- Me alegra que hayas vuelto.
- Aún no sé si me quedaré.
- Espero poder convencerte. Me gusta que estés aquí.
- No pensabas eso cuando te encamabas con tu secretaria.
- No tiene nada que ver contigo. Quería sentirme más seguro.
- ¿El sexo con ella te daba seguridad?
- No el sexo en sí mismo. Era la seducción, excitarme,
excitarla, poder responder sexualmente… No sé cómo explicarlo… Era sentirme
vivo.
- Claro, conmigo no te sentías vivo…
- Reconócelo, habíamos caído en la monotonía, tantos años de
lo mismo… Se nos iba la vida y todo era igual. No había sorpresas…
- Pues parece que sí logré sorprenderte.
- Es cierto. No esperaba que te fueras. No quería que te
fueras…
- ¿Y ella?
- Ella no es importante. Nunca me importó. Sólo fue el
instrumento…
- ¿Y lo sabe?
- Seguro que sí. Es inteligente y no he vuelto a estar con
ella desde que te fuiste. Con tu partida se apagó mi deseo… Descubrí lo que de
verdad me importa. Además, he cambiado de secretaria.
- Debes saber que no estoy lista para que busques el deseo en
mí…
- Puedo esperar. Me siento tranquilo cuando cada mañana abro
los ojos y te veo a mi lado. Eso me basta para sentirme seguro.
- Me heriste. No te importó tirar por la borda más de treinta
años de relación.
- Nunca fue mi intención. Perdóname. No tiene que ver contigo.
No son nuestros años juntos los que me pesaron, sino los míos.
ResponderEliminarSe vienen días sobrecargados de trabajo.
Espero regresar yo también.
Claaaro, ahora busca seguridad, tranquilidad y quien lo cuide de tiempo completo. Y ella se quedará.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sara, en casos así siempre pienso eso de son tal para cual.
EliminarUn abrazo
Yo creo que debería buscar una secretaria nueva... esas dos mujeres ya no le van a motivar... jaajajajaa
ResponderEliminarBesos.
Xavi, ya tiene secretaria nueva, jajaja. Cuando lo que motiva es la novedad no hay mucho que hacer.
EliminarBesos
Pues sabiendo a qué atenerse, no hay malentendidos, me temo. Por la complicidad entre adultos.
ResponderEliminarUn abrazo, Alis
Albada, siempre he pensado que si las situaciones que se dan son consensuadas y aceptadas, bienvenidas sean. Aunque me temo que no es exactamente el caso.
EliminarUn abrazo
Mándaselo a su secretaria envuelto en celofán y con un liatris en la boca.
ResponderEliminarMenudo florero!!!
Un besazo.
Ilduara, me da a mí que la secretaria no lo quiere, pero sólo es intuición.
EliminarBicos!!
R emoviendo
ResponderEliminarE l pasado.
G ran
R eto.
E l
S ecretariado quedó en el
O lvido.
Manuel Díaz, no generalizaría en secretariado. Una quedó en el olvido, pero otra ocupará su lugar.
Eliminar;)
Besos
Uno debería tener al menos una infidelidad cada dos o tres años para que las relaciones que de verdad quieres mantener mantengan esa... ¿chispa?
ResponderEliminarClaro que debe ser por ambas partes, si no... son solo cuernos que le pones a tu pareja. Y, mas o menos, concesuado.
Oye... y la otra persona te pone mas, no queda si no cambiar.
Bubo, creo que algo de razón tienes y siempre que, como dices, sea por ambas partes. Incluso me parece más natural (literalmente). Pero hay que estar dispuesto a asumir las consecuencias.
EliminarBesos
¡Qué sinceridad!
ResponderEliminarMe parece que la cosa acabará mal.
Salu2, Alís.
Dyhego, a mí me da que todo seguirá como antes, lo que probablemente sea sinónimo de acabar mal.
EliminarBesos
¿Aceptamos pulpo como animal de compañía como decía el anuncio de Scattegories?
ResponderEliminarBss
De barro y luz, parece que lo que sea con tal de seguir en el juego.
