Mientras había luz solar en la cabina, todos alrededor dormían. Y ahora que debiera reinar la oscuridad, ya no... Ahora leen, con sus luces individuales encendidas. Tengo siete soles encendidos alrededor; a mi hija diciendo "mamá, no puedo dormir porque hacen sonidos", "concéntrate en uno y duérmete", "no puedo"...; el bebé de cuatro filas adelante llora, llora y llora; la mujer que está situada a las ocho no para de estornudar; dos jóvenes cinco filas atrás conversan y celebran con cervezas sabediosqué; en las pantallas una película de género fantástico que promete ser fantásticamente aburrida, y en mi sitio ni un sólo centímetro de sobra en el que poder acomodarme.
Sí, vuelo en Iberia. Y sólo puedo pensar que aún faltan siete horas para llegar, y no importa el tiempo que pase, porque siguen faltando siete horas.
Menos mal que el gigante rubio de al lado va leyendo un libro en árabe, que para entendernos es un libro al revés (tal vez sobre brujas hermosas y piratas honrados). Nunca había visto uno, no entiendo nada, pero me distrae ver cómo pasa sus páginas como si fuese el periódico por la mañana.
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Yo tengo serias dificultades para conciliar el sueño en buses interprovinciales y vuelos largos, es la única ocasión en las que hecho mano a unas pastillas para dormir recetadas hace algún tiempo pero usadas sólo en estas ocasiones.
ResponderEliminarUn abrazo.
Ey, no pensaba que fuese tan inminente tu regreso. Vaya, en pleno vuelo ¿de verdad, no es literatura? Bueno qué te voy a contar sobre los problemas para conciliar el sueño...
ResponderEliminarSabes? yo a veces también leo el periódico al revés, de atras hacia adelante como los libros escritos en árabe.
Os deseo un buen viaje y, si supiera que surte efecto, os cantaba desde aquí una nana.
Besitos desde el otro lado del charco
Ah, muy bonita y tierna imagen.
ResponderEliminarQue agobio me ha entrado al pensar en un vuelo tan largo apretado como una anchoa...
ResponderEliminarBesos.
Y luego me dicen a mi loco. ¿Pero como te ha dado por enfrentarte a eso?
ResponderEliminarBesos.
D.L.
Los vuelos transoceánicos son muy duros de llevar, salvo que tengas la suerte de que el avión vaya casí vacío y puedas ocupar tres butacas simultáneamente, como me ocurrió con Aerolíneas Argentinas en una ocasión.
ResponderEliminarBesos con la maleta a medio hacer. Trayecto corto.
Mi record son 14 horas...
ResponderEliminarY... Aunque parezca broma, puedo dormir o no dependiendo del sentido de vuelo con respecto a la rotación de la tierra. Lo tengo probado!!!
Pero bueno... Si consigo dormir, me rompo el cuello!
:/
7 horas parece agobiante para el que no esta acostumbrado. En avion yo he hecho como 18 y en bus 26!!!! ni te cuento como llegue!! Hay que cruzar los dedos para que la gente que se sienta al lado en viajes tan largos sea agradable, si existe la barrera del idioma el viaje se hace en cordial silencio. Una vez me toco un noble caballero, que de las 12 horas que duraba el vuelo no para de hablar durante 8..y lo unico que yo queria desde que despegamos era dormir!! Coraje para el vuelo de regreso!! un gran saludo @+++
ResponderEliminarQue viaje mas pesado... por lo menos el tren tiene su encanto, pero claro, así no se puede cruzar el oceano..
ResponderEliminarBesazos
Si, volar tiene eso de que cuando no concilias el sueño, te pones a mirar a tu alrededor lo que hacen los demas!
ResponderEliminarAdmiro a los que se duermen aún antes de despegar!
Y eso de estar encerrada en un vuelo y super apretada me da cosita!
No me agrada demasiado, pero no hay otra opción y lo bueno es saber que el destino elegido esta pronto a llegar!
Concentrarse en eso me pone feliz!
Besos y abrazos Alís.
Ja! Que conflicto. Todos vuelan juntos, pero cada quien en su mundo.
ResponderEliminarMe encanta la forma en que lo has narrado. Fascinante.
Saludos.
Una buena forma es distraerse observando a los demás, como de alguna manera tú lo relataste. En viajes largos, tengo la obsesión por mirar a los demás, cada rostro me transmite una historia, cada movimiento de manos, de miradas, es un mundo donde me gusta perderme... Dormir, me es imposible.
ResponderEliminarUn beso.
Sé de una amiga que se hizo un jersey en esas horas de avión,sería claro para no tirarse de los pelos...porque vaya tela,tú seguro que nos tienes mil historias reservadas tan interesantes como esta.
ResponderEliminarYa queda poco...
Un besazo.
como si fuese el libro de nuestras vidas.
ResponderEliminarbuen viaje.
Coincido en algunas cosas.
ResponderEliminarA – las películas de abordo, son siempre aburridas.
B – todos duermen a destiempo (yo soy uno de los que lee cuando se duerme).
C – los niños van diciendo “mami, mami” – eso molesta, en particular cuando uno no tiene niños.
Saludos y buen viaje.
Me das pesadillas, Alís, me haces recordar el vuelo a San Francisco... ¡aaaaaaaaahhhhhhhh!
ResponderEliminarVenga, ánimo, que cuando llegues ya ni te acordarás.
ResponderEliminarBon voyage si estás en ello.
Besos, Alís.
نعم ، الحقيقة هي أن اللغة العربية هي مثيرة جدا للاهتمام.
ResponderEliminarبيزوس العربية!
para mí lo más bonito de un viaje no es cuando llegas, sino el trayecto hasta que llegas a tu destino. Mirando el reloj todo el rato te perdiste un buen libro, una mala película, o celebrar con otros el comienzo de algo.
ResponderEliminarbesos!
y encima seguro que no estás cerca de la ventana. buaf, yo me ponía al wc a dormir.
ResponderEliminarBienaventurados los que vuelan por Iberia, porque suyo es el reino de los cielos.
ResponderEliminarNo te quejes, mujer: seguro que cuando leas esto ya estás en casa.
Para los viajes largos en avión hay que tratar de hablar y simpatizar con el vecino. Así han nacido grandes romances entre las nubes y prolongados mas tarde en la tierra.
ResponderEliminarBesos aéreos
preguntale de qué va, a lo mejor te lo cuenta en árabe y es aún mas bizarro....
ResponderEliminarcruzas el charco? nos vienes a visitar??? :))
ayyy esa morriññññaaaa
Qué bonito Alís. Espero que ya hayan pasado esas siete horas que tan pesadas se te hacían.
ResponderEliminarY que disfrutes mucho en tu país. No hay nada como encontrarse con las raíces.
UFFFF¡¡¡¡¡
ResponderEliminarDe viaje tantas horas y con un niño.
¡¡¡¡Socorro!!!!
Todas las horas de viaje cada 25 minutos preguntando: ¿cuando llegamos?
¿falta mucho?
¡Que te sea leve!
Buen viaje.
Hubo una época en la que a donde iba, allí me quedaba...luego supe que odiaba viajar, sobretodo eso, lo de viajar...el avión...la comida del avión...el maldito viejo del puro ( cuando te dejaban fumar), pesar las maletas, la despedida... el vuelo...la llegada...los besos... el maldito puro del abuelo...las mismas preguntas...el que grande estás (cuando mido lo mismo desde los once)...el ¿tienes novio? y el mentir para que no viniera el ¿Cuándo te casas?...
ResponderEliminarLos últimos viajes que he hecho han sido en barco y es distinto porque no me despido y si lo hago ni me entienden, no hay comida de avión, los peques corren libre y yo me tumbo en el suelo como un okupa y me duermo entre mantas...
Me gusta viajar cuando soy dueña del destino, el tiempo, de los jeans rotos, de la camiseta manchada y la melena como un león...no odiaba viajar, odiaba que me llevaran como una muñeca de tarta.
Un besito mi Alís.
me has traído tantos recuerdos y todos tan buenos. Un abrazo linda.
Ahora que regresas yo me marcho,pero no a un lugar tan lejano......
ResponderEliminarUn millón de besos y bienvenida.
Morgana.
Pero lo importante es el viaje, no el destino, no?? ja ja ja
ResponderEliminarBesos voladores
Yo duermo muy bien los aviones.... pero tu relato me ha trasportado a momentos en los que el tiempo no pasa y me desespero mirando las agujas del reloj.
ResponderEliminarUn beso.
Piensa en las pobres golondrinas, que ni siquiera tienen i-pad
ResponderEliminarBuen viaje, hasta luego!
bicos do REL
Ánimo!!!! La verdad es que tantas horas en un avión resulta un tanto desesperante. Pero es curioso ponerse a observar, tal como tú has hecho.
ResponderEliminarBuen viaje!!
PERO SI YA DEBES HABER LLEGADO MIENTRAS LEAS ESTO!!!
ResponderEliminarBesos para ti, disfruta de todo, de todo, de todo.
tq
mar
¡Quien pudiera dormir todo el tiempo que dura el viaje! Además, siempre me toca cerca un niño que llora o que da patadas en el asiento de detrás... me entran ganas de abrir la puerta y gritar: ¡Al recreooooo!
