- No es necesario perder algo para echarlo de menos.
- ¿Y eso a qué viene? ¿En qué piensas?
- En que empiezo a echarlo de menos cuando intuyo o decido perderlo.
- ¿Ya estás extrañando?
- Claro. Cada día reparo en algunos de esos detalles que añoraré... ¿Tú no?
- Supongo… Dame ejemplos.
- Las últimas veces son tan importantes como las primeras. Saber que tal vez sea la última película que vemos juntos, cada conversación que tenemos y que disfruto, tu incondicionalidad, todos esos detalles… ¡Tengo tanto que agradecerte!
- ¿Y hoy qué has empezado a echar de menos?
- Que siempre te acuerdas de traerme tabaco.
En el fondo Alís , echamos de menos aquellas pequeñas cosas , como canta Serrat, que fueron trenzando un hilo invisible ( ese hilo rojo que tiene sus raíces en la cultura japonesa)entre dos
ResponderEliminarEse que sigue fortaleciéndose con cada acto, con cada mirada, con cada gesto, con cada silencio en complicidad
Entonces comenzamos a añorar,
Comenzar a añorar , es en cierta manera una forma de "arrugarse el alma"
pero recuerda las arrugas son señal de vida y al igual que siempre hay un roto para un descosido, hay una plancha para mitigar esas arrugas del alma
te dejo mi abrazo con cariño, que te arrope, que te abrigue
Con el alma arrugada, MaRía; así atravieso estos días y también con confianza en que el próximo año será de grandes aprendizajes. Y de añorar sabemos tanto nosotras que nacemos con la morriña a cuestas!
EliminarBicos
Es así. Extrañar antes de que se acabe. Fíjate que el drogadicto sufre ese dolor antes de quedarse sin droga :-). En serio, quizás se ha de disfrutar y paladear esos instantes que uno sabe que serán los últimos, como se hacía en las guerras.
ResponderEliminarUn abrazo grande, Alis
Albada, ojalá aprendamos a disfrutar no sólo los primeros momentos y los últimos, sino también todos los que están en medio.
EliminarUn abrazo enorme
Así somos... un contrasentido permanente, una añoranza que se fuga... en fin...
ResponderEliminarBesos.
Sí, así somos, Xavi. Y después pretendemos que nos entiendan, jajaja. Con suerte lo hacemos nosotros mismos.
EliminarBesos
Miedo.
ResponderEliminarIncómodo, pero buena señal.
No sé si es buena señal, Juncal, pero si logramos que no nos paralice y lo escuchamos atentamente, seguro que nos cuida.
EliminarBesos
Siempre te leo con placer, pero desde hace unos meses para esta parte, es como que me eleva el espíritu y no sabría decir porqué pasa ésto. Serán los tiempos que corren...
ResponderEliminarEduardo Mancilla, no imaginas la alegría que me llevo cada vez que te veo por aquí y, sobre todo, cada vez que puedo leerte. ¡Ay, no dejes pasar tanto tiempo, por favor!
EliminarGracias, como siempre, por tus palabras
Un beso grande
Llega un momento en la vida, en el que empiezas a paladear las cosas trascendentes, porque intuyes que cada vez que raramente ocurren, es la última oportunidad que te quedan de disfrutarlas.
ResponderEliminarAfortunadamente a ti te quedan muchos años para eso.
Besos.
Juan L. Trujillo, sólo espero que ese momento no sea sinónimo a decir demasiado tarde.
EliminarNunca sabemos cuántos años nos quedan...
Besos
Hace tiempo que aprendí que cada cosa que llega
ResponderEliminarviene, se queda, se va y nunca vuelve. Saber disfrutar su presente es fundamental. Saber que hacer con su recuerdo, también.
Y eso, Noxeus, lo vamos aprendiendo con los años. Ojalá pudiéramos nacer con esa sabiduría, que seguramente lo hacemos, pero no lo sabemos.
