Fotografía: Henri Cartier-Bresson
Después de media hora en medio de aquella escalera, ella pensaba que no debía estar ahí, que no debió confiar en un casi desconocido. No tenía que haber creído sus palabras. Seguramente no era como decía ser.
Y se sentía culpable. De nuevo había caído, de nuevo había creído que aún tenía una oportunidad. De nuevo se metió de lleno en una historia que, ahora lo veía, no sólo no tenía futuro, sino que ni siquiera tenía presente.
Ella, que siempre iba al centro del asunto, volvía a equivocarse al creer que había encontrado su alma gemela.
Después de media hora al pie de aquella escalera, él pensaba que no debía estar ahí, que no debió creer en una casi desconocida. No tenía que haber creído sus palabras. Seguramente nunca pensó en darle una oportunidad.
Y se sentía un tonto. De nuevo había caído, de nuevo había creído que una mujer se interesaba en él. De nuevo apostó por iniciar una historia que, ahora lo veía, jamás había existido en la mente de ella. No tenía pasado.
El, que siempre daba importancia a cómo empezar las cosas, volvía a equivocarse al creer que había encontrado su alma gemela.
A pesar de la decepción que sentían, decidieron que el otro debía saberlo. Quizá buscando, en el fondo, un resquicio por el que volver a creer. Y se intercambiaron idénticos mensajes:
“Te esperé en la escalera que dijimos a la hora convenida… pero no viniste”.
Momentos fatales. Malditas palabras, ¿por qué no acometen?
ResponderEliminarEres una maestra en estas deliciosas breves historias de vida.
Un abrazo, amiga
Bicos do REL
Pues sí... Los dos estaban equivocados o no.
ResponderEliminarNi uno ni otro se atrevieron a intentarlo.
¡Que pena, sinceramente, una pena!
Besos Alís.
¿Viste una película muy antigua de Cary Grant muy antigua que se llama "tú y yo"? Pues eso.
ResponderEliminarSon mundo paralelamente idénticos de tozudos y miedosos ;)
ResponderEliminarBesos sin dudar
Buena historia extraida de la fotografia, o buena fotografia buscada para la historia. Yo apuesto por lo primero, pero da igual, en cualquier caso ambas merecen un sobresaliente. Incluso los protagonistas lo merecen pero a la estupidez.
ResponderEliminarBesos Alis
Es como dice la canción "yo tenía miedo a que tú no fueras, y tú miedo a que fuera yo!
ResponderEliminarEs una cosa de locos pero casi siempre sucede. Rechazamos a las personas que nos amarían muchísimo de por vida y aceptamos a los volátiles enseguida y (¡cómo no!) nos vamos quejando de nuestra mala suerte ¡¡en fin!! aquellos "volátiles" siempre les sobra el tiempo para todo
ResponderEliminarHay relaciones que nunca deben empezar.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el comentario de El Drac.
Besos.
Uf que de veces pasan esan cosas por el virus del miedo y la inseguiridad...
ResponderEliminarcomo dice Silvio en una canción:
"los amores cobardes no llegan..."
Besos amiga mia.
Los polos positivos se rechazan. Estos idealizan las historias antes de que se cumplan y se alejan inseguros porque nada se parece a la fantasía que inventaron al intentar empezar a vivirla. Lo que han idealizado no es lo que parece, la vida no se puede idealizar, porque cuando la vives, tropiezas, te encuentras en otro lugar. Nunca nada es lo que parece, las cosas son como son, las personas solo son peronas. Todo es tan obvio. Nunca nos parecemos a la primera vez porque la primera vez nos somos del todo nosotros. No hay jamás una segunda oportunidad para dar una primera impresión... luego ya somos otros. Somos menos ideales. Estos dos están muy mal, muy inseguros de si mismos, saben lo que quieren pero lo que quieren no existe.
ResponderEliminarBonita historia, te sigue faltando espacio.
Me voy a leer a Rudy.
Besos Alis
Una escalera tiene un principio y un final. Siempre es bueno concretar y no dejar las cosas al azar, sobre todo en el amor y en lo que nos importa.
