Imagen: LovmandArt
He vivido en una casa los últimos doce años de mi vida. Había olvidado lo que era escuchar los ruidos más íntimos de los vecinos. Saber si andan con zapatos o en pantuflas, enérgicos o sigilosos, si están sentados o están bailando… Los pasos cuentan muchas cosas. Había olvidado lo que es conocer sus hábitos en el baño con la complicidad de las cañerías. Ducha o baño, en la mañana o en la noche, horarios del vaciado de cisternas…
Como todavía hizo calor estos dos últimos meses, y con mucha vida aún en las terrazas, había ido conociendo los tipos de inquilinos que me rodeaban, qué conversaciones tienen... Pero hoy, ¡¡un martes!!, fuera de todo pronóstico (también debido seguramente al confinamiento), me sorpendieron unos gritos que pronto reconocí como gemidos. Debieran obligar a insonorizar las casas, hay impacto psicológico por la envidia que generan. El caso es que ni lo pensé y los acompañé, escuchándolos.
Deduzco que son una pareja estable o que se ven a menudo, porque no repitieron y es la primera vez en al menos dos meses. Que estemos en cuarentena y con toque de queda también invita a pensarlo, porque no recibimos visitas. Si hubo preámbulo, son silenciosos. El éxtasis fue breve, en dos tiempos, y explosivo. Y si lo que escuché fue un orgasmo, ella sólo tuvo uno (al menos de esa intensidad). Ah, y se ducharon justo después.
Epílogo:
Al día siguiente hicieron arreglos en la casa. El martilleo se escuchó buena parte de la tarde. Parece que logró convencerle.
El epílogo me desconcertó.
ResponderEliminarSeguramente les surgió.
Besos para ti.
Amapola, ¿seguramente les surgió la noche de pasión o el bricolaje? jaja
EliminarEl epílogo fue una broma. Asociaciones de ideas que se me ocurren de repente
Besos
¿Una vez en 12 meses? Matrimonio, seguro. Y si sólo fue una tarde de martilleo, le salió barato :)))))))))
ResponderEliminarBss
De barro y luz, el texto dice al menos dos meses, no sé si tanto como un año. Jajaja, me río con esa conclusión de que le salió barato. Se me ocurren algunas preguntas, pero callaré por prudencia, jaja.
EliminarBesos
Ay sí que deberían insonorizar las paredes. En mi caso al lado no nos pueden oír por la ubicación, es una construcción rara estoy en el último piso, pero me he empezado a preocupar por los de abajo, por la información que doy con las cañerías, los pasos y...
ResponderEliminarMuy feliz finde y esos martillazos me han hecho gracias, al final ella se salió con la suya, jejeje.
Marigem, me reí con ese "no nos pueden oír". Qué suerte, jaja. Es verdad que damos mucha información a través de los sonidos que traspasan tabiques.
EliminarUn abrazo
Imagínate en mi casa, estoy rodeada de parejas jóvenes.
ResponderEliminarUn beso.
Ilduara, ¡qué martirio! jajajajaja
EliminarBicos
Más veo yo lo de la insonorización por la intimidad que por la envidia. No parece muy envidiable tener esperar a que haga falta arreglar la casa para poder echar un casquete.
ResponderEliminarSi fueras médica no necesitarías fonendoscopio para auscultar a los pacientes. ¡Qué oído! Me ha encantado tu entrada.
Besos.
Macondo, lo de esperar a que haya que reparar algo es una conclusión a partir de mis elucubraciones, jajaja. Espero, por su bien (de ambos), que no se ajuste a la realidad.
EliminarNo creas, no tengo tanto oído. Pero es que se hicieron oír. En realidad sólo la escuché a ella. Incluso podría estar sola con su "satisfayer"...
Gracias!!
Besos
El epílogo rompe con cualquier intento de romanticismo desinteresado.
ResponderEliminarBuenos oídos.
Alfred, el epílogo podría ser también un acto de venganza por mi parte. En broma, por supuesto
EliminarBesos
Entonces no fue más que un chantange. Lo uno por lo otro. ¡Qué pena!, ja,ja,ja.
ResponderEliminarEn mi caso, el pladur hace muy bien su función, je,je.
Un abrazo.
Josep Mª, no os compréis tan fácil mi versión, jajaja.
