Fotografía: Vlad Artazov
¿En qué momento comenzamos a ser nuestro tema de conversación?
¿Qué hicimos que nos distrajo de todo
lo que nos entretenía y nos unía?
Hablo de nosotros,
de ti y de mí.
Y de mí conmigo.
Extraño aquella exquisita liviandad
que nos tenía volando
entre sueño y sueño.
A ti y a mí. Y a mí conmigo.
Y la risa. ¡Cuánto extraño la risa!
Me apago sin ella. Me borro...
Extraño las ganas
de que llegara mañana,
de cada nuevo día.
Extraño la confianza con que me levantaba,
y me acostaba,
cada día.
Extraño todo,
menos convertimos en nuestro tema de conversación,
porque solo hablamos de nosotros
en cada herida.
Y ya no hablamos
más que de nosotros.
Una realidad que muchos viven,abrazote.
ResponderEliminarAsí es, Fiaris. Aunque no sea consuelo...
EliminarBesitos
Mejor hablar de otra cosa, sí; porque no vamos a ganar para mercromina.
ResponderEliminarBicos, prima.
Tampoco es cuestión de evitar las conversaciones necesarias, pero cuando son necesarias tantas sobre el tema, mala señal...
EliminarBicos, primico
¿Por qué será tan complejo manejar las emociones compartidas?
ResponderEliminarBesos.
¿Será porque casi siempre, a veces, escondemos algo de lo que sentimos? Nuestras conversaciones privadas a menudo difieren de las públicas
EliminarBesos
Muy buen poema, que reclama rescatar la alegría en una relación.
ResponderEliminarAbrazos.
Sara, una relación sin alegría está condenada a morir.
EliminarBesos
Esos...porque tú, y es que yo...pero tú...esos diálogos son nefastos
ResponderEliminarMejor no echarlos de menos con nadie, ni con quien ya no está. Un abrazo
Cuando los problemas surgen, lo difícil es mantener diálogos constructivos. Suelen volverse rendiciones de cuentas, y así no hay quien avance...
EliminarBesos, Albada
Menor sali a pasear en silencio. Un. Beso
ResponderEliminarSí, Susana, pero para volver mejor y que no sea sólo un mecanismo de evasión que deja todo igual
EliminarUn abrazo
El principio del fin. Así de simple, pero muy presentado.
ResponderEliminarBesos.
Lo malo, Alfred, son los finales que se alargan casi tanto como la historia...
EliminarBesos
Cuando comenzamos a extrañar es que algo falla , pero si así podemos ser consecuentes, quizás tenga arreglo , habar con una misma a veces ayuda . Reflexión.
ResponderEliminarUn besote
Campirela, todo tiene arreglo: a veces es seguir, a veces es terminar. Lo que no tiene sentido es perpetuar una situación que no nos haga felices.
EliminarBesos
¿Qué piensa la parte contratante? ¿Vais a hablar de otra cosa? Siempre queda la esperanza.
ResponderEliminarUn abrazo.
Julio Alcalá, la parte contratante es parte de la situación. Ya sabes, dos no pelean si uno no quiere... ;)
EliminarUn abrazo
A mí me gusta leerte.
ResponderEliminarHables de lo que hables.
Eres profunda.
Y mágica.
Un beso.
Y a mí que me leas, Xavi, con los ojos con que lo haces. ¿Imaginas mi sonrisa ahora? Hazlo
EliminarBeso
Como esa canción tantas veces oída que ya no sabes de lo que habla.
ResponderEliminarCabrónidas, en mi caso, como si fuera una canción en inglés, que con suerte entiendo un par de palabras, jajaja
EliminarUn abrazo
Qie bueno es cuando no hay necesidad de hablar de cosas "importantes".
ResponderEliminarAbrazoo
Gabiliante, qué bueno cuando las cosas importantes fluyen
EliminarBesos
Una grata sorpresa volver a leerte!
ResponderEliminarBeso grande!
Gracias, lunaroja.
EliminarEstoy intentando sostener. A ver si lo logro. No me ha resultado fácil los dos últimos años
Besos
Ahora no quiero ni pensar.
ResponderEliminarBesos
Erik, sabia decisión. A veces lo intento y todavía no lo logro.
EliminarBeso
Llega ese momento en que toca extrañar y ... hablar de nosotros. Qué bien lo has graficado con tu poesía, Alís. Me ha gustado mucho.
ResponderEliminarMil besitos y feliz día ♥
Auroratris, ¿será que es inevitable? Mis experiencias hasta ahora así me lo muestran, pero aún creo que puede haber otra forma.
EliminarMuchas gracias
Besitos
¡Pinche rutina! ...
ResponderEliminarBesos, Alís.
Así es, Eva. La rutina y lo mal que la manejamos / resolvemos.
Eliminar¡Besos!