ResponderEliminarNecios.
Me encantan tus historias. Lo bordas, nena!!
Besitos
Lastima...
ResponderEliminarpero esto sucede tanto....
Estaré por aquí
En estas esperas,eternas a veces,
ResponderEliminarsolemos crecer mucho,a no reconocernos luego...
A veces...o,casi siempre!
Me gusta tanto leerte!
besos,mía
Por qué será que la mayoría de historias inconclusas, resultan en escaleras equivocadas, al final siempre es falta de comunicación y valentía.
ResponderEliminarUn beso,
hay que aprender a subir todo tipo de escaleras, y más, si son dos los que quieren llegar arriba juntos
ResponderEliminarsaludos!
Desencuentros, historias que no se concretan por equívocos y miedos. Debe haber algún Dios perverso el que las convoca para que no sucedan. Y debe ser un reprimido, por supuesto.
ResponderEliminarSaludos
Qué triste...
ResponderEliminarLa vida está llena de sinsabores, pero los grandes momentos pesan más :P
Besos
La vida está llena de desencuentros.
ResponderEliminarEspectacular la fotografía, no la conocía.
Un abrazo.
Se quedaron a mitad de camino.
ResponderEliminarQue pena por ellos.
Besos.
En la misma escalera y no se vieron...
ResponderEliminarPorque cada uno miraba dentro de si, en vez de al otro. Porque fue mas grande la inseguridad que la confianza. Porque la esperanza teme al dolor...
Pero se agarran a ese resquicio a través de una justificación en su descargo.
Hasta las almas gemelas precisan integrarse.
(Y todos sabemos cual es la condición indispensable)
Un beso Alís.
Eso pasa por hacer escaleras tan raras.
ResponderEliminarBesos (sin confusiones, ¿o sí?)!!
Magnífico cuento circular. Me llama la atención especialmente la diferencia de sentimientos ante la misma situación: una se siente culpable y el otro tonto. Fiel reflejo.
ResponderEliminarEres buena.
Díficil no reconocerse o mejor no querer reconocerse, no arriesgar produiciendo esperas sin fin, sin principio..
ResponderEliminarBello tu relato.
Un beso.
Somos gallegos, Alis, y cuando estamos en medio de una escalera, no se sabe si subimos o si bajamos.
ResponderEliminarUn beso
Los atontamientos y anonadamientos que produce el amor pueden conducir a estos malentendidos. En fin, c'est la vie.
ResponderEliminarA ver si a la próxima, si la hay, se espabilan.
D.L.
Si en algunas cosas de la vida no fuesemos tan cobardes, quizas todo resultaria mejor!
ResponderEliminarEn las del amor por ejemplo, es no quedarse ahí en la mitad, es todo o nada!
Buenísimo Alís!
Te abrazo!
Historia que sin un comienzo terminan, pero ¿no estaremos viviéndolas mientras las imaginamos?. No hay nada como subir deprisa una escalera, si te paras a coger aliento...estás perdido.
ResponderEliminarMe ha encantado esta historia
Un beso
No se han equivocado: son almas gemelas -indecisos los dos-, y por tanto, lo mejor será que cada uno tire por su lado. Se merecen pero para mal, así que lo mejor es dejarlo correr.
ResponderEliminarInseguridad, cobardía, los peores enemigos del amor. Si sabe en el interior del corazón que esa persona es la única capaz de amarle como lo ha soñado, porque se acobarda y no sube un peldaño más... Los seres humanos son tan complejos que nunca se sabe cómo reaccionarán, incluso teniendo tan cerca su alma gemela.
ResponderEliminarUn beso Alis.
Seguramente habrá muchas personas que por miedo no esperan en la escalera y puede que el resto de su vida se pregunte ¿y si era esa la persona adecuada?. Nunca lo sabrán.
ResponderEliminarLa foto es buenisima.
Besinos.
pero no) me fui.
