Fotografía: Rodney Smith
Te distraes por
un instante
y me posee el vértigo.
Temo tu mirada
perdida, aparentemente
vacía, y tan llena
a la vez de otredad.
Ese instante en el limbo
me sabe a abismo,
a distancia insalvable,
al frío de estar
frente a lo ajeno,
a la absoluta ausencia.
A mí siempre me pareció el limbo una vaciedad (o la pérdida aparentemente en estado neutro)
ResponderEliminarCreo que la iglesia eliminó el Limbo hace unos años. Aunque como metáfora y lugar... ¡A mi me encanta!
EliminarFackel, creo que pensaba en el limbo como una nada y también como el punto de equilibrio entre extremos u opciones. Se me vino a la cabeza "la dualidad de ni chicha ni limoná"
EliminarBesos
Bubo, me encanta como metáfora, como lugar y también como suena. Me parece una palabra bonita ;)
EliminarBeso
Necesitamos estar ausentes de las cosas. Quizá un tiempo, unos segundos. El problema es lo que ven los otros cuando estamos en esa otredad. (Que raro me suena). Al fin y al cabo solo hay que preguntar. Y, a veces, aunque la respuesta sea: Nada. Quizá sea cierto y nos quebremos la cabeza por chorradas que no son nada.
ResponderEliminarO que son nada, jajaja.
EliminarSupongo que es de esos "lugares" que vemos de modo diferente desde dentro que desde fuera. Bueno, como todos ¿no?
Otro beso
Quizás mire al pasado y haga recuento de cuántas cosas compartidas que unen para siempre y te separan un abismo de la vorágine de los días en que nada parece tener sentido.
ResponderEliminarUn beso.
Ilduara, tal vez por eso quizás ese desasosiego de sentirse al borde del abismo sin saber en qué dirección será el siguiente paso, con el riesto de caer al vacío.
EliminarBico
Me gusta ese comentario que informa de que la iglesia eliminó el limbo. A ver si se animan y eliminan también el infierno y de paso se eliminan ellos mismos. Total...
ResponderEliminarRicard, lo que parecen haber eliminado es el cielo, porque el infierno lo tenemos alrededor. Mira las noticias y verás.
EliminarBicoss
Una expresión estar en el limbo... Será ese lugar en caso de existir donde la mente esté pensativa entre el bien y el mal.Un beso, feliz semana.
ResponderEliminarCampirela, así lo suelo usar yo, al menos.
EliminarBesitos
A mí me gusta estar ausente o en el limbo por momentos, pero solo eso, algunos momentos.
ResponderEliminarPreciosos versos.
Marigem, a mí también. Y si puedo hacerlo un día entero, feliz. Será porque tengo pocos momentos para hacerlo.
EliminarY hablaba de esas veces en que intuyes que esa ausencia es síntoma de algo peor.
Besos
Desamor es estar en cierto modo en el limbo. Aunque no exista, o quizas si, digámosle abstracción.
ResponderEliminarFrancesc, algunas abstracciones resultan entretenidas y otras tienen tanto aroma a ese desamor que mencionas que hieren.
EliminarUn abrazo
Ese instante como un abismo que se abre a tus pies.
ResponderEliminarPrecioso poema. Un abrazo enorme
Albada, lo describes perfectamente.
EliminarGracias
Besos
Lo peor no es desamor sino el vacío. Un beso
ResponderEliminarSusana, creo que lo peor es ese período en que ya todo terminó pero no está declarado
EliminarUn abrazo
Estar en el limbo también se puede apreciar como pensar en cero y eso es un ejercicio de terapia mental que ayuda más de lo que se cree. Otra cuestión es que se mire el limbo como ausencia negativa.
ResponderEliminarBicos e bo comenzo de semana, Alis.
Joaquín, me gusta ese estado de no pensar, aunque no me resulte muy sencillo. Y el poema habla de ese limbo que es, en realidad, un síntoma
EliminarBicos
A el limbo se va cuando en la vida no hay nadie que te espera. Para mi estar en el limbo es estár en la nada, o vagando sin rumbo. Feliz comienzo de semana Alís. Un beso
ResponderEliminarCarmen, quizás también cuando no quieres que nadie, o alguien, te espere...
EliminarBesos
Es muy inquietante el poema.
ResponderEliminarEspero que lo que lo ha inspirado sea reversible.
Besos.
Gracias, Xavi.
EliminarReversible no fue, pero todo pasa.
Beso
Aún vacío, quedaron los ecos de la vida. Un abrazo desde Colombia.
ResponderEliminarGuillermo, ¿ocupan algún espacio los ecos? :)
EliminarUn abrazo
ESos instantes de distancia de ausencia en el otro duelen como espinas en el alma. Un abrazo.
