Fotografía: Angélica Baeza
La noche fue terrible. Debí intuirlo cuando percibí el caos en las calles, las calzadas sembradas de piedras y escombros... Debí intuirlo cuando sentí forzada la celebración del año nuevo. Debí intuirlo con lo tensa e incluso absurda que era la forma de relacionarnos con mis compañeros y amigos del periódico, con los que me reencontraba tantos años después. ¡Qué raro! ¿Cómo nos habíamos encontrado en ese lugar? No recordaba haberlo agendado. Aparecí ahí de repente…
Recuerdo nítidamente todo lo que sentí las dos veces que encañonaron mi cabeza con un arma. La primera me pasó por curiosa. No debí acercarme a la ventana a mirar por qué era ese ruido y debí esconderme cuando vi que entre dos bajaban a la fuerza del auto a aquel joven. Me descubrieron cuando pasaron ante el ventanal y me apuntaron con el largo cañón de su escopeta. Sólo se me ocurrió cerrar los ojos y dejarme ir, sentada en el suelo como estaba. Nunca había sentido el final tan claro y tan en paz como en ese momento. Nada que hacer, para qué resistirse. Sólo escuché un disparo y no fue para mí. Y oí cómo esos jóvenes (que también lo eran) corrían hacia el coche para huir después de ejecutar al adolescente que habían bajado.
A partir de ahí todo fue un poco confuso. La alegría de haber sobrevivido no se dejó notar. Se me agolpan las imágenes. Los autos deteniéndose frente a negocios para robarlos. La sensación de ser observada todo el tiempo, tal vez por un dron. La locura de estar viendo qué observaban esos drones entrando en los locales para buscar algo de valor. La calzada llena de sacos de arena y montones de tierra cubiertos con telas con estampados militares para evitar el estacionamiento de autos. No sé por qué, pero sabía que habían sido puestos por los propietarios de los bares de la zona.
¿Por qué estaba en la calle? ¿Por qué estaba viendo todo eso en lugar de permanecer a resguardo en el bar con mis amigos? Creo que había intentado volver a casa a reunirme con mis hijas. ¿O habrá sido sólo la curiosidad? No lo recuerdo bien, sólo guardo la memoria del corazón agitado y del miedo. Un inmenso miedo que aún sería mayor.
Ante la imposibilidad de volver a casa, decidimos regresar al bar-teatro en el que seguían nuestros compañeros. Conmigo un amigo que se había ofrecido a acompañarme a casa. No llegamos a entrar. Dimos media vuelta cuando vimos que estaban amenazando a todos con armas y nos escondimos detrás de la rueda gigante de un camión estacionado enfrente. Tampoco recuerdo ni entiendo de dónde salió ese camión, pero ahí apareció como el único lugar probable para ocultarse. No sirvió de nada, porque nos vieron cuando nos asomamos al bar y nos siguieron.
¡Eran tan sólo unos niños! No debían tener más de quince o dieciséis años y apenas podían cargar con la bazuca casera con la que nos encañonaron. Instintivamente, cuando me percaté de que nos seguían, abracé a mi amigo para fingir que nos escondíamos para tener una aventura furtiva.
- Esto va a ser divertido. Venga, seguid.
Lo decían mientras, sin dejar de apuntarnos, tomaban algo para sentarse frente a nosotros a observarnos, alentándonos a seguir con algo que no queríamos hacer. Nos distrajeron a todos unos extraños quejidos y gritos que salían del camión…
Y de repente escuché la voz de mis hijas. Me asusté. No quería que les hicieran daño. Sigo sin entender nada, pero ya era de día, con una mañana soleada. Las tres caminaban juntas, alegres, ajenas a todo lo que había ocurrido. Ni siquiera parecía llamarles la atención los numerosos grupos de personas que se abrazaban felices por haber sobrevivido. Se dirigían a la zona de juegos que había en la parte trasera del local. Y yo corrí hacia ellas, llorando, llamándolas a gritos, ávida de su abrazo. Sabía que no podría respirar hasta rodearlas con mis brazos.
Desperté llorando. Sobresaltada. Sin saber dónde estaba. Sin entender nada. Fue tan vívido, tan real, tan extraño…
No debí pedir ese pollo picante en la cena.
