Fotografía: Iñaki Caperochipi
- ¿Qué te pasa?
- Nada.
- Estás llorando.
- No, una mota de
polvo entró en mi ojo.
- ¿Y tiene nombre
esa mota de polvo?
- Supongo que sí.
- ¿Y cuál es?
- Ninguno que pueda
expresar con palabras.
- Inténtalo.
- No puedo. Estoy
peleada con las palabras.
- ¿Qué te han
hecho?
- No me sirven. No
encuentro las que me permitan hacerme entender.
- ¿Y tú te
entiendes?
- Sólo sé que no
quiero ofender y resulta que ofendo. Sé que quiero comprender y no lo logro. Sé
que intento transmitir luz y encuentro sombra…
- ¿Qué piensas
hacer?
- Desistir y
guardar silencio. Tal vez en el silencio pueda ser escuchada.
- Sigues llorando.
- No, es sólo que
un desierto me entró en los ojos.
Un desierto entero es una soledad muy grande.
ResponderEliminarBuen diálogo. Un abrazo
Albada, siempre nos quedan las estrellas para hacernos compañía...
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
Qué bonito Alís, me ha encantado 😙
ResponderEliminarBesos.
Muchas gracias, Devoradora de libros. Me alegra
EliminarBesos
Imagínate !
ResponderEliminarCon tantas motas unas sobre otras, no sólo se secan las palabras. A su vez se tapona cualquier conducto de desahogo.
Aquella cita que leí hace años ...
"Un corazón que no llora es como un desierto en el que no llueve. Solo es capaz de albergar serpientes"
Buen post, Alís .
Juncal, el desierto de Atacama florece una vez al año. Se le conoce como desierto florido y a mí me parece un milagro. Hasta en lo más árido puede brotar vida.
EliminarMuchas gracias
Besos
Cuando lloras todos lloramos.
ResponderEliminarBesos.
Xavi, eso, encima hazme sentir culpable jajaja.
EliminarSé en qué sentido lo dices y lo agradezco. Me acaricia.
Besos
Joder, qué chulo, ruliña
ResponderEliminarUn biquiño
Moitas grazas, Sbm. No lo sabes, pero el "alcume" de la familia de mi abuela materna es "os rulos".
Eliminar;)
Biquiños
D ímelo. Te
ResponderEliminarE scucho. También
S oy un
I ncomprendido.
E spero que el
R eloj del
T iempo abra esos
O jos cegados por el desierto.
Manuel Díaz, me gustan tus comentarios-acrósticos, la poesía que traes. No tanto que te sientas parecido.
EliminarBesos
El silencio es la expresión de un tesoro: la prudencia.
ResponderEliminarFackel, no siempre me agrada la prudencia. Siento que nos priva de cosas importantes.
EliminarBesos
Los desiertos tienen sed de lágrimas y hambre de palabras, aléjate de ellos. Canta tus versos a las almas de los álamos que centellean en la fresca sombra de la rivera... ellos te escucharan y llenarán tu rostro de brillantes sonrisas.
ResponderEliminar(Me ha quedado un poco cursi, ¿verdad?, pero me ha salido del alma)
:))
Pat, los desiertos sólo me gustan en fotografía y hasta ahí no más... Ya sabes, como gallega, prefiero el verde, el mar, los ríos...
EliminarTe ha quedado precioso. No siempre tienes que ser cañera.
Besos
Ay esos desiertos son muy peligrosos. Yo pasé momentos así, aún estoy en proceso, pero poco a poco el viento va llevándose esas motas de polvo y un día, de pronto, una tormenta de arena termina de deshacer el desierto. Y vuelves a sonreír.
ResponderEliminarMuy feliz fin de semnaa.
Gracias, Marigem, por tus palabras. Estoy de acuerdo y entiendo de qué hablas. He pasado por más de uno y de todos se sale. Este texto fue escrito hace un tiempo, semanas, tal vez meses ya. Ese desierto ya es historia, pero llegará otro, así que no está de más recordarlo.
EliminarBesos
Agarrarse a un desierto entero es muy fuerte a no ser que en el mismo este ese oasis real y no un espejismo. Esperemos que si escuchas el silencio (cosa que no transmite el desierto) más bien es sonoro y de cantos de sirena.
ResponderEliminarComo contenido de ficción está muy logrado. Espero que vaya por ahí.
Bicos con atisbos de oasis.
