrez. Me haría un pito… Yo estaría contenta. Tú te aprovecharías de que lo estoy …
- Parece un buen plan.
- En realidad, puedo hacer todo también estando sola. Salvo estar yo contenta y tú aprovecharte de que lo esté.
Tantos cumpleaños sin poder celebrar, que esa soledad se ha hecho muy común.
ResponderEliminarUn abrazo, y feliz día
Albada, los cumpleaños y muchas otras fechas en las que quisiéramos estar acompañadas y no podemos. ¡Qué tiempo más jodido éste!
EliminarUn abrazo grande
Parece un buen plan.
ResponderEliminar:)
Xavi, ¿te apuntas?
Eliminar;)
Besos
Pues no está mal el plan. Al ajedrez se puede jugar on line.
ResponderEliminarFeliz finde.
Marigem, casi todo se puede hacer en línea... y no es lo mismo.
EliminarBesos
¿Es necesaria la presencia?
ResponderEliminarBuen finde.
Alfred, tal vez no necesaria, pero sí apetecida.
EliminarBesos
Es lo que tiene la soledad, sobre todo esta que se alarga demasiado en el tiempo.
ResponderEliminarDeberías de ponerte la obligación de estar contenta. a pesar de la ausencia.
Besos.
Juan, es la soledad impuesta la que molesta ¿verdad?
EliminarAl final igual me río y lo paso bien, y eso no impide que algunas ausencias duelan.
Besos
Bueno, siempre nos quedará el onanismo
ResponderEliminarCabrónidas, ¿será que el onanismo estará viviendo su mejor momento gracias a la pandemia?
EliminarUn abrazo
Nada menos que "salvo estar yo contenta y tú aprovecharte de que lo esté".
ResponderEliminarUn abrazo.
Macondo, ligera la diferencia ¿verdad? Si pudiera elegir, renunciaría a lo otro...
EliminarBesos
La diferencia es sustancial, sí.
ResponderEliminarBss
De barro y luz, tanto que genera dos realidades completamente distintas.
EliminarBesos
Ya nos hemos acostumbrado a la soledad. La hemos hecho amiga nuestra. Y celebrar los días. Y no es mala compañía. Sentirse acompañada por uno mismo. Pero los días van pesando. Y tantos días no es bueno.
ResponderEliminarUn placer leerte.
Besos enormes.
María, estos tiempos de pandemia nos han hecho habitar más la soledad, es cierto. En parte lo agradezco, porque me gusta, pero no sé si me gusta tanto que sea impuesta.
EliminarBesos
La distancia -y Tinder- acaba de destrozar una bonita ilusión mía. Pero sólo me he concedido tres días de soledad. La vida es demasiado corta, y hay tantas cosas interesantes... Ánimo Alís.
ResponderEliminarRepublicano, tienes razón, demasiado corta como para andar perdiéndola lamentándonos. En cuanto a la distancia, ¡ay, qué difícil resulta a veces!
EliminarBicos
No sólo parece un buen plan, parece una tentación, a aprovecharse de que esté contenta. No es lo mismo que juegue el ajedrez sola o con alguien.
ResponderEliminarBesos.
Demiurgo, y eso ocurre no sólo con el ajedrez...
Eliminar;)
Besos
Pues la última frase lo dice todo. Si uno no está contento con el otro...no hay mucho que decir o hacer.
ResponderEliminarUn abrazo
Rita, lo difícil es cuando no estamos contentos solos. ¿Cómo se resuelve eso?
EliminarBesos
La soledad brinda (y blinda) siempre una reconfortante celebración.
ResponderEliminarFackel, coincido, especialmente en este fin de semana en que me he regalado una soledad que me permita acompañarme. Y me pasa que a menudo me gusta celebrar con otros, especialmente en fechas especiales.