EliminarCon el pladur ¿no se escucha más? Creía que era más permeable al sonido.
Un abrazo
Estoy de acuerdo que los pisos deberían ser insonorizados pues hay cosas que no es por envidia simplemente es privado y nadie le interesa el tipo de relaciones que se mantiene en una casa a parte que evitaría algún que otro problema .. y bueno ella como casi la mayoría de las mujeres les funciona según que artes.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo ..y feliz día de la madre.
Campirela, en realidad es que a nadie interesa lo que ocurre en otros pisos. A mí tampoco, pese a que esta vez me sirvió para reírme escribiendo. Más me importa cuando lo oyen mis hijas (el sábado ocurrió), pero sólo porque me pone en una conversación un poco incómoda,jajaja.
EliminarBesitos
!!!Por el interés, te quiero Andrés!!!
ResponderEliminarBesos.
Juan L., siempre nos mueve un interés o una necesidad, llamémoslo deseo, amor, afición... Lo que queremos es porque nos reporta alguna satisfacción.
EliminarBesos
Jajajaja 😂😂😂😂 no me gusta escuchar a los vecinos en sus actividades por eso vivo en una casa...
ResponderEliminarY sí, ella debe haberlo convencido y por eso tanto martilleo
Paula Cruz Roggero, siempre he vivido en pisos (departamentos) salvo los últimos doce años. Los prefiero (me siento más segura), aunque tenga sus inconvenientes. En todo caso, no hay mayores molestias. Otra cosa sería que estuvieran todo el día y todos los días, jajaja.
EliminarBesos
Evidentemente la que martilleaba era ella y el que la convenció él
ResponderEliminarguille, por poder ser hasta podría ser que viva sola y todo lo haga ella. Yo sólo la escuché a ella, jajaja.
Eliminarbesos
Jajaja... Esto es una entrada muy especial. Pero donde haya una casa que se quiten los pisos (aunque hay momentos que se empieza por el último, el demás arriba) y acaba contagiando a tod@s los demás... Cuestión de hábitos.
ResponderEliminarBicos e bo día da nai.
Joaquín, ¿eso de empezar en el último piso y contagiar a todos los demás sería el efecto cascada? jajajaja. Yo prefiero vivir en un piso. Por ahora, la experiencia de vivir en una casa ya fue suficiente.
EliminarBicos
Por eso yo siempre follo con la música alta. A nadie le importa cuando follo, aunque sea involuntario. Pero la cultura, como la música, siempre hay que compartirla de todas las maneras imaginables.
ResponderEliminarCabrónidas, tal vez si hubieran tenido la música alta me hubiera molestado más, a la hora que era. Y en realidad me da igual cuándo lo hacen, si lo hacen o no, ni mucho menos cómo o con quién.
EliminarCompartir suele ser bueno, sí.
Un abrazo
Mira que si te estaban haciendo rabiar fingiendo, jajjaja
ResponderEliminarBesos.
Xavi, jajajaja, pues lo sentiría por ellos si pudiendo hacerlo sólo fingían. Yo no pienso perder el tiempo fingiendo, jajaja
EliminarBesos
Je, je. Eso es lo que tienen los pisos, que no hay intimidad. Todo se conoce de los vecinos con un poco de atención que se ponga, no es necesario hacer de "vieja del visillo".A veces , incluso, se puede una enterar de cosas que estaría mejor sin saberlas.
ResponderEliminarUn abrazo
Rita, te juro que no puse atención. Bueno, un poquito, pero es que era el único sonido de la noche... imposible no escucharlo. Me sentí "vieja del visillo" escribiendo este texto, lo confieso, jajaja.
EliminarBesos
Eso fue que cargaron las pilas. Seguro.
ResponderEliminarBeso
Erik, ¿antes para poder hacerlo o haciéndolo?
Eliminar;)
Beso
No sabía que había un día exacto para "maullar"... pensaba que podía ser cualquier día...jajajaja
ResponderEliminarMe he reído mucho con tu observación sobre que deben ser una pareja estable.
PD. ¿Colgó muchos cuadros? jajajaja
Besos y mucho bricomanía (fácil y sencillo).
Laura, mujer, claro que no hay días para maullar. Cuantos más, mejor. Pero yo creo que si hubiera estadísticas (probablemente las haya) el martes no será el día más habitual. Aunque podría llevarme sorpresas.