Perdón por lo largo y por lo tópico del final. Es un texto sin más pretensión que registrar un mal sueño, escrito tal como lo recordé apenas desperté. Omití algunos detalles (los resumí: una discusión con mi amigo, una escena de mis compañeros en el baño del bar, una breve conversación con mi amiga Montse, la reacción del borracho cuando la gente celebraba sin dejarle escuchar una actuación extraña y no muy atractiva, la conversación telefónica con la niñera de mis hijas antes de comenzar al caos y en la que ella se quedó dormida...).
ResponderEliminarTodavía tengo el corazón y la respiración agitados tras esta pesadilla.
Y encima resulta ser la entrada 222 de esta nueva era...
EliminarUna pesadilla bastante desasosegante.
ResponderEliminarBesos.
Lo fue, Alfred. Y lo peor es que a ésta le siguieron otras. Fue una noche bastante angustiante.
EliminarBesos
La pesadilla tal vez se relacione con documental de guerra, o con épocas de Argentina, Chile o vaya usted a saber.
ResponderEliminarQué laberinto es la mente ¿verdad?. Un abrazo
No hay que buscar mucho, Albada. La situación del país en los últimos meses podría justificarlo. Y tener una explicación lógica no le quita angustia a la sensación.
EliminarUn abrazo grande
Ay Alis, ya me había asustado, menos mal que fue una pesadilla. Cuídate amiga.
ResponderEliminarAfortunadamente, Sandra, sólo fue eso. Sigo siendo de las afortunadas.
EliminarUn abrazo grande
Algo hay en tu subconsciente que sufre por todo lo que está pasando.
ResponderEliminarBueno, despertaste...
Besos.
Xavi, no tengo que buscar en el subconsciente para encontrar el sufrimiento por lo que está pasando; es muy consciente. En el subconsciente debe habitar un miedo mayor al que reconozco.
EliminarDesperté, sí. En muchos sentidos
:)
Besos
Como dices que soy de armas* tomar, te digo: que no se vuelva a repetir 😄
ResponderEliminarPero intercalo un ojalá para modificar la orden a deseo.
Jajajajaja, Juncal eso lo acepto incluso como orden. Y ojalá pueda cumplirlo
EliminarBesos
No se me ha hecho nada de largo. Es buenísmimo, Alís. Me ha encantado.
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Macondo. Me alegra que así lo sientas. Evito los textos largos y tal vez me los deba permitir de vez en cuando.
EliminarBesos
Eres afortunada por despertar con un recuerdo tan vívido y descriptivo del sueño. Eso a mi me ocurre muy pocas veces. Muy pocas. Y de mis recuerdos de un sueño, me cuesta mucho encadenar los diferentes episodios.
ResponderEliminarDesagradable quizás (a veces), pero tanta riqueza de detalle, permite un análisis más afinado.
Saludos Alís.
Noxeus, yo muy ocasionalmente recuerdo qué sueño, y suelen ser más sensaciones y algún instante del mismo que el sueño concreto. Esta vez desperté y fue como un recuerdo de algo vivido. Por eso lo escribí inmediatamente. Y recuerdo mucho más del sueño que no he contado (nunca me había pasado).
EliminarEso sí, paso de analizarlo...jajajaja
Bicos
Expresas la angustia con una nitidez que sobrecoge el corazón. Plasmas en terror hacia un Chile en pie de guerra y el temor por la seguridad de tu familia. Creo, como Toro, que algo está alarmando tu subconsciente. Sea lo que sea deseo que lo resuelvas satisfactoriamente.
ResponderEliminarMagnífico relato.
Un besazo.
Ilduara, pese a ser afortunada y vivir en una zona de la ciudad en la que pareciera estar en un país en el que no ocurre nada, lo cierto es que la situación en Chile es más preocupante de lo que admiten quienes tienen que ponerle remedio.
EliminarMuchas gracias
Bicos!!
Bueno ganas tenía de llegar al final, y desde luego has conseguido tenernos con el corazón en vilo, gracias que todo fue por ese pollo que se paso en la cayena. Pero ojalá fuera cierto y solo se tratará de una pesadilla por desgracia no lo es..
