No logro distinguir si esta rabia que me quema por dentro es alimentada por la dignidad o por la rebeldía, que como nació siendo niña se viste de pataleta. Hay un no que pugna por salir en un grito desgarrado, también un basta, y hasta un cómo te atreves. Hay una furia en los puños que se aprietan y clavan sus uñas en mi propia carne, dura, contraída y adolorida. Hay una respiración que no alcanza los pulmones, corta, apurada y envenenada. Hay también un dolor en el pecho que sube hasta el cuello ahogándome y acallándome, escondiendo mi voz, que sabiéndose presa intenta emprender la huida por mis dedos sobre el teclado. Hay un fuego devorando mis entrañas, en lucha constante con el mar de lágrimas que por no poder asomarse me anega e impregna hasta mis huellas, hasta mi sombra. No distingo el por qué, ni tampoco el para qué. Sólo la intensidad del dolor que me provoca.
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Hace 2 horas
Hay poemas que gritan lo que la boca no puede gritar..... Este poema llora y grita desgarrando al lector que siente ese dolor.......saludos amiga.
ResponderEliminar"...Mi voz, que sabiéndose presa intenta emprender la huida por mis dedos sobre el teclado..."
ResponderEliminarUna admirable frase filosa que se abre en tu prosa como una herida, amiga, que expresa la imperiosa ansiedad por dejar de estar presa mientras en uno se revela la conciencia que rebela y viceversa, la realidad nos estrangula el aire y la anhedonia incansable nos rodea intentando volvernos su rehén... Me llega muy adentro esta prosa pero ayer, quiero decir que me he sentido así, Alís, por lo que es natural que vuelva a identificarme.
Abrazo inmenso hasta vos.
Duelen tanto sus palabras que se contrae el corazón y lo atraviesan agujas; en mi recuerdo están momentos así y aún duelen al leerte.
ResponderEliminarUn abrazo de osa.
Tranquila, ya pasó.
Un beso.
Como una olla a presión... o hay escape o explotará...
ResponderEliminarBesos relajantes.
ESe cómo te atreves que no sale, es un volcán a apunto de erupcionar. Un estado peligroso.
ResponderEliminarBuen post. Un abrazo y feliz día, desahogado.
Esos gritos acallados son aullidos que nos van devorando el corazón.
ResponderEliminarHoy abrazo grande, Alís.
No sabemos si esa rabia es la consecuencia o el combustible. Tal vez ambas cosas. Por eso quema. Compartirla puede ser una manera de encauzarla un poco, de desactivarla pero solo en parte, porque la indignación es un estado de la dignidad.
ResponderEliminarBesos.
Un desgarro interno que necesita manifestarse.
ResponderEliminarBesos.
Has conseguido con palabras que se sienta realmente ese dolor, esa rabia contenida que nos consume por dentro a veces.Un texto con una intensidad enorme. Abrazos
ResponderEliminar¿Cómo librarnos de la rabia?
ResponderEliminar¿Identificando el motivo y relativizando?
Fácil de decir. Para nada fácil de conseguir.
Lo primero será averiguar la causa, lo segundo hacer el amor. Si vas mal de tiempo incluso te puedes saltar el primer paso.
ResponderEliminarBesos.
Cómo todo requiere su tiempo de maduración...
ResponderEliminarSi suele estás viva,no es consuelo pero así es la vida...gritos y desgarros, sintusas y vuelos
Besitos y feliz noche
Sonrisas...
ResponderEliminarGrrrrrrrrr
El Tf ...
Es un traidor!!!
Muuuuuacks
ResponderEliminarSuspiro. Desde el alma.
Y me alivian.
Benditos ellos que siempre vienen.
La huida por mis dedos sobre el teclado.
ResponderEliminarExcelente.
Un grito, rabia, dolor... Lo describes muy bien, casi me duele a mí también.
Espero que solo sea porque te apetece hablar sobre eso...no porque estés sufriendo...
Te dejo un beso y un abrazo, ya sabes. ♥
Todo un volcán a punto de estallar, Alís.
ResponderEliminarQue salga la lava y sepulte todo lo malo.
Está intenso este texto ,cargado de emociones reprimidas ,y has liberado toda esa gama de sentimientos con el teclado y nos has brindado maravillas de palabras ...la imagen perfecta .
ResponderEliminarIntensamente bonito aunque cuente lo que cuenta.