Joaquín Lourido, nació como ficción aunque inspirada en una sensación real y es de hace un tiempo atrás, así que a día de hoy de eso se trata: pura ficción. Y, como le decía a Marigem, son estados de ánimo que reaparecen cada cierto tiempo. Está bien reconocerlos.
EliminarBicos
Es imposible transmitir luz y no crear al mismo tiempo la sombra de aquel o aquello a quien la proyectas.
ResponderEliminarCando penso que te fuches,
negra sombra que me asombras,
ó pé dos meus cabezales
tornas facéndome mofa.
Cando maxino que es ida,
no mesmo sol te me amostras,
i eres a estrela que brila,
i eres o vento que zoa.
Si cantan, es ti que cantas,
si choran, es ti que choras,
i es o marmurio do río
i es a noite i es a aurora.
En todo estás e ti es todo,
pra min i en min mesma moras,
nin me abandonarás nunca,
sombra que sempre me asombras.
(una vez más)
Noxeus, eso me decía una compañera: a más luz, mayor sombra. Y viceversa. Pura física. Y es bueno tenerlo presente.
EliminarAy, ese poema que me mandas, no sabes cómo me aprieta el corazón! Y me encanta.
Bicoss
Todo un desierto es mucha arena.
ResponderEliminarVaya
Besos
Erik, y aún así no es nada comparado con la inmensidad del Universo.
Eliminar;)
Beso
Un sabor nostálgico de lo mas hermoso que puede expresarse, me encanto Alis, un abrazo
ResponderEliminarJorge M, muchas gracias. A los que nos gusta escribir y leer sabemos que hay belleza en la tristeza.
EliminarUn abrazo
Qué bien nos lo cuentas todo!
ResponderEliminarLas lágrimas limpian el ojo entre otras cosas,verdad?.
Feliz finde.
alasdemariposa, siempre me dices cosas bonitas!! Y sí, las lágrimas son sanadoras.
EliminarMuchas gracias.
Besos
Muchas veces el silencio lo dice todo. Un placer leerte siempre, Alís.
ResponderEliminarBesos
Rita, el silencio es de lo más elocuente.
EliminarMuchas gracias!!
Besos
Waaa..es precioso tu escrito, que profundidad llevan esas palabras .Me encanto a veces es cierto que las palabras no expresan tanto sentimiento contenido . Un abrazo con todo cariño .
ResponderEliminarGracias, Campirela. Me alegra que te guste. Las palabras son muy poderosas, pero no lo pueden todo.
EliminarBesitos
No hay mota de polvo ni desierto que merezca nublar tus ojos y mucho menos hacerlos llorar. Empecemos a palear la arena para que no moleste más y por favor, eso de desistir y guardar silencio... jamás.
ResponderEliminarBesos Alís.
Gracias, Miguel, aunque no creo que necesites más trabajo como para encima tener que palear esta arena, jajaja. Y no creas, a veces el silencio dice más que mil palabras, otras veces es el contexto perfecto para que afloren otras posibilidades.
EliminarGracias, como siempre
Besos
Cuando a una mujer le preguntas "Qué te pasa" y te responde que "Nada".... ¡Tiembla!.
ResponderEliminarPara hacerte entender, hace falta que el interlocutor quiera, y sea capaz, de entenderte.
Les Luthiers: "Sabía de cierto, de cierto desierto, desierto"
Bss
De barro y luz, muy buena la frase de Les Luthiers, como no podía ser menos.
EliminarEl interlocutor es un elemento fundamental en la comunicación. Estoy totalmente de acuerdo con eso.
Besos
Si tu estás reñida con las palabras...
ResponderEliminarEspero que ese desierto sea chiquitin.
guille, ni te imaginas las broncas que tenemos. Debe ser por eso de "amores reñidos...".
EliminarEl desierto era grande, pero era.
besos
El silencio también es una opinión. A veces la mejor que se pueda dar.
ResponderEliminarCabrónidas, tienes razón. Y me has hecho recordar algún silencio que he echado de menos y qué oportuna opinión hubieran sido...
EliminarUn abrazo
Un desierto entro los ojos, es toda una descripción de emociones.
ResponderEliminarBesos. Y un abrazo.
Demiurgo, gracias por tu lectura. ¿Sabes? Cuando apareció la palabra desierto era como resultado de todas las motas de polvo que habían provocado ese llanto, tantas que formaban un desierto...
EliminarBesos
Todo un desierto y no hay suficientes lágrimas para sacar tanta arena.
ResponderEliminarAlfred, con paciencia y dándole espacio al llanto éste acaba limmpiando todo.