Eliminar;)
Besos
Está todo tan claro !!!
ResponderEliminarque pienso que debería cambiar o de secretaria o de actitud. La rutina por desgracia es el cáncer de nuestro siglo y quizás haya que ponerle más chispa a las cosas (siempre y cuando no sean todo los días volcanes).
Bicos e feliz día, Alís !!!
Joaquín Lourido, de secretaria ya cambió, así que parece que la actitud seguirá igual.
Eliminar¿No pueden ser todos los días volcanes? Jo...
;)
Bicos
Hay personas que lo quieren todo. Todo para ellos. Durante el proceso, van jodiendo a los demás sin reparar en los daños. Total, luego piden perdón y fiesta.
ResponderEliminarCabrónidas, si les funciona es porque no son los únicos responsables de la situación...
EliminarUn abrazo
Sería bueno saber si a ella tambien le pesan los años, no los suyos, sino los de él.
ResponderEliminarPor otra parte, esa nueva secretaria no deja de mosquearme.
Besos.
Juan, me gustó mucho tu reflexión. Seguramente le están pesando los años de él, aunque esté dispuesta a soportarlo.
EliminarYo creo que pasará una secretaria tras otra...
Besos
Tanta sinceridad abruma pero abruma mucho más ese egoísmo por la parte masculina. Saludos
ResponderEliminarNeuriwoman, no sé si se entenderá lo que quiero decir, pero también creo que hay egoísmo por parte de ella: ya se había ido; si vuelve es porque algo gana.
EliminarUn abrazo
¿Cuánto tiempo tardará en relacionarse con su nueva secretaria?
ResponderEliminar¿Se dará cuenta ella de qué lo mejor es coger la puerta cuanto antes?
Las respuestas próximamente ;)
Besos.
Alfred, probablemente ya lo esté haciendo. Ella tal vez prefiera estar así. Me cuesta entenderlo, pero cuando mantenemos una situación lo hacemos porque ganamos (o creemos ganar) más así.
EliminarSupongo que cada historia similar tiene respuestas diferentes.
;)
Besos
Que buen diálogo, y que de real tiene. Cuando llegamos a una edad necesitamos la aprobación de ese otro yo que todos llevamos dentro y cada uno manifiesta de un modo diferente.Nos has dejado una gran reflexión. Felicidades.
ResponderEliminarBesote grande .
¡Qué gran verdad, Campirela! Estamos constantemente examinándonos, cada uno a su manera. También me has hecho reflexionar. ¡Gracias!
EliminarBesitos
Mamma mía, menudo papelón!!!
ResponderEliminarQué actorazo!!!
A lo hecho pecho, y a otra incauta con ese cuento... una vez pillado y la confianza rota, eso ya no lo arregla ni el Loctite.
Besos, Alís.
Eva, no hay actores tan buenos. De hecho, nadie de los que habéis leído el relato le habéis creído. Pero es que como espectadores decidimos si creemos o no.
EliminarY supongo que algunas historias no tienen que arreglarse, sino reconvertirse. La dignidad puede ser entendida de muy diversas maneras.
Sabes que me gusta leerte de nuevo, ¿verdad?
Besos
Qué complicadas son a veces las relaciones.
ResponderEliminarBesos.
Amapola, nosotros las hacemos complicadas. Las relaciones son lo que son y se construyen de a dos.
EliminarBesos
Nueva situación.
ResponderEliminarCada cual que elija lo que le va mejor.
Y toca hacerse cargo de las decisiones que se tomen.
guille, eso es hacerse adulto ¿no? Hacernos cargo de las decisiones que tomamos. Yo me estoy acercando.
Eliminar;)
Ella decidió volver, luego de decidir irse.
ResponderEliminarTal vez la seguridad, lo estable, conspire contra las emociones.
Tal vez la duda de ella, sobre quedarse, es más un incentivo que un obstáculo.
Que complejas las emociones.
Besos.
La seguridad también puede ser una emoción, tan válida como el amor, el orgullo, la rabia, la compasión, la soledad... Tal vez por lo mismo se queda él, aunque complemente.