ResponderEliminarUn texto sin duda que reclama justicia.
Abrazos Alís.
Campirela, sí, menos mal que fue un sueño. En todo caso, y pese a que digo que la situación en Chile está complicada, todavía está lejos de ser como en mi sueño. Supongo que el miedo le pone color (así dicen aquí) a la situación.
EliminarBesitos
Menudo sueño, Alis, solo puedo decir que el subconsciente nos juega malas pasadas... yo llevo una temporada algo de agitación mental mientras duermo, el resultado es caótico cuando despierto y recuerdo, son tan reales, tan vividos... te entiendo, preciosa.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz día ♥
Auroratris, esa noche particularmente fue angustiante. A esta pesadilla le siguieron al menos otras dos (que no recuerdo tan bien), por eso creo que la cena pudo tener mucho que ver, jajaja. No soy mucho de pesadillas.
EliminarBesitos
Qué sueño tan terrible. Un beso
ResponderEliminarSusana, realmente lo fue, pero sobre todo por lo vívido. Era tan real...
EliminarBeso
El pollo sería lo de menos... La espoleta fue el picante! Hay "pollos" que es mejor no menearlos... :)))))
ResponderEliminarAbrazos Alís.
Ernesto, me autocensuro y callo lo que me gatilló tu comentario, jajajaja. Y sí, claro, más que el pollo debió de ser el picante...
EliminarUn abrazo
jjajjajajaaja...
EliminarChao.
Una pesadilla realmente angustiante, Alís, que me ha llevado en vilo, hasta el final. Realmente he podido sentir la angustia, el terror, la locura vivida. Imagino la paz que sentirías al abrazar a tus hijas. Espero que no se repita.
ResponderEliminarUn beso muy grande, con ganas de consolarte ese mal sueño.
Carmela, fue angustiante, muy real, a pesar de que incluso en el sueño me iba sorprendiendo porque se mezclaban mi mundo de allá (Galicia) con el de acá. Incluso eso me generaba cierta ansiedad, porque no podía entender qué estaba viviendo. ¡Y lo estaba viviendo!
EliminarBeso enorme
Me pasa lo que a Noxeus, cada vez me cuesta más recordar e hilar los sueños y es una pena: me ahorraría muchas horas de pensar lo que debo escribir.
ResponderEliminarAunque este sea demasiado atosigante.
Besos.
Juan L. Trujillo, y como le respondí a él, yo tampoco recuerdo mis sueños. Es muy raro que lo haga y nunca con tanta nitidez. Por eso surgió el texto. Sentí que si lo recordaba tan claramente debía escribirlo (e igual lo censuré).
EliminarBesos
¿Tienen que ver los sueños con lo que pasa mientras estamos despiertos?
ResponderEliminar¿Son una manera de soltar lastre?
guille, es probable que así sea. No lo sé. Dicen también que todos los personajes de nuestros sueños somos nosotros mismos. En este caso, espero que no.
EliminarUn abrazo
Dicen que a menudo nuestras pesadillas son la realidad que
ResponderEliminarduerme escondida bajo nuestras camas.
Un abrazo grande hoy, Alus.
Ya fue...
Jajajaja, Eva, ¡qué tranquilizador lo que me dices! jajajaja. Ya había dejado de mirar bajo la cama antes de dormir y voy a tener que empezar a hacerlo de nuevo.
EliminarBesos!!!
No sé a los demás pero a mi me has hecho introducirme en tu sueño y sentir ese miedo del que hablas.
ResponderEliminarQue bien que relatas... Pareces periodista y todo!!! Jajajaja un poco de broma para esa angustia pasada.
Está noche te cuento un cuento, ¿vale?
😍❤️
Mil besos y una nana.
Laura, si te introduces en mis sueños sugiero que sea en otro, jajaja.
EliminarEn éste estaba con varios compañeros periodistas, tal vez por eso la necesidad de contarlo después...
¿Y mi cuento?
Besos a montones
Menos mal que fue un sueño
ResponderEliminarOjalá todo lo malo siempre fuera en sueños.
Saludos
Menos mal, alasdemariposa. Y estoy de acuerdo contigo, ojalá todo lo malo sólo ocurriera en sueños.
