Fotografía: Chema Madoz
En el fragor de la guerra
un instante de tregua
tiene sabor a paz.
Y la paladeo
aún sabiéndola engaño.
Opción b:
La paladeo
sabiéndola engaño.
Un espejismo
La paladeo
sabiéndola engaño.
Un espejismo
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Muy propio para las fechas en que estamos entrando.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, veo que te gusta la Navidad, jajaja.
EliminarBesos
Hay engaños conscientes, que también nos hacen reposar.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Serán ésas las mentiras piadosas?
EliminarUn abrazo, Albada Dos
De espejismo en espejismo vamos pasando los días...
ResponderEliminarBesos.
Y tiro porque me toca, Toro... Apoyándonos en lo que sea para seguir de pie.
EliminarBesos
Sea la paz bienvenida, aunque sea con cara de ficción.
ResponderEliminarLo que no se puede padalear nunca, es la guerra.
Besos.
Guerra no, Juan L. Trujillo, pero algo de caos de vez en cuando es inevitable. Al menos en mi experiencia. Y ahí ando
EliminarBesos
En la dureza del hambre, un pedazo de pan duro es un banquete.
ResponderEliminarNoxeus, como siempre decimos los gallegos, depende. En Galicia nació la verdadera ley de la relatividad
EliminarBesos
En esta vida necesitamos placebos para sobrevivir...a veces.
ResponderEliminarBesos sin espejismos
Y el mayor espejismo es seguir creyendo que alguno puede convertirse en realidad
EliminarBicos, MaRía
Y gracias, por ser y estar
Aunque sea un espejismo hay veces que es necesario para seguir adelante. Un beso.
ResponderEliminarCierto, Rita. Aunque su tendencia sea a diluirse
EliminarBeso
Es un suspiro. Si un espejismo es un suspiro.
ResponderEliminarBesos
Erik, y yo me la paso suspirando
EliminarBesos
Hay que saber paladear las treguas que juegan a nuestro favor.
ResponderEliminarAyudan a no creer que vivir es una lucha contínua.
Y estirarlas lo más posible, guille
EliminarUn abrazo
Un remanso de paz en una guerra perpetua.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, la parte de perpetua es la más dura
EliminarBesos
Las treguas nos ayudan a juntar fuerzas para que, cuando terminen, podamos enfrentar los nuevos desafíos.
ResponderEliminarBesos y buen domingo.
Mirella, es fundamental fortalecerse. No hay modo de resistir, si no
EliminarBesos
Mismo que sea pequeña..la tregua es siempre una señal de paz!!!!!!!!
ResponderEliminarBico!!!
Al menos la señal de que la paz es posible, PDR
EliminarBeijos
Me quedo con la primera opción. Los sucedaneos, si no hay otra cosa, también valen.
ResponderEliminarMe encanta la foto (Chema Madoz, ¿verdad?)
También me quedo con la primera. Es la más genuina.
EliminarGracias por recordarme a Chema Madoz. La foto inicial estaba recortada y sin firma. Gracias porque pude buscarla completa y firmarla
Besos
Yo también me quedo con la primera opción... Tanto espejismo y reflejos me enseña realidades que quizá no quiero (o no me apetece) ver.
ResponderEliminarUn remanso de paz entre tanto ruido.
Y mil besos, de los más pacíficos.❤
Asumir un espejismo como engaño no es agradable. Después siempre es necesario un remanso, un refugio, un sanarse.
EliminarBesos, como los quieras
Mejor tomar aliento y renovar energías.
ResponderEliminarBesos.
Imprescindible, Estrella Amaranto
EliminarBesos
Nos hacen falta tantos espejismos para seguir.
ResponderEliminarSaludos
Eso, alasdemariposa, porque no hemos aprendido a vivir sin ellos
EliminarUn abrazo grande
Una tregua que ayudase a la paz verdadera sería lo ideal.
ResponderEliminarBesos
marisa, ¿algo así como una tregua para negociar? Sí, es un buen modo de hacerla más útil. En eso estoy
EliminarBicos
Elijo la primera opción, me aferro a ese instante de paz,sin duda. Lo otro sí es espejismo.
ResponderEliminarQué bueno Alís, muy lúcido!
Un besito.
Me resulta curioso ver los juicios diferentes que tenéis sobre los espejismos. Y yo debatiéndome entre un sentido y otro, y otro...
EliminarMuchas gracias, lunaroja
Besitos
Una buena opción y bonitas letras ..Abrazos y feliz noche.
ResponderEliminarLo mejor de las opciones es poder tenerlas, Campirela
EliminarBesos
Si los pronósticos anuncian una vuelta a las hostilidades, vívelo, entonces, como un espejismo.
ResponderEliminarNo es fácil tomar decisiones.
Un beso.