EliminarQué complejos somos nosotros. Para lo bueno y para lo malo.
Besos
La crisis de los 50? de los 60?
ResponderEliminaryo desconfiaría... pero allá cada uno... jajaja
Besitos de vuelta (me pongo al día ya)
Laura, ¿no será que partes siempre desconfiando? jajaja. No es mala técnica para no llevarse chascos. Por otro lado, siempre encontramos excusas para entrar en crisis... jaja.
EliminarBesitos
Cool post
ResponderEliminarMuchas gracias, nassah
EliminarUn abrazo
Todo lo que nos deslumbra acaba apagándose una vez que cambiamos la mirada. Muy bonito, Alís, complicado, pero bonito.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y... aquí estamos, para todos será difícil la próxima semana ♥ ánimo, preciosa.
Auroratris, y cuando nos cambia la mirada también cambian las prioridades. Ojalá al menos cada cual elija de manera consciente.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Ups, demasiada sangre fría la de ella creo... no sé si soportaría dormir con él.
ResponderEliminarPero obviamente cada acción tiene su reacción! Habrá que ver qué ganancia secundaria obtiene ella dejándolo volver...mmmm me quedo pensando!
Un relato para meditar,sin duda!
besitos
lunaroja, sangre fría ambos, creo yo. Y obvio que los dos ganan así, si así lo hacen ¿no? Ella vuelve, no es que lo deje volver. Se puede ver de tantos modos que al menos yo ya no sé cuál es la postura correcta. Cada quien decide la suya, supongo.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Coincido con Juan: Ese cambio de secretaria, huele a quemado.
ResponderEliminarTate! aquí hay tomate !!
Noxeus, ¡¡ya lo creo que lo hay!! Dicen que en la variedad está el gusto, me da que es de los que lo cree así.
EliminarBicoss
Una historia como muchas otras que ocurren en la vida de muchos.
ResponderEliminarA mi parecer y solo a mi parecer, mi opinión personal, una infidelidad entra dentro de los criterios de una traición y para mi, el amor acaba donde inicia una traición, lo demás no debería ni de existir ni menos perdonar, pero solo es mi opinión.
Tu relato me gusto , siempre tu ingenio me sorprende y me agrada mucho leerte Alís, deseo te encuentres bien amiga
Jorge M, creo que en las relaciones los límites se expanden y se contraen, supongo que según el momento, las circunstancias. Treinta años juntos son muchos años. Nunca llegaré a tanto, así que no sé qué haría.
EliminarMuchísimas gracias por tus palabras
Un abrazo
La confianza rota es difícil de recuperar, muy difícil.
ResponderEliminarUn beso, Alís.
Carmela, no estoy defendiendo al personaje, vaya por delante, pero creo que la confianza sí puede restaurarse y las personas aprendemos y evolucionamos. Como les digo a mis hijas: difícil sí, pero eso no significa imposible.
EliminarBeso grande
Creo que esa mujer ya está haciendo el canelo por el hecho de haber vuelto.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, por algo lo hará. En realidad, por algo lo harán.
EliminarBesos
Estoy con Macondo.
ResponderEliminarTracy, pues te digo lo mismo, jeje.
Eliminar;)
Besos
Muy sensata la charla, quizá un tanto idealizada pero con una escena muy reconocible, bastante común digamos. Me gustó.
ResponderEliminarEso sí, nunca hay una respuesta o reacción correcta en estos casos, depende de ellos mismos y lo que se juegan... no? saludos!
JLO, estoy totalmente de acuerdo con que depende de cada uno decidir cuál es la opción correcta para sí.
EliminarMuchas gracias. Me alegra que te gustara.
Besos
Noooooo! Para mi la confianza se pierde sólo una vez. Besos Alís y ánimo!
ResponderEliminarLady Blue, no me refiero necesariamente a esta historia, pero creo que todos merecemos al menos una segunda oportunidad. Yo no me siento libre de quebrar la confianza de alguien a quien quiero, aún siendo sin querer hacerlo.
