Fotografía: Alís Gómez
El viento sacude las hojas del canelo, que a su merced reaccionan jugando con la luz del Sol, emitiendo destellos que más que hablar, gritan. Tres puntos, tres rayas, tres puntos… Y no tengo claro si interpreto su mensaje o si estoy lanzando el mío.
Tanta deriva me nubla la mirada, apenas ya con fuerza para agarrarme a cualquier resto de naufragio que encuentro, sin darme cuenta de que el mar maneja a su antojo cualquier despojo de un pasado, glorioso sí, pero roto y hundido. Y a mí con ellos.
Tanto desierto me resecó, hasta el tuétano, y tan seca el alma que apenas si puedo reptar por los tiempos que me tocan; alucinada me aferro a cada trampa que dibuja la ilusión sin percatarme de cómo me entierro en esta arena movediza. Y muero, deshidratada.
El viento sacude las hojas del canelo. Y envidio esa fragilidad que danza con la adversidad y logra sobrevivir a los embates de la vida, llamada viento, mar o desierto.
Mientras, transito este desaSOSiego.
Esa "fragilidad que danza"...con qué pocas palabras se puede definir nuestra condición.
ResponderEliminarBesos
XuanRata, es más fácil sobrevivir en esa fragilidad que desde la resistencia de la fuerza, que cuando dobla ya no recupera su forma.
EliminarBesos
Como planeta somos esas señales que parece que no sepamos escuchar.
ResponderEliminarMuy buen post, con la melodía de un viento que no sabemos escuchar, y nos equivocamos. Un abrazo
A veces estamos tan absortos con nuestras propias necesidades que ni vemos el planeta. No vemos nada, en realidad
EliminarMuchas gracias, Albada
Un abrazo grande
Esa señal de socorro lo has hecho tan poético que hay que escucharla no solo leerla .Me gusto mucho .
ResponderEliminarUn abrazo y muy feliz día.
Muchas gracias, Campirela. Y sí, siempre esperamos que las señales de socorro sean escuchadas.
EliminarUn abrago grande
Buena utilización de una señal de socorro ya absoleta en nuestros tiempos tan modernos, donde se sigue resecando un alma a la sombra de un canelo.
ResponderEliminarBesos.
Entre las (malas) sombras que trae la modernidad y los (malos) hábitos que traemos del pasado, las almas se van resecando (solas) por cualquier rincón
EliminarMenos mal que hay honrosas excepciones
Gracias por tu comentario, Alfred
Besos
Ahhh se nosotros pudiéramos tener esa fragilidad que tienen los árboles... danzar al sabor de las adversidades...sin dañarse....
ResponderEliminarUna lécion (más una!) que la naturaleza nos dá!!
Besitos!
Podemos tenerla, Pequenos Delitos... pero nos resulta muy difícil. Nos da tanto miedo sufrir que nos cerramos también a las alegrías que puede darnos la vida. Los árboles piensan menos, creo yo, simplemente sienten qué les trae cada día y viven de acuerdo a eso.
EliminarTanto que podríamos aprender si estuviésemos más atentos...!!
Beijos
Para sobrevivir hay que ser flexible. Un beso
ResponderEliminarAsí es, Susana, es una de las características que necesitamos.
EliminarUn beso
Prosa poética que no puede permanecer a la deriva porque dejaría de tener el ensueño y la memoria del olor de la canela.
ResponderEliminarSaludos desde Macondo.
Y a ratos, Guillermo Castillo, es precisamente así como anda(o): a la deriva. Es el momento de dejarse llevar por la corriente sin hacer demasiados esfuerzos y recuperar fuerzas para cuando toque bracear.
EliminarMuchas gracias
Un abrazo
Ser como el junco que por mucho que se doble no se quiebra, he ahí la naturaleza, nosotros tras quebrarnos... somos resiliencia.
ResponderEliminarBonito sientes el símil de la vida.
Mil besitos con cariño y feliz día ♥
Volver a levantarnos después de cada caída, Auroratris, darle sentido a cada herida, a cada cicatriz, y seguir... seguir.
EliminarMuchas gracias
Besitos
"Tanta deriva me nubla la mirada, apenas ya con fuerza para agarrarme a cualquier resto de naufragio que encuentro..." Chapeau. Nada más. Nada menos.
ResponderEliminarAbrazo, tú me entiendes.
¡Qué buena puntería tienes, Carlos Perrotti! Ando con la sensación de que tú sí me entiendes, o te aproximas mucho a hacerlo...
EliminarAbrazo sin naufragio
Con tanta deriva y tanto desierto no es de extrañar el desasosiego.
ResponderEliminar¿Que hay que hacer para contestar a ese SOS?
Así es, guille. Y supongo que el desasosiego, así como viene se va
EliminarYa estás contestando al SOS! Gracias
Un abrazo
Tres puntos, tres rayas y tres puntos es la señal del Ave Fenix, que ese lenguaje lo he estudiado yo.
ResponderEliminarUn abrazo
Steppenwolf, si supieras lo bien que me ha sentado tu comentario. Las palabras adecuadas en el momento oportuno, y sin saber. Eso es un gran don, que incluye la intuición y va más allá. No lo pierdas nunca.