Ando intentando evitar hostilidades, Ilduara, sin que impida avanzar. No siempre es fácil
EliminarBicos
La paz es efímera... una decide cuando saborearla, zanjar aun sabiendo que todo es un engaño.
ResponderEliminarMil besitos, bonita, y feliz noche ♥
Auroratris, que sea efímera la hace más valiosa. Debe de ser por eso de la oferta y la demanda
EliminarBesitos
En asuntos de paz, valen todas las formas de degustarla.
ResponderEliminarSaludos en domingo.
Degustarla y reflexionar sobre ella cuando haya terminado
EliminarUn abrazo, Guillermo Castillo
Dos versiones de PAz en tus poemas.EL HAiku es más triste,aún diciendo lo mismo,casi,pero el primero existe el instante y lo paladeas.No te quedas en el espejismo
ResponderEliminarDe todas maneras,lo has dicho tan precioso!!
Besucos
Gó
No es un espejismo,aunque
Gó, la primera versión es la más genuina, así salió. La segunda ya fue jugar con las palabras.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Todo tiene marchas y contramarchas, Alís, acción y reacción, flujo y reflujo, como en el caso de las mareas. Lo importante es no engañarse con uno u otro aspecto y seguir. Sólo así vas a llegar.
ResponderEliminarAbrazo de todas maneras.
Como dice Macaco: acción, reacción y evolución. Así lo espero, al menos. Y, Carlos Perrotti, a veces no se trata de llegar, sino de salir.
EliminarAbrazo en tregua y en paz
Hay que paladear esa tregua para seguir adelante con mas fuerza. Saludos Alis,.
ResponderEliminarLo sabes, Sandra Figueroa. De respirar esos momentos de paz para sostenernos cuando no está
EliminarUn abrazo grande
Pues a mí ni la opción a ni la b
ResponderEliminarme terminan de convencer
pero ya sabes el dicho:
de gustos y colores
no ha escrito los autores.
Quizá sea por las palabras que usas
en versos tan cortos
elegir bien una palabra debe ser vital
quizá en un poema largo
puedes colar palabrejas
y engañar al lector
bueno, es mi punto de vista
en todo caso, la idea se entiende
a las mil maravillas.
Siempre digo esto, espero
no molestar con mi comentario.
Un besote Alís
A. Javier, sabes que agradezco tus comentarios. Sonrío cuando leo "palabrejas" y me pregunto cuáles lo son para ti. A mí me gustan todas las palabras. Créeme que jamás escribo con intención de engañar a nadie.
EliminarEn serio no me molestas. Incluso me recuerdas a un amigo al que quiero y extraño, que me dio mucha caña. Con él aprendí mucho (sí, tú, Antonio Misas)
Besos
Cierto, esos versos e imagen van de la mano.Pero me quedo con la primera opción.
ResponderEliminarFeliz semana querida Alís.
Un beso
Muchas gracias, Carmen Silza.
EliminarBesos
No es espejismo, es la misma vida, triste que así sea que haya días de guerra en lugar de la paz.
ResponderEliminarMuy intensa esta entrada y me ha gustado la imagen.
Besos enormes.
María Dorada, supongo que si siempre fueran días de paz dejaríamos de valorarla. Somos así con lo que no nos cuesta
EliminarMuchas gracias
Besos
Si uno quiere que este mundo, esta vida sea realmente vida como vida conceptual parto de la base de que debemos ser un colectivo donde prime el amor en vez de las civilizaciones crudas y frías como son las guerras.
ResponderEliminarConcluyendo:Haz el amor y no la guerra.
Bicos cheos de chuvia de amor.
Buen lema, Joaquín Lourido. No por conocido, siempre recordado. Lo tendré más presente
EliminarBicos
A un cierto nivel de "realidad", percibida como "no real", podría parecerle todo como un espejismo... Y, tal vez, lo sea.
ResponderEliminarPero, a su vez, es cierto que para verlo así, de "real", es necesario que uno se indentifique consigo mismo, y no busque el apoyo, la identificación, con lo demás. Con los demás.
¡Están ahí, pero no son...!
Abrazos Alís.
En este momento de paz acabo de meterme en un laberinto con tu comentario, Ernesto, jajaja. Y no estoy segura de haber salido ya
EliminarUn abrazo grande
La verdad es que me parecen buenas las dos opciones. Bicos.
ResponderEliminarMe arrancaste una sonrisa, Emilio. Y reafirmo mi idea de que eres pura bondad
EliminarBicos
¿Así ves tus semanas, Julio David? Al menos tienes treguas de tres días. Yo nunca sé cuándo toca guerra y cuándo toca paz. Empieza y ahí me doy cuenta
ResponderEliminarUn abrazo
Y qué ricos saben esos oasis, eh??
ResponderEliminarMejor que los de la oca en oca...
;)
Besos, Alís.
Tanto que se han vuelto imprescindibles, Eva
EliminarBesos