ResponderEliminarSaludos
En esta mañana gris, algo lluviosa pero tranquila, y con la música de fondo, te leo, te veo..., te siento. Pues conozco la fuente de donde parte tanta "pataleta"...
ResponderEliminarDespués oigo tus risas de media mañana y, sé, que la cosa, siendo, no te desborda!
Como dice Laura, escribes por expresar..., si bien algo de sufrimiento sí está presente.
¡La vida es así! Por tramos. Ayer, hoy, mañana. No todos son iguales. Pero sí todos tienen su razón de ser... Lo que no quiere decir que deban quedarse para siempre, echar raíces...
Florecer sí. Pues cada uno es como una lección a aprender, superar, trascender!
"No puedes evitar que un pájaro se pose en tu cabeza (pensamiento, sentimiento, etc.), pero sí puedes evitar que permanezca el tiempo suficiente para hacer nido."
Abrazos Alís.
ResponderEliminarSandra Figueroa: Por algún lado tiene que salir... Un abrazo grande.
Carlos Perrotti: Me apena que te hayas sentido recientemente así. Espero que haya pasado. Y en cualquier caso, bienvenida la rabia que nos da la energía para salir de donde no queremos estar. Muchas gracias, como siempre, por tus palabras. Un abrazo inmenso
Ilduara: Lamento haber despertado esos dolores. Me quedo en ese abrazo. Un beso enorme
ResponderEliminarToro Salvaje: Así mismo. La válvula está avisando ya. Besos agradecidos
Albada Dos: Anuncia la llegada de tormentas, sí. Muchas gracias. Un abrazo
La Zarzamora: Lo devoran irremediablemente si no logramos sacarlos. Me gusta ese abrazo. Gracias. Besos, Eva
ResponderEliminarXuanRata: No imaginas cómo me sirvió tu comentario. Es cierto, la indignación (como su propio nombre indica), la rabia, es un grito de la dignidad. Me encantó. Muchas gracias. Besos
Alfred: Sí o sí, pues si no se manifiesta se enquista adentro. Besos
Rita: Muchas gracias por tus palabras. Un abrazo grande
ResponderEliminarguille: No sé bien cómo hacerlo, pero creo que lo primero es escuchar qué tiene para decirnos. Tal vez así encontremos la salida. Un abrazo
Pitt Tristán: Tomo muy en serio tu consejo y lo tengo en cuenta. Muchas gracias. Besos
MaRía: Así es, todo es cuestión de paciencia y... de hacernos cargo. Muchas gracias. Biquiños
ResponderEliminarJuncal: Cuando dices ellos, ¿hablas de los suspiros? Besos
Laura: No fue sólo un ejercicio para hablar de la rabia, no. Y así es la vida, ¿verdad? Unos días (semanas, meses...) son mejores que otros. Gracias por tu compañía. Un beso enorme
Dyhego: Sería bueno, eso, que sepulte todo lo malo. Lo intento. Gracias. Un abrazo
ResponderEliminarOdalys: Confieso que me sirvió mucho escribirlo. Muchas gracias. Besos
alasdemariposa: Muchas gracias. Un abrazo
Ernesto: ¿Conoces la fuente? No sé yo... Hay momentos para desbordarme, de hecho, hay momentos en que me desbordo, y me caigo, y me hundo... y no es soportable de manera constante, o no estaría viva de dolorosos que son. Tengo una capacidad para reír incluso en el peor momento, y a veces creo que me juega en contra, pues me permite sostener lo insostenible. Bah, cosas mías... Un abrazo grande
Alis confieso que me has conmovido el alma
ResponderEliminarcon estas letras tuyas.
Sos maravillosa.
Gracias mi corazón,
Hermoso.
Te abrazo lindo,
Gracias :0)
Un interesante poema. Un saludo desde Almería España
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ResponderEliminarLoola: Muchas gracias por tus palabras!! Un abrazo enorme
Trini Altea: Es un placer verte de nuevo por aquí. Muchas gracias. Un abrazo hasta Almería
A imagem é muito interessante. E acho que compreendo bem estas palavras, creio que quaisquer pessoas se identificarão com esses sentimentos de alguma forma, esta raiva, essa necessidade de gritar, compreender os porquês de nossos instantes de fúria!
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ResponderEliminarUlisses de Carvalho: Qué bueno volver a leerte. Todos lo sentimos y lo necesitamos para movernos. Comprender los porqués de esos instantes se hace imprescindible. Beijos