sábado, 27 de octubre de 2018

Salud



Ni lo pensó cuando lo invitó a tomar una copa. Apenas habían intercambiado un par de saludos en los meses que llevaban coincidiendo en el ascensor, a diario, a la misma hora, para ir a distintos pisos. Fernando se bajaba antes. Laura seguía hasta el ático.

Él solía ir distraído, o concentrado, en su teléfono móvil. Ella prefería observar a las personas que subían, intentando adivinar a dónde iban. Casi siempre acertaba. En el segundo piso había varias consultas de dentistas, en el cuarto predominaban los despachos de abogados, en el séptimo trabajaban tres psicólogos, dos psiquiatras y una tarotista.

Fernando bajaba siempre en el octavo. Toda la planta era ocupada por un gran estudio de arquitectos, el mismo que había diseñado el edificio que moría cada noche para resucitar a primera hora de la mañana con el ajetreo de los empleados y los clientes de tan dispares profesiones.

En un par de ocasiones pudieron cruzar sus miradas. Por breves instantes, porque él rápidamente la desviaba para buscar su móvil en el bolsillo de la chaqueta o en el maletín de cuero que acostumbraba a llevar lleno de papeles. A Laura esos breves segundos le habían parecido minutos, y creía haber recibido en ellos insinuaciones que no estaba dispuesta a ignorar. 

- ¿Te apetece un trago? Te invito a mi ático.

Ese día Fernando entró al ascensor con las manos vacías. Se saludaron y Laura sólo alcanzó a pensar que a la tercera va la vencida antes de abrir la boca para invitarlo. Percibió la sorpresa de él, a pesar de que la disimuló para asentir, mostrando su sonrisa por primera vez.

El ático tenía una vista increíble de la ciudad, que él sólo disfrutó mientras ella fue a buscar los tragos. En cuanto Laura regresó, extendiendo su brazo para ofrecerle una copa, Fernando ya no pudo apartar los ojos de su torso desnudo.

- Salud

No pronunciaron otra palabra hasta un par de horas después.

14 comentarios:

  1. Vaya comunidad de vecinos, y vecina en particular, más amable.
    Yo he subido en el ascensor también, pero me he quedado espiando.
    Un beso, Lady Alís.

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  2. Me encantan estas historias...y estoy muy contenta de que casi por casualidad, , hace unos dias, me encontrara con tu blog. Me pondré a revisar tus viejos escritos buscando esas joyitas que escribes.
    Un beso grande.

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  3. Efectivamente eres una optimista.

    Dicen que los pesimistas son optimistas bien informados.
    Pero en fin... el relato es tuyo.
    Cuando coman perdices lo celebraré...

    Je.

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  4. Genial la excelente relación del ascensor con sus vecinos o viceversa un corrillo en donde los protagonistas son Fernando y Laura.

    Excelente¡¡


    Saludos,

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  5. No se las aventuro muy felices, quizás ese "salud" y no un prometedor "por nosotros" me inclina al pesimismo.

    No me gusta ese chico, parece no tener sistema nervioso.

    ;)

    Un beso.

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  6. Se ve que se viene la serie de relatos entre Laura y Fernando.
    Salud, por ellos.
    Beso

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  7. Lady Itziar: Y a mí que me da por desconfiar de los vecinos excesivamente amables... Espiar también tiene su gracia, Lady. Un beso

    Laura: Yo también estoy contenta con nuestro encuentro. Siéntete aquí como en tu casa. Beso grande

    Toro Salvaje: El optimismo era en la historia anterior, con ésta no me aparecen muchas expectativas. Y los pesimistas son realistas bien informados. No existen los optimistas bien informados, jajaja. Beso

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  8. Cascarilleiro: Gracias!! Y qué alegría verte de nuevo por aquí. Lástima que no tenga ascensor. Bicos

    Ilduara: Me reí al leer lo de que el chico parece no tener sistema nervioso. Convengamos que quizás estaba en estado de shock. Un beso.

    Horacio: ¿Te suena a amenaza? Beso grande

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  9. Directo al grano sin pérdidas de tiempo en divagaciones varias. ¿Cuantas veces volverá a mirar su pantallita el susodicho? :)
    Un abrazo.

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  10. Hola Alís, veo que por aquí corren historias así que me quedaré leyéndolas.

    Los ascensores no dejan de ser un sitio más de encuentro, cuando un hombre y una mujer desconocidos lo comparten, alguno de ellos puede, en este caso Laura, tirar el anzuelo y el otro picar.

    Pues si que lo han pasado lindo...veremos como sigue.
    Un abrazo.

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  11. Echaba de menos tus magníficas historias breves!!!! Magnífica, como siempre.

    Bss

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  12. Alfred: Mira tú, podría ser un buen método para conseguir que la gente no ande tan pendiente de sus móviles y más de quienes le rodean. Un abrazo

    Migue: El como sigue, en principio, lo dejo a vuestra imaginación. Bienvenido a este espacio, ven siempre que quieras. Un abrazo.

    De barro y luz: ¡Luis, qué grata sorpresa! Yo echaba de menos tus comentarios. Y escribir, claro. Besos

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  13. Eses tragos que duran, alomenos, dúas horas son moi sabedeiros. Dese licor si que apetece embriagarse!

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  14. Chousa da Alcandra: Pois embriágate, home. Hai excesos que convén permitirnos. E saúde!! Bicoss

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