Fotografía adquirida aquí
Hacía muchos meses que no venía ninguno. Y hace unas semanas empezó a visitar nuestro jardín un colibrí, con horario e itinerario. Ya hizo rutina.
Me conmueve verlo de cerca. La belleza de la fuerza que requiere su fragilidad me hipnotiza. Y el trance me conecta con mi adolescencia.
Era de esas adolescentes que sufría porque quería cambiar el mundo y no sabía ni por dónde empezar. De ésas que sólo atina a escribir sobre sus inquietudes y sus sueños para liberar la presión de su vehemencia.
Luego fui de esas adultas que empiezan a conformarse con que el mundo no las cambie, y lo digo con orgullo porque requiere no poco esfuerzo resistirse al desaliento y encontrar cada día una razón para amanecer.
La vida es cíclica y de nuevo quiero cambiar el mundo. Pero me volví más consciente y menos ambiciosa. Apuesto por poner mi empeño en cambiar lo que puedo, poner mi grano de arena y volverme colibrí.
Como el del cuento, que dice más o menos así: cuando los animales del bosque corrían huyendo del fuego que lo quemaba vieron al colibrí volando hacia el incendio:
- ¿Qué haces? ¿A dónde vas?
- Llevo en mi pico agua para sofocar las llamas.
- ¿No ves que te quemarás? Tú solo no podrás apagarlo.
- Pero habré hecho mi parte.
Si todos aportáramos nuestro granito de arena, como el colibrí... Con esa fe en nosotros... Este mundo sería más habitable.
ResponderEliminarPrecioso pensamiento y bella historia.
Mil besitos con cariño y feliz día, bonita ❤️
Que bella entrada y reflexion Alis
ResponderEliminarel Colobri tiene un siginificado precioso
es como que trae cosas buenas a quien lo ve
Besos grandes
Sobrevivir siendo uno mismo es una heroicidad que muy pocos logran. No debemos cejar en nuestro empeño, aunque seamos pequeños como el colibrí podemos tener éxito en dicha tarea.
ResponderEliminarUn beso.
No te lo creerás, pero leí el cuento del colibrí (en inglés) ayer y estaba pensando ponerlo en boca de Pito o Meraki.
ResponderEliminarNadie cambia el mundo.
Todos podemos influir en nuestro entorno.
Y entonces se cambia el mundo.
Una entrada preciosa.
Ser colibrí ya es mucho.
ResponderEliminarBesos.
Muchas personas pequeñas haciendo pequeñas cosas pueden conseguir grandes cambios. Me encanta la cámara slow motion. Cuántas cosas nos perdemos por correr.
ResponderEliminarSaludos!
Habré hecho mi parte. ¡Genial!
ResponderEliminarBesos.
Valiente colibrí.
ResponderEliminarCreo que con la edad, perdemos aquella valentía, osadía... o como la queramos llamar.
¡Feliz Junio!
Boni a moraleja. Yo fui un poco como tú. Un beso
ResponderEliminarEs muy difícil cambiar las cosas que no están bien, pero si todos hiciéramos nuestra parte como el colibrí...¡otro gallo cantaría!
ResponderEliminarUn abrazo
Ay! Pobrecico! Visto desde fuera, es muy fácil decirle que no vaya... Pero si te soy sincera, he sido colibrí (suicida) en más de una ocasión.
ResponderEliminarSiempre quise cambiar el mundo... Ahora solo quiero que el mundo no me cambie a mi.
Y volar...
Beso volador hasta allí y bien grande.
😘
Todo un pensamiento y declaración de principios, Alís, pero... de ser necesario el cambio siempre está adentro primero. Por eso no entienden los demás animales al colibrí, porque entendió que debe aportar, aún en la pequeña medida de sus posibilidades, antes que asustarse, quejarse o escapar.
ResponderEliminarAbrazo grande que vuele hasta allá como el colibrí.
Bello colibrí👌😘💙
ResponderEliminarSi todos pusiesemos nuestro granito de arena, qué diferencia.
ResponderEliminarSaludos.
Tú eres un colibrí.
