Fotografía: "Monumento de los zapatos", en Budapest
El silencio se expande. Silencio de risas, de llantos. Silencio de vida desbocada. Silencio de mimos, de caricias, de besos y de juegos. El silencio irrumpe, castiga y permanece.
Y con el silencio llegan los ruidos. Y más ruidos. Y más… El portón, la nevera, la perra, mi respiración… Todo sonido es ruido. Ruido. Es el miedo que aprovecha la triste languidez tras la partida para despertar a los monstruos.
Este mar cada vez guarda más barcos hundidos y los fantasmas los pueblan recitando cantos de sirena. La marea retrocede silenciosa y descubre en su vaivén el ruido de cada naufragio. Las cicatrices sangran, los oídos sangran, los recuerdos sangran… la vida sangra.
Depositada en la arena, quemada por el sol y la sal, me aferro a la vida sin un claro porqué, sin entusiasmo, ni resistencia.
Al menos hoy.
ResponderEliminar"Este mar cada vez guarda más barcos hundidos" es un verso de "Por la boca vive el pez", de Fito y los Fitipaldis.
Es una frase que me impacta (y me representa) cada vez que la leo/escucho.
Pínchala en el texto si quieres escucharla.
Silencios y ruidos... Son, creo, como el vaivén del péndulo del reloj... Van, vienen, van, vuelven... No se queda en uno de los lados, estático.
ResponderEliminarMovimiento, fluir, vida... Solo el agua estancada se descompone.
Como bien señalas, solo es por hoy. Y ni tan siquiera, pues podría ser solo por unos instantes!
Fuerte abrazo Alís. Hoy es domingo y repican las campanas de la iglesia... No, los lunes no! ¡Es lo que tiene la vida!
Me gusta Fito. Cualquier frase de sus canciones es aprovechable; tal vez por eso se pegan a la memoria ... Ya es un porqué para escucharle en composiciones nuevas.
ResponderEliminarNo es así la vida ?
Creo que nos aferramos a la vida por puro instinto de supervivencia.
ResponderEliminarDebe ser algo genético... aunque también es cierto que ese instinto a veces es desbordado.
Cuántos barcos hundidos, cuantas playas olvidadas, cuantas tempestades y también cuantos días de sol y olas amables...
La vida es dura Alís... estaba viendo un partido de NBA ahora mismo y han enfocado entre el públic a un antiguo entrenador que yo recordaba, Jerry Sloan de los Utah Jazz, y se me ha helado la sangre... era ya una momia... me ha parecido ver que movía involuntariamente el brazo y he buscado en google y efectivamente, parkinson, demencia senil.... y todavía no me he repuesto de la impresión...
Disfrutemos del ahora, si podemos claro... porque el futuro parece bastante amenazador.
Besos.
El silencio es de cobardes.
ResponderEliminarY por esa regla de tres en Budapest, como en media Europa los zapatos quedaron al borde de un precipicio que ahogado por el grito de las ocas condujo a miles de seres humanos al exterminio.
Siempre lo he pensado así. Tal vez me educaron mal, o a la antigua... pero soy de palabra. Y la defenderé por la libertad que le otorgo y espero no deje de acompañarme hasta el Alzheimer. Así como la memoria.
Sé que reza un refrán que somos esclavos de lo que ... pero nunca comulgué con él. La soledad, la tristeza y la nostalgia son otra cosa.
Prefiero ser esclava de lo que pienso, que mártir del silencio que se impone la mayoría hoy y tan de moda, como sinónimo de olvido o de castigo.
Cuando uno olvida, el silencio es su más fiel testigo, y las palabras sobran en estos casos.
El mar da para mucha poética y para no menos realidad.
Y cuántos mensajes al a-mar le dediqué en julio este verano...
Besos, Alís.
No te imaginas cuánto sé de aferrarse a la vida hoy, de la necesidad de vivir y sentir cada instante de sobrevivir a las paradas del segundero... La montaña rusa marca mi vida, hoy respiro, quizás mañana...
ResponderEliminarAférrate a la vida con zapatos de fundición que te mantengan firmemente en el aquí y ahora.
Un beso.
La partida no acaba hasta que el rey cae. Seguimos luchando, por inercia, por pura inercia, entre barcos encallados que no llegarán a volver a navegar. El silencio se rompe por cualquier motivo, y salimos, náufragos de una tabla, para seguir nadando, a veces sin rumbo.
ResponderEliminarUn abrazo
La frase de Fito es genial y certera.