EliminarBesos
En el desierto siempre nos esperan los encuentros con nosotros mismos, a veces ni todas las lágrimas terminan secándose.
ResponderEliminarGustavo, yo creo que nunca acaban de secarse todas las lágrimas. Me gusta eso de que en el desierto nos esperan los encuentros con nosotros mismos. Creo que efectivamente así es, y también son necesarios.
EliminarUn abrazo
Algún oasis tiene que existir... aunque sea un espejismo pero tiene que existir
ResponderEliminarBesos Alís!
Frodo, existen, claro que sí. Cuando están en la distancia no consuelan, pero a poco que insistamos llegamos a ellos y compensan la travesía anterior.
EliminarBesos
Ay, ese desierto que nos desnuda el alma. Refugiarnos en el silencio, a veces, es como si esa fuese la salida. Me ha conmovido, Alís.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti y muy feliz sábado ♥
Auroratris, yo creo que el silencio, e incluso la tristeza, el llanto y hasta tocar fondo, pueden ser la salida a situaciones que no queremos que se perpetúen.
EliminarMuchas gracias!!
Besitos
Ay, el silencio a veces es mejor que hablar y no saber como expresar lo que se siente. Haces bien en estar en silencio, ya tendrás las palabras adecuadas para manifestarte. Me ha encantado tu texto.
ResponderEliminarUn beso grande.
lunaroja, a veces el silencio sirve para darnos tiempo a buscar las palabras adecuadas. Otras, para darnos cuenta de que ni vale la pena buscarlas...
EliminarMuchas gracias
Un besote
Uma bela efabulação, Alís. Quase nos surpreende uma “câmera” em close, um enquadramento perfeito e uma luz que nos insinuam as leituras possíveis e imaginadas do “drama”.
ResponderEliminarA pouca mobilidade da câmera contrasta com a luz. Nela se delineiam os sentimentos e as imagens próximas ao tom da fábula, aliado a um texto tão leve quanto profundo.
Beijos, muitos
José Carlos Sant Anna, ¡cómo me ha gustado lo que has hecho con tu comentario! Esa mirada cinematográfica me parece un generoso regalo para mi texto. Y es que siempre eres muy generoso al leerme.
EliminarBeijos, muitos, muitos
No parece que dé muy buen resultado. Lo de guardar silencio, quiero decir.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, a veces sí. Soy de decir las cosas, pero he descubierto al silencio como un regalo.
EliminarBesos
Yo lloraba y guardaba silencio, la razón de mis lágrimas la atribuía a cortar cebolla. El desierto estaba en mi alma.
ResponderEliminarUn beso.
Ilduara, me recordaste a un microrrelato que leí hace pocos días. Las cebollas tienen más propiedades de las que creemos...
EliminarMe gusta que hables en pasado.
Bicos
A veces son las palabras las que nos encuentran a nosotros y hacen que nos reconciliemos con ellas.
ResponderEliminarMe encantó silencio-desierto.
Un besote
Merche, confieso que cuando ellas me buscan (y me encuentran) nos llevamos mejor que cuando las busco yo.
EliminarMuchas gracias
Besitos a miles
si ofendés o no entendes o no podes comunicar es solo un mal momento propio, pasajero en todo caso...
ResponderEliminara barajar y dar de nuevo... mañana es mejor, estoy seguro... besos
JLO, todo pasa, es cierto. Ya que hablas de partidas, hay días que no importa perder y otros en que nos afecta más. En todo caso, es un texto del pasado.
EliminarGracias!!
Besos
EL que se ofende por mera palabras no merece ni el esfuerzo de intentar compensarlo.
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A. García, no sé yo, soy más de dar una oportunidad a una conversación aclaratoria. Pero es verdad que a veces hay que desistir.
EliminarUn abrazo
PRECIOSO!
ResponderEliminarMuchas gracias, Tracy
EliminarBesos
A las palabras les hacés decir y hacer lo que querés, Alís. No están desiertas tus palabras.
ResponderEliminarAbrazo.
Abrazo.
carlos perrotti, sabes que eso no es así, más bien ellas hacen lo que quieren conmigo. Y no pocas veces me he sentido "predicando" en el desierto. Pero igualmente agradezco tus amables palabras.
EliminarAbrazo
Mi querida Alis, sabes que dices las cosas
ResponderEliminarcon esa forma tan especial que tienes, que todo te queda hermoso, hasta ese desierto habla ante ti y nos hace saber su soledad.
