- ¿Por qué Julia come mousse de chocolate y nosotras no?
- Porque ella lo pidió y vosotras no.
- ¿Y por qué no compraste para todos?
- …
Julia trae su mousse y tres cucharas. Deja que sus hermanas tomen una cucharada. Pone mala cara cuando cogen una grande, pero calla. Luego se deleita saboreando lo poco que le queda.
... ...
Violeta, extrañamente, se sienta a mi lado en el sofá. Trae en sus manos el postre. Su padre esta vez compró para todas. Me mira.
- Mamá, ¿quieres mousse de chocolate? Julia se safifica.
- ¿¡Julia se sacrifica!?
- Sí, se saqui… eso
- ¿Y por qué Julia?
- Porque ella ya comió la semana pasada.
Julia, que vino a escuchar en cuanto oyó su nombre, me mira con sus ojos muy abiertos, asintiendo.
- Sí, mamá. Yo te doy. ¿Quieres mousse?
Que bonica!
ResponderEliminarSe safifica por su mamá... :)
Cuando hacen o dicen cosas así...una se derrite.
Estaba buena la mousse? seguro que si.
Beso enorme bonita.
Julia me ha regalado una sonrisa.
ResponderEliminarQué cielo de niña!!!
Besos.
Renunciar a una mouse de chocolate tiene su mérito.
ResponderEliminarBesos.
¿Diálogo familiar?…
ResponderEliminarHe visualizado la escena, el contexto, el color del sofá del fondo, la fotografía de los abuelos sobre el mueble del salón, la luz que entraba por la ventana… y la ligera brisa que hacía mover algunas hojas y flores en los rosales del jardín. Y he visto, vivido, una escena familiar entrañable. ¡Natural!
De una naturaleza que me ha recordado tiempos pasados, lejanos, como si la escena hoy fuese parca en repetirse…
Me consta, quiero creer, que escenas así se desarrollan a diario en muchos hogares… Pero sé, creo, que lo que las motivaba, motiva, la “modernidad” de los tiempos tiende a… ¿diluirla, minimizarla?
O dicho de otra manera, ¿tenemos tiempo “familiar” para que escenas así, y el fondo que las permite, se exprese?
¡Vaya, parece que el día viene, además de caluroso, algo “fino” en sus análisis! ¡Habrá que esmerarse en promover que, tal como las margaritas en las praderas gallegas, los talantes naturales tengan espacio en este mundo/sueño que vivimos.
Abrazos Alís.
De este bonito diálogo destaco la generosidad de Julia , y el buen hacer de su mama ...
ResponderEliminarUna linda escena de familia donde se ven los valores aprendidos ..
Un abrazo muy fuerte .
¡¡¡Qué lindo¡¡¡
ResponderEliminarBesos.
Ay, qué ternura!! Hay Almas así de cándidas.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y feliz día ❤️
Una situación preciosa, muy familiar... plena de ternura
ResponderEliminarUn saludo
Amor de hija!!!
ResponderEliminarJulia le da cucharas a sus hermanas.
ResponderEliminarjulia se sacrifica para que coma su madre.
¡¡¡ Quiero el teléfono de julia !!!
Promete.
Eso si, si le faltan tres o cuatro herbores para cumplir los años suficientes para que la pueda llamar que sepa que a mi ese tiempo no creo que me quede.
jajajajajajajajajajaja
Qué tierno.
ResponderEliminarY mousse de chocolate son palabras mayores, eh?.
Jeje.
Saludos
Eso es sacrificarse, ya lo creo. En las familias numerosas se da mucho eso de que hoy por ti, mañana por mí, pero en la práctica hay disputas por la cantidad de postre :-)
ResponderEliminarUn abrazo. Muy dulce post.
Una niña que es la misma mousse.
ResponderEliminarInnato, supongo. Las hermanas tienen donde aprender y forjarse el carácter y contigo de supervisora ... :-)
¡Qué gran corazón el de Julia! ¡Menudo gesto más generoso! Es una escena preciosa llena de bondad.
ResponderEliminarUn abrazo, Alís
La generosidad no se aprende, se nace generoso y se aprende a ser educado y cortés.
ResponderEliminarTienes una joya de niña, puedes estar orgullosa.