ResponderEliminarSí.
Puro corazón.
Besos.
Muchos pocos ... hacen! hacen falta ideales de colibrí
ResponderEliminarEs difícil cambiar al mundo, cambiemos nosotros haciendo nuestra parte. Me fascina ver los colibríes en mi jardín, dicen que cuando un colibrí llega por tu casa es que la persona amada esta pensando en ti.....Saludos amiga.
ResponderEliminarAjetreada intención, de la adolescente queriendo cambiar le muido, y del colibrí que hoy contempla.
ResponderEliminarMuy bonito texto. Un abrazo
Creo que de diferentes maneras todos hemos tratado de expresar nuestros ideales ,principios y de jóvenes éramos así tan impetuosos ...me gusta el título y me gusta la manera en que hablas de cada etapa ....me ha gustado mucho ,besitos
ResponderEliminarTu cuento, el del colibrí, es muy elocuente. Si todo el mundo cambiásemos nuestro entorno más cercano, el mundo cambiaría en su totalidad a mejor.
ResponderEliminarSAludos.
Alis...el poema es una joya y luego lo acompañas con ese colibrí.
ResponderEliminarAmo los tatuajes y los pajarillos son mis favoritos.
Preciosa mia, siempre es hermoso visitarte,
Gracias :0)
Un tatuaje... y unas alas...
ResponderEliminary para mí, no encontraría mejor nido en el que recostarme, ni lugar posible, para "volver"... "tangoneando, y sin milonga;)
Gracias, preciosa!!
Besos de los que vuelan, con su "Cucurrucucú:))
Considero y difiero que quienes estamos llamados a cambiar somos nosotros y no el mundo.
ResponderEliminarMegusta tu texto por esa cCreatividad y expresión alcanzada.
Un abrazo para ti.
Por supuesto, soy Guillermo.
ResponderEliminarAlís:
ResponderEliminarpuntos de vista diferentes.
El joven quiere cambiar el mundo sin cambiarse él mismo.
El maduro quiere cambiarse a sí mismo para cambiar el mundo.
Mejor hacer lo que uno pueda y mejorar la vida de los que nos rodean.
Conozco un caso cercano de alguien que se fue a Galicia a recoger el galipote del "Prestige" pero se le olvidaba "regar" unos arbolillos de su casa...
Salu2.
Con la grandeza de unas letras eres ave que sabe libar el néctar de la vida , sí puede que seas un colibrí o mil aves en una Alis ... y si te digo esto es porque jamás he tenido la suerte de ver uno en libertad, aquí ya sabes que no se prodigan demasiado :)
ResponderEliminarbicos rula
ResponderEliminarAuroratris: Y de nosotros depende hacer nuestra parte. Cuantos más nos vayamos sumando, más se notarán los efectos. Muchas gracias. Besitos
Precious: Me dijeron una vez que el colibrí es mensajero de los dioses. No sé si es así, pero su presencia siempre me trae pensamientos bellos: hace milagros en mí. Muchas gracias. Besos
ResponderEliminarIlduara: Una heroicidad que requiere estar atentos a nosotros mismos. Somos grandes en nuestra pequeñez. Bicos
guille: Si logramos influir en nuestro entorno ya estamos cambiando nuestro mundo más cercano. El mundo tiene diferentes medidas. Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminarAmapola Azzul: Ya lo creo que es mucho. Ser quienes somos, también. Besos
CleveLand: Ya el tiempo parece correr como para que también lo hagamos nosotros. Poco a poco, sin prisa pero sin pausa, haciendo nuestra parte podemos lograr grandes logros. Un abrazo
ResponderEliminarAlfred: Y, cuanto menos, tendremos la conciencia más tranquila. Gracias. Besos
Manuel Díaz: La osadía tal vez se modere, la valentía creo que sigue e incluso aumenta. Y seguro que todos tenemos en nuestras vidas muchos momentos en que hemos sido valientes. Un abrazo
ResponderEliminarSusana: Muchas gracias. Hablas en pasado, y seguro que te queda mucho de lo que fuiste. Beso