EliminarGracias!
Besitos
Pienso que cuando ya no hay amor y
ResponderEliminarempiezan los engaños, hay que separarse
sanamente y aceptar los errores, muy bueno Ali bella, cuidate mucho, te esperamos siempre.
Besitos dulces
Siby
Siby, gracias por tu mirada. Yo entiendo a quien se separa como a quien decide quedarse. Al menos lo intento. Hasta pienso que se puede engañar aún amando.
EliminarGracias
Besitos
Un diálogo inteligente, pero el pasado no perdona dicen por ahí.
ResponderEliminarChévere.
Muchas gracias, Guillermo. Igual que no perdona, el pasado pesa mucho. Quizás por lo mismo.
EliminarUn abrazo grande
Así como ella le volverá a creer, él lo volverá a hacer... Están como en un bucle, no?
ResponderEliminarAbrazo.
Así parecen estar, carlos perrotti. No me cabe la menor duda de que lo está haciendo de nuevo. Como la fábula del escorpión.
EliminarAbrazo
Que no se quede, solo lo use unos días como instrumento sexual y luego que se valla para siempre... Saludos amiga.
ResponderEliminarSandra Figueroa, me gusta tu sentido práctico, jeje. Tal vez lo valga.
EliminarUn abrazo grande
Se puede llegar a ser racional en/con el amor ?
ResponderEliminarHay gente que puede.
Lo pensaba hace unos días al ver el avance de un programa. Era sobre los lazos en la familia de actores Rabal.
Ella se emparejó bien avisada (no sé si instruida) de la tendencia irresistible al devaneo de su marido. 🙄
No parece fácil. Ha de ser grande la mesa donde se extienden los pros y contras que analizar...
El orgullo, la dignidad, el mismo amor se basan en razones para existir. O se manifiestan a través de razones, al menos. Tienen sus argumentos racionales.
EliminarEn todo caso, cada cual elige qué acepta y qué no.
Besos
¡Esperamos!
ResponderEliminarPor lo demás, un relato muy natural... Y muy bien construido!
Sus: "...sino los míos..." ¿La crisis de los 50, los 60... La vida?
Gran abrazo Alís. ¡Trabaja!
Muchas gracias, Ernesto.
EliminarComo le decía a Laura, no nos faltan excusas para justificar una crisis.
Un abrazo grande
Lo peor de todo es que es tal realista esa conversación que se produce a diario en este mundo... Al fin y al cabo es un "no eres tú, soy yo" Y encima ha cambiado de secretaria...
ResponderEliminarEduardo, como si el hecho de que no sea la misma secretaria lo hiciera menos grave. Y hay quienes aceptan infidelidades ocasionales, pero no una relación paralela.
EliminarUn abrazo
Un tema que acosa a muchas parejas. No todas tienen la valentía de decir "adíós" y salir.
ResponderEliminarMuy buena tu narración.
mariarosa
mariarosa, en este caso ella salió y volvió, así que el miedo debe de ser otro.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo
No me fiaría, yo.... siempre se quiere , cuando se ha perdido !
ResponderEliminarY la secretaria, buscando trabajo....
Salut ;)
artur, la secretaria tal vez sea la que salga mejor parada de esta historia. Al menos sale, jeje
EliminarPetons
Nueva secretaria y vuelta al ruedo y todo queda en familia. Yo no lo acepté de nuevo, ni a él ni a sus promesas y los treinta años no tienen vuelta, pero quedan mucho por delante.
ResponderEliminarAbrazo
Mujer de Negro, te doy la razón. Es bueno hacer valer más los años por vivir que los ya pasados. Y a veces es precisamente por los que vendrán (y quizás los miedos que provocan) que se toman determinadas decisiones.
EliminarAbrazo
Hola Alis!
ResponderEliminarUn hombre infiel no cambia; va a ser infiel toda su vida; hoy es la secretaria; mañana la contadora; despues la recepcionista etc y no son los treinta años sino su gran incapacidad de amar; la traicion se paga con soledad.
Y pienso que una mujer que anda con un infiel tiene muy baja su autoestima.