ResponderEliminarbiquiños
Qué indecisos que son Susana y Martín!. Porqué no se citan en la mitad de la escalera, uno va desde abajo y otro baja desde arriba. Así se encuentran !!
ResponderEliminara veces no concretamos los tramos...
ResponderEliminarSaludos de subida y bajada
Cuántas cosas se pierden por miedo.
ResponderEliminarMe encantan, me fascinan en verdad todos los matices de esta historia. Qué ironía: uno encima del otro y ambos pensando que el otro no se vino a ahí.
ResponderEliminarTambién llegan los desencuentros, siempre, en el amor, y porque uno está encima del otro y se desconocen.
Grande, Alís. ¡Un beso!
Umm, Lady, como siempre un gustazo leer tus historias y ver esas fotografías en las que te inspiras.
ResponderEliminarQué duro eso de dar por sentado algo, sobre todo en el amor... ya sabes que Lady ama luchar hasta el final, y amar.
Un besazo.
LADY JONES
Estaban uno enfrente del otro, pero no se encontraron, eso suele pasar casi siempre.
ResponderEliminarLindo sí, me gustó.
Besos
Desde luego:
ResponderEliminarEspera que supo y la empujo!!
A él me cuesta más llevarlo en el colo hasta arriba.
La decisión es de ellos , pero a veces es necesario que una mano amiga les ayude.
Me niego a que no den el paso, sea cual sea el resultado, hay que apostar y arriesgar; de lo contrario uno se puede arrepentir toda la vida.
:*)
Un besito.
He estado ahí, me he sentido así y no quiero volver :)
ResponderEliminarUn abrazo, bella.
Donde no hay seguridad, anida la cobardía... Es cierto.
ResponderEliminarMe ha encantado esta entrada. Seguiré leyéndote... con carácter retroactivo.
Un abrazo
Mario
REL
ResponderEliminarUn despiste o un no atar bien los cabos y todo se va al traste... Gracias. Bicos.
Capri
Les faltó osadía, quizá. O solamente fijarse mejor... Besos
Titajú
No la he visto, que yo recuerde. Intentaré hacerlo. Bicos.
Dani
No sé si ser paralelos será bueno... ¿se encontrarán alguna vez? Besos seguros.
Chinaski
Desde luego. Hay que ser cortito ¿verdad? Gracias. Besos.
Danygirl
ResponderEliminarQué terrible es el miedo ¿no? Un abrazo.
El Drac
Supongo que, efectivamente, tenemos la suerte que nos merecemos. Un beso.
Nacho
El destino a veces es bueno y ayuda a no empezarlas. Otras veces nos toma el pelo y nos sumerge en ellas. Besos.
Suso
Siempre me fastidiaron especialmente las historias que no siguen adelante sólo por miedo. Estoy de acuerdo con Silvio. Besitos.
Antonio Misas
Me temo que me falta algo más que espacio. Pero sigo buscando. Besos.
Mercedes
ResponderEliminarUn poquito necios sí que son, jajaja. Gracias. Besitos.
el arte de sentir
Con que suceda una vez ya ocurre más de lo que debiera... Bienvenido. Ponte cómodo.
Mia
Cambiamos al crecer, pero casi todo es para mejor. Me alegro muchísimo de verte por aquí. Gracias. Beso grande.
Sara
Quizá porque la mayoría de los fracasos se deben a eso: falta de comunicación y cobardía. Besos.
María José
Hay que aprender a subirlas, a bajarlas... y a mirar más a nuestro alrededor. Un abrazo.
Horacio
ResponderEliminarEse reprimido debe reírse mucho con nosotros (¿o será de nosotros?) viendo cómo caemos en sus trampas... Un abrazo.
Joyce
Los sinsabores afectan más a los torpes. Y los personajes de la historia son muy torpes ¿no crees? Besos.
Luis
¿Cuántas situaciones que creímos ofensivas no habrán nacido de nuestra propia torpeza? Coincido contigo en cuanto a la fotografía. Besos.
Toro Salvaje
Es tan fácil quedarse a mitad de camino... basta con no atreverse. Besos.