Rita: Al menos podremos ir cambiando pequeñas cosas, que al sumarse serán grandes. Un abrazo
ResponderEliminarLaura: Prepárate, que viene comentario de abuela, jajaja: ya llegarás a la edad en que de nuevo quieras cambiarlo, aunque sea pequeñas parcelas y sin ser suicida. Y volar, siempre volar. Beso de colibrí
Carlos Perrotti: Y no sé si es cambiar de adentro o sólo tomar conciencia. Supongo que depende del punto de partida. El mundo está lleno de esos animales que no entienden la actitud del colibrí, y eso no debería cortarnos las alas. Un abrazo vuela ya hacia ti
ResponderEliminarCarmen Silza: Muchas gracias. Besos
alasdemariposa: Razón de más para ponerlo. Un abrazo
ResponderEliminarToro Salvaje: Gracias!! Tengo mis momentos, no vayas a creerme perfecta. ;) Besos
Juncal: Y defender esos ideales para que no se diluyan. Besos. Y en estos días un abrazo muy especial, lleno de ánimos para ti
ResponderEliminarSandra Figueroa: Me gusta esa versión de que ver un colibrí significa que la persona amada está pensando en mí. Otra razón para alegrarme al verlo. Un abrazo grande
Albada Dos: Es la adolescente que nunca me abandonó, con sus pros y sus contras. Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminarOdalys: Y yo me esfuerzo por no dejar de hacerlo. Muchas gracias por tus palabras. Besitos
evan: Muchas gracias. Que el colibrí nos sirva siempre de ejemplo. Besos
ResponderEliminarManuela Fernández: Y creo que no tenemos que esperar a que todo el mundo lo haga. Haciéndolo nosotros iniciamos el cambio y servimos de ejemplo. Muchas gracias. Un abrazo
Loola: Muchas gracias. Me alegra de que te haya gustado. Besos
ResponderEliminarLa Zarzamora: Qué bonito lo que dices y cómo lo dices. Gracias a ti. Besos, Eva
Guillermo (unknown): No creo que debamos cambiar, salvo aquello que no nos sirve de nosotros mismos, y desde ahí poner nuestro grano de arena para cambiar lo que no nos gusta del mundo, partiendo por lo accesible. Muchas gracias. Un abrazo
ResponderEliminarDyhego: Me sumo a eso de mejor hacer lo que uno pueda y mejorar la vida de los que nos rodean. En cuanto al caso que mencionas, agradezco a quienes en situaciones de urgencia encuentran su solidaridad para contribuir a resolver las crisis, aunque en su día a día, en la normalidad, no hagan nada. Prefiero a éstos que a quienes nunca hacen nada. Un abrazo
MaRía: Tal vez porque ahí no los vemos es que me gusta tanto cuando visita mi jardín. Seguro que me entiendes. Te he echado de menos, María, pero si tu ausencia es porque estás saboreando la vida me alegro por ti, de corazón. ¿Has estado de cumpleaños? ¡¡¡Felicidades!!! Mucha felicidad para ti en esta nueva vuelta al Sol. Y sí te pido algo: araña algo de tiempo para seguir escribiendo, aunque sea de vez en cuando.
Bicos!!!!
No estoy tan seguro de la eficacia del colibrí... Y menos del "esfuerzo", a costa del sacrificio de uno mismo, por los "demás".
ResponderEliminarEstas palabras suenan muy mal, lo sé, y sin embargo conllevan un poso de realidad que el romanticismo del cuento no puede ocultar!
Otro grande Alís.
ResponderEliminarErnesto: En ese "por los demás" está el matiz, supongo. Sobre todo cuando los demás también somos nosotros. Otra cosa es acometer acciones suicidas.
Un abrazo grande
Buen día Alís.
ResponderEliminarJusto te leo y sería un placer seguir con la charla pero... hoy es un día clave en el asunto y no tengo tiempo. Salimos de casa ya.
Abrazos.
ResponderEliminarErnesto: Siempre sería un placer seguir con la charla. Que todo salga bien hoy. Un abrazo grande