EliminarUn abrazo enorme
Sino llegas decir al final que ha sido un sueño, todos lo creeríamos como realidad. Esto viene a definir que los sueños, pesadillas, no se registran así como así. Se asoman sin decir nada y forman parte de nuestra vida como si vieses una película, pero contada de esta manera es como dejar lastre de tu mochila cuando caminas en las diferentes etapas que tenemos, antes de llegar a la meta.
ResponderEliminarVaya genialidad de escrito, Alís. Ahora que cada uno de nosotros interprete esto.
Al final va a ser que puedas heredar algo o que la fortuna de la lotería pueda ingresar dinero a toda esta pesadilla. Ya me dirás algo dentro de 3 meses.
Apertas e bicos de protección.
Joaquín, ¿sugieres que compre lotería? Porque difícilmente me va tocar si no lo hago. Lo que sí puedo asegurarte que en tres meses más te podré hablar de muchas cosas muy diferentes a las de ahora, porque mi vida está dando un importante vuelco.
EliminarBicos agradecidos
¡Joer! También es casualidad. Esta tarde como suelo después de comer pongo una película y luego ya cuando acaba me voy a hacer fotos o me quedo enredando con el ordenador editando alguna foto, pero hoy la quité porque pasaban "Colonia" de Florian Gallemberger. Y cuando he empezado a leer tu posta me has llevado a hasta Chile pero en 1973. Y no me gusta recordar aquello. Fijate por lo años setenta me compre un disco "La cantata de Santa Maria de Iquique" y lo habré puesto tres veces. Me superan esos años negros. Esta tarde cuando empece a verla y antes de quitarla vi en mi cabeza a Pinochet, Franco y Hitler jugando a las cartas espero que en el infierno.
ResponderEliminarBeso
Erik, estos últimos meses muchas personas en Chile recordaron los tiempos del 73 (los previos y los posteriores, según quién te hable)... Podemos afirmar que calma social no hay, lamentablemente. Sólo espero que sirva para construir un país mejor, aunque lo que sigue ocurriendo creo que tiene otro tinte.
EliminarBeso
Ay,qué angustia durante todo el texto. Uf,qué relato, qué vívido lo has escrito! Aunque fuera un sueño es tan real que podría haber sucedido en cualquier parte.
ResponderEliminarMe recordó la época de la dictadura en Argentina,o la violencia de ahora en muchos países de Latinoamérica. Tremendo sueño!
Aunque ya lo has exorcizado porque lo has escrito y sacado afuera!
Muy bueno!
Besitos!
lunaroja, en realidad tenía la sensación de estar en una dictadura, pero no militar, no política... en mi sueño eran otros los que tenían el mando, el control y el poder a fuerza de violencia. No diré que era peor, porque todas son terribles, pero... no sé cómo describirlo: era el mal por el mal.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Pesadilla en paralelo con la realidad de lo que está cargado en tu memoria y de lo que vives a diario y de sucesos acaecidos no hace mucho en las calles de tu ciudad o en los sueños menos deseados... Y qué bien escrito está, además, el relato, quita por momentos el aliento su ritmo frenético, y bien podría formar parte de un buen volumen de cuentos de género de ciencia ficción o de aflicción pesadillesco...
ResponderEliminarAbrazo contenedor. Es importante no irse a dormir demasiado pesada.
Carlos Perrotti, no hables en pasado sobre lo que ocurre en el país. Sigue, todavía, y no parece que vaya a calmarse, sino todo lo contrario (ya sabes, hubo parón vacacional, porque hasta los idealismos parecen tener que descansar). Y ya no creo que sea una lucha por la dignidad, creo que ya se han mezclado otros intereses... claro que ando muy descreída estos días.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo
Me llevé la sorpresa al final, pues en todo momento pensé que se trataba de un relato muy fluido e intrigante y que naturalmente se te había ocurrido compartirnos. De modo que al tratarse de una pesadilla, las cosas cambian y lo único que te puedo decir es que es fruto de tu subconsciente, de los temores y preocupaciones familiares que rondan en tu cabeza. No es extraño que habiéndo sufrido no hace mucho esa tensión política en tu país y en otros de Latinoamérica, aún permanezca en tu mente todo este conflicto militar, que curiosamente lo has transformado en tu sueño a un tipo de actuación propio de la delincuencia juvenil, en esto se aprecia ese instinto maternal de proteger a tus hijos/as, de amigos/as con esas edades, que pueden resultarles malas compañías.
