Fotografía: Vlad Artazov
- Una vez estuve casada con un seductor.
- ¿No te asustó que lo fuera?
- Yo era tonta entonces. No sabía que lo era, lo creía enamorado.
- Ya, te hacía sentir amada…
- Me hacía sentir la más bella, la única, la deseada y esperada por siempre. Era maravillosa esa certeza.
- ¿Y dejó de hacerte sentir así?
- Él no. Siempre me trató con el mismo amor y deseo. Siempre me dijo las mismas cosas bonitas, siempre me declaró su amor.
- ¿Entonces que pasó?
- Que vi que lo que me decía a mí se lo decía a todas.
Ja,los seductores deberían morir. Luego no dejan espacio para los que de verdad valen la pena.
ResponderEliminarRachel, yo no creo que deban morir, ni mucho menos. Lo que sí, tal vez no sean las personas adecuadas para casarse, jajaja.
EliminarUn abrazo
No hay que ser tan egoísta eh...
ResponderEliminar:P
Besos.
Claro que no, Xavi. El amor nunca debiera ser egoísta.
EliminarBesos
genial. Sí, es que los que son seductores son así, se entregan al cien por cien en cada mujer y con tadas al vez, es como el pescador que planta cinco cañas a la vez, algo pescará.
ResponderEliminarUn abrazo grande
Albada, conocí a uno que no podía (ni quería) evitarlo. Aunque en su defensa diré que no prometía amor eterno. Ya se presentaba dejando claro cómo era. Debo decir que eso lo hacía más seductor, jajaja.
EliminarUn abrazo grande
El seductor hace su trabajo, seducir. La presa es libre de huir.
ResponderEliminarBesos.
Alfred, el problema supongo que aparece cuando hablamos de presas y de la necesidad de huir. Las cosas claras, para controlar expectativas, siempre funcionan mejor. Al menos eso creo yo.
EliminarBesos
Nadie nace sabiendo. Lo malo es cuando el amor se empeña en ocultar hasta las pistas más evidentes.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, has dado en una de las claves que dio pie a esta historia. Cuando no queremos ver (y ya sabemos que el amor es ciego, aunque me pregunto qué tan amor será así) acabamos llorando.
EliminarBesos
No obstante, quiero pensar que las mujeres sois muy maduras y selectivas. No como yo, que me seduce la mera visión de una teta o entrepierna, sea la mujer que sea. Rediós, qué elemental y obvio que soy.
ResponderEliminarCabrónidas, entre las mujeres como entre los hombres, hay de todo. Y viva la diversidad
EliminarUn abrazo
No es bueno ni deseable tener un seductor compartido, je,je.
ResponderEliminarUn abrazo.
Josep Mª, lo que no sé es si hay otro modo de "tenerlo", jajaja.
EliminarUn abrazo
jajjajajjajaja...
ResponderEliminarDejando al margen la sentencia de Rachel, solo quedaríamos un tercio, :)))))) hay que reconocer, una vez más, el ingenio que le pones a tus trabajos.
Abrazos Alís.
Ernesto, sinceramente no creo que nadie merezca morir, más allá de que todos acabaremos haciéndolo.
EliminarYo escribo, cada quien entiende como quiere y/o puede.
Un abrazo grande
De algún modo los seductores enseguida se les pilla porque son agradables pero poco inteligentes ...Un beso y buen dialogo .
ResponderEliminarCampirela, he conocido a seductores muy inteligentes. De hecho, a mí pocas cosas me parecen más seductoras que la inteligencia. Y es que a cada quien le seducen cosas diferentes.
EliminarEl relato iba más en otra dirección. La protagonista es otra.
Muchas gracias
Besos
¿Eso es un seductor? No estoy de acuerdo. Creo que a eso se lo llama "tonto" (pa' decirlo suavecito...) Un persona seductora no le dice a tod@s "lo mismo". Es más, ni siquiera le interesa hacerlo... el verdadero seductor, muchas veces, ni siquiera sabe de serlo, o de estar "seduciendo"... porque aparte, lo que "seduce" no es para tod@s igual ¿o sí?
ResponderEliminarNo sé... creo que has descripto un farsante, que también abundan, pero no un seductor.
Creo que hoy me he despertado en el papel de "abogado del diablo", será porque no me gusta cuando nos ponen a nosotras las mujeres en 'lugares comunes', que hacer lo mismo con ellos y usando una palabra hermosa en sí misma...
Ufffffffff... no me hagas mucho caso, Alís, tal vez hoy no sea un buen día.
Besitos.
AlmaBaires, totalmente de acuerdo con lo que señalas. Nada que decir al respecto. En lo que a mí respecta, el personaje de la historia no me seduce. Y eso no quita que existen personajes así que sí saben seducir.