EliminarBesos
A veces hay que aprovecharse de uno mismo y fluir más allá de la soledad y de los vacíos llenos de tanto que no nos beneficia…
ResponderEliminarUn abrazo grande, querida Alís 💙
Ginebra, a veces me pregunto cómo estando tanto tiempo sola me resulta tan difícil estar sola. Suena enredado, pero así me siento algunas veces.
EliminarAbrazo grandote
A veces nos queda la fantasía.
ResponderEliminarErik, la fantasía ¡siempre! Y que no falte.
EliminarBeso
Me gusta los diálogos que nos ofreces..son reales como la vida misma. Un besazo Alis.
ResponderEliminarMuchas gracias, Campirela. ¿Será porque nacen de la vida misma?
Eliminar;)
Besitos
Un buen plan, sola o acompañada, creo que aún sol@s tenenos suficientes recursos para "festejarnos"!
ResponderEliminarUn gustazo leerte otra vez...
besos.
lunaroja, me gusta celebrarme sola también, porque no puedo hacerlo a menudo (no sé cómo me arreglo para no lograrlo). Y algunas veces deseo, más que necesito, alguna compañía.
EliminarBesos
Hay que aprender a celebrar con una misma.
ResponderEliminarBesos.
Devoradora de libros, y tal vez sea de las cosas más difíciles a aprender.
EliminarBesos
Y aunque podrías hacer tú sola el plan, hay días q nos puede la tristeza. Lo bueno (por buscar algo bueno) es que conocer la hondura de la tristeza y la ausencia dan perspectiva. La presencia y la alegría ganan mucho. Un abrazo Alís
ResponderEliminarLoles, hay días en que las circunstancias me muestran el rostro de una soledad muy diferente a la que a mí tanto me gusta. Quizás sea su lado B. Y sí, la tristeza también trae sus regalos y sus habilidades.
EliminarBesos
Hay emociones que no podemos disfrazar... hay planes tentadores. Un placer leerte, Alís.
ResponderEliminarMil besitos para ti y muy feliz finde ♥
Auroratris, no sé si las emociones se pueden disfrazar, sospecho que sí. Lo que sí sé es que nunca es buena idea hacerlo.
EliminarMuchas gracias
Besitos
La soledad también tiene su belleza , pero al igual que la vida, no es para todos.
ResponderEliminarUn abrazo amiga Alís
Jorge M, más que no ser para todos, creo que no es para siempre. Hay momentos para estar solos y momentos en que es mejor no estarlo.
EliminarUn abrazo grande
Nos convertimos en sombras de lo que fuimos y esto ya tiene difícil retroceso. Nos queda jugar contra nosotros mismos al ajedrez y, en el mejor de los casos, sonreír a la soledad.
ResponderEliminarUn beso.
Ilduara, lo bueno de jugar contra nosotros mismos es que siempre podemos resultar ganadores, aunque temo que dependiendo del estado de ánimo podríamos acabar sintiéndonos los perdedores.
EliminarBicos
¡Cómo me suena este diálogo!
ResponderEliminarTracy, temo que especialmente en estos tiempos que estamos viviendo este diálogo puede ser más común de lo que me gustaría.
EliminarBesos
Pues a celebrar sola amiga, saludos a la distancia.
ResponderEliminarSandra, ¡qué remedio queda!
EliminarUn abrazo grande
Creo que poder tener este diálogo rellena parte de esa ausencia dolorosa.
ResponderEliminarUn beso grande, Alís y me alegra leerte. Espero que estés bien.
Carmela, y no sé si sería porque manifiesta que no es tanta la soledad o sólo da el desahogo del derecho al pataleo...
EliminarMuchas gracias. Espero que también estés bien
Besos
¡Qué descriptivo! Enhorabuena.
ResponderEliminarJulio Alcalá, muchas gracias. Me alegra que lo sientas así.
EliminarUn abrazo
Un excelente texto, de los tuyos. Una excelente celebración después de todo... No cabría privarse. Una sola también puede hacer vibrar el mundo!
ResponderEliminarSi bien el plan compartido parece llevarse la palma...