ResponderEliminar¡Ojalá este sueño sirva como exorcismo y limpieza de esas malas energías!
Besos, Alís.
Estrella, la tensión en el país sigue. Los disturbios siguen. Los saqueos siguen... ¿La política? No la veo, al menos no la política como yo la entiendo, claro que ésa brilla por su ausencia en éste y otros muchos países desde hace tiempo. Y sí creo que la delincuencia está tomando posiciones para sacar provecho de la situación. Así pues, no hay que buscar mucho en el subconsciente una explicación para mi sueño. Lo que me llamó la atención fue lo vívido que resultó, la sensación y las emociones con que desperté, que al final son los temas que me mueven en la vida: las emociones y sensaciones más que los hechos.
EliminarMuchas gracias!!
Besos
Hace tiempo perdí ese miedo, pero leyéndote me has removido la sangre, porqué además, escribes genial Alís, es un gusto leerte siempre.
ResponderEliminarCuando llegue al final quedé´más tranquila al comprobar que solo fue un sueño, una pesadilla.
Que yo creo que toda pesadilla tiene su significado ya que sale de nuestro subconsciente, hace mucho que no tengo pesadillas, ¿porque sera? y motivos hay para tenerlas, cuando miramos a nuestro alrededor, la realidad es más cruel amiga.
Un beso y gracias siempre.
Muchas gracias, Carmen Silza. Me alegra que te haya gustado cómo lo conté. En realidad no lo pensé mucho, más bien lo "vomité". Sólo me cuidé de contar lo que consideré más relevante para no alargarlo aún más, porque ocurrieron muchas más cosas en mi sueño, aunque más relacionadas con el ámbito personal.
EliminarBesos
No me extraña nada la pseadilla que has tenid.Es tal cual están las cosas ahora.EN tantos lugares,con tanta violencia,con tanta guerra,con tanta miseria y dolor,que el sueño ha sido como la propia realidad.
ResponderEliminarSiento que lo pasaras tan mal!No es nada agradable y te queda esa sensación por un tiempo en el cuerpo que parece te ahoga
Bueno tenía que haber venido anoche a cantarte una nana.
Espero ya estes recuperada,preciosa
Besucos de sueños dulces
Gó
Gó, así es. Por eso no lo analizo mucho. Es posible incluso (porque me quedé dormida muy pronto con la tele encendida) que escuchara las noticias y se mezclaran con mi sueño. No importa, en realidad. Como dices, lo que llamó mi atención fue la intensidad con que lo viví y que lo recordara con tanta nitidez (muy raramente recuerdo los sueños y sólo alguna parte). Por eso lo escribí.
EliminarDespués leí tu nana de haikus y deseé haberlo leído antes de dormir.
Besitos
Madre mía Alís, qué angustioso. Entiendo que sea largo, no te disculpes, los sueños así suelen tener muchos recovecos y si quieres darle un poco de sentido es imposible no alargarse, a veces un sueño que apenas ha durado, o eso crees, unos segundos, cuando tratas de explicarlo se alarga de forma increíble. En tu caso, es como si fuesen varios sueños en uno, o esa impresión me deja a mí, pero todos sobre el mismo tema. Imagino el despertar.
ResponderEliminarDeseo que tengas una bonita noche y que no hayas cenado pollo picante.
Un abrazo.
Cierto, Yashira. Se me mezclaron varias situaciones en mi sueño. Relaté una parte, la más "peliculera" por decirlo de algún modo, pero la pesadilla estaba llena de otros matices más personales, relacionados con las personas que aparecieron en él.
EliminarMuchas gracias (no más pollo picante)
Un abrazo grandote
Ya sabes querida Alís que la realidad supera la ficción y la realidad , la tuya la reflejas magistralmente
ResponderEliminarSabes? no hace mucho tiempo cada noche, despertaba sobresaltada, cada noche una pesadilla, diferente y a la vez con muchas pinceladas similares.