Juncal
Me gusta eso que dices de que cada uno miraba dentro de sí. Supongo que eso nos impide a menudo ver lo bueno que tenemos a nuestro alrededor y nos conformamos con quejarnos... Beso grande.
Jose Rasero
ResponderEliminarDeberían tener un "punto de encuentro", como los aeropuertos. Besos con seguridad (¿o no?)
Ali
Me da la sensación de que así suele ser: a unas les entra sentimiento de culpa y otros creen que se han reído de ellos... o viceversa. Muchas gracias. Un beso.
gaia56
Es cierto, en ocasiones buscamos excusas para no tener que echarle valor a las situaciones que se nos presentan. Gracias. Besos.
Albino
Si los personajes fueran gallegos, se habrían encontrado... en el medio de las escaleras. Bicos.
Delfín Loco
Pues si el amor nos vuelve tan torpes, tal vez no nos convenga enamorarnos... Más les vale espabilar. Besos.
Carla Peterson
ResponderEliminarDeberíamos ser más valientes, sí, pero a veces la osadía también tiene sus malas consecuencias. Gracias. Besos.
Sabela
Probablemente la mayoría de las historias que terminamos ni siquiera las empezamos... Gracias. Besos.
Paseante
Tienes razón. Estos dos juntos tienen peligro... Un abrazo.
Taty Cascada
Coincido contigo en que el miedo y el amor son incompatibles. Y eso que el miedo también es ciego... Besos.
Fabia
Es cierto, nunca sabremos qué habría sido de las historias que decidimos no empezar o no continuar. Y quizá sea mejor así. Besos.
incorrecto
ResponderEliminares como un sí, pero no. la vieja historia... biquiños
Lucrecia Borgia
jajajajaja Princesa, parece que se encariñó con Susana y Martín. Tendré que presentárselos un día de éstos. Siempre que me prometa que no les hará daño, claro está. Besos.
Bohemia
Conviene ser muy concretos en algunas ocasiones... para evitar malos entendidos. Bienvenida. Un abrazo.
Claudia
Muchas. Se pierden muchas cosas por miedo. Un beso.
CarloZ
Me gusta tu forma de interpretarlo. Gracias. Besos.
Lady Jones
ResponderEliminarAdemás de luchar, o para luchar, conviene hablar muy clarito. Se evitan problemas... Gracias!! Besote grande.
MarianGardi
¿Cómo mirarían mientras esperaban? ¿A sí mismos? ¿O será que el miedo a lo que temían les impidió ver mejor? Gracias. Besos.
Capri
Jeje, volviste para darles el empujoncito. ¿Te dije ya que me encanta la palabra colo? Y tienes razón, sin riesgos no hay logros (al menos en la mayoría de los casos). Besitos.
Espérame en Siberia
Si aprendiste la lección, no volverás... sabrás evitarlo. Besos.
Mario
Qué mala es la cobardía! Cuánto daño nos hace ¿verdad? Encantada de verte por aquí. Creo que es la primera vez que me gusta eso del carácter retroactivo. Un abrazo.
Qué hermosos son los desencuentros. Más aún los desencuentros tipo Ionesco.
ResponderEliminarUn relato perfecto. El contenido y la forma.
Cuando quedemos a tomar ron con el resto de tertulianos me llevaré un portfolio con los relatos que más me han gustado, así los leemos entre sorbo y sorbo.
Un beso.
He vuelto para llenarte de besos.
ResponderEliminar(Te he leído en Toro Salvaje)
Con lo romántico que es morir de amor en lugar de morirse sólo en desamor y no tener un nombre que decirle a l viento...
ResponderEliminar¡Besos flipaos escritora!
A veces anteponemos, nuestra voluntad a nuestra nacesidad, en este caso de amar, cuantos amores no se habrán roto por una cabezonería?
ResponderEliminarUhn besazo.
querer y no querer. fronteras de barro.