EliminarNo sé qué trabajos hicieron, pero me hace gracia que menciones los cuadros, porque yo sí he estado colgando varios en estos días, jajajaja. No digo más.
Besos
Jolines la de intimidades que acaba uno sabiendo, o suponiendo. Esas reformas son una tortura. Que sea leve.
ResponderEliminarUn abrazo y feliz tarde
Albada, no nos vengamos arriba. Sólo suponiendo, jajaja.
EliminarSiendo ya domingo por la noche te puedo contar que sólo martillearon la tarde del miércoles. O era poco lo que había que hacer o necesitan motivarse de nuevo, jajaja.
Un abrazo grande
O virus do carallo é o culpable de todo. A xente está confinada e perde os remos, claro que non é de estrañar perque cando se abriu a tumba de Tutankamón. os arqueólogos foron morrendo por un virus descoñecido. O ano pasado desenterraron a Franco.
ResponderEliminarEu aí déixoo
Noxeus, pues ya quisiera yo perder los remos, jajaja. El virus no sé si es responsable de ello, pero el confinamiento no nos deja indiferentes.
EliminarBicoss
jaja buen relato, pero no hay que envidiar hay que actuar y rápido! lo que pasa que estos momentos no son buenos para la acción pero bueno, todo acaba alguna vez...
ResponderEliminarJLO, malos tiempos para "actuar" rápido, como bien dices. Esperemos que esto acabe más pronto que tarde, aunque mejor tener paciencia
Eliminar¿Imaginas la fiesta de sonidos cuando termine el confinamiento?
Besos
Jjajaja vaya con los gritos es lo que tienen los pisos, se oye todo.
ResponderEliminarFeliz Día de la Madre.
Un beso enorme.
María Dorada, en todo caso puedo contarte que esos gritos necesitaban unos fuertes muros o una gran distancia para no ser oídos, jaja
EliminarBeso grande
Mira, no viene nada mal algo de distracción!! Sea como sea... el amor o hacer el amor, o como se queira llamar, que vibre y brote aun en confinamiento.
ResponderEliminarMil besitos, preciosa y feliz día ♥
Auroratris, me sirvió para escribir y divertirme haciéndolo, pero prefiero otras formas de distraerme. Por último, ser protagonista y no espectadora jajaja
EliminarBesitos
Desde que dejé la casa familiar he vivido en departamentos y solo una vez escuché una "función especial". Mi dormitorio daba a lo que aquí llaman pozo de aire, donde los ruidos se potencian. Era una noche de verano, la ventana abierta y cerca de las 2 am fui despertada por unos gemidos intensos, casi gritos. Provenían del piso de arriba, me asomé y vi que otros vecinos habían encendido las luces y también buscaban el origen del sonido. Cuando el último aaaaahhhh terminó, hubo una salva de aplausos como premio.
ResponderEliminarNo hay que sacar conclusiones negativas sobre los arreglos posteriores, quizás la sesión de la noche les dio estímulos para hacer cambios.
Un gran abrazo, Alís.
Mirella, mira que si le cogen gusto a recibir aplausos al final... En España ahora bastaría con hacerlo antes de las ocho de la tarde, jaja.
EliminarTienes razón sobre las conclusiones con respecto al martilleo. Estar de buen humor ayuda a hacer esas cosas pendientes.
Besos
No!! Lo del martillo me mató! Ibamos bien hasta el martillo!
ResponderEliminarMe encantó la crónica, ya que el texto lo parece,y eso es lo que lo hace tan entretenido.
Muy original!
Un beso grande!
lunaroja, lo del martillo fue un añadido posterior. Mis extrañas asociaciones de ideas (¿qué dirán de mí? jajaja). Me alegra que te haya gustado.
EliminarBesazo
Haces literatura casi que con cualquier cosa... Quito el casi?
ResponderEliminarcarlos perrotti, déjalo. Lo que sí quitaría es lo de literatura, no llego a ella, aunque agradezco que lo digas. Para escribir, (casi) cualquier cosa, situación o sensación inspira, aunque unas más que otras, por supuesto.