A mí me encantaría haber tenido, además de mi hijo, una hija.
Un beso.
Pura ternura que sólo un niñ@... y escrito@s o poetas con alma de niñ@.
ResponderEliminarAbrazos hasta allá amiga!!
Como digo muchas veces : a los cuatro los eduqué igual y todos son diferentes ( al menos en apariencia )
ResponderEliminarme has hecho sonreír , que lo sepas
un beso grande con sabor a coulant que ese me sale bordado jaja
Alís, nos recreas con un mousse, pero yo me quedo con mi Chococono. Y es de verdad, en serio.
ResponderEliminarSaludo desde la cúspide de mi helado crema.
Guillermo.
Que lindo relato, cuanta ternura derramada en letras amiga. Saludos y abrazo.
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ResponderEliminarLaura: Ella se "safifica" porque su hermana la echó al agua, jajaja. No me comí la mousse, ¿cómo se la iba a quitar? No podría. Beso grande
Toro Salvaje: Julia te regalaría muchas sonrisas. Seguro que le caerías bien. Besos
ResponderEliminarAlfred: ¡Mucho mérito! En su lugar creo que yo no lo haría. ;) Besos
Ernesto: Un par de diálogos familiares. Mis hijas son muy divertidas, también. A veces olvido disfrutar esos momentos. Un abrazo grande
ResponderEliminarCampirela: Julia es aún más generosa porque le cuesta e igual lo hace. Hasta el punto de sacrificarse, como dice su hermana. Espero que deje de hacerlo. Al menos no siempre, que aprenda a decir no. ¡Gracias! Un abrazo grande
Amapola Azzul: ¡Gracias! Besos
ResponderEliminarAuroratris: Sí que inspiran ternura, sí. Besitos
Jose Vivo: Ternura y comedia, eso lo dan a raudales. Un abrazo
ResponderEliminarIntegral: Una más que otra, jajajaja. Quiero leerte ¿dónde escribes ahora? Beijo
guille: Ni loca te doy el teléfono de Julia, jajaja. ¡Que tiene 7 años! En todo caso te presentaría a Violeta, que te pondría firme, jajaja. Te desarmaría seguro. Un abrazo
ResponderEliminaralasdemariposa: Por supuesto. ¡El mousse de chocolate no se comparte! Excepto Julia, claro, jajaja. Un abrazo
Albada Dos: Lo malo es que cuando siempre es por ti, como le pasa a Julia. Hay que ser buenos, pero no tanto. Gracias. Un abrazo grande
ResponderEliminarJuncal: Agradezco muchísimo lo que dices, pero soy madre tanto de la que se sacrifica como de la que ofrece a su hermana en sacrificio, jajaja. Como si fueran mi diablillo y mi angelito, jaja. Gracias, de verdad. Besos
Rita: La bondad que no demostró en esta ocasión su hermana, vendiéndola, jajaja. Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarIlduara: Tengo tres joyas de niñas, en realidad. Y creo que todo se puede aprender. Otra cosa es si conviene aprender todo. Supongo que tu hijo también te ha dado y da muchos momentos inolvidables. Muchas gracias. Bicos
Carlos Perrotti: Que no se nos muera el alma de niño. No antes que nosotros, al menos. Un abrazo infantil (tierno e inocente)
Y que no se le tuerza la vida a Julia; es un cielete que promete.
ResponderEliminarBesos, Alís.
ResponderEliminarMaRía: Totalmente diferentes. Pero, ¿es posible educarlos igual? Yo no creo, cada una requiere algo distinto y ahí empiezan las diferencias que inevitablemente se mantienen. Hablo por mí, claro. Qué bueno hacerte sonreír! Bicos
PD. Quiero probar el coulant!!!
Guillermo Castillo: Con el frío que hace aquí, en esta ocasión no envidio tu helado, jajaja. En verano quizás. Un abrazo
ResponderEliminarSandra Figueroa: Muchas gracias. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo grande
ResponderEliminarLa Zarzamora: Uy, que no se le tuerza, no. Evito imaginarlas en el futuro, ya veré qué será, pero que tengan una vida de la que alegrarse. Besos, Eva
bellísimo y súper tierno texto ,besos
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ResponderEliminarOdalys: Muchísimas gracias. Me alegra que te haya gustado. Besitos