Laura se había
encariñado con aquel vestido. No había modo de convencerla de que se pusiera
otra prenda; quería usarlo a todas horas, incluso para dormir si le dejaban
hacerlo. Magdalena debía aprovechar las noches para meterlo en la lavadora y
luego en la secadora, de modo que estuviese listo para la mañana siguiente.
Como los niños no
saben lo que realmente supone ser mayor, nada hay que les atraiga más que
hacerse grandes y a ese argumento tuvo que recurrir Magdalena para lograr que Laura
se despidiese de su tan amado vestido.
- Ese no, mamá, me
quiero poner mi vestido.
- Pero, cariño, te
queda pequeño ya.
- No, me queda
bien. ¡Quiero mi vestido! –protestaba Laura, a pesar de que apenas entraba en
él.
- A ver, ¿cuántos
años tienes?
- Cuatro.
- ¿Y qué pone aquí?
–le preguntó Susana mostrándole la etiqueta.
- Dos.
- ¿Ves? Estás
grande para este vestido, porque tienes cuatro años y éste es para niñas de
sólo dos años.
Laura se quedó
pensativa un rato y finalmente dejó que le pusieran otra ropa. Fue la última
vez que preguntó por su vestido.
Unos días más
tarde, Laura hablaba con su madre mientras ésta se estaba preparando para
salir.
- Mamá, ¿cuántos
años tienes?
- Cuarenta.
- A ver… –dijo
mientras tomó el pantalón de su madre que reposaba sobre la cama y buscó su
etiqueta--. Ah, sí, está bien.
Sí, era de
talla 40, y Magdalena sonrió pensando en esa coincidencia. No hablaron más de
las tallas y su correspondencia con la edad.
Fue casi dos años
después, el día del cumpleaños de Magdalena, cuando Laura fue a despertarla
llevándole el desayuno que había preparado con su padre. Mientras su madre
tomaba el café, la niña comenzó a curiosear en su ropa.
- Mamá, ¿tienes 42
años?
- Así es, mi amor
–y sonrió sorprendida por esa nueva casualidad.
Dos años más tarde,
se repitió la escena. Era casi idéntica, salvo que la edad era ya 44 años, y la
talla del pantalón también había subido a la 44. Magdalena ya no sonrió en esta
ocasión, sino que pensó que esa progresión no podía mantenerse porque o se
moría joven o no encontraría ropa de su talla y se convertiría en una vieja
gorda y desnuda. Fue entonces cuando comenzó a cuidarse: alimentación más sana
y el deporte que jamás había hecho.
Llegó así el día de
su 46 cumpleaños. Despertó con un sonoro beso de Laura, que había saltado a la
cama para darle el mayor de los abrazos.
- Felicidades,
mamá. ¿Cuántos años cumples?
- Uy, mejor ni
preguntes, cariño. Son muchos ya.
Como a Laura no le
gustaba quedarse sin respuestas, fue en busca de su fuente de información más
fiable de los últimos años: la ropa de su madre. Miró la etiqueta y se volteó
sorprendida:
- Mamá, ¿cumples
otra vez 42 años?
Esta vez Magdalena
sí sonrió con ganas. Empezaba a tentarle la idea de quitarse años, y tal vez
bastaba con quitarse kilos. Y sin darse cuenta, se sentía cada vez más joven.
--- xxx ---
PD: No sé si perder kilos ayuda, porque los años siguen aumentando. Como yo añado uno más a mi cuenta particular os invito a un trozo de tarta. Serviros y comed todos de ella.
Muchas felicidades Alís.
ResponderEliminarQue pases un magnífico día.
Besos.
Felicidades preciosa!!!!
ResponderEliminarY que sigas cumpliendo años con kilates y sin kg.
;-)
Un besazo, bueno, hoy unos cuantos, que estos no pesan...
Buena forma de equilibrar los años que pasan, ojalá se midiesen en tallas de ropa ja ja...¡Felicidades Alis! y gracias por todo el tiempo de amistad bloguera. Espero eso si, que algún día pueda conocerte en la realidad física.
