lunes, 7 de octubre de 2013
Proyectos
A Alicia le gusta ir a la plaza Mayor y sentarse en la fuente mojando sus pies. Octavio no le ve la gracia, pero si a Alicia la hace feliz le parece bien. Incluso alguna vez se animó a mojar los suyos.
Alicia cierra los ojos y escucha. Octavio no para de hablar de sus proyectos. Sobre todo de proyectos. Los tiene a montones. Siempre aparece alguno nuevo. Y le cuenta a Alicia cómo será su propio taller, de qué color su casa, qué países llenos de fuentes recorrerán o el diseño que se le ocurrió para la cuna de sus hijos.
-¿Qué le parece?
Alicia cierra los ojos y escucha, hasta que él termina de hablar. Siempre lo hace con la misma pregunta. Entonces deja de chapotear con sus pies, y se detiene a observar la ternura en los ojos de Octavio antes de contestar.
- ¿A usted lo haría feliz? --Octavio ni tiene que responder, su amplia sonrisa habla por él--. Entonces sí me gusta.
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A mi me parece una canción, que lo cuentas como una canción de amor. Que ese alguien que quieres proyecte una vida contigo en un toma y daca de complacer al otro, puede convertirse en un maravilloso ejercicio para proyectar el futuro para soñar y ser feliz. Igual con eso basta. Eso es lo que hay ahí escrito Alis, pero, después viene la vida. Y yo no sé si lo quieres dejar ahí, en lo que cuentas, o que nos quedemos pensando en todo eso que viene después, y ya es de otra manera.
ResponderEliminarEstupendo, por lo que cuenta el relato y por lo que proyecta.
Besos
Cuando se es feliz, o se sabe ser feliz... se promueve la felicidad, se contagia...
ResponderEliminarEs el caso de Octavio, y el caso de Alicia.
Y leyendo este relato, de alguna manera se 'pega' la felicidad...
Gracias Alís, un abrazo
Alicia es puro sentimiento y Octavio pura ambición.
ResponderEliminarMe gusta Alicia.
Besos.
Muy buena la respuesta.
ResponderEliminarLo que sea feliz para uno que lo sea también para el otro.
Me encantan tus relatos.
Un beso
Hermoso relato. Me han venido historias personales a la memoria, sobre esos momentos en los que se comparten los proyectos y las ilusiones.
ResponderEliminarBesos.
Alicia y Octavio tienen que ir a mojarse los pieses en la fuente de la Plaza Mayor para hacer sus proyectos?... me parece de mal gusto... Susana y Martín nunca hicieron eso. (esa parella é de mais nivel social)
ResponderEliminarbicos
No hay nada tan divertido como mojarse los pies, y escuchar proyectos, y hacer feliz al otro. Nada tan agradable.
ResponderEliminar(Que dura poco? ¡Quiza! Pero eso es otra historia.)
Cando o único que importa é a compaña para "soñar tódalas cousas"
ResponderEliminarEl relato está muy bien armado. Lo único que me choca es el tratamiento de usted. Tal vez sea más habitual en América. Anoche oí por la radio una declaración de amor entre una joven pareja colombiana y a ratos empleaban esa fórmula.
ResponderEliminarBesos desde mi tarde nublada.
Me gusta tu forma de contar las cosas Alís, con una naturalidad que las hace no solo preciosas, sino sencillas y también reales.
ResponderEliminarPienso en cómo escribo yo, y pienso que muy pocas veces seré capaz de alcanzar esa realidad que tu diseccionas tanbien.
Un abrazo.
A mí también me gusta :)
ResponderEliminarBss
A mi también.
ResponderEliminar:)
Besos
mar
Antonio Misas: Octavio y Alicia son personas especiales, por lo que eso que viene después también lo es. Claro, intuimos que no será como ellos lo imaginan, pero tal vez tampoco como creamos nosotros. ¿Quién sabe? Gracias. Besos.
ResponderEliminarMilena: Dicen que la vida es un espejo, y que si le sonríes, te devuelve una sonrisa. A menudo lo olvidamos, pero vale la pena intentarlo. Un abrazo.
Toro Salvaje: Creo que ambos tienen su atractivo. Besos.
Marisa: Cuando la persona que está contigo está feliz, es más fácil que tú también lo seas. Muchas gracias. Bicos.
ResponderEliminarWalden: Cuenta, cuenta, no te guardes esas historias. Besos.
Lucrecia Borgia: ¿Clasista? No te creo. Bicos, pues.
Bubo: Que dure más depende de nosotros, pero claro, es un trabajo en equipo y eso es lo difícil. Un abrazo.
ResponderEliminarJorge CimadeVila: Acompañado é máis doado soñar, ou iso me parece a mín. Gracias por vir. Unha aperta.
Nómada planetario: Sí, en América es más habitual el usted o el vos, pero en el caso de Octavio y Alicia es porque son diferentes, especiales, aunque todavía se están definiendo. Gracias. Un beso soleado.
moderato_Dos_josef: Y yo pienso que no soy capaz de escribir textos tan descriptivos y completos como los tuyos, aunque lo intente. Muchas gracias. Un abrazo.
ResponderEliminarDe barro y luz: Me alegro. ;-) Besos.
Mar: Jajaja, sigo alegrándome. Besos
por supuesto, no hace muchos años que aprendí que hay que pelear por los sueños y ser fiel a uno mismo, es la única forma de conseguir esa paz interior tan anhelada.
ResponderEliminarbiquiños,
Aldabra: Con el no partimos, así que todo lo que queramos lograr hay que intentarlo. Gracias por haberte pasado y detenido en mi blog, sé que andas con poco tiempo. Biquiños.
ResponderEliminarLa felicidad, cuando se ama, nos lleva a compartirlo todo: un chapoteo, un sueño, una sonrisa, una idea...
ResponderEliminarBesos otra vez.
Virgi: Sobre todo en los primeros tiempos del amor, en los que nada gusta más que compartir. Luego cambia un poco. Besos.
ResponderEliminarNo creo que fuese capaz por gustarle a alguien de pensar lo que esa persona piense, y compartir algo que no me gustase, ya que entonces dejaría de gustarme a mí.
ResponderEliminarY no sería egoismo...
Besos.
La Zarzamora: Es deseable que la persona que está con nosotros sea feliz, pero estoy de acuerdo contigo en que no a costa de nosotros mismos. Besos, Eva.
ResponderEliminares peligroso eso.
ResponderEliminarZeltia: Se pueden acostumbrar. Bicos.
ResponderEliminarya lo sabes... me gusta como relatas las historias
ResponderEliminarun beso
Liz Gallegos: Gracias. A mí me gusta que me lo digas. Un beso grande.
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