Dejando al margen ese aprovecharse, que suena interesante, que tú estés contenta, depende de ti! Y lo sabes!!
Gran abrazo Alís.
Ernesto, que alguien se aproveche de nuestra alegría también contribuye a estar contentos ¿o no? Bueno, en mi caso sí, jaja.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
Me encanta lo de los recuerdos ocupan los vacíos y lo llenan todo. Precioso relato, la soledad es una gran amiga que hay que quedar con ella de vez en cuando. Enhorabuena Alis, un fuerte abrazo.
ResponderEliminarGermán Ibarra, a mí me gusta quedar con la soledad y hacer planes con ellas. Hoy, por ejemplo, estoy con ella y la disfruto. Y a veces me gusta engañarla quedando con alguien más...
EliminarMuchas gracias
Un abrazo
A veces estamos tristes, pero no es posible guardar ese secreto por mucho tiempo.
ResponderEliminarSaludos.
Unknown, ni es posible guardarlo ni creo que sea conveniente. Menos a nosotros mismos.
EliminarUn abrazo
La soledad impuesta , es mala compañera.
ResponderEliminarUn abrazo, para evitar soledades :)
artur, es que creo que el mal no está en la soledad, sino en la imposición. Nunca me gustaron las cosas impuestas.
EliminarGracias por ese abrazo, que acompaña
Petons
Que triste es la soledad, y mas en fechas tan significativas, los que hubiera o los que hubiese...son palabras y el amor se demuestra con hechos..... no con promesas.... Mejor celebrar sola 😊
ResponderEliminarBesos Alis y un placer leer tus dialogos que estes bien!!
Gra!, no sé si es la soledad la triste o que se presente cuando no es deseada. Tal vez sea el momento, más que la soledad en sí.
EliminarMuchas gracias
Besos
Cada vez estoy más convencido de que la soledad molesta a los otros antes que a quien la practica...
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A. García, podría ser. Me quedo pensando en lo que dices...
EliminarUn abrazo
Celebrar la vida solo o acompañados, supongo que aceptando lo que ocurra en ése momento, las dos cosas mejor deseadas, tanto soledad como compañía.
ResponderEliminarBesos.
Amapola, al final todo se reduce, tal vez, en celebrar la vida como sea.
EliminarBesos
É triste celebrar sozinha uma data significativa. A saudade está sempre presente. Mas pensa positivo Alis, lembra que quando puderes celebrar acompanhada, tudo será muito mais intenso!
ResponderEliminarBesos!
A.S., suelo ser paciente, pero a veces se me olvida, jajaja. Cada vez me gusta menos pensar en lo que podré hacer en el futuro y más en lo que sí puedo hacer hoy.
EliminarBeijos
Ya cansa tanta celebración rara sin poder rodearnos de los que más queremos. Y menos mal que hay teléfonos...
ResponderEliminarUn abrazo.
Laura Caro, sí que cansa, sí. Está siendo un tiempo demasiado largo.
EliminarBienvenida
Un abrazo
me encantan esos diálogos .y me identifico mucho con algunos de tus personajes ,besitos .
ResponderEliminarOdalys, muchas gracias, me gusta saberlo. Nacen de la vida misma, tal vez por eso resulte fácil identificarse con algunos de sus personajes.
EliminarBesitos
Creo que has señalado muy bien lo que hacen los recuerdos malos, escurridizos y cínicos.
ResponderEliminarMe ha gustado.
Abrazos.
Gildardo, esos recuerdos son además tercos y obstinados (ellos dicen que perseverantes, jaja).
EliminarUn abrazo grande
Parece que esa fantasia seria un buen plan, ante esta costumbre de la soledad.. besos.
ResponderEliminarhanna, me hiciste pensar que hay algo triste en los planes que se convierten en meras fantasías...
EliminarBesos
Estando sola, también se fuma más... 😉
ResponderEliminarBesos.
Laura, y además de verdad. No hay pulmón que resista a tanta soledad, jaja.
EliminarBesos
Mientras podamos celebrar, aunque sea solos, no está todo perdido...