ResponderEliminarSolo el pensamiento de todos lo que han llegado a puerto felizmente. De todas las travesías gozosas. De la navegación que aún nos queda por completar nos impulsa a desear nuevas mañanas.
¿Que pasa? Mi gen optimista ocupa el 98% de mi cerebro.
Hermoso verso el de Fito. No lo conocía. Aferrarse a la vida como una porfía.
ResponderEliminarTambién me ronda un texto sobre el silencio, cuenta que espero saldar en breve.
Beso grande
El silencio es eso que nadie puede hacer callar, Alís... Al menos hasta hoy.
ResponderEliminarGran prosa, amiga. Cavila, detecta.
Abrazos!!
Entre silencios y ruidos así paso la vida......hay que seguir siempre adelante, la vida es bella pero aveces es cruel.....Hoy es un día hermoso y te dejo un fuerte abrazo y mis saludos...siempre sera bello leerte amiga.
ResponderEliminarMuchos barcos implica mucha gente, pero nadie aprende. Estamos todos boquiabiertos ante tanta ignomínia callados sin rechistar, tragando mentira tras mentira.
ResponderEliminarTotalmente de acuerdo con Alfred.
ResponderEliminarSaludos
Te leo un pelin cabizbaja... eso me parece.
ResponderEliminarHay silencios que son tristes, otros necesarios...a veces no se con cuales quedarme, supongo que depende del día que haya tenido.
A veces, no quiero ruido.
besos bonita.
ResponderEliminarErnesto: Van y vienen... y conviven.Movimiento, fluir, vida... y a veces parar, para respirar, mirar y tomar impulso. Un fuerte abrazo también para ti
Juncal: De hecho, tengo varias frases de él esperando su propio relato. Besos
Toro Salvaje: Muchas gracias por tu comentario, y por recordarme los días de sol y olas amables... Disfrutemos del ahora, me parece una magnífica idea. Un beso
ResponderEliminarLa Zarzamora: Relacionando el silencio con la fotografía entiendo tu comentario de que es de cobardes. Yo hablaba del silencio que llega de repente, llenándolo todo. El mismo silencio que a veces me parece un paraíso y otras sólo me habla de las ausencias. Parece que tuviste un buen julio... (Sonrío). Besos, Eva
Ilduara: Me aferro, me aferro. Y cuando tengo la tentación de no hacerlo, es la vida la que se las arregla para aferrarse a mí. Así ha sido hasta ahora... Besos
Albada Dos: Y mientras la partida no acaba, no queda otra que jugar... Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarguille: Se te nota ese gen optimista y hegemónico, jajaja. Y me gusta. Y también me gusta, a mí, darle espacio a veces al desaliento, a la nostalgia, o a que me invada la tristeza. Me reconecta con lo que me importa y me sirve. Un abrazo
Horacio Beascochea: Estoy deseando ya leer tu texto sobre el silencio. Deseando leerte, en realidad, sobre lo que sea. Un beso grande
Carlos Perrotti: Me gusta esa frase: eso que nadie puede hacer callar... Muchas gracias. Un abrazo grande
ResponderEliminarSandra Figueroa: Supongo que los malos momentos nos ayudan a valorar más los buenos, ¿no? Muchas gracias. Un abrazo grande para ti
Alfred: Pensaba en mis propios naufragios, y sí, supongo que arrastraron a otros al fondo del mar... Besos
ResponderEliminaralasdemariposa: Muchas gracias. Un abrazo
Laura: Sí, lo escribí algo bajoneada. Ya me vas reconociendo ;-) No me gusta nada el ruido. A veces quiero silencio, otras veces determinados sonidos que se convierten en música... pero el ruido me perturba. Un beso grande
Às vezes é um pouco complicado fazer comentários, especialmente sobre um texto profundo como esse. Sei, é claro, simplesmente pelo fato de escrever também, o quanto é bom obter algum tipo de retorno das pessoas que leem nossos escritos, e eu penso que às vezes é menos complicado escrever um texto do que comentar sobre o texto de alguém, pois penso, às vezes, que o comentário pode não ficar à altura da intenção do autor do texto, que, nesse caso, é o teu texto. Mas posso afirmar que gostei muito do teu texto, Alís, e Fito y Los Fitipaldis te serviram como uma boa inspiração. Beijos!
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ResponderEliminarUlisses: Agradezco el cariño y cuidado que leo en tu comentario. Beijos!