ResponderEliminarCarlos
Carlos Augusto, sí, tal como duele a veces la evidencia
EliminarUn abrazo
Abrazo apretado.
ResponderEliminarOtro abrazo grande para ti, Fiaris
EliminarA veces pasa; tenemos a una persona al lado y en según qué momentos parece estar a kilómetros de distancia. Tan lejana que ni siquiera podemos ir en su busca, solo esperar que vuelva.
ResponderEliminarCabrónidas, ocurre que a veces no vuelve
EliminarUn abrazo
Para eso me pinto como nadie, me voy fácilmente a babia, tanto que alguna vez mi hija mayor pensaba que tenia un padre autista, luego se dio cuenta de que simplemente estaba de paseo en mi cabeza.
ResponderEliminarBeso
Erik, es que a ti te gusta mucho dar paseos ;)
EliminarBeso
Cierta desazón inunda un poema nostálgico de lo que no se quiere recuperar.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, menos mal que la tristeza llega para ayudarnos a soltar lo que ya no es.
EliminarBesos
Vacío, distancia, reflexión.
ResponderEliminarTe quedó muy bello, amiga.
Besos mexicanos.
Muchas gracias, Sara
EliminarBesitos
Una mirada distraída, que no se cruza con esa otra mirada, que la busca. Un ejemplo de vacío.
ResponderEliminarBesos.
Demiurgo, un vacío que a veces lo llena todo
EliminarBesos
Hermoso!
ResponderEliminarUn beso!
Muchas gracias, lunaroja
EliminarBesos
Es bastante zonzo, pero dice así:
ResponderEliminar¿Por qué los aviones no se mojan cuando llueve?...
Porque llevan piloto.
;)
Frodo, y ¿se le llama piloto a un impermeable? Eso deduzco, jajaja
EliminarGracias por contármelo
Besos
«El amor tiene fácil la entrada y difícil la salida» (Lope de Vega).
ResponderEliminar«El amor es como la salsa mayonesa: cuando se corta, hay que tirarlo y empezar otro nuevo» (Enrique Jardiel Poncela).
Besos.
Macondo, debería hacerle más caso a Lope de Vega, pero yo me empeño en intentar que la salida también sea buena. No aprendo, jaja
EliminarBesos
Creo que todos hemos estado en esa situación, en la del otro.
ResponderEliminarBesos.
Devoradora, yo he estado en ambas. Y en repetidas ocasiones
EliminarBesos
Te he visto en muchos de los blogs que frecuento y en este ratito me he dicho, voy a conocer a ALIS y te encuentro preocupada por lla ausencia de alguien que permenece perdido en su limbo mientras le observas...porque son dispersos, porque tienen un mundo interior demasiado rico que les absorve o simplemente porque se despistan, eso no tiene importancia, lo malo es cuando te vuelves invisible para ellos cuando les hablas...
ResponderEliminarUn placer ALIS, me gusta tu mundo ; )
María, gracias por venir. Bienvenida.
EliminarHablaba, creo, de una ausencia que se quedó. O así lo sentí entonces
Un abrazo
Instantes...
ResponderEliminarÉste y otros, creo, que definen de alguna manera tu presencia actual en estos espacios de compartir...
Abrazos Alís.
Ernesto, sí, tienes razón, parece que ando en el limbo ¿verdad? Me cuesta estar tan presente como quisiera, pero al menos lo estoy intentando. Ya es más de lo que podía hacer meses atrás. Deséame suerte
EliminarUn abrazo
Parece que me describiste y, es que esos estados donde aparentemente nos vamos de este mundo son necesarios para personas como yo, que nos evadimos por algunos minutos, pero son solo fugas momentáneas. Para quien lo hayas escrito, no temas, no es ausencia, solo es poesía.
ResponderEliminarBesos Alís
Taty, me gusta pensar que es poesía. Incluso siendo real ausencia.
EliminarBesos
Nostalgia llena de melancolía.
ResponderEliminarBesos.
Conchi, es esa nostalgia que se siente antes del final, cuando se sabe inevitable
EliminarBesos
El desapego ni con un buen pegamento.
ResponderEliminarY el silencio, esa tumba que se instala entre los amantes, una vez ha sembrado su raíz, es muy difícil de desenterrar tanto, que mejor volver a plantar alguna flor en un nuevo jardín...
Besos, Alís.
Me encanta el silencio, pero cuando se convierte en la expresión del vacío me da mucho vértigo.
EliminarAntes de plantar nuevas flores me parece deseable un tiempo de barbecho. ;)
Besos, Eva