ResponderEliminarbesos
amiga! estuve desaparecido de viaje y con poco tiempo pero aca estoy, siempre me hago un huequito para leerte. yo creo que existe un avion en que a uno no le toque cerca el bebe que llora, el seños mayor que ronca desde que despega el avion hasta que aterriza, o las adolecentes que no paran de hablar como locas.
ResponderEliminarUn saludo enorme desde la lejania.
Los viajes suelen ser incómodos, nos gustaría poder transportarnos como en el futuro y excluir el trayecto. Origen y destino y en el medio nada. Pero eso sería terrible en el viaje de la vida. También podríamos imaginar, suprimir los trayectos malos, incómodos, etc, pero eso ya lo hacemos en nuestra memoria selectiva. También lo que hacemos es imaginar que los otros hacen los trayectos más placenteramente que nosotros o que las excusas que se buscan para entretenerse son mejores y les alivian de forma más eficaz pero cuando pones en común un trayecto singular, ves que no.
ResponderEliminarAhora estarás en Santiago y ya habrás olvidado la teoría de la relatividad experimentada en un tubo a diez mil metros de altura, pero seguramente no olvides al gigante rubio del Mosad, al que posiblemente hayas visto ya en el telediario que paso por España y se dirigió a Chile siguiendo el rastro de algún responsable del genocidio. Aunque a estás horas seguirá leyendo el mismo libro al revés volando hacía Tel Aviv con una chica sentada al lado que le observa con curiosidad...
Jaja, Alis, espero que después de todo no fuera un vuelo tan malo y que en algún momento dejarás de fijarte en lo peor del viaje.
Besos
Siempre he envidiado a quienes tienen la capacidad de dormirse en cualquier lado... pues eso, buen viaje!
ResponderEliminarsiete horas así no prometen mucho pero supongo que se hace lo que se puede ¿no?
ResponderEliminarbiquiños,
De cualquier manera, un viaje, siempre será para mí un viaje. Una ilusión esperada.
ResponderEliminarBicos.
A min fixéronseme moito as escasas tres horas de voo..., así que fágome idea do que renden máis de sete polo aire. Aínda que sexa Iberia!
ResponderEliminarBicos de altura
Luis
ResponderEliminarLo de las pastillas no es mala idea, aunque viajando con una niña... mejor estar despierta. Besos.
Mercedes
Lo bueno dura poco y ya tocó volver al invierno. El texto no lo publiqué desde el avión, sino que en el día de partida escribí el viaje de ida. El de vuelta fue mucho más llevadero. ¡Y pudimos dormir! (mal, claro, pero dormir). Gracias. Besitos.
Toro Salvaje
Agobia un poco, sí, pero si he de elegir trece horas apretada o un mes en un barco, tengo clara la decisión: el avión. Besos.
Delfín Loco
Nunca te he dicho que yo no estuviera loca, jajajaja. Besos.
Nómada planetario
Mis dos primeros viajes a Chile fueron como cuentas, con cuatro asientos para mí para dormir a pierna suelta. Desde septiembre del 2001 redujeron vuelos (a pesar de que salen varios cada día) y vienen siempre llenos. ¡Qué bonito era antes! ¿Te vas de nuevo de viaje? Besos.
Gabiprog
ResponderEliminarMe pasa algo parecido. Cuando viajo hacia Chile duermo y cuando viajo hacia España, no. Pero yo lo achacaba a que hacia aquí viajamos de noche y hacia ahí de día. Aunque tal vez también tenga que ver con lo que cuentas. ¡Curioso! Besos.
V de Tierra
Siete horas era lo que faltaba a mitad de viaje... En total son trece. Yo prefiero que nadie me hable y viajar tranquilita. Gracias. Besos.
Suso
Aunque me quejo, tardo tanto de Madrid a Santiago en avión, como cuando viajaba de A Coruña a Madrid en tren, así que no está tan mal... Besos.
Para tus noches...
Lo incómodos que son ahora los vuelos en avión (antes era otra cosa) se compensa con recorrer largas distancias en poco tiempo. Es un tópico, lo sé, pero no deja de ser una maravilla. Besitos.
Fero
Claro, es que cada uno es un mundo, y por unas horas coincidimos... Muchas gracias. Y bienvenido. Un abrazo.
Taty Cascada
ResponderEliminarYo soy curiosa por naturaleza y me gusta imaginar las historias de los demás pasajeros. Pero es que, además, no hay muchas más alternativas para distraerse. Besos.
Nela
Lo del jersey sería antes... Porque no estoy muy segura de que ahora permitan entrar al avión unas agujas de calcetar. ¡Son armas poderosísimas! Besos.
inquieto
o un cuaderno en blanco en el que escribir... biquiños
Valentín Ibarra
El viaje de regreso me hace discrepar: la película me arrancó carcajadas (aunque no era buena) y los niños que iban en el avión, incluida la mía, se portaron muy bien. En lo de dormir a destiempo sí que coincido, jajaja. Gracias. Un abrazo.
