jueves, 1 de agosto de 2019

De infiernos y despedidas



Era también hija de su tiempo. Uno en el que la vida estaba diseñada, porque sí, y pocas lograban diseñar la suya sin pagar un costo excesivo. Cuándo nacer, el colegio, a ser posible la Universidad (prescindible), un matrimonio (ojalá), hijos (obvio) y apagarse para hacer brillar a los otros. Esta parte le parece bien, pero ya necesita conocer su propia luz.

Ya había sacado sus maletas mientras no había nadie en la casa, si permanecía en ella era porque no renunciaría a despedirse. 

- Viví amenazada con el infierno, sin darme cuenta de que residía en él. Prefiero conocer nuevos infiernos, los que sean necesarios, que negarme a creer en un paraíso posible. No es fácil decepcionar a quienes quiero, pero duele más decepcionarme a mí misma. Traicionarme. Aún sin saber cuál será mi mundo tendréis siempre cabida en él. Soy yo la que ya no puedo seguir en el vuestro.

Cuando cerró la puerta no había oído ni una palabra por detenerla. Fue bajando el primer tramo de escalera que escuchó su nombre. 

Tal vez sólo lo deseó.

41 comentarios:

  1. Una revelación profunda... y natural. Un desnudo de alma... Un encuentro consigo misma... Ayer, hoy...

    Un tramo del camino que nunca acabó de quedar atrás. Una rémora, una "mochila" cargada, no solo de recuerdos, vivencias, sino también de jirones de sí misma...

    Un "rompecabezas" que, si bien lejano en el tiempo, hay que acabar de recomponer.

    Un espejo que ya no refleja la realidad que se quiere, hay que retirarlo al desván!

    Me ha encantado coincidir, hoy, contigo en el tiempo.

    Fuerte abrazo Alís.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ernesto, tiene que ver con el coraje de diseñar nuestra propia vida, aunque primero tenemos que identificar qué es nuestro y qué es heredado, impuesto, en qué deriva venimos que ni nos damos cuenta que vivimos en base a decisiones ajenas.

      A mí siempre me encanta coincidir contigo

      Un abrazo grande

      Eliminar
  2. Yo intento no decepcionarme a mí mismo desde bien pequeño.
    No es fácil pero ahí sigo.

    Besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es relativamente fácil cuando somos conscientes de lo que queremos, Toro Salvaje, aunque requiera de esfuerzo. Lo malo es cuando vivimos una vida creyendo que es la que elegimos y simplemente nos dejamos llevar por la inercia.

      Estoy segura de que eres de los que cuida el no decepcionarte a ti mismo. Deberías celebrarlo.

      Besos

      Eliminar
  3. No hay decepción peor que la propia. Hay que sacar las maletas, calzarse botas andariegas y salir a buscar lo posible de uno mismo.

    Un abrazo. Feliz día

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Así es, Albada Dos, del mismo modo que, creo yo, no hay perdón más difícil que perdonarnos a nosotros mismos.

      Un abrazo grande

      Eliminar
  4. Es difícil huir de lo que se espera de nosotros, los proyectos de los demás parecen gravarse en nuestro ADN. Romper cadenas que nos destrozan es más difícil de lo que aparenta. Nuestros proyectos nuestros deseos emergen y una mano invisible los atenaza. Romper con todo es quebrar una parte de nosotras mismas, liberarnos y ser felices es la única salida, aunque con un coste muy alto.

    No sabes cómo te entiendo.

    Un beso.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Sobre todo, Ilduara, cuando nos compramos como propio eso que se espera de nosotros. Los costos de nuestras decisiones son siempre relativos. En el fondo, se trata de valorar si vale la pena o no.

      Muchas gracias
      Bicos

      Eliminar
  5. Respuestas
    1. Estaba viendo un reportaje de mujeres (jóvenes) que estaban siendo ayudadas a salir de una comunidad con poligamia y los miedos que tenían que enfrentar: la familia, la sociedad, la religión... no tenían ni idea de que la vida podía ser otra cosa. Lo curioso es que eso nos ocurre a todos en multitud de aspectos y ni nos damos cuenta.

      Besos

      Eliminar
  6. Yo creo que a veces nos exigimos demasiado hacia los demas, mas que hacia a nosotros mismos ...

    Bellas letras Alis un abrazo grande

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Porque no podemos vivir completamente solos y en mayor o menos grado necesitamos la aprobación de quienes amamos. Ver el costo que esto conlleva es lo que puede ayudarnos a trazar nuestro propio camino.

      Muchas gracias

      Besos

      Eliminar
  7. Una historia muy triste.. pero muy real en estos tiempos, en los que cuesta cerrar una etapa de ese tiempo en que nos aferramos a nosotros mismos... siendo momias de una muerte anunciada..
    Todo un grito de esperanza con el alma abierta.

    Me ha encantado.
    Besos muchos y feliz día.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ocurre todavía en estos tiempos, pero en generaciones anteriores era todavía peor. Soy una ferviente creyende de que la esperanza es lo último que se pierde, junto con la vida.

