sábado, 6 de abril de 2019

Desasosiego




Comenzó como una sospecha, una intuición. Una leve incomodidad del alma casi imposible de detectar, menos aún de ubicar. Era esa molestia indescriptible al percibir que algo está fuera de lugar sin saber exactamente qué para poder ordenarlo. 

Siguió como una desidia, un incipiente desinterés experto en disculpar lo inexcusable, una pereza estrábica que se apoyaba en las muletas de la comodidad, o de la esperanza, o de lo que sí funcionaba para saltarse las averías que desacompasaban el corazón.

Llegó luego la evidencia, como un muro invisible contra el que choqué una y otra vez intentando trascenderlo sin salir dañada, ilusa de mí, mientras me fui llenando de heridas, convirtiéndome en herida toda yo.

Fueron atropellándose las emociones. La frustración de la apuesta perdida, la culpa por el error no previsto, la rabia y la impotencia comandadas por el miedo, la tristeza por la pérdida inevitable, y el dolor del alma huérfana.

Ahora gobierna el desasosiego, un tirano que se impone cruel y sanguinario, como un gusano carcomiéndome, ocupándome, usurpándome. Alimentándose de mis últimos hálitos de vida, robándome las fuerzas que no tengo.

Y sospecho, con desidia, que este desasosiego evidencia el final.

29 comentarios:

  1. La sombra de la duda, de la sospecha, de la intuición (que esa no falla nunca) de la inconformidad, sea lo que sea, cuando ves venir las cosas aunque no quieras y eso produce malestar...llega el momento de hablar ( ese momento cuando una mujer te dice: tenemos que hablar y ya te puedes poner a temblar)...y ese desasosiego previo al final, que acaba convirtiéndose en tranquilidad y autoestima, al final del final.
    Creo que la que me fui mucho del tema soy yo, pero así lo entendí.
    Te mando un beso grande y un fuerte abrazo (por si acaso)
    ♥🙂

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  2. Ay...! Me gusta.
    No es pereza; es que no encuentro las palabras para explicar porqué lo hace. Aparte, claro, de tu acierto en la disposición de ellas. Hasta el comportamiento estrábico centra la mirada del texto.

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  3. La cosa va creciendo de sospecha a evidencia.

    De leve incomodidad a frustración.

    Un error no previsto que lleva a una pérdida inevitable.

    Escribes tan bien que se te puede comentar con tus propias palabras, jajajajajajaja

    No hay que disculpar lo inexcusable.
    No hay que alejarse de lo que o quien nos atrae.
    Al final todo depende de cómo se calibra la balanza.

    Tus escritos no hacen pensar, obligan a pensar.

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  4. La resignación es una muerte en vida ,
    Tu relato podría situarse en varios enclaves, en diferentes acontecimientos, tu protagonista es mujer y está claro que esa intuición la venció antes en un preludio de muerte anticipada
    Tiene tantos matices esta entrada que me incitas a imaginar unas cuantas "circunstancias" claro que me las guardo jajajaja

    besitos
    y buen finde

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  5. Me encanta me pasó tal cual
    y mientras para él era yo la culpable yo lo dejé con un adiós que pasa lo que pase... no me contactara mas... Y asi fue.

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  6. Y aquí estoy entera de nuevo. Un "buentexto" me gustó del principio al final. beso

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  7. De sospecha en sospecha se descubren, nos descubrimos tal cual.

    Saludos, de quien desde ahora te sigue.

    www.guillercastillo.blogspot.com

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  8. Ay... cuántas inseguridades tenemos que nos hacen tan vulnerables, verdad?

    Ayyyyynnnnsssssssss

    Besos.

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  9. Esa especie de carcoma que se te come por dentro.
    Besos.

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  10. Impecable prosa, Alís, excelente mano, diría Cortázar, se florean tus palabras tan precisas inobjetables en un texto de punzante fluidez incesante como la duda que redunda en la sospecha, la posterior desidia y el desgano que conlleva la iluminada desilusión a la que uno arriba ante la evidencia y la posterior certeza... un texto (es más bien una crónica) que describe las diversas fases por las que debe atravesar el alma atribulada por la duda lisa y llana ante lo que ya sabe.

    Excelente, amiga, te superas cada vez más... Abrazos hasta allá y de vuelta para acá, por qué no, sin cesar.

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  11. Excelente atmósfera, de un disconfor en aumento. La duda que va aclarando a certeza

    Muy bueno el texto, con esso pasos evolutivos. Un abrazo

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  12. La cosa va creciendo poco a poco, al principio de manera imperceptible y al final terminando con la persona. Muy buen relato. Es un placer leer tus escritos. Un abrazo grande.