Un abrazo y buen fin de!!
Gra!, a veces las relaciones se transforman. Otras, ya no hay modo de cambiarlas. Y cada una es un mundo.
EliminarBesos
Muy bueno el diálogo,
ResponderEliminarSorprendente argumento masculino esgrimido por una mujer.
El malo es él, pero es ella la que vuelve, habría que desdramatizar las infidelidades y distinguir el sexo del amor (más bien del amor que queda tras cunsumirse el fuego). Creo que ella, o ya lo entiende, o algo muy bueno tiene él. Aunque censuro que sea una infidelidad continuada (con la misma persona)
De acuerdo con bubo, debería prodigarse también ella, sino algo queda cojo
Besosss, alís
Gabiliante, tal vez ya lo haya hecho y por eso vuelve... hasta la próxima.
EliminarMuchas gracias
Besos
Bueno, la vida tiene esos reveses, especialmente en la relación de pareja. No se disculpan, porque hieren profundamente. En el relato, magníficamente dialogado, el final no resuelve, para que los lectores infiramos sobre el destino final. Un abrazo. Carlos
ResponderEliminarCarlos Pereyra, si la justificación le sirve una vez, no hay razón para que no intente usarla de nuevo. Esto no es como lo de "se murió mi abuela" en el colegio, excusa que sólo sirve dos veces.
EliminarUn abrazo
ResponderEliminarTodo dependerá de los intereses de ambos.
Después de muchos años de lucha, después de infidelidades y de una fuga.
Cree que aún tiene margen para sorprender. y puede que así sea.
Un placer leerte
Beso
Charly, es cierto. Aunque suene frío, una relación funciona mientras sea un "win win". No me refiero necesariamente a lo económico, aunque sea un criterio determinante en estos casos.
EliminarMuchas gracias
Beso
Es ella quien lo visita (sin que el “infiel” la busque o llame), iniciándose así el reencuentro (mal comienzo para la dama).
ResponderEliminarElla reclama tibiamente la infidelidad pasada. Él, esgrime un ramillete de justificaciones, trivializa los hechos, responsabiliza a la rutina, la costumbre, la necesidad de sentirse vivo, la ansiedad por la emoción y un largo etc. (las circunstancias son las culpables… nunca él). Incluso confiesa (aunque, con otras palabras) que tener una “aventura” sin que la esposa siga presente, no es lo mismo… (la amante deja de ser amante, se convierte en concubina y eso le quita la gracia al “affaire”).
Y aunque el final sea abierto, yo me proyecto y auguro… El “infiel” aprovechará esta oportunidad que no pidió, pues la dama no dijo “no quiero”, solo dijo “no estoy lista” y para estarlo sólo es cuestión de tiempo.
En verdad es una historia de la vida real, el ida y vuelta del infiel y su sufrida esposa, sintetizada de forma genial, bien presentada y obviamente enriquecida con la pluma mágica de la autora.
Alís, nunca pude dejarte un comentario pequeño, ni nunca supe expresarte lo mucho que disfruto de tus escritos, pero aprendí a saborear tu talento, admirar tu inteligencia y hoy me permito agradecer tu nobleza por compartirlos.
Amiga, espero que regreses pronto… (no sabes cómo te voy a extrañar rubia).
Juan Carlos, en principio no sabemos si él la llama o busca. Hay modos tan sutiles de hacerlo... sobre todo si la contraparte quiere ser encontrada.
EliminarMe alegra que no puedas dejar un comentario pequeño. Espero que no lo logres nunca.
Sigo por aquí, aunque con menos tiempo para hacerlo como me gusta y eso me frena a publicar, porque escribir sigo haciéndolo.
¡¡Gracias!!
Besos
A veces los cambios son la cura...
ResponderEliminarQuerida Alis, este descanso lo voy a alargar, lo necesito. Estoy bien y mi familia tam bien.Cuidate cielo.