EliminarUn abrazo
Desde que decidí vivir en una vivienda unifamiliar sin vecinos colindantes, dejé de tener experiencias parecidas, aunque también incluían otras completamente opuestas y bastante lamentables, especialmente cuando no hay demasiada tolerancia y los vecinos están "chapados a la antigua" (como decían antes de este lenguaje tan pobre de las nuevas tecnologías).
ResponderEliminarCierto que se trata sin duda de una pareja estable que sabe aprovechar las circunstancias.
Un beso grande, Alís.
Estrella, la verdad es que los vecinos más molestos que he tenido en toda la vida fue mientras vivía en una casa. Eran un auténtico incordio y no tenían el menor respeto. Afortunadamente "sólo" estuvieron un par de años.
EliminarSaber aprovechar las circunstancias es altamente recomendable.
Besos!!
Las delicias de la (obligada) vida urbana...
ResponderEliminarSaludos,
J.
José A. García, una de sus delicias, sí, jaja. Me considero muy urbana, así que me adapto fácilmente a estas circunstancias.
EliminarUn abrazo
jajajaja me ha encantado tu entrada, Alís. Esperemos por el bien de ellos, que cuelguen muchos cuadros!!
ResponderEliminarBesos.
Carmela, los pisos no son tan grandes, no da para tantos cuadros. Esperemos por el bien de ellos que no haya tareas por hacer para ponerse a la tarea, jaja.
EliminarGracias!!
Besos
Me encantó tu entrada,si me permites me quedo por aquí,saludos Uruguayos.
ResponderEliminarMuchas gracias, Fiaris.
EliminarNo necesitas mi permiso, eres bienvenida. Ojalá te sientas cómoda.
Un abrazo
A “terça-feira” fez-me lembrar uma piada.
ResponderEliminarO pai saiu com o filho na idade das perguntas e entraram numa farmácia. O menino, ao passar por uma gôndola, pegou uma cartela com dois preservativos e perguntou ao pai o que era aquilo. O pai, didático, depois de uma miniaula de educação sexual, disse-lhe que era para os jovens usarem com as meninas. Em geral, usavam no sábado. O jovem comparecia (o menino ficou sem entender o uso da palavra comparecia) duas vezes na mesma noite. O menino meteu a mão na gôndola novamente e pegou uma cartela com quatro. O pai disse que era para pessoas um pouco mais velhas. Seriam usadas de dois em dois dias durante a semana. O menino pegou uma cartela com doze. Mostrou-a ao pai e perguntou como ela seria usada e por quem.
Essa cartela é para os casados, respondeu o pai. É para o ano inteiro. Um preservativo para cada mês do ano...
Portanto, os ruídos ouvidos na "Terça-feira" estavam explicados. Era o dia da festa do casal.
Ficção? Qual nada, pura realidade com pitadas de fantasia, senão não haveria estesia, além do orgasmo, risos. Ou seria o contrário?
Como o diz o Leitor Carlos Perrotti fazes literatura com quase qualquer coisa?
Beijos, muitos!
José Carlos Sant Anna, ponerle algo de fantasía a la realidad ayuda a sobrellevarla. La fantasía también nos ayuda a soñar y a perseguir los sueños. (No, no preguntaré por tus fantasías, risos). Me hizo mucha gracia el chiste. ¿De cuántos compras tú las cajas? Esta pregunta no pude evitarla (risos)
EliminarEl lector Carlos Perrotti fue muy generoso con su comentario. Y tú también.
Beijos, muitos
Un solo orgasmo y de esa intensidad seguro fue el confinamiento, hay que liberar el estrés de alguna manera... Saludos Alis.
ResponderEliminarSandra Figueroa, ésa es una buena manera de liberar estrés, creo yo.
EliminarUn abrazo grande
Julio David, yo ya sé de qué clase soy (y se deduce fácilmente). ¿Y tú? Aunque si estás comentando a estas horas... ya, ya sé, no hay horarios para eso.
ResponderEliminarJajajaja
¿Qué diría Jorge Drexler al respecto?
Un abrazo
Con la de tiempo que llevamos confinados,se habrá oido casi de todo a través de las paredes de papel.
ResponderEliminarMi casa está en esquina,por esa parte no tengo vecinos.
Por la otra la vivienda está vacia.
Mi intimidad por ahora está a salvo,je je je.