EliminarBesos
Alis te deseo unas felices fiestas y un inmejorable año nuevo lleno de buenos momentos, preciosas letras y siempre rodeada de buena gente. Besos y un fuerte abrazo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Germán. Felices fiestas para ti también y que el próximo año nos sigas deleitando con tus imágenes salvajes.
EliminarBesos
Hubo un tiempo en que me fumaba tres paquetes todos los días. Lo dejé hace más 26 años.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, yo no sé si lo dejaré algún día... Por ahora lo que me falta es intención de hacerlo, aunque el cuerpo ya reclama.
EliminarBesos
A mí ya me ha pasado en numerosas ocasiones lo que cuentas. Echo de menos las cosas antes de perderlas porque sé tarde o temprano dejarán de estar, por eso procuro saborearlas cuando todavía las tengo. Un besito, Alís.
ResponderEliminarRita, por un lado creo que eso sirve para tomar conciencia y disfrutar más esos momentos, y por otro me da la sensación que eso de extrañar antes de tiempo nos impide disfrutarlo completamente...
EliminarBesitos
Tengo pánico a que me abandonen, desde niño, o sea que estoy permanentemente echando de menos detalles de personas que aún no se han ido. Es horrible.
ResponderEliminarRepublicano, si eso te impide disfrutar el momento, sí debe ser horrible. Ojalá sirva para aprovecharlos más
EliminarGracias por la confianza
Bicos
Cuando más tememos echar de menos o extrañar es cuando más amamos... aunque sobre el final se advierten los intereses y el mercado de todo amor.
ResponderEliminarSomos una especie rara en nuestras relaciones
Una contradicción tras otra
Besos y felicidades!
No sé, Frodo, si es cuando más amamos, pero supongo que si alguna vez se amó siempre habrá detalles que pueden extrañarse.
EliminarBesos
¿Echar de menos antes de tener menos?
ResponderEliminarY entonces ¿Cuando se disfruta?
El miedo a perder lo bueno que se tiene -como todos lo miedos- socava la plenitud de tener lo bueno que se tiene.
¿No te ha pasado nunca? No sé, tanta felicidad a veces me resulta sospechosa, pero si te funciona, que sepas que me alegro muchísimo.
EliminarUn abrazo
Perdona bonita, nunca es tanta. Siempre quiero más.
Eliminarguille, bonito, no esperaba menos
EliminarUn abrazo
Tenía un compañero que siempre me decía: No te preocupen los problemas que vendrán ya tendrás tiempo de arreglarlos cuando lleguen.
ResponderEliminarBeso
Sabio comentario el de tu compañero. En esa frase radica la diferencia entre ocuparse y pre-ocuparse.
EliminarBesos
En ocasiones, tememos tanto echar de menos a alguien que ésto provoca acelerar la pérdida.
ResponderEliminarUn beso.
Ilduara, escribía sobre una pérdida prevista, incluso planificada, pero supongo que cuando es sólo miedo puede acelerar esa pérdida.
EliminarBicos
Esas pequeñas cosas cotidianas que harán la vida diferente.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, ésas a las que habitualmente olvidamos prestarles atención.
EliminarBesos
En los pequeños detalles esta la diferencia , ello es lo que hace que la vida continué ..extraños lo que tenemos ..
ResponderEliminarMil besotes y buen domingo .
Campirela, estoy de acuerdo contigo en que son esos pequeños detalles los que marcan la diferencia.
EliminarBesitos
Siempre digo que al final lo que más se echa de menos son esos pequeños detalles sin importancia...
ResponderEliminarLos que parece que no se ven, que no cuentan...
Un beso enorme mi niña.
Laura, son ésos que precisamente empezamos a ver cuando se pierden. Y hay que reaprender a vivir sin ellos...
EliminarBeso grande
Vaya, lo trascendental con lo chistoso... Todo revuelto. Para bajarle los humos a lo primero, y tratar de subir lo segundo de categoría.
ResponderEliminarArdua tarea, creo... Aunque visto el respetable que salta al ruedo de la cotidianidad, tal se forme una especie de "macedonia".
Todo es. Todo vale. No se anda lejos de esto en ciertos círculos sociales, redes y demás.
Fuerte abrazo Alís.
Me sonrío con tus conclusiones, Ernesto (¿trascendental? ¿chistoso?...). Siempre imagino tu cabeza construyendo enormes castillos.
EliminarUn abrazo grande
...tal vez se forme...
ResponderEliminartal vez, jajaja
EliminarOtro abrazo
Como la vida misma...
ResponderEliminarUn beso sin pérdidas.
Es la vida misma, Eva S. Stone
EliminarBesitos
Los pequeños detalles es lo que suma y al final... Es todo en la persona que estaba y está.
ResponderEliminarMe ha encantado, Preciosa.
Mil besitos Navidad para ti 🎄✨
Muchas gracias, Auroratris. Me alegra que te haya gustado
EliminarBesitos y feliz Navidad
Es cierto, Alís, hay miles de detalles, que día a día, crean una trama invisible que une y mantiene unida a las personas. Detalles, a veces, simples y pequeñitos, y sin embargo, son los que más unen y sellan esa unión.
ResponderEliminarQuienes hemos perdido a alguien, de alguna manera, solemos pensar en una pérdida antes de que ocurra, y eso, a veces, acelera esa pérdida. Pero, somos humanos y no podemos evitarlo.
Un beso muy grande.
Afortunadamente somos humanos, Carmela. Me gusta imaginar esa trama invisible que mencionas.
EliminarUn beso grande
La frase final es memorable. Si te te trae tabaco es que vuelve. Muy bellamente descrito como sucede en la vida que conocemos. Todo los pequeños detalles suman más que otras cosas y que al final restan.
ResponderEliminarBicos con agarimo.
Joaquín Lourido, ahora que la traes creo que la frase final es el peso de lo cotidiano, para bien y para mal...
EliminarGracias, me siento muy bien tratada en tus comentarios.
Bicos!
Que no se olvide de traerme bombones. Jeje.
ResponderEliminarEse es mi final perfecto.
Jeje
Saludos
El final perfecto... me gusta. Ya me estoy imaginando el mío...
Eliminar;)
Un abrazo grande
Aiii los pequeños detalles.... que se cuelan en nuestros recuerdos...los mismos que sin saberlo, nos hacen vivirlos más intensamente.
ResponderEliminarBuenas fiestas !! ;)
...se cuelan en nuestros recuerdos...
Eliminarartur, creo que lo defines muy bien: son momentos que si permanecen en la memoria es porque se colaron. Y descubrirlos es placentero.
Felicies fiestas
Un abrazo
Uf,hoy sí que no sé que decirte.
ResponderEliminarEché tanto de menos a tanto aún antes de que sucediera que hay un quiebre en mi vida que marcó un antes y un después. Aún hoy después de tanta vida, sigo echando de menos pequeñeces, insignificancias que tantas veces me hacen llorar.
Sé que tal vez,no sea la misma despedida, pero el dolor y el sentimiento es el mismo.
un besazo cariño.
(igual lo llevé por mis derroteros, y no tiene nada que ver con lo que escribiste,pero, creo que la virtud del que transmite a través de las letras,es justamente eso,despertar eso que se escondía, y que de repente se llena de luz, y por fin entiendes.)
lunaroja, me encanta que lo lleves por tus derroteros y te agredezco la generosidad en cómo te muestras. Es un regalo. Y lo que me dices es una pasada. ¡Gracias!
EliminarUn besazo
muackkkkssss bonitaaaaaaa Gracias a ti por toda esta entrega!!
EliminarBeso gigante
EliminarTe deseo de corazón que la Navidad esté llena de magia y amor para ti y que pases una Feliz Navidad y que todos tus proyectos y deseos se vean cumplidos en el Año 2020.
ResponderEliminarBesos.
María Dorada, te deseo también lo mejor para estas fechas y cada día de tu vida. Muchas gracias
EliminarBesos
Sabia, Alís. Qué agregar que no arruine esta inspiradora lectura. Como pocas.
