Primero fue la rabia. Iracunda, con esa violencia que siempre acabo volcando contra mí misma por no dañar a quienes quiero. Ni siquiera a quienes no quiero. Mi cuerpo, tan generoso, tan paciente, tan sacrificado, una vez más recibe y resiste mi desahogo.
Luego llegó la frustración, desesperada, concentrada en mis pies y mis puños. Toma al asalto la boca de mi estómago y se expande por todo el cuerpo conspirando para tomar el control. Se disfraza de pataleta, tensa mis músculos y se alía en la batalla con mi desahogo.
Finalmente fue el llanto. Intenso, absoluto, sin respiro ni consuelo. No recuerdo haber llorado tanto. Torrencial ahogo que me anega, y totalmente náufraga me revuelca la riada de desgarros e impotencia. Sin poder respirar, con el pecho metido en un puño y sin salida a la vista por un largo tiempo acabo varada casi inconsciente en la orilla del desahogo.
Un terremoto emocional así tiene que haberlo causado algo muy grave.
ResponderEliminarTanto daño... duele al leerlo.
Espero que puedas revertirlo y cicatrizar pronto y bien.
Besos curativos.
Toro Salvaje, no ha sido nada particularmente grave. Sólo la suma de pequeñas y no tan pequeñas cosas en diferentes frentes. Tal vez sea grave lo que esté detrás de todo, porque lo cierto es que fueron demasiadas lágrimas para tan poca cosa.
EliminarGracias por tu compañía, siempre
Besos
El desahogo y el llanto son necesarios para crear orden donde antes hubo caos. Como la lluvia lava el polvo de muchos días acumulado sobre las hojas.
ResponderEliminarUn abrazo
Jose, así es. No sé si llegó el orden, pero siento menos caos.
EliminarUn abrazo
Asi pasa siempre, entramos en bucle
ResponderEliminaren un proceso de emociones y al final parece el llanto consuela como el agua de la lluvia .
Un beso enorme Alis
Precious, consuela de tanto desconsuelo, sí.
EliminarBesos
Las lágrimas es un buen compañero del desahogo y tal vez un grito a tiempo tb lo sea .
ResponderEliminarUn abrazo y mi deseo que tengas un buen día.
Eso me faltó, Campirela. Y eso que era consciente de cuánto necesitaba gritar. No era el lugar ni el momento, y ahí está todavía esperando salir.
EliminarUn abrazo grande
Joder, cielo, duele al leerlo, espero que el llanto finalmente te haya tranquilizado. Un montón de bicos, espero que estés mejor.
ResponderEliminarRepublicano..., tu comentario es una caricia reconfortante. Gracias.
EliminarBicos
Si hubieses empezado el día descorchando la botella de champan (de mi cumpleaños) otro gallo, tal vez, cantaría... pero como gallega, tozuda y determinada, sueles coger la vía menos... ¿cómo decir?..., menos transitada jajajjaajjaaja...
ResponderEliminarFuerte abrazo Alís.
Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz...!!!
EliminarNi soy tan detallista como tú, ni tengo tan buena memoria. ¡Perdón!
Gallega, tozuda y determinada... Me agrada la descripción. Te veo últimamente bueno para decirnos cómo somos. Retrátese usted, ;P
Un fuerte abrazo
Ya que me lo pides...
Eliminar"En un lugar de la Mancha, de cuyo nombre no quiero acordarme, no ha mucho tiempo que vivía un hidalgo de los de lanza en astillero, adarga antigua, rocín flaco y galgo corredor. Una olla de algo más vaca que carnero, salpicón las más noches, duelos y quebrantos los sábados, lentejas los viernes, algún palomino de añadidura los domingos, consumían las tres partes de su hacienda. El resto della concluían sayo de velarte, calzas de velludo para las fiestas con sus pantuflos de lo mismo, los días de entre semana se honraba con su vellori de lo más fino. Tenía en su casa una ama que pasaba de los cuarenta, y una sobrina que no llegaba a los veinte, y un mozo de campo y plaza, que así ensillaba el rocín como tomaba la podadera. Frisaba la edad de nuestro hidalgo con los cincuenta años, era de complexión recia, seco de carnes, enjuto de rostro; gran madrugador..."
jajajjajaajajjaaja...
EliminarComo regalo de cumpleaños, ¡touché!
Gran abrazo Alís.
Una trnasmutación a veces necesaria, que sacude todo el cuerpo y el ánima.
ResponderEliminarBesos.
Y es esa sacudida la que necesitamos. Al menos yo.
