Fotografía: Calma II, de Laura González Moliner
Cuando me pongo fatalista pienso en una sociedad frágil. En qué poco tiempo todo cambia. Nos morimos en un instante. Y nacemos en otro. Un instante puede contener la eternidad y el siguiente estar vacío hasta de nada. Un terremoto dura un instante. Se necesita sólo un instante para darle la vuelta a la realidad. Es como tratar de adherirme al techo para no caer. En un mal instante.
Cuando me pongo fatalista pienso en la vida en riesgo. En perderla en un suspiro. En vivirla sin vivirla. En mirar atrás y no ver nada. Mirar adelante y ver la nada oscura y nada ver en ella. En el olvido. En no recordar ni tu nombre. En no reconocerme. En un mal instante.
Cuando me pongo fatalista pienso... ¿O será al revés?
Menos mal que no siempre me pongo fatalista.
Menos mal Alís... Porque vaya retahíla de cosas... por venir, que todavía no han llegado.
ResponderEliminarNi tienen por qué!
Pero comprendo que hay días y días.
Abrazos amiga.
No tienen por qué, Ernesto, por supuesto. Y a veces los indicios apuntan a un futuro oscuro. Me sigue salvando la esperanza. Cuando deje de hacerlo, dejaré este mundo
EliminarUn abrazo
¡Ánimo! Las cosas de "afuera" no tienen necesariamente que afectar a las de dentro.
ResponderEliminarErnesto, intento que las cosas de afuera no afecten a las de dentro, y al mismo tiempo no quiero permanecer ajena a lo de afuera, porque muchas de ellas ocurren precisamente por esa costumbre que tenemos (estoy generalizando totalmente) de permanecer ajenos.
EliminarOtro abrazo
¿Ajenos?...
EliminarObserva si las margaritas de la pradera permanecen ajenas a algo..., o están integradas en la "realidad".
Gran abrazo amiga.
Ojalá tuviera un mínimo de simple belleza (o bella simpleza) de las margaritas. ¿Cómo sentirse integrados en algo que, de existir, desconocemos?
EliminarNo te hagas grandes expectativas sobre mi capacidad de pensar algo coherente. O de mi capacidad de pensar, a secas. Jaja
Abrazo
jajajajajjaja... ¡Vale! Lo dejamos aquí!
EliminarChao.
:)
EliminarHay ratos para todo. Ponerse fatalista, en ocasiones, es ver la realidad con microscopio. Por suerte, levantamos la vista y nos sale el optimista que llevamos dentro, porque el optimismos nos ayuda a pintar el futuro de colores.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz lunes
Albada, mi compañero (médico) me decía frente a un diagnóstico adverso a alguien querido: ponte en lo peor, te ayudará a enfrentarlo si llega y te alegrarás más si no ocurre. En ese sentido, podría no ser mala estrategia, siempre que no nos robe el impulso a intentar las cosas.
EliminarUn abrazo grande
En eso no me ganas.
ResponderEliminarSoy el number one!!!
Besos.
Cierto, Xavi, no te gano. Ni lo intento. Es un cetro que no me interesa quitarte
Eliminar;)
Besos
Pensarlo... hace que lo veas de lejos. Lo distingues.
ResponderEliminarAlguna vez que se acerca varios tramos, en una pesadilla, el sentimiento es atroz.
Nunca un sobresalto fue, es, tan bien recibido porque nos devuelve o regala otro margen de tiempo más
Creo que tienes razón, Juncal. Pensarlo, visualizarlo, me permite cierta distancia. Cuando estamos inmersos perdemos la capacidad de observación. Visto así, debería agradecer a este fatalismo. Además de permitirme planificar acciones.
EliminarBesos
Tus palabras me han hecho pensar que todos en un momento de la vida o muchos nos ponemos como tú lo has descrito ..será que los humanos de vez en cuando nos gusta sentir ese miedo a perder aquello que nos hace felices ....
ResponderEliminarUn fuerte abrazo lleno de esperanza y sobre todo alegría por seguir viviendo la aventura de la vida.
Y no es malo ese miedo, Campirela. A mí me enseña qué me importa cuidar, qué quiero conservar y a pensar cómo mantenerlo.
EliminarUn abrazo enorme también para ti. Gracias
Cuesta mantener a veces el equilibrio.
ResponderEliminarBesos.
Amapola Azzul, sí que cuesta, sí. A veces incluso lo perdemos y caemos. No queda otra que levantarnos y seguir intentándolo.
EliminarBesos
Tendría que tirar de "chuleta" y recordar lo que es el fatalismo en la filosofía . Yo no es que te vea, si no que te sienta realista, no todo es rosa , ni todo negro, luces y sombras y cambios continuos ,que es verdad a veces nos pueden llegar a inquietar en demasía, pero no creo que las vidas fáciles, todos tenemos sombras, fantasmas, miedos como también sus contrarios, ponerse fatalista no pienso que sea malo, es ser real y masticar bien despacito aquello que nos ahoga, y si se puede soltarlo al viento, ahí siempre encontramos si no respuestas muchas personas que son tan fatalistas como nosotros ( o más )
ResponderEliminarsi me fui, como siempre del texto, disculpa, ya sabes que mi cabrviña; vuela más de lo que debe ( a veces)
un beso, un abrazo y muy buena semana !