ResponderEliminarUn abrazo y que pases un bello día.
¡¡Felicidades Alís!!!
ResponderEliminar(¿como consigues mantener
la talla 42?... mucha gimnasia?...)
besoss
¡Muchas felicidades! Me ha encantado la fuente de información de Laura, es genial! Y terrorífico si la progresión fuera en aumento sin fin, uff!
ResponderEliminarEspero llegar con esa talla a esa edad... Feliz cumpleaños Alis... Besotes.
ResponderEliminarYo me mantengo muchos años con la misma talla, esper no cambiar. Gracias por dejar tu huella.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas felicidades!
ResponderEliminarFelices 18!!!!! Vaya cinturita, ¿eh? :)
ResponderEliminarBss
Felicidades. Y que cumplas muchos, pero que muchos más...
ResponderEliminarBesos.
Feliz talla, Alís!!!
ResponderEliminarPor aquí no han cambiado las cosas, se sigue disfrutando con la visita y yo, a ver si retomo mis costumbres, me alegro.
ResponderEliminarBesitos.
¡Feliz cumpleaños!
ResponderEliminarLo que importa
es seguir cumpliendo.
Abrazos y besos
a repartir
con tu gente maravillosa.
Felicidades!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!
ResponderEliminarUn abrazo grande y sigue regia así, bonita por fuera y por dentro sin importar la edad.
Me gusto mucho el post.
Cariños
mar
Que linda historia, Felicidades!
ResponderEliminarA más años menos tallas, esa es la operación necesaria.
ResponderEliminarMuchos besos!
Muchas gracias y felicidades, tallas al margen.
ResponderEliminarBesos golosos.
Muchas felicidades, querida Alís. Me incorporo justo hace un momento y me alegra no llegar demasiado tarde.
ResponderEliminarUn abrazo y muchos besos
Feliz dezaoitoetantos !.
ResponderEliminarEu teño 47 e uso a 46 no traballo.
Case atino !.
Toro Salvaje: Gracias. Fue un buen día. Besos.
ResponderEliminarLa Zarzamora: Muchas gracias. Si aguanto sin kilos de más, puedo prescindir de los kilates. De lo contrario, siempre consuelan. Un besazo.
Taty Cascada: Gracias. Lo de conocernos tiene fácil remedio. A fin de cuentas, vivimos en la misma ciudad ¿no? Escríbeme al correo y quedamos un día. Besos.
Lucrecia Borgia: Mantener no es la palabra, porque me escapo y vuelvo. Gimnasia poca y hambre mucha. Gracias. Besos.
ResponderEliminarRita: Muchas gracias. Sí, a esa progresión hay que ponerle freno. Un abrazo.
Idana: No te desanimes, te queda mucho tiempo. Besos.
Maruja: Qué suerte. Ya me contarás cómo lo logras. Besos.
ResponderEliminarMilena: Muchas gracias.
De barro y luz: La de los 18 sí que lo era, jajaja. Besos.
Miguel: Gracias. Así sea, aunque el margen cada vez es menor. Besos.
ResponderEliminarChousa da Alcandra: Ocúrreseme outra talla máis feliz, pero mentras non chegamos... boa sexa esta. Bicoss
Fonsilleda: Qué alegría verte por aquí. Un bonito regalo de cumpleaños. Bicos.
Marisa: Es cierto, mientras cumplimos por aquí seguimos. Gracias. Bicos.
ResponderEliminarMar: Gracias, por la felicitación y por el piropo. Qué bien sienta!! Besos.
Paula Olivieri: Muchas gracias. Y bienvenida.
Antonio Misas: Sería la operación deseable, pero a más años más difícil mantener la línea. Besotes.
ResponderEliminarNómada planetario: Muchas gracias a ti. Besos dulces
Virgi: Nunca es tarde para dar una alegría. Muchas gracias. Besos.
ResponderEliminarPaideleo: Jajaja, dezaoitoetantos... a ti non se te engaña, non sí? Non hai tallas impares, así que estás na medida xusta ata os 48. Eu só vou un por detrás. Unha aperta