Te mando un fuerte abrazo🤗😘💙🌹
Carmen Silza, qué alegría verte de nuevo. Gracias por pasarte a contar que estás bien. Toma el tiempo que necesites, estaré aquí (espero) cuando regreses y estaré contenta de volver a leerte.
EliminarCúidate mucho y vuelve en cuanto puedas.
Besos
Melón y taja fuera,como decía mi abuela.
ResponderEliminarTe esperaremos.
Feliz día.
alasdemariposa, tu abuela tiene frases muy buenas. No dejes de compartirlas, por favor.
EliminarUn abrazo enorme
"No eres tú, soy yo". Frase que se usa con mucha frecuencia tanto en los rompimientos como en los reencuentros. Espero que la señorita no caiga en los encantos de una bonita verborrea pues segundas partes nunca han sido buenas. Afuera habrá alguien para ella.
ResponderEliminarBesos Alís.
Miguel, algunas segundas partes deben de ser no tan malas para que algunas historias se convirtan en sagas, ¿no crees? O eso, o somos masocas, que también podría ser, jajaja.
EliminarBesos
Pues chica, márchate, cómo se te ha ocurrido volver? Ainsss...
ResponderEliminarMuchos besitos, preciosa!
PD: A ti te digo lo contrario. Espero que regreses prontito.
Merche, ¿qué será lo que la hizo volver? Se me ocurren alternativas desde lo más frío a lo más tórrido, jeje.
EliminarBesitos a montones
Mientras leía pensaba en eso de "no eres tú, soy yo..." jeje pero al llegar al final, pues... honestidad brutal.
ResponderEliminarUna entrada delicadamente bien lograda, jeje, un gran abrazo y ánimo para los días laborales pesados que leo se te vienen, no dejes de volveeeer (a escribir) :)
Nocturno, si se pueden permitir esa honestidad brutal tal vez hagan bien en estar juntos pese a todo. Aunque no sé yo...
EliminarMuchísimas gracias
Un abrazo
Ufff, a algunos lo de pedir perdón les sale rodado cuando lo tienen todo perdido. Como si con eso se pudiera hacer borrón y cuenta nueva tan fácil.
ResponderEliminarEn fin, qué complicaditos somos a veces. ¡Dios los cría y ellos se juntan!
Un abrazo Alís.
Loles, como nadie le cree me entra la vena compasiva. Tal vez sea consciente de que no es tan fácil y esté dispuesto a esforzarse. Tal vez incluso pueda lograrlo...
EliminarUn abrazo
Qué complicado es ser hombre. Qué complicado es ser mujer. La última frase es brutal, se ajusta como un guante a todo lo anterior. Sólo las parejas que se conocen pueden decidir los desenlaces, no hay generalidades para hacer justicias, cada cual tiene sus circunstancias.
ResponderEliminarUnha aperta.
Sbm, todos somos complicados, por tanto nuestras relaciones lo son también. Y a veces hasta parece gustarnos. Estoy muy de acuerdo con lo de cada cual tiene sus circunstancias y es más fácil juzgar desde afuera.
EliminarBiquiños
Si ocurrió una vez, ¿quién nos asegura que no volverá a repetirse? La monotonía acaba con muchas relaciones, pero siempre queda el recurso de cambiar las cosas. O, por lo menos, de intentarlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep Mª, lo más probable es que vuelva a repetirse, aunque nunca se sabe. Supongo que depende de la voluntad y la sinceridad del arrepentimiento.
EliminarLamento que hayas terminado las vacaciones, pero me alegra verte de vuelta.
Un abrazo
Y a partir de ese momento se abre un nuevo diálogo eterno: ¿será verdad lo que me dice? ¿lo está volviendo a hacer? ¿cómo pudo hacerlo? ¿volveré a confiar?
ResponderEliminarEso es lo malo del engaño, la duda que deja para siempre.
Un abrazo!
Quijo-Meli, si no estamos dispuestos a volver a confiar o a aceptar la posibilidad de que ocurra es mejor no volver. Si no, sería entrar en un infierno.
EliminarA veces no es necesario volver a creer, sino que deje de importar.