Titajú
Pesadillas sí, pero San Francisco bien vale un viaje largo ¿o no? Bicos
Eva
ResponderEliminarEs lo que salva a los viajes pesados... que se acaban olvidando. Gracias. Besitos.
Jose Rasero
jajajaja, poniéndome a trabajar. Sí que es interesante el árabe, pero ilegible (para mí, claro). Besos ¿cristianos?
Clá
Hay viajes en los que lo importante es el trayecto y otros en los que lo es el destino, como en este caso. De todo se puede disfrutar, es cierto, pero a veces las circunstancias no acompañan. Bienvenida. Besos.
Enrojecerse
Siempre elijo pasillo. Me gusta saber que puedo levantarme sin problema si quiero ir al baño o sólo estirar las piernas. Besos.
Paseante
Con Iberia te ganas el cielo para compensar las horas de infierno en sus aviones, que cada día aprovechan más el espacio para meter a más gente. Y sí, efectivamente ya estoy en casa, jajajaja. Besos.
Lucrecia Borgia
ResponderEliminar¡Lo que me faltaba! ¡Un romance nacido a bordo de un avión! Me temo que eso sólo complicaría las cosas, jajajaja. Besos
Veronika
Intuyo que iba de religiones o culturas, o quizá política. Lo único que identifiqué de la portada eran una cruz, una media luna y una estrella de David. Ya crucé el charco, de vuelta. La visita duró poco y la morriña está de vuelta. Besitos.
Tecla
Ya pasaron esas horas y otras trece más. Ya regresé al día a día, lejos de las raíces. Pero sólo hasta la próxima. Besos.
Nacho
He de confesar, y no es amor de madre, que mi niña se porta genial en los aviones. Ya le han tocado unos cuantos viajes, así que ya sabe lo que le espera y lo asume. Ahora incluso controla y domina las ganas de vomitar la comida del avión. Ella dice que "la comida mancha", jaja. Gracias. Besos.
Zayi
ResponderEliminarCada vez entiendo más eso de "me gusta viajar cuando soy dueña de mi destino" y cada vez lo extraño más. Pero supongo que hay viajes que hay que hacer y que, a pesar de esos inconvenientes, también aportan satisfacciones. A eso me agarro. Gracias. Besitos.
Morgana
Espero que regreses pronto. Y cúidate mucho. Un besazo.
Dani
Depende del viaje (ya salió la gallega que soy). En este caso lo importante era el destino. Besos aterrizados.
gaia56
Es que el tiempo se hace eterno cuando no tienes más opciones que esperar... Pero pasa, siempre pasa. Besos.
REL
Bueno, yo tampoco tengo i-pad, ni nada que empiece por i-, excepto el i-nsomnio, jejeje. Gracias. Bicos.
Maria Coca
ResponderEliminarUno se desespera por las ganas de llegar, pero esas horas pasan y se quedan en mera anécdota. Gracias. Besos.
Mar
Sí, jajaja, ya llegué. Y algunos me habéis hecho reír. Besitos.
De cenizas
jajajaja, me encantó la idea de abrir y gritar ¡¡Al recreo!!! Seguro que no sólo saldrían niños. Tal vez lo haga en el próximo viaje. Besos.
Sandocán en bicicleta
Sin duda, debe de existir ese avión, pero a mí aún no me ha tocado, jajaja. Siempre es un gusto verte por aquí. Un abrazo.
Antonio Misas
jajaja... Me río porque en parte fantaseé una trama parecida, aunque el del Mosad (porque en la CIA no leen árabe) volaba hacia España... Y sí, finalmente el viaje no fue tan malo. Gracias. Besos.
Scrit
ResponderEliminarTambién les envidio. Yo soy incapaz. Gracias. Besos.
Aldabra
Al final, pasaron esas siete horas que, si mal no recuerdo, no fueron las peores, jajaja. Biquiños.
Fonsilleda
Es esa ilusión la que nos vuelve impacientes. Bicos.
Chousa da Alcandra
Sete non, ¡trece! E Iberia non contribúe a mellora-la situación. Pero todo pasa. Que iso sexa o peor que toque... Bicos aterrados (en galego, claro)
Gustoume o relato da viaxe.
ResponderEliminarA vida é unha moi especial, ¿non si?
Veño da Chousa ;-)
Por certo, tes moitos lectores deste lado dos Andes (despois dos españois)
Saúdos.
Antón.
(Outro galego lonxe da terra) ;-)
Esos viajes largos y rutinarios...
ResponderEliminarSiempre es bueno buscarse un foco de atención para distraerse, lo tedioso es cuando los niños preguntan
Bueno...
Un abrazo
BB