ResponderEliminarAbrazo como pocos.
Jo... Gracias, Carlos Perrotti. De corazón.
EliminarOtro abrazo de ésos (me gustó)
Fue un gusto encontrar tu cajita, siempre llena de sentimientos e ideas que tocan al lector.
ResponderEliminarTodo lo mejor para el nuevo año y mucha fuerza para seguir adelante.
Un gran abrazo, Alí.
Muchísimas gracias, Mirella. Para mí también ha sido un gusto encontrarte.
EliminarLo mejor para este 2020 que ya se nos viene encima
Besos!
Todo acaba amiga Alis y siempre habrá algo que echaremos de menos.... Feliz Navidad amiga, pásala bien, te deseo lo mejor. Saludos y abrazo.
ResponderEliminarSandra Figueroa, cómo era eso de que nada desaparece, todo se transforma? Supongo que es buena señal vivir añadiendo momentos a los que echar de menos.
EliminarFeliz Navidad también para ti
Un abrazo enorme, con mucho cariño
Iba a decir todavía estoy mojada, pero podría entenderse mal, jaja. Gracias por la sugerencia, ha sido un paseo muy agradable. Y gracias, siempre, por la música.
ResponderEliminarUn abrazo
Esos pequeños detalles que nos aportan felicidad, son los que alimentan el alma.
ResponderEliminarFeliz Navidad! querida Alís, que pases una noche feliz con tus seres queridos.
Un beso amiga.
Entonces no dejemos de nutrir el alma, Carmen Silza.
EliminarFelices fiestas
Besos
Somos en si mismo, un enorme cajón de añoranzas. Siempre miramos hacia atras, quizas para poder caminar hacia delante. Sea como sean los recuerdos hay que abrazarlos fuertes ( si fueron bellos) Pero sabiendo que eso son... Recuerdos .
ResponderEliminarDemian, supongo que miramos hacia atrás porque es espacio conocido, un lugar relativamente seguro, y compensa la incertidumbre del futuro.
EliminarBienvenido a esta casa
Un abrazo
Echar de menos detalles, es que somos muy frágiles.
ResponderEliminarBesos.
Amapola Azzul, nosotros somos frágiles y algunos de esos detalles son muy fuertes...
EliminarBesos
En ningún lugar, en ningún momento, se nos enseña cuándo hay que dejar atrás. No siempre es fácil aprender a hacerlo.
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A. García, los aprendizajes de la vida suelen tener algún dolor adherido. Seguramente es el que nos hace aprender.
EliminarUn abrazo
Julio David, no tengo miedo, pero igualmente por precaución ya aclaré que iba a decir... (sin llegar a hacerlo, jaja)
ResponderEliminarOtro abrazo
Es cierto, a veces tenemos tanto la pérdida de algo, que nos imaginamos cómo nos sentiríamos si lo perdiéramos y de ahí a echarlo de menos va un paso.
ResponderEliminarAy, a veces vamos muy, demasiado por delante de las cosas.
Salu2.
Dyhego, nos pre-ocupamos antes de poder siquiera ocuparnos.
EliminarBesos
No puedo con esos hilos que atan... o predicen... ya sean del color que sean.
ResponderEliminarAtaduras ninguna, ni por el Karma. El destino es una misma y sus buenas o malas elecciones, y luego, p'alante!!
;)
Besos, Alís.
Eva, no creo que pueda llegar a imaginar una vida sin ninguna atadura. Ya no...
EliminarBesos
Inténtalo...
ResponderEliminar;)
Vale un Potosí.
De todas formas el tiempo te mostrará que las ataduras, y los hilos que nos atan, no tienen validez alguna.
Porque, ¿qué hilo no acaba por deshilacharse¿?
Besos.
Eva, pensaba al responderte en mis hijas, en las personas que quiero... Y pienso ahora con tu respuesta que tal vez el error está en sentir que son ataduras, al menos por un tiempo...
EliminarCreo que ando algo peleada con el tiempo últimamente, jajaja
Besos
Gracias por volver