Besitos dulces
Siby
Siby, tus palabras dulces me hacen sentir siempre muy bien. El texto tiene ya un tiempo. Afortunadamente, no me siento sola ahora. Supongo que es fruto de haberme permitido transitar por la soledad y mirarla de frente.
EliminarBesitos
ALIS
ResponderEliminarPintas el alma amiga, ese Desierto en tu pluma cobra vida y trasmite un mensaje profundo y triste, que cala hondo por la verdad desnuda de su contenido.
Mi besito cariñoso amiga.
LÚCAS
Lúcas, todo lo que nos rodea tiene mensajes y enseñanzas para nosotros. El desierto también.
EliminarMuchísimas gracias por el cariño que percibo en tus palabras.
Besitos
Lindo tu llanto de palabras Alis. Saludos y abrazo amiga.
ResponderEliminarMuchas gracias, Sandra.
EliminarUn abrazo grande
Hola Alis!!
ResponderEliminarLlegue a tu blog y es mi primera vez y llego en un mal momento.
Parece un dialogo interno; sin dudas; nada; ni nadie tiene derecho a hacerte llorar. La vida estan linda y seguro tendras buenos motivos para reir y borrar esas lagrimas.
Un abrazo y busco tu opcion para seguirte; haber si te canto una cancion y ries!! https://youtu.be/ERc9-AwmE7w
Hola, Gra! Bienvenida!!
EliminarNunca es mal momento para llegar. Además, no te fíes siempre del texto, a menudo son ficción o, como en este caso, escritos un tiempo atrás.
En cualquier caso, la canción es bienvenida. Nunca está de más.
Muchas gracias!!
Besos
Un dialogo perfecto, Alís, de esos tan tuyos y que me gustan tanto.
ResponderEliminarDe lo que dices: a veces, no sé si será el caso, no somos nosotras las que ofendemos, y el problema reside en quien se siente ofendido. Es una opción a tener en cuenta; Otras veces no se puede comprender lo que no tiene comprensión, por más que lo intentemos; y hay sombras que no se quieren iluminar.
Ese es el lado bueno, porque otras, ofendemos, no entendemos por mas que nos expliquen y alumbramos para otro lado…
En cualquier caso, ese desierto quema y escuece.
Pero, en todos los desiertos hay oasis!!
Beso grande.
Carmela, muchísimas gracias por tu comentario.
EliminarCon respecto a cuando ofendemos, a veces me agarro a que si no tuve la intención debo quedarme tranquila, pero supongo que hay personas que nos importan más y, por lo tanto, nos preocupa hacerles daño aun siendo sin querer. Por lo demás, somos humanas ¿verdad? A veces me pregunto que si puedo perdonar tan fácilmente a los demás, porque me cuesta tanto a mí misma. Pero eso sería otro texto, jajaja.
Un beso grande desde el oasis
En el silencio vive el Dios de los ateos, ese dios que consigue que las lágrimas que derramamos sean de alegría.
ResponderEliminarUn beso
Steppenwolf, me reí con ese dios de los ateos. Y yo que no sabía a quién dirigir mis ruegos y oraciones...
EliminarBeso
"Desistir y guardar silencio" ¿Habrá probado cambiar de interlocutor? por aquello de "a buen entendedor con pocas palabras basta".
ResponderEliminarLo que pesan las palabras a veces... pero también son las que nos curan! Silencio para escuchar a las que llegan nuevas, frescas, deshaciendo enredos... Decirlas en alto frente al que es capaz de aceptar tu verdad. Si miro para atrás casi me veo en tu diálogo.
Un abrazo fuerte Alís
Loles, el consejo llegaba tarde porque el texto es antiguo, pero me complace contarte que ahí estaba el problema: al cambiar de interlocutor las cosas funcionan mejor, jajaja.
EliminarMuchas gracias por tu comentario
Un abrazo enorme
Un desierto de incomprensión.
ResponderEliminarBesos.
Amapola, así es. Ahora sé que ocurría porque no había voluntad de comprenderme. Estaba perdiendo mi tiempo, en realidad. Asumirlo fue liberador y cambió todo.
EliminarBesos
Fantástica como siempre Alís, enhorabuena. Un fuerte abrazo desde Castro.
ResponderEliminarMuchísimas gracias, Germán. Es bueno verte de nuevo en acción.
EliminarUn abrazo grande
No todo se logra decir con palabras.... què difícil nos lo ponen , a veces !