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  13. Un relato tremendo, una fatalidad inevitable expresada de una manera magistral.
    SAludos.

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  14. La duda carcome.....hay que prestarle atención a la intuición, a mi nunca me falla, aprendí después de tanto desasosiego....saludos amiga.

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  15. Ese desasosiego destroza el sistema nervioso. Desgasta más la incertidumbre que la evidencia, el no saber a qué te enfrentas que el enemigo cara a cara.

    Un beso.

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  16. Ese que lo sabes, que lo sabes(intuición) ...
    Hasta que Lo Sabes(evidencia) .
    Saludos

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  17. A veces, después de un "Fin" aparece un "Continuará"...

    Saludos

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  18. Alis tengo por seguro que cuando el instinto habla,
    hay que detenerse y escucharle,
    ese nunca se equivoca.
    Besitos mi vida,
    Gracias :0)

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  19. detrás del desasosiego viene la calma ,viene el darse cuenta y el ver co. los ojos de la verdad ,y vienen también las ganas y la certeza que cosas mejores están por venir ,besos

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  20. Laura: No te fuiste para nada del tema. De hecho, has sido muy clara y coincidente. Así lo entendí ;-) Un beso grande y gracias por el abrazo, me hizo/hace muy bien.

    Juncal: ¿Hay que buscar las razones por las que algo nos gusta? Gracias. Beso

    Guille: Calibrar la balanza es probablemente lo más difícil de todo, tiene que ver con el equilibrio y tengo tendencia a tenerlo precario. Gracias por tus palabras, y sí diré que no me gusta ni obligar ni sentirme obligada. Un abrazo

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  21. MaRía: Ay, tú y tu intuición. Tu primera frase me mató. Y me recordaste que no incluí en el texto la palabra resignación, cuando es probablemente el centro de todo: ella y sus consecuencias. Bicos!!!

    Recomenzar: Me agrada saberte entera. No sé si los hechos son los mismos, intuyo que no, pero parece que te reconociste en las sensaciones, y eso es lo que cuenta. Besos

    Guillermo Castillo: A poco que reparemos en cómo nos sentimos podremos ir descubriéndonos de a poco. Muchas gracias. Saludos

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  22. Toro Salvaje: ¡Y qué miedo le tenemos a la vulnerabilidad! Sin ella sería imposible sentir, y me gusta sentir. Besos

    Alfred: Hasta destruirnos si no la paramos a tiempo. Besos

    Carlos Perrotti: Es más bien una crónica, sí. ¿Cómo puedo agradecer ya tus palabras? Mejor dicho, ¿cómo puedo expresarte mi agradecimiento? Un abrazo, gigante y sentido

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  23. Albada Dos: Muchas gracias. De tus palabras deduzco que fui capaz de expresar lo que siento. Un abrazo grande

    Rita: Así como la vida misma. Muchas gracias. Un abrazo

    Manuela Fernández: Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo

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  24. Sandra Figueroa: La intuición al principio susurra, pero si no la escuchamos acaba gritándonos y hasta golpeándonos si es necesario. Un abrazo

    Ilduara: Desgasta no hacernos cargo de lo que sabemos aunque nos empeñemos en no escucharnos. Un beso

    alasdemariposa: Se trata de aprender a escuchar las señales de la vida, a nuestras propias señales. Un abrazo

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  25. A do outro lado da xanela: Siempre, salvo tras la muerte, hay un continuará. Y hay quienes creen que también después de morir. Bienvenida. Bicos

    Loola: Detenerse, escucharle... y hacerle caso actuando en consecuencia. Esta parte es la que más me cuesta, y tiene su precio. Besitos

    Odalys: Son los ciclos de la vida, sus ritmos. Siempre viene la calma después de la tormenta, lo que no significa que le perdamos el miedo a la tormenta. Gracias. Besos

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  26. Como me gusta leerte, Alis. Como me gusta saber que has vuelto. Besos amiga.

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  27. ¡¡¡¡Antonio Misas!!!!!: Qué alegría verte por aquí. No imaginas cómo he echado de menos tu lectura, tus comentarios, tu impulso. Hace un ratito estaba disfrutando leyéndote. Deberías hacerlo más a menudo. Besos

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  28. Es un "instante"... ¡No la vida entera!

    Abrazos.

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  29. Ernesto: Afortunadamente, aunque el instante sea laaaaaaargo. Abrazo grande

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