ResponderEliminarbiquiños
Lo cercanos y lejanos que estamos en todo momento verdad? En este relato, lo ejemplificas de maravilla. Qué bueno... me deja pensando...
ResponderEliminarBesoss
Alís hermosa, no creerás que esta postada de verdad me caló hondo. El viernes pasado ocurrió algo así conmigo, esperé mas de una hora en la estacion del metro creyendo que "no habian llegado"
ResponderEliminarme encantas maja.
la vida es una escalera (Historia de una escalera..Buero Vallejo)...más para una gallega ¿no?
ResponderEliminarbesos
Citarse nunha escaleira pode non ser boa idea. E se un dos partícipes é galega/o...menos!
ResponderEliminar(Aínda que se ela está enriba...pode ter certas vantaxes...)
Bicos de sube e baixa
Y cómo saber sí es o no el hombre que nos hará feliz??????
ResponderEliminarQUE DIFICIL NO, HABRA QUE CONFIAR EN LA INTUICIÓN.
PD
El video del ladito no lo veo mejor, es que me da HORROR saber que esto pase, y no sea castigado como es debido.
Un abrazo grande y abrigadito para ti amiga Alís.
mar
Los humanos somos puro desencuentro. Está visto.
ResponderEliminarEs cierto lo que dices en tu perfil..."compartirlo es una aventura, un desafío", es apostar a un juego en el que se me olvidó que se puede perder.
ResponderEliminarBesos.
Walden
ResponderEliminarHermosos para los espectadores, claro... Si leemos los relatos entre sorbo y sorbo intuyo que los últimos nos parecerán mejores, jajaja. Gracias, tus palabras me animan mucho. Besos.
Mercedes
Tú sí que mereces un baño de besos. Eres un amor. Gracias. Besitos.
Carlos Fox
Sin duda debemos de ser de la misma quinta, porque cada canción que me traes me hace viajar al pasado. ¡Gracias! Besos
Odry
Y los que quedan por romperse... Si es que cuando nos ponemos cabezones, no hay tutía. Besos.
incorrecto
ResponderEliminarpero fronteras, al fin y al cabo... biquiños.
María Coca
La distancia no depende del espacio, supongo (bueno, lo sé). Gracias. Besitos.
Asturiela
Pero, deduzco, sí había llegado ¿no? Gracias. Un besote.
Brisa
No lo había pensado, pero seguro que es por eso que me gustan tanto las escaleras... Un beso
Chousa da Alcandra
ResponderEliminarA mín paréceme que a muller é galega, pero só é un pálpito... (en qué pensarías cando falas das vantaxes...). Bicos escalonados.
Mar
Me temo que el único modo de saberlo es probando y tener suerte para encontrarlo. (Lo del ladito no es un vídeo, es la ilustración del último relato del blog de Rudy. Lo recomiendo). Besotes.
Raúl
Menos mal que de vez en cuando nos encontramos... Besos
Jake
¿Conoces algún juego que tenga asegurado el triunfo? Yo no. Apostar es arriesgar, pero si no jugamos no ganamos jamás... Besos.
Las escaleras siempre tienen dos sentidos de la marcha...por lo menos.
ResponderEliminarElla, que siempre iba al centro del asunto, volvía a equivocarse al creer que había encontrado su alma gemela.
ResponderEliminarEl, que siempre daba importancia a cómo empezar las cosas, volvía a equivocarse al creer que había encontrado su alma gemela.
Qué bueno!! cómo juegas con la posición en la escalera y el modo de enfocar cada uno una relación.
Me parece una entrada maravillosa.
Quizás no fueran almas tan gemelas.... ambos buscaban desesperadamente, pero desde distintos lugares.
Me ha encantado.
Besos
Muchas gracias, Carmela. Me gusta jugar, cuando escribo, con las diferentes maneras de ver las cosas según quién mire. La mayoría de los desencuentros se dan precisamente por eso, porque no entendemos que la otra persona tiene otra mirada, otra forma de entender y encarar la vida. Pensamos mucho en nosotros mismos y poco en el otro.
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegra que te haya gustado
Besos