EliminarBesos
Es necesario vaciar toda la hiel que nos envenena e inundar el mundo de lágrimas para renacer buenamente.
ResponderEliminarNo sabes cómo te entiendo.
Un beso.
Siempre siento que me entiendes, Ilduara.
EliminarBicos
PD: Encántame que me escribas en galego. Non quería esperar para dicircho. Máis bicos.
Por que llorastes???
ResponderEliminarSerá que valía la peña llorar???
Bueno.. como se dice en Brasil..llorar calienta el pecho!!!
Pequenos delitos..., lloré por nada y por todo, porque sí valía la pena llorar. Era justo y necesario. No sólo calentó el pecho, en un momento creí que no podría volver a respirar. Y fue bueno.
EliminarGracias por tus palabras
Beijo
Dicen que cuando uno llora no lo hace solo por el motivo reciente, si no también por otros que no se lloraron.
ResponderEliminarSaludos.
alasdemariposa, fue de esos llantos, de ponerse al día, de soltar lastre.
EliminarUn abrazo grande
En este sitio del desahogo quiero dejar mis cuitas y mis abracillos a ti, mi poeta.
ResponderEliminarChao.
Ahí los recibo, Guillermo Castillo, y los agradezco.
EliminarOtro abrazo para ti
Duele leerte a veces, Alís, luego de momentos-desahogos como los que describes y que son el inevitable combustible expresivo que mana de vos misma y que transformas y entregas en otra cruda prosa no exenta de lirismo… Por qué tendrá que ser así, verdad? Dicen que del pantano florece el loto inmaculado. Debe ser así. Quiero creer que es así.
ResponderEliminarAbrazo cada vez más admirado amiga!!
Carlos Perrotti, de los malos momentos de la vida salgo reforzada, por algo será que los sobrevivo. Los buenos me alimentan, son el placer exquisito, son degustar la vida. Qué bueno que sea así, combustible natural y creo que ecológico. ;)
EliminarCómo disfruto tus comentarios1
Un abrazo agradecido
El asumir una circunstancia requiere pasar por distintas etapas, no se puede salvar ninguna o se enquista. Se ve que lo sabes bien.
ResponderEliminarSAludos.
Procuro tenerlo presente, Manuela Fernández. Ya me dio tiempo a aprender que saltárselas tiene costos mayores. Muchas gracias por tus palabras.
EliminarUn abrazo
El recorrido del duelo siempre nos deja finalmente en esa orilla...
ResponderEliminarDesgarrador tu abanico de emociones.
Mil besitos con cariño y feliz noche ❤️
Auroratris, mientras lleguemos a la orilla podemos celebrar
EliminarVeo belleza en ese desgarrador que dices. ¿Deberé preocuparme?
Besitos
Cielos!!!!!
ResponderEliminarEspero que te haya servido.
guille, me sirvió
Eliminar;)
Leerte así me apena, aunque si sirvió como desahogo quizá no fue tan malo...
ResponderEliminarme gustaría poder llorar muchas mas veces de lo que lo hago, pero no sé como.
Te dejo un beso enorme y un abrazo apretado apretado pero que muy apretado.
<3
No te apenes. No fue en absoluto malo. En algún momento incluso lo disfruté. ¡Qué loco!, ¿verdad?
EliminarTe advierto de que ese abrazo continúa
Besos
Llorar y escribir, desahoga el alma. Tus letras me llegan profundo. Saludos y abrazo.
ResponderEliminarTú sabes de desahogos, Sandra Figueroa. Muchísimas gracias
EliminarUn abrazo grande
Casi siempre son los mejores pasos para acabar por dejar atrás un suceso cruento
ResponderEliminarUn abrazo
Albada Dos, sirve incluso para el cansancio acumulado, para soltar la espalda.
EliminarUn abrazo grande
Es desahogo, ese gran alivio necesario para aquellos momentos de agobio y tensión, un abrazo : )
ResponderEliminarEs increíble cómo alivia!!!
EliminarUn gusto volver a verte por aquí
Un abrazo grande
A veces cuesta dejar que salga todo...
ResponderEliminary dejarlo ir.
Es bueno que eso ocurra.
Besos.
Amapola Azzul, es que si no sale es porque no lo dejamos ir. No hay otra causa. Primero debemos elegir sacarlo.
EliminarEs bueno, sí. Mucho
Me encantan tus comentarios. ¿Te lo había dicho?
Besos
Qué bien me hubiera sentado terminar con ese grito, evan. Ni te imaginas.
ResponderEliminarBesitos