      Muchas gracias
      Besos

      Eliminar
  8. Ufff cuesta leer esta entrada sin imaginarse en esa salida... Y tener que quedarse cuesta tanto como.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cuando logramos salir es porque quedarse es peor, Juncal. Siento por tu comentario que sabes de qué hablo

      Besos

      Eliminar
  9. En una entrada muy buena no me resisto a decir que las tres últimas líneas son geniales.

    Nunca hay que dejar de creer en un paraíso posible.
    Nunca hay que rendirse.
    Solo hay una vida. Lo que hagamos en ese tiempo sobre la tierra es lo único: Mejor aprovechar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras, Guille. Rendirse viene siendo como morir, ¿no?

      Un abrazo

      Eliminar
  10. Alís... tocaste mi alma con tus letras...
    Yo mismo podrí a hacer eso ahora...
    Pero hay uchas cosas involucradas....!!!
    Vivo mismo nel infierno!!!! Y no hay salida!!!
    Besos muchos desde Brasil!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Pequenos delitos..., necesito creer que siempre hay salida. Tal vez esté menos a la vista, tal vez debamos pedir ayuda, tal vez incluso esperar... Pero siempre debe de haber alguna salida. Si no, que me paren el mundo que me bajo.

      Beijos!!!

      Eliminar
  11. La única verdad es la que tenemos frente al espejo cada mañana. Tan Triste como real. Un micro Muy emotivo, mi querida amiga.

    Mil besitos con cariño y feliz día ❤️

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y necesitamos detenernos para mirar qué nos dice ese reflejo, Auroratris, o corremos el riesgo de seguir en la vida desoyendo nuestras propias necesidades.

      Muchas gracias por tu comentario

      Besitos

      Eliminar
  12. Cielo e infierno no son opuestos y equidistantes el uno del otro. Para nada. Se contienen. Existen en nosotros y de nosotros depende cuál manifestemos. Es más, a cada momento solemos hacerlo.

    Abrazos, Alís, extrañaba leerte, abrazos y besos.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Cielo e infierno deben de ser como el ying y el yang ¿no? No sé si sólo depende de cuál manifestamos, pienso que a veces requieren un paso más allá para poder hacerlo, para poder elegir, que es de lo que se trata. Puedo hacerme cargo de mis decisiones, pero me molesta profundamente tener que asumir las consecuencias de lo que otros deciden por mí. Eso me lleva a una sensación de frustración que no he aprendido a manejar.

      Yo también te extrañaba

      Un abrazo inmenso

      Eliminar
  13. Un relato muy triste amiga pero una alegría leerte. Saludos y abrazo.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias, Sandra Figueroa. Aún no he vuelto del todo, ando arañando tiempos y sueño con el momento de normalidad que me permita leeros con calma. Ya se acerca

      Un abrazo grande

      Eliminar
  14. La vida va girando y nosotr@s con ella. Hay que seguir adelante, sobre todo sin vivir decepcionad@s. Eso hay que intentarlo día a día.
    Un relato muy bueno
    Un beso

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Jose Vivo, al menos, quedarnos con la conciencia tranquila de haberlo intentado, ¿no?

      Muchas gracias
      Un beso

      Eliminar
  15. impactante... una mujer que rompe la barrera del miedo, una de tantas heroínas silenciosas que se percatan de que la vida debe ser vida siempre.
    Me ha encantado, una vez más. Dices mucho con muy pocas palabras.
    Abrazos desde mi orilla.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. María Coca, me encanta cómo lo resumes. De eso se trata. El heroísmo, casi siempre anónimo, puede manifestarse en multitud de pequeñas o grandes decisiones de la vida, continuamente.

      Muchas gracias
      Besos de orilla a orilla

      Eliminar
  16. Comulgo con la idea de que somo s duales, alternos, ambivalentes; somo el aquí y el ahora. Somos eso y por ello escribimos sobre el cielo o sobre las profundidades del mismo abismo.

    Gracias por tu texto. Saludos desde aquí, la esquina suramericana.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estar atentos al aquí y al ahora es un buen termómetro para saber si estamos donde debemos. Al menos, identificar eso. Si luego decidimos quedarnos donde no queremos, será nuestra elección.

      Muchas gracias a ti.
      Un abrazo grande desde esta franja austral

      Eliminar
  17. Seguramente fue la maleta la que dijo su nombre. Cuando huimos siempre llevamos todo ahí, en la maleta. Hasta las voces de los que dejamos atrás.
    Abrazos súper enormes, Alis.
    Pat

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No imaginas, Pat, cómo me ha gustado tu comentario. Es un relato en sí mismo. Y me quedé pensando en cuántas voces ando cargando en mi maleta. No son pocas, te lo aseguro.

      Abrazos gigantes

      Eliminar
  18. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Qué pena que hayas borrado tu comentario, mariarosa. Igual te agradezco por él, que además era bonito.

      Un abrazo

      Eliminar

  19. Cuando cerró la puerta no había oído ni una palabra por detenerla. Fue bajando el primer tramo de escalera que escuchó su nombre.

    Tal vez sólo lo deseó.

    Otro deja vu.
    Beso grande bella.

    ResponderEliminar
  20. Creo que en el fondo debemos agradecer esa ausencia de intentos por detenernos. Probablemente es el miedo el que nos hace desear escuchar nuestro nombre.

    Beso enorme, Laura
    Disfruta mucho el paisaje

    ResponderEliminar