EliminarGracias
Un beso
Saldrás viva de ésta. Eres capaz de verbalizar lo que sientes, es un modo de intelectualizarlo. Pronto descubrirás cuál es el mensaje que te hace vulnerable y afrontarás con valor el problema.
ResponderEliminarEres flexible como una bailarina, recuérdalo.
Un beso.
Gracias, Ilduara, por tus palabras. No sé si soy flexible, pero dura (de resistente) creo que sí, a fuerza de golpes. Si no fuera tan ilusa (algunos días la palabra correcta sería gilipollas) no sabría cómo sobrevivir.
EliminarBicos
Toda una historia de supervivencia. Saludos.
ResponderEliminarY sigue la historia, brenllae9. No queda otra.
EliminarBicos
Sobrevivientes natos capaces de lo inimaginable, a veces, sin ser conscientes de poseer ese poder de regeneración.
ResponderEliminarY qué bonito lo has expresado…
Bsoss muchos, preciosa 💙
Pareciera que se trata de instinto, Ginebra Blonde. Ese mismo al que la razón a veces en empeña en acallar.
EliminarMuchas gracias
Besos a montones
Como otras veces, haciendo analogías: Me has recordado al "ellas danzan solas" de Sting.
ResponderEliminarY lo digo en el buen sentido
Besos
Gracias, Republicano... Tus analogías siempre me halagan. Y me he puesto a escucharla de nuevo, después de no sé ni cuantos años. Me llevó a disfrutar de un buen momento. Gracias!!
EliminarBicos
Tus letras gritan amiga Alis y acá las escucho con el alma entristecida........ Saludos.
ResponderEliminarAgradezco no sólo tus palabras, Sandra, sino especialmente tu sensibilidad. Me he sentido acompañada
EliminarUn abrazo enorme
Alís:
ResponderEliminarcontra el desaSOSiego nada mejor que un buen paseo, una conversación con un amigo, la contemplación del "canelo" (he mirado en internet y me ha hecho gracias la disposición de sus flores, como si fueran fuegos de artificio) y dejarse acariciar por el viento y las hojas.
Muy fácil en teoría, claro...
Salu2 y ánimo, que ya os va llegando la primavera.
Gracias por tus visitas. Me iré poniendo al día poco a poco.
Dyhego, parece fácil, sí. Será cuestión de intentarlo con más ahínco.
EliminarTe cuento también que el canelo es además el árbol sagrado de los mapuches. Y me encanta tener uno en el jardín.
Gracias por tu visita, por tus palabras y por tu mirada
Besos
No sé cómo de movedizas, pero no serás la única que tiene la arena al cuello ...
ResponderEliminarEs un hecho que para sobrevivir en los desiertos, hay seres que encuentran cobijo y alivio bajo la inhóspita superficie. Así, querida Alís, benditos juegos de luz los del canelo y su reconversión en letras.
Juncal, mal de muchos... Sonrío.
EliminarClaramente la respuesta no aparece nunca en la superficie y algunas veces me agota mirar tanto en la profundidad. Aunque inevitablemente vuelvo a ella una y otra vez.
Muchas gracias, hoy de manera especial
Besos
Me pregunto si la fortaleza vendrá por no aferrarse a nada.
ResponderEliminarUn abrazo.
Me quedo con esa pregunta, Amapola Azzul. Me parece una posibe solución, aunque me resisto a la soledad que me parece que conlleva. ¿Será a solución? Sigo dándole vueltas. No imaginas cuánto me hace reflexionar.
EliminarBesos, agradecidos
Cualquier tema que toques siempre provoca ese ohhhh, de admiración.
ResponderEliminarSaludos.
alasdemariposa, muchísimas gracias por tu comentario. Me acaricia el alma (y el ego también, que no le viene mal).
EliminarUn abrazo enorme
Alucinada me aferro a cada trampa que dibuja la ilusión sin percatarme de cómo me entierro en esta arena movediza.
ResponderEliminarEste verso me encanta. Por lo que dice, no por lo que significa...te extiendo mi mano (soy fuerte) te sacaré de esas arenas yo solita.
:) un beso enorme bonita
Sujeto tu mano fuerte, aunque no para que tú me saques de las arenas (no es tu responsabilidad) sino para sentir tu compañía, que tan bien me hace. Igual me gusta la oferta. Si veo que no puedo, ya te aviso, jajajaja
EliminarUn beso gigante, lleno de gratitud
Una narración dulce por lo poético pero duro en su contenido. Sensibilidad plasmada en tus letras.
ResponderEliminarGracias por tu mirada, Manuela Fernández. El texto no nació de un buen momento, precisamente. Que pueda ser poético ya le da sentido al mal rato.
EliminarUn abrazo
bonito texto, prosa poética bien lograda. El dolor cuesta sobrellevarlo, pero detrás de cada mal momento está la esperanza.
ResponderEliminarmariarosa
Muchas gracias, mariarosa. Que nunca falte la esperanza
EliminarUn abrazo
La savia de ciertos árboles es como las bengalas de salvamento...
ResponderEliminarEl rumor de las hojas en infinita danza...
el susurro de las ramas,
el regreso a la esencia,
al encuentro con una misma.
Un bello poema, Alís.
Y un beso S.O.S. por si te sirve...
Me encanta el símil de las bengalas, Eva. Realmente lo es.
EliminarMuchas gracias. ¡Claro que me sirve ese beso y lo uso!
Besos para ti