Feliz día
alasdemariposa, la verdad es que poco escucho a los vecinos. Sólo un baño que, entiendo, está pegado al mío. Puede influir que también estoy en esquina. Lo que sí, no me había parado a pensar qué escuchan mis vecinos de mí... ups, tendré que estar atenta a mis propios ruidos, jajaja
EliminarBesos
Nunca he vivido en departamento, sólo tengo vagos recuerdos de cuando de niña pasaba una semana de vacaciones en lo de mi abuela paterna y que su vecino de arriba se paseaba con los patines a medianoche... pero lo de los "ruidos" puede ser también "teatro"... quien es padre y ha convivido en pocos metros cuadrados, sabe lo que digo... ¿o soy la única que ha estado de vacaciones 10 días con la tienda de campaña y la hija de 3 años al lado? ...pero hay cosas a las que sólo muerta podría renunciar.
ResponderEliminarMe has hecho reír Alís... y quedamos cuando quieras para el café compartido.
(P.D.: ahhh y por el martilleo del día siguiente, seguro que era un matrimonio!!!)
AlmaBaires, podría ser que no tengan hijos y no hayan aprendido todavía a disimular, jajaja.
EliminarSi te has reído ya me siento satisfecha. Yo me reí escribiéndolo. Tú me hiciste reír al concluir que son matrimonio por el martilleo, jajaja.
Besitos
PD. Hagamos ese café compartido. Un día hablando con Laura decíamos que podríamos convocar una "junta" con más blogueros. No sería mala idea, creo yo
Estas cosas de la vida urbana...
ResponderEliminarMe gusta como sacás de las cosas simples una historia que contar.
Abrazos.
Patricia K, es que la vida se compone de cosas simples. Pocas veces ocurre algo extraordinario, y con confinamiento menos (aunque bastante extraordinario es éste).
EliminarMuchas gracias
Un abrazo grande
Pues ve preparándote para el sábado, sabadete...
ResponderEliminarje.
Besos, Alís.
Eva, ya llegó el sábado y ocurrió, jajaja. Aunque creo que eran otros vecinos, por la diferencia de horario y porque sonaba diferente. Tal vez algún día lo cuente, porque esta vez estaba con mi hija Violeta. Hace un par de meses inventé una conversación con ella en una situación similar, y ahora se produjo. Me río cada vez que lo recuerdo.
Eliminarjajaja
Besos
Por lo visto, es una técnica muy efectiva... o fué la televisión ! jejeje
ResponderEliminarPetons !
artur, ahora que lo dices, podría haber sido la televisión, sí. Aunque prefiero pensar que fue real. Por ellos, que a mí nada me cambia, jaja
EliminarPetons!
No te diré desde cuando no hago reformas en casa. Y eso que alguna reformilla vendría bien.
ResponderEliminarSaludos.
Naranjito, pues aprovecha el confinamiento, hombre, y anímate a esas chapucillas. Bueno, mejor no lo pienses como chapuzas... lo digo pensando en el paso previo.
Eliminar;)
Un abrazo
Que maravilla, jajajaja me sigo riendo, tu relato me ha provocado mucha risa. Le salió caro el sexo, al otro día comenzaron las obras.
ResponderEliminarLas cosas que se pueden conseguir con el sexo, mirá si será importante que el Génesis comienza con eso jajajja.
Gracias por esta risa.
Un beso y te cuidás.
Juan
Juan de la Cruz, me alegra muchísimo que el relato te haya hecho reír. Ésa era la intención, del mismo modo que me reí escribiéndolo.
EliminarEl sexo es un motor importante, desde luego. Como decía un amigo mío después de un tiempo con pareja estable: a estas alturas prefiero tener sexo que tener la razón.
Beso!!
Escenas cotidianas que las conviertes en magia. :)
ResponderEliminarAbrazos,
Quijo-Meli, muchísimas gracias. Ya quisiera yo tener ese poder, anda que no cambiaría cosas...
Eliminar;)
Un abrazo grande
Qué poder de convicción encierra un buen polvo!! jajajaja... me he partido de la risa con esta entrada.
ResponderEliminarAlís, ibas para detective, qué buenas deducciones, jajaja... Genial!!
Besitos, miles
Merche, yo también me pondría a colgar cuadros y lo que hiciera falta, jajajaja.
EliminarDeducir, deduzco, ahora que acierte ya es otra cosa, jaja.
Besitos, a montones