ResponderEliminarBesos ;)
artur, uno de los regalos del silencio es que permite aparecer a los otros. Aparecer porque tienen espacio para decir lo que sienten o porque deja en evidencia su desinterés...
EliminarPetonets!
Excelente Alis.👌👏👏👏😘
ResponderEliminarMuchas gracias, Carmen Silza.
Eliminar¿Estás de regreso?
Besos
Julio David, tu comentario me arrancó una gigante sonrisa. Muchas gracias.
ResponderEliminar¿Y no hay canción de Drexler que acompañe tus palabras?
;)
Hoy de mando besos
Muy bueno Alís, enhorabuena.
ResponderEliminarFeliz semana
Se me trancó el blog y tuve que ábrir otro poesias1973.blogspot.com
Muchas gracias, Paula.
EliminarBlogger anda regular últimamente. Espero que con este blog puedas encontrar el espacio que quieres para expresarte.
Un abrazo
Cuando entra una mota de polvo molesta y te hace llorar, pero cuando es un desierto ya es demasiado el dolor que se ha de soportar... No hay palabras ya para describir esos sentimientos tan duros. El silencio y la ausencia en esos casos dice muchos más. Un fuere abrazo Alís.
ResponderEliminarEduardo, cuando el dolor es tanto creo que no queda otra que sumergirse en él, mirarlo de frente y dejar que se vaya diluyendo. Las lágrimas ayudan.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo
Ostras pues tienes unos ojos muy bonitos, así que no dejes que todo un desierto de motas de polvo te hagan llorar.
ResponderEliminarBonito mensajeeeee, besines utópicos.-
Irma, hace poco mi hija me decía que había leído que llorar pone los ojos más bonitos. A ver si va a ser por eso...
EliminarMuchas gracias
Besos
Las palabras no siempre ayudan a decir pero acá lo expresás muy bien.
ResponderEliminarMuchos besos.
Patricia K, las palabras necesitan de alguien que las diga/escriba y alguien que las escuche/lea. Si no, sirven de poco... Gracias por escucharlas.
EliminarBesos
Más que sentirme aludida, este texto parece escrito por (para) mi.
ResponderEliminarYa se me ha metido otra motita de polvo en el ojo... no sé cuantas van ya.
Besitos tardíos (pero aquí están) ❤
😉
Laura, no me alegra en absoluto que te sientas así con el texto. Deja que tus ojos reaccionen a esa mota de polvo y limpien todo lo que tengan que limpiar.
EliminarBesitos
¡¡Gracias!! Era una pregunta retórica, pero muchas gracias por dejarme una canción. Y más siendo alegre. Es cierto que hoy el día está hermoso. ¡Que sea bueno para ti!
ResponderEliminarUn abrazo
Pues tienes razón. De nosotros depende que sea bueno. Tomo nota.
ResponderEliminar;)
Jaja, me encantó el remate, un desierto en el ojo jaja la usaré algún día.
ResponderEliminarUn abrazo
Nocturno, a saber con qué fines se te ocurrió usar lo del desierto en el ojo, jajaja.
EliminarMe alegra verte por aquí
Cúidate. Un abrazo
Me agrada que vuelvas a los diálogos. Seguro que ahora, una vez "barrido" el desierto, broten las palabras como antes....
ResponderEliminarPacoCanosa, tú sabes cómo son los desiertos: barres y barres, y parece que nunca acaban de limpiarse, jaja. Los diálogos vuelven, cada pocos días. Son un modo en que me gusta expresar algunas cosas que pienso. Dichas entre dos es más fácil...
EliminarBicos, compañeiro
Es cierto. A veces pareciera que traemos un desierto en los ojos. Me ha gustado mucho esa imagen. Si te lo tomo para un verso lo sabrás :)
ResponderEliminarEl silencio ayuda igual que las lágrimas, nos obliga a escucharnos. Aunque es difícil.
Me ha encantado Alís.
Te dejo un gran abrazo.
Muchas gracias, Gilo. Y si algo te sirve de inspiración, ¡genial!
EliminarEscucharnos a nosotros mismos es tan difícil como necesario.
Un abrazo grande
El deserto y el silencio.
ResponderEliminarSolo falta la Paz.
Turbador. Un disfrute
Saludos
Gabiliante, supongo que la falta de paz siembre es turbadora y eso se refleja en un texto que hable de eso.
EliminarMuchas gracias por tu comentario. Bienvenido al blog. Vuelve siempre que quieras
Un abrazo
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEste comentario ha sido eliminado por el autor.
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