ResponderEliminarUn beso de tarta.
Eva S. Stone, me alegra tu optimismo (que nunca dejemos de celebrar) y sobre todo me alegra verte de nuevo por aquí.
EliminarBeso gigante
y que me dices del aprovechamiento telefónico? y de la alegría telefónica? y del ajedrez telefónico? y del sushi... Bueno, no se puede tener todo...
ResponderEliminarsaludy Besosss Alís
Gabiliante, sin despreciar todo lo que nos ofrece la vía telefónica, sigo pensando que no es lo mismo. Aunque como sucedáneo puede pasar y pasa.
Eliminar;)
Besos
Alis,
ResponderEliminarEstoy aquí conociendo tu espacio en la Web.
Realmente me gustó tu escritura.
Besos, cuídate y feliz Pascua!
Jornalista Douglas Melo, muchas gracias y bienvenido.
EliminarCúidate mucho también. Los tiempos lo requieren.
Pues ahora toca brindar, así que SALUD, más vale sola o solo que...
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Irma, bridemos entonces, aunque sólo sea para celebrar que seguimos estando.
EliminarBesitos
Pues a celebrar la soledad, que se está muy a gustito.
ResponderEliminarSes, eso daría entonces dos motivos de celebración.
EliminarBesos
La soledad siempre ha estado. No es de ahora. Cuántas veces, antes de la pandemia, queríamos estar solos, beber solos, porque nos hacía sentir bien, y otras éramos felices, también, en compañía. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, de hecho este diálogo tiene poco que ver con la pandemia, eso es sólo circunstancial...
EliminarUn abrazo
Lo ideal es compartir la alegría y la fiesta. También las penas.
ResponderEliminarSalu2, Alís.
Dyhego, así es, para multiplicar las primeras (alegría y fiesta) y dividir las segundas (penas)
EliminarBesos
Un placer volver a leerte 😊😊
ResponderEliminarMar, igualmente. Muchas gracias
EliminarUn abrazo
Si sabemos jugar bien nuestras cartas la soledad tampoco es mala compañía. Y a veces también es gratificante.
ResponderEliminarRaposo, que la soledad sea buena o mala compañía depende exclusivamente de nosotros mismos ¿no crees? Supongo que depende del talante con que andemos.
Eliminar;)
Bicos
Alis, casi me pierdo esta historia tan bien contada y desde luego todo sabe mejor si es compartido.
ResponderEliminarUn Abrazo.
Muchas gracias, Ángel. Para ser sincera, hay cosas que no me gustan compartir. Por ejemplo, algunos chocolates... saben mucho mejor sola, jaja.
EliminarUn abrazo grande
Ális!
ResponderEliminarSaudades!
Espero que tudo esteja bem contigo.
Te dejo un beso!
A.S., gracias por preocuparte. Están siendo meses en los que el tiempo parece más escaso, así como la energía. Sigo por aquí, aunque me cueste encontrar el momento de pasar por aquí y más aún por vuestras casas. Tenedme paciencia, por favor.
EliminarBeijos
Ojalá, estés contenta. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, muchas gracias por volver a preguntar. Bastante contenta para cómo están los tiempos, aunque a menudo ni tiempo tengo para preguntármelo.
EliminarUn abrazo grande
Nada ni nadie podrá llenar el calor
ResponderEliminarde una buena compañía.
Sólo nos queda sobrevivir.
Un besote.
A. Javier, qué alegría volver a saber de ti. La verdad, aspiro a mucho más que sobrevivir, aunque algunos días es cierto que me conformo con eso.
EliminarBesote para ti
Compartir en pareja es mucho mas divertido.
ResponderEliminarBesos.
Conchi, no sé si opino yo o mi espíritu de contradicción, pero depende de la pareja ¿no? jajaja
EliminarBesos
Julio David, el riesgo es que le tome el gusto a la soledad y deje de desear otras compañías...
ResponderEliminarUn abrazo