Hola Alís!
ResponderEliminarNo sabía que estabas de vuelta, por un momento te perdí el rastro, entre que ando distraído y que ahora me apuran otras cuestiones.
Me alegro de ver actividad por acá
Besos!
Frodo, lo estoy intentando. No me ha resultado los dos últimos años, espero que ahora sí.
EliminarGracias por seguir por aquí
Besos!
Un poema precioso, se pierde el foco hablando de un nosotros explícitamente, como bien cuentas es mejor hacerlo contando otras cosas, se dice mucho más. Un abrazo.
ResponderEliminarMuchas gracias, Xan. Cuando el nosotros monopoliza las conversaciones y no da espacio para el disfrute es mala señal, creo yo.
EliminarBicos
Es importante que lo cotidiano del nosotros no aniquile lo extraordinario de ambos y permita proyectarnos a un grato futuro.
ResponderEliminarUn beso.
Pienso lo mismo, Ilduara.
EliminarEs bueno estar atentos a cómo está el nosotros, pero si sustituye todo lo que permitió constituirnos como tal puede ser muy mala señal.
Bicos
Hay cosas que terminan sin haber visto llegar su final.
ResponderEliminarBesos.
Así es, Devoradora de libros, hasta que ese final nos atropella sin tiempo a apartarnos del impacto.
EliminarBesos
¡Ay, sí, que triste no acabar de desredar las cosas que nos duelen! ¡Y qué doloroso!
ResponderEliminarTambién esto pasará (espero que pronto!) Un abrazo Alís
Todo pasa, Loles, por suerte (buena o mala).
EliminarOcurre que a veces tratando de desenmarañar los entuertos los liamos más.
Besos
Bellísimo poema.
ResponderEliminarMuchas gracias, Frases Bonitas
Eliminar;)
Hola Alís!!!Bellísimo tu poema!!Ha sido un placer leerlo!!!!Me encanta tu blog.Te invito a visitar mi blog en el que te participo mi relato jueveario. Espero te agrade. Abrazo agradecido!https://ellugardelmundodemarta.blogspot.com/2023/02/blog-post.html
ResponderEliminarMuchas gracias, Marta
EliminarUn abrazo
Un excepcional diálogo contigo...
ResponderEliminarCon la maestría y delicadeza que te carácteriza.
Siempre un placer Alís.
Abrazos.
Muchas gracias, Ernesto. Estos diálogos ocurren a veces con nosotros mismos y a veces se dan entre dos. No deja de llamarme la atención eso.
EliminarUn abrazo
Es bueno y necesario dialogar con la pareja, pero sobre todo, con nosotros. Allí aparecen las nubes oscuras, las cosas bellas que han desaparecido y se extrañan y, un síntoma aviso profundo de que algo anda muy mal es: cuando ya no están porque, es algo profundo que ya no tiene vuelta o ¿tal vez?.
ResponderEliminar¡Qué bueno leerte después de tanto tiempo Alis!. Yo desaparecí por años y, hace poco regresé...las letras reclamaban como agujas en los dedos.
Besos
Taty, ¡qué alegría leerte de nuevo y verte por aquí! El escribir es, al menos para mí, de esos amores que es imposible dejar del todo. Siempre acabo volviendo. Me alegra que tú también
EliminarBesos
Feliz de verte de nuevo Alis!
ResponderEliminarEspero que todo esté bien contigo, mi amiga.
Tu texto es hermoso. Siempre es un placer leer tus palabras.
Un buen domingo para ti.
Un beso.
A.S., muchas gracias. También me alegra verte por aquí.
EliminarLa vida sigue, con sus altibajos, como siempre. Y está bien que así sea, supongo.
Beijos
¡Ufff! Tengo el patio en casa como para leer esto. Y es que se echan de menos las risas, las tonterías y no hablar mas que de nosotros.
ResponderEliminarUy, Bubo, no pretendía remover nada. Si te sirve de consuelo, tu patio no es el único que está así
Eliminar;)
Besos
Thanks, Rajani
ResponderEliminarSí amiga, llevas tiempo fuera de la onda...
EliminarEstos dos comentarios que te ha llegado son TIMO TIMO...
Ni te leen ni les interesa tus gracias.
Solo buscan que entres en su blog!
De vez en cuando "riegan" con esas palabras los blogs de otros. ¿Ok?
Chao Alís!
I will try, Rajani.
ResponderEliminarSe siente en los versos ka herida. Saludos. Carlos
ResponderEliminarAsí es, Carlos Augusto, algún dolor hay por ahí. La idea es que no se agrande demasiado
EliminarUn abrazo
El caso es hablar, Alis.
ResponderEliminarSalu2.
Dyhego, uy, no sé. Ya sabes: no es por no hablar; si hay que hablar, se habla. Pero hablar para ná... jajaja
EliminarBesos