sábado, 17 de noviembre de 2018

Frágil


Fotografía: Benoit Courti


Mi madre diría de nosotros que se juntaron un roto con un descosido, o el hambre con las ganas de comer. No le falta razón. En nuestra fingida fuerza habita la esencia de lo frágil, la debilidad disfrazada de dureza que no resiste el embate de los vientos de emociones que no nos atrevemos a reconocer. La más leve brisa contrae el músculo vital y aparentamos indiferencia conteniendo la respiración para disimular el suspiro que nos provocamos.

Así pasamos los días, con conversaciones superficiales que encubren nuestra primera necesidad: dejar de sentir esta soledad que nos socava, este frío del alma que quisiéramos abrigar con caricias que nunca tendremos porque las negamos, y helados nos vamos sumiendo en esta melancolía que inexorable va ganando terreno.

A ratos intuimos, casi descubrimos, una fuerza arrebatadora al compartirnos vulnerables. Un destello de Luna, la calidez de un rayo de Sol, la dulzura de un verso, la embriaguez de pensarte… instantes tan envolventes como efímeros, que esquivamos para regresar a la fragilidad de nuestra fingida indiferencia.  

11 comentarios:

  1. Mostrarnos vulnerables nos da miedo siempre, pero eso es que somos de carne y hueso. Cuando se ama, y nos desnudamos de la piel que nos disfraza, pasamos a ser vulnerables por mucha autoestima que tengamos, y es po eso que , muchas veces, no nos atrevemos a amar

    Buen texto. Un abrazo y feliz finde.

    ResponderEliminar
  2. Mostrarnos con nuestras debilidades nos da miedo, pero es la forma de enfrentarse a la cruda realidad.
    Besos.

    ResponderEliminar

  3. De la vulnerabilidad a la fuerza puede mediar sólo una pose, es verdad, pero sucede también que esa fuerza haya llegado a ser el producto de toda una vida de entrenamiento. Real como un músculo trabajado en la máquina del tiempo y las circunstancias.

    Besos

    ResponderEliminar
  4. Sé lo que es sentirse vulnerable, ser tan frágil que te desmoronas sólo con un soplo, dolerte los músculos porque no hay modo de eliminar la tensión, tener ganas de abandonarte a tu suerte e impedirlo el pavor. Castración de sentimientos, falta de confianza en el otro, falta de seguridad en uno mismo, autoestima baja, dolor.

    Un beso.

    ResponderEliminar
  5. Indiferencia como escudo para no salir malherido.

    Besos.

    ResponderEliminar
  6. Hola Alis, hemos crecido con la creencia de que tapar nuestra vulnerabilidad nos ayuda a sentirnos seguros, a evitar que nos hagan daño. Creemos que sentir y exponer lo que sentimos, es sinónimo de debilidad. Peo pasa, que a veces, nuestra frágil 'normalidad’ necesita romperse en el caos, el dolor necesita ser sentido más a fondo, el corazón tiene que romperse con mucha más intensidad. Y esto no es para destrozarnos, sino para deshacer formas no auténticas de ser.
    Saludos!

    ResponderEliminar
  7. Siempre mejor desnudar nuestros miedos, nuestros anhelos, enfrentarnos a la vida, es sentir la fortaleza de uno mismo, lo más débil es esconder nuestros temores.

    Un beso, preciosa.

    ResponderEliminar
  8. Que crudo y que real...
    Una indiferencia donde a veces nos afecta todo mucho mas de lo que debería...y que por lo tanto, nos deja diferentes...fríos si, pero sobretodo en apariencia.
    un beso

    ResponderEliminar

  9. Albada Dos: Lo terrible es que cuando nos protegemos de posibles sufrimientos, también nos protegemos de lo que nos puede hacer felices. Muchas gracias. Un beso

    Alfred: Es la única forma de mostrarnos de verdad, creo yo, y de ser queridos. Besos.

    Juncal: Yo creo que la verdadera fuerza es la que nos da atrevernos a mostrarnos vulnerables, porque es lo que somos aunque finjamos que no. Besos

    ResponderEliminar

  10. Ilduara: Para mí ser vulnerable es ser capaz de sentir (lo que duele y lo que nos hace felices), estar abierto a la posibilidad de sentir. Eso tiene sus riesgos, pero también el regalo de sentir la vida. Un beso grande

    Toro Salvaje: Y mientras tanto nos hiere la distancia que genera la indiferencia. Besos.

    Cristina: Estoy de acuerdo. Ser vulnerables a lo que nos ocurre significa sentirlo, para bien y para mal. Yo opino que es mejor sentir, aunque duela, que vivir (¿vivir?) sin sentir. Bienvenida. Un abrazo

    ResponderEliminar

  11. María Dorada: Estoy totalmente de acuerdo contigo. Un beso grande.

    Laura: Sentir indiferencia no duele, fingir indiferencia sí. Nos creemos fuertes y somos más débiles que cuando reconocemos el dolor. Eso creo yo. Beso!

    Hola, me llamo Julio David: Me gusta la frase para conectarme con que mientras no muera, lo mejor es aprovechar la vida. Muchas gracias. Un abrazo grande

    ResponderEliminar