Un abrazo
Qué difícil situación has narrado mi querida Alís. Dice Arjona en una canción que una duda puede más que una razón, creo que es una frase devastadora porque puedes perdonar por el amor que le tienes a la persona pero, cómo chingados te quitas de la cabeza la idea de que lo puede volver a hacer.
ResponderEliminarTe abrazo.
Gilo, tal vez si tenemos en cuenta de que nadie estamos libres de hacerlo... Supongo que depende del historial del individuo. Si ha sido una vez, es probable que pueda arrepentirse de verdad. Si es un habitual... ahí mejor no volver o asumir su condición.
EliminarUn abrazo grande
Todo un relato basado en un corto diálogo...Esono es fácil de lograr y tú lo hiciste. tienes madera de escritora.
ResponderEliminarY precisamente, hablando de escritoras y escritores. Te cuento. Voy para casi doce años en el blog y nunca he colgado ahí, ninguno de mis trabajos como escritor. Pero ahora voy a comenzar a hacerlo. Comenzaré con este enlace, que no es precisamente a tigrero sino al blog de un amigo que está comenzando con su blog en este año y que me ha dado la oportunidad. Te agradecería que pasaras por allá y comentaras ¿cuento con eso? La narración es una crónica histórica que sé que te va a interesar. Gracias de antemano.
https://robertomolinares.blogspot.com/2020/08/la-balalaika.html
Muchas gracias, Alí. Me alegra que empieces a subir a tu blog tus trabajos como escritor. Y por supuesto pasaré a visitar ese blog que me indicas para leer tu crónica. Tenme paciencia. Será en cuanto me ponga un poco al día.
EliminarGracias a ti por sugerírmelo
Un abrazo
Bufff creo que los infieles no cambian. Yo no habria vuelto
ResponderEliminarBuen miércoles. Cuídate.
Un abrazo.
Laura. M, es poco probable que cambien, aunque no imposible. Soy ilusa ¿verdad? jajaja
EliminarBienvenida
Un abrazo
Complicados nos volvemos cuando crecemos, cuídate mucho, muchísimo.
ResponderEliminarBesines utópicos.-
Irma, cuanta más edad, más complicados, aunque supongo que a partir de ciertos años empezamos a simplificarnos. O eso espero.
EliminarBesitos
Julio David, lo de que sea algo bueno o no depende del juicio de cada uno. También del rol que le toque jugar.
ResponderEliminarMe está costando mucho sostener el blog como me gusta hacerlo: publicar, responder, leer y comentar... Espero que vengan tiempos mejores o aprender a organizarme.
Un abrazo
Hola, me llamo Julio David ha dejado un nuevo comentario en la entrada "El regreso":
EliminarMuy cierto. De que sea algo bueno o no depende del juicio de cada uno... Por ejemplo, la mujer del texto ha de juzgar a su amado que regresa (y siempre se permitió regresar porque ella no sabe/no sabía verlo sino desde la obnubilada admiración y, por ende, hasta casi siente/sentía que él le hace/hacía un favor al no dejar de prometerle imposibles que, me la juego, podían caber en cinco versos y, sin embargo, significar todo un mundo para ella) "como un amor de los mayormente buenos"; de esos amores que te hicieron tan feliz que no perdiste oportunidad en escribir sobre eso mientras te sabías plena, siendo la felicidad un bien escaso...
Se dice que siempre volvemos al lugar que nos hizo felices y esta mujer, la del texto, supongo que no dejó escapar a este hombre que el tiempo solo supo dulcificarlo ¡y cómo no!, si provoca escritos como estos que lo dejarán/justificarán eternamente como el bueno pero incomprendido de la película. De tan bueno que es, que, de seguro, hizo olvidar a la mujer del texto todo lo demás. El mañana, el otro día, el 28 de agosto, no existía. Y está bien, no hay registro por escrito alguno de que sea un día especialmente importante para nadie.
Y pobre secretaria. Me la imagino cantando la canción "Casi perfecto" de Ana Cirré.
Va un abrazo, Alís.
Thank you very much, Milentry.
ResponderEliminarWelcome. A hug