No te fuiste, MaRía. Y me encanta cuando con mis textos reflexionas y nos regalas tus pensamientos. La vida se compone de muchas cosas, se compone de todo, la luz y la sombra. Y así debemos vivirla.
EliminarBicos y un abrazo enooooorme
Menos mal!!!
ResponderEliminarBesos
Menos mal, sí. No es malo visitar ese lugar y debemos poder salir de él. Al menos, yo lo necesito
EliminarBesos, Alfred
Nada más que la pura poesía de la vida...
ResponderEliminarLa fatalidad es el minuto de sorpresa que Diós nos reserva.....
No hay como no ser fatalista....!!!!
Pequenos Delitos... caray con las sorpresas de dios, jajaja. Y sí, los tiempos que corren se empeñan en dar argumentos para el pesimismo.
EliminarBeijos
Mea culpa
ResponderEliminarme encanta ponerme fatalista
pero es una forma de encontrar
un estilo de escritura.
Un besote.
El fatalismo en tus versos siempre trae consigo el contrapunto del momento que todo lo salva.
EliminarBesos, A. Javier
Sí, todo puede desaparecer en un instante, ojalá solo sea lo trágico y lo sombrío de esta vida... Porque también en un instante podemos alcanzar la felicidad... Mejor permitir que todo fluya sin anticiparnos a las cosas.
ResponderEliminarUn beso de ánimo con ilusión.
Y la vida, Estrella Amaranto, consiste en la suma de esos diferentes instantes. Ojalá, de perderse el equilibrio, la balanza se incline hacia los instantes felices.
EliminarEn fluir radica la estrategia. Al menos, intentarlo
Besos
Prefiero que te pinten colores a que te pongas fatalista.
ResponderEliminarPrefiero la calma a la fatalidad.
Pero bueno, ya sabes que te acepto y que me gustan todas tus versiones...las tiernas y las apocalípticas.
Un abrazo enorme.
❤️
Ay, Laura, no sé si puede ocurrir una cosa sin que suceda la otra... Por preferir, prefiero lo mismo.
EliminarGracias por aceptarme, jajaja.
Besos, muchos y grandes
PD: Qué loco lo que me pasó con tu comentario.
PD2: Gracias por permitirme usar la foto. Llevaba un tiempo esperando un texto. Éste la reclamó.
Gracias a ti por traerme de nuevo aquí...
Eliminar❤️ Ya sabes que me encanta venir a tu casa, siempre.
No era una estrategia para traerte, pero ahora que sé que funciona... no descarto que lo sea en el futuro, jajajaja
EliminarBesos
"Estar vacío hasta de nada", "ver la nada oscura y nada ver en ella..." la súbita comprensión, en un instante, apenas un instante como revelación de eternidad. Si lo pensamos bien estamos llenos de eternos instantes. Para mí que son los que nos permiten avanzar más allá de toda fatalidad, como luces en medio de la oscuridad.
ResponderEliminarAbrazo, Alís, como sea, ya dicha, ya fatalidad.
¿Qué sería de nosotros, Carlos Perrotti, sin esas luces en medio de la oscuridad, sin esos instantes en que todo es eterno o lo parece?
EliminarAbrazo para ti, todo dicha
a levantar le ánimo pero siempre pensando en todo, como hacés...
ResponderEliminaryo justo hoy soy optimista ja... besos!
Qué bueno, JLO, que cuando unos andamos fatalistas otros andéis optimistas. Tu optimismo es hoy un regalo para mí y esta manía de pensar en todo, jajaja
EliminarBesos
La vida es la suma de instantes, cierto.
ResponderEliminarAlgunos ponen patas arriba todo lo anterior. No siempre para mal, no siempre para bien.
Fatalismo ¿que es eso?
Me suena a algo sin utilidad.
Pues fíjate, guille, que yo sí le veo cierta utilidad. Como dije antes, me sirve para conectarme con lo que me importa, ser consciente de ello y cuidarlo. Todo sirve si nos permitimos mirarlo.
EliminarUn abrazo
El término fatalismo está formado a partir de la raíz latina fatum, que significa «destino». Por tanto el «fatalista» cree en una necesidad que negando la libertad se impondría irremediablemente al ser humano. En sentido corriente el fatalismo se refiere a la creencia en el determinismo de los acontecimientos, dirigidos por causas independientes de la voluntad humana, sea este determinismo procedente de fuerzas sobrenaturales como los dioses, de las leyes naturales, del ambiente o de las experiencias adquiridas en el pasado.
ResponderEliminarYo creo que te refieres a que te pones "pesimista", y perdona si he dicho alguna tontada.
Besos.
