Fotografía: Tommy Ingberg
- ¿Dónde estabas?
- Aquí, como siempre.
- ¿Por qué no llamaste?
- ¿Me echaste de menos?
- Sí, claro. ¿Por qué no llamaste?
- Por si tú querías hacerlo. Te llamo siempre y no te doy la oportunidad de saber siquiera si tú querrías hacerlo o no.
- Ya sabes que yo no soy de llamar…
- No, no lo sé, no te he dado opción.
- Ya veo. O sea que a partir de ahora si quiero saber de ti debo llamarte ¿no?
- Bueno, algunas veces lo haré yo y otras tú. ¿No te parece bien?
- No. No me parece justo. Para ti es natural hacerlo, ¡¡¡pero a mí no me sale!!!
- No levantes la voz.
- ¡¡¡No la levanto!!! O tal vez sí. Es que no quiero que dejes de llamarme, te quiero presente.
- ¡Eh! No te quejes. Te estoy dando la opción de elegir llamarme o no, que no tienes cuando yo lo hago a diario. ¿No es eso libertad? Yo te quiero libre.
Tan sutil y tan directa...
ResponderEliminar:)
Besos Alís.
Pues es bonito saber que puedes elegir. Buena lección, sin duda, y muy sutil, como dice Toro.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz miércoles, con las manos libres para llamar y descolgar
¡¡Es tan cómodo que llame siempre la otra persona!!
ResponderEliminarSiempre hay que querer libre, como dice Agustín García Calvo en boca de Amancio Prada.
Pues sí, es muy sutil.
ResponderEliminarBesos.
Impecable, con diálogos pintas una escena, una instantánea con la que uno puede identificarse. Brillante, Alís.
ResponderEliminarAbrazo grande grande.
Una cosa es querer la libertad y otra bien distinta querer ejercerla. Para mi que no queremos ser tan libres como aparentamos.
ResponderEliminarEste dialogo daría para seguir hablando y hablando y no acabaríamos el tema. Un motivo más para volver a llamar.
Besos
Qué importa quién llame si ambos quieren hablar, otra cosa es que no se haga porque no interesa la otra persona.
ResponderEliminarSi es que cuando nos liamos...desaparece hasta la inteligencia emocional.
Un beso.
absolutamente ...eda es la verdadera libertad ,tener opciones
ResponderEliminarQuizá no quiere esa libertad.....Lindo texto amiga.....saludos
ResponderEliminarMejor no insistir...
ResponderEliminarBesos, Alís.
Al final siempre miramos con nuestro prisma particular y claro ...
ResponderEliminarCada persona un mundo ...
EliminarTodo depende de cómo te des por aludido y con que persona de los dos te identifiques. Si siempre soy la que llamo, me canso. Si siempre soy quien recibo, me (canso) acomodo . La cuestión es que nunca estamos conformes o siempre nos falta algo... Beso bonita mía! ♥
ResponderEliminarHola, Alis!
ResponderEliminarUn interessante diálogo escrito con a subtileza y a inteligência de una mujer.
Besitos.
ResponderEliminarToro Salvaje: Todos dicen las cosas del modo en que pueden. ;-) Besos
Albada Dos: Es bonito y necesario. Muchas gracias. Un abrazo
guille: Lo complicado es cuando los dos piensan lo mismo. ¿Y por qué es cómodo? ¿Permite esconder las inseguridades? Qué bonito recuerdo me has traído con Amancio Prada! Un abrazo
ResponderEliminarAlfred: Jajaja. Me sorprende, gratamente, que digáis que es sutil. Besos
Carlos Perrotti: Me cuesta salirme de los diálogos, debo confesar. Voy a tener que practicarlo. Muchísimas gracias. Un abrazo gigante.
XuanRata: La libertad trae consigo mucha responsabilidad, y es verdad que no siempre nos apetece asumirla. Muchísimas gracias. No dejes de llamar. Besos
ResponderEliminarIlduara: Tampoco es agradable el lugar del que no quiere ser llamado. Llamar es una forma de manifestar que queremos estar ahí. Y sí, nos liamos mucho, a menudo por miedo. Gracias. Un beso
Odalys: No hay libertad sin opciones. Muchas gracias. Un abrazo
Sandra Figueroa: Sin duda, algo gana no teniendo esa libertad. Pero, ¿lo sabe? Muchas gracias. Un abrazo grande
ResponderEliminarLa Zarzamora: Soy bien limítrofe en lo de insistir o no. Respeto por encima de todo el metro cuadrado de los demás y el mío, y al mismo tiempo soy muy perseverante. Juntos es un sinvivir, jajaja. Besos, Eva
Juncal: Y nos empeñamos en que no podemos ver de otro modo... pero sí podemos. Para empezar, podemos intentar mirar como el otro, nos ayuda a comprenderlo. Besos
ResponderEliminarLaura: Normalmente las cosas hechas entre dos son más fáciles y aporta variedad. Besos, bella
CEU: Muchas gracias, por tu comentario. Me gusta que veas la mano de una mujer, pues ando siempre a vueltas con mi femineidad. Desde ahí entiendo lo de la sutileza. Bienvenida. Besos
Porque hace que la comunicación quede a cargo de la otra persona y el "recibidor" contesta de inmediato o no, según le venga bien.
ResponderEliminarQue el contacto se mantenga vivo depende solo de una de las partes.
Estoy con Laura, depende que protagonista seamos
ResponderEliminarSaludos
ResponderEliminarguille: Demasiado cómodo ¿verdad? Y un poco desequilibrado. Que se mantenga o no el contacto siempre depende de dos, pero no siempre con el mismo esfuerzo por ambas partes. :-)
alasdemariposa: Sí, nuestras reacciones siempre depende del rol que nos toca (o elegimos) desempeñar. Un abrazo