Lo que más me aterraba , es que me estuviera volviendo loca, porque en ellas aparecían personas de mi pasado, casi siempre también mis hijos de pequeños , eran bastante gore , de ahí mis temores
Al fin comprendí el motivo de ellas.
En el presente estaba viviendo hechos similares a un pasado, que pensaba ya zanjado
Todo lo que hemos vivido, a veces vuelve, semi disfrazado en momentos presentes en los que no lo estamos pasando demasiado bien
Te dejo un abrazo inmenso que te arrope
y ya sabes ... donde estoy , si?
MaRía, me ofreces una forma de mirar el sueño que me parece interesante. No tanto en relación a la parte que cuento, que es fácilmente explicable dada la situación en Chile en los últimos meses (y años), sino para pensar en esas otras partes del sueño más personales que no menciono en el relato. Uhmmmm, le daré algunas vueltas...
EliminarBicos e máis bicos
Es terrorífico, casi escalofriante.
ResponderEliminarParece tan real...
Un abrazo.
Amapola Azzul, fue tan real... Menos mal que desperté.
EliminarBesitos
Si dices que es un sueño, una pesadilla, yo creo. Sin embargo, sabes que la pluma del periodista se encargó de las pinturas de la realidad y la imaginación del artista se encargó del resto. A medio camino entre una realidad vivida en el sueño, imposible de reconstituir por completo, y la creatividad que el inconsciente asumió de darle las pinturas definitivas.
ResponderEliminarNarrativa de que firmaría sin darle la connotación de un sueño, de una pesadilla.
Um abrazo,
Muchas gracias por tus palabras, José Carlos Sant Anna. Son muy alentadoras
EliminarUn abrazo
Tremendo picante el de ese pollo!! jajajajajaja buen final...
ResponderEliminarPaz
Isaac
Isaac, la verdad es que picaba mucho y no suelo comerlo. Alguna reacción generó, jajaja.
EliminarUn abrazo
Por favor no más pollo picante para cenar Alís. Aunque me dio un gusto enorme saber que todo había sido una pesadilla, el susto nadie me lo quita.
ResponderEliminarBeso
Miguel Díaz, creo que lo puedo jurar: ¡¡no más pollo picante para cenar!!
EliminarSí, fue tan real que me asusté mucho.
Beso
Vaya pesadilla, contada con el mejor de los ingredientes: el suspenso. UN abrazo. Carlos
ResponderEliminarMuchas gracias, Carlos Pereyra. Me alegra que lo hayas sentido así.
EliminarUn abrazo
Está que hayas contado esa pesadilla tan intensa en tu propio espacio. Tal vez te hay servido como catarsis. Bien narrado.
ResponderEliminarBesos.
Demiurgo, me sirvió mucho escribirlo y compartirlo. Raramente recuerdo sueños y cuando lo hago nunca los escribo, pese a tener el propósito de hacerlos, porque tal vez lleguen mensajes a través de ellos. Esta vez el impulso (la necesidad) de hacerlo fue mayor.
EliminarMuchas gracias
Besos
Pero que pesadilla. Iba llegando al final y sentí que era un mal sueño, y no un relato extraño. Quizá la secuencia de las cosas me recordó más de uno mío.
ResponderEliminarSupongo que fue muy bueno escribirlo.
Abrazos.
Gildardo, sí que fue bueno escribirlo. Y un impulso irrefrenable también.
EliminarUn abrazo
¡Menos mal que es un sueño!
ResponderEliminarPor un momento creí que contabas algo que te había ocurrido durante los disturbios últimos en Chile.
Salu2.
Dyhego, afortunadamente no me ha ocurrido. Y espero que no me suceda nunca.
EliminarBesos
Uff, pensé que era un testimonio de lo que pasó en chile. La verdad es que una situación así no se la deseo a nadie. Saludos.
ResponderEliminarEmilio, algunos testimonios podrían parecerse a éste o ser aún peores, por ejemplo de quienes fueron heridos por quienes debían protegerlos. Afortunadamente, para mí sólo fue un mal sueño.
EliminarQué alegría verte por aquí. ¡¡Gracias!!
Bicos