Pitt Tristán, si nos ponemos puristas con el lenguaje (me gusta que lo hagas) sí, sería pesimista más que fatalista. Aunque cuando me pongo pesimista pienso que nada podemos hacer para cambiar ese negro futuro, y en ese sentido, me toma el fatalismo.
EliminarYa sabes que incurro a menudo en contradicciones. Soy absolutamente imperfecta y ¿sabes? me alegro de ello.
Besos
Desde que non agardo nada éme moito máis doado vivir. Tampouco teño altas cotas de felicidade.
ResponderEliminarUn bico.
Soltar as expectativas (as boas e as malas) axuda a levar mellor cada día.
EliminarBicos, moitos
Es fatal.. pasar lista...
ResponderEliminar;)
Un beso grande , Alís.
Vuelves a hacerlo... diseccionas las palabras y logras optimizar el aprovechamiento de ellas.
EliminarGracias
Besos, Eva
No te veo fatalista, o no te imagino.
ResponderEliminarBesos
Gracias, Erik. No lo soy habitualmente. He descubierto estos días que tengo una tendencia a creer que todo mejorará, también he descubierto que es una estrategia para huir de la desazón que me generan muchas situaciiones.
EliminarY como siempre decía mi madre: siempre hay quien gane.
Besos
Puede que una visión fatalista no esté tan alejada de la realidad, todo cambia constantemente y a veces somos un poco perezosos para subirnos al tren del cambio.
ResponderEliminarUn abrazo
¿Sabes, Steppenwolf? Estoy convencida de que las cosas cambiarán a mejor, en que ya es inevitable ese cambio. Y también creo que antes de ese cambio vendrán tiempos peores para permitirlo. Y a ese tiempo le temo
EliminarBesos
Ayyy,no me lo recuerdes!!YA somos más las fatalistas!!
ResponderEliminarPArece que hoy algunos estamos de bajón
Pero bueno,se pasará
Es normal a veces ver así el mundo.
Besucos pensadora
Gó
Los astrólogos hablan de que la conjunción de no recuerdo qué dos planetas nos traen estos tiempos difíciles. ¿Habrá forma de hacer más veloces los planetas para que alcancen una conjunción más favorable?
EliminarBesitos
Afortunadamente, nada dura para siempre, ni el bien ni el mal. Nada é, tudo está: existir é transmutar.
ResponderEliminarUn beso, Alís.
Ulisses, recuerdo la frase de que no tememos a los cambios, sino a las pérdidas que éstos traigan. Por lo demás, el cambio es inevitable y hasta deseable
EliminarBeijos
Las luces y las sombras de esto que se Llama vivir
ResponderEliminarSaludos
Así es, alasdemariposa, con ellas hemos de vivir, pues nos constituyen
EliminarUn abrazo enorme
“El simple aleteo de una mariposa puede cambiar el mundo” … Todo y nada puede suceder en tan solo un instante, un parpadeo o un chasquido de dedos… Y, mientras tanto, nos aferramos a la vida a nuestras emociones, y creemos que así será siempre…
ResponderEliminarMe has hecho pensar… Muy buen texto, querida Alís.
Abrazos enormes, y feliz tarde, preciosa 💙
Nos aferramos a cualquier cosa que nos permita cierta certidumbre, pese a que siempre estamos asomados a ese borde vital a partir del cual no sabemos qué sucederá. No existen las certezas sobre lo que viene, salvo que esto depende de nosotros, en gran parte.
EliminarMuchas gracias, Ginebra Blonde
Abrazos gigantes
Hay días, momentos, en los que nos ponemos en un plan trágico y todo lo vemos negro, mejor no pensar y hacer algo que nos distraiga la mente. El pensar está sobrevalorado.
ResponderEliminarSAludos.
También hay que pasar esos momentos, Manuela Fernández. Lo vivo como si quisiera agotar el pensamiento para que pare y me deje descansar y, con suerte, también sentir
EliminarBesos
Hay blanco y hay negro. Luces y sombras.
ResponderEliminarLa vida... pero siempre hay que resurgir.
Un beso
Hay que fluir con ella, Carmela. Con sus luces y sus sombras. Ambas forman parte de nosotros
EliminarBesos
Julio David, ¿también estás perdido?
ResponderEliminarGracias por la canción. Muy adecuada para este momento.
Un abrazo para ti también
En un instante todo, incluyendo tus escritos.
ResponderEliminarun abrazo.
E instante a instante vamos viviendo la vida.
EliminarGracias, Guillermo Castillo
Un abrazo
Entiendo y comparto mucho lo que planteás. "Un pesimista es un optimista bien informado", leí por ahí. Beso grande, en un país que se ve convulsionado.
ResponderEliminarHoracio, conocía la frase y nunca quise que me representara. Ahora me sirve, porque prefiero ser realista informada que pesimista, jajaja. Pero le ponga el nombre que le ponga, lo que siento es lo mismo, y no me gusta.
EliminarGracias por tus palabras. Y por tu presencia
Un beso grande