EliminarCreo además que cada característica tiene sus luces y sus sombras, sus excesos y sus defectos, y multitud de matices y combinaciones con otras características.
Creo que no he logrado transmitir lo que quería. De hecho, no pretendía describir al "seductor" (lo pongo entre comillas para matizar), la protagonista de la historia es otra persona.
Besitos
Si en verdad a todas les dice lo mismo, estoy con AlmaBaires, no es un seductor, es un gilipollas.
ResponderEliminarSeguro que se le nota que los adjetivos, suenan a vacío de puro usados y ya la culpa no sería suya sino de quien está dispuesta a tragarlos.
Besos.
Bueno, la seducción no está reñida ni con la tontería ni con la inteligencia. Creo que es una característica diferente. Por lo tanto, seguramente los hay muy inteligentes (a mí no me seduce alguien que no lo sea, por ejemplo) y otros que pueden ser a la vez gilipollas. Alguien puede tener armas de seducción muy a la mano, y el cómo las use y para qué hará que sea alguien deseable o alguien de quien mantenerse lejos.
EliminarBesos
Demasiado bonito para ser auténtico.¡Lástima! hay que andarse con ojo.
ResponderEliminarUn beso, Alís
Rita, sí creo que hay relaciones que pueden ser demasiado bonitas y a la vez auténticas. Entran tantos factores en cómo se desarrolla una relación...
Eliminar;)
Beso
Se puede seducir para provocar el interés de los demás hacia nosotros. También para despertar curiosidad, generar ganas de conocernos en los demás, hacer que los demás se sientan a gusto en nuestra compañía, que nos busquen y nos quieran. (esto es un arte) cuando en realidad se logra en pareja, otra cuestión es que ese seductor que describes ni se aproxima a la mínima expresión de seducir. Más bien es un pobrecillo que sabe cuatro cosas para engatusar y pensar que todas las mujeres son iguales. Después de este prólogo, tampoco me hagas mucho caso ya que sería muy amplio hablar de ello. Lo importante es que tu historia es muy divertida y con un final no tan esperado y al mismo también. Has optado por la mejor, sobre todo para hacernos reflexionar y saber que existen hombres así a mogollón. Me hiciste reír mucho en esta historia, jajaja
ResponderEliminarque en el fondo es lo que importa.
Un placer leerte.
Bicos, Alís.
Joaquín, veo que el diálogo genera un debate bien interesante. Yo lo escribí pensando en otros matices, en los que el "seductor" (así lo describe la protagonista, no yo) era un comodín. Pensaba en la necesidad de sentirse único, en cómo una realidad se vuelve lo opuesto cuando pierde la exclusividad, en las supuestas certezas en que basamos nuestra existencia... Quiero decir, que si algo o alguien nos hace sentir bien, deberíamos disfrutarlo sin teñirlo con otras condiciones. Pero es mi volada y no logré transmitirlo.
EliminarBicos
Qué feo eso, palabras sin sentimientos, qué sentido tiene decirlas, escucharlas.
ResponderEliminarAbrazotes.
Patricia K, no estoy tan segura de que sean palabras sin sentimientos. De verdad no lo sé. Pensaba más en todo lo que necesitamos para darle valor a lo que nos hace sentir bien.
EliminarUn abrazo grande
Nos seduce más la certeza, creo. Justito la misma que nos ciega.
ResponderEliminarGracias, Juncal, por esa mirada. Parece que no era él, sino lo que ella proyectaba a partir de lo que él le hacía sentir. Y en la vida certezas hay pocas, si es que hay alguna...
EliminarBesos
Seductor o engatusador?.
ResponderEliminarFeliz dia
alasdemariposa, ¿importa? Quiero decir, la hacía feliz y él no cambió. ¿Qué cambió entonces? Ahí apuntaba yo.
EliminarUn abrazo grandote
Existen.
ResponderEliminarA veces se les ve venir, a veces se les descubre tarde, a veces nunca .
guille, incluso diría que algunos son irresistibles.
EliminarEn situaciones como la del texto, supongo que lo ideal hubiera sido no "descubrirlo". Y lo pongo entre comillas, porque se me ocurren muchas interpretaciones diferentes sobre ese descubrir.
besos
Jajajaja mecachisssss.
ResponderEliminarLo peor es darse cuenta demasiado tarde.
Un beso enorme.
María Dorada, o demasiado pronto, jajajaja, que también podríamos pensar "que me quiten lo bailado"...
EliminarUn beso grande
Hay ciertas cosas que solo dependen de nosotras y del tiempo que tardemos en darnos cuenta.
ResponderEliminarEl que es seductor, lo es aun estando solo, se conquista a él mismo... imagínate lo que hará por ahí suelto...
😊 Besitos
Laura, iba por otro lado mi reflexión al escribir este diálogo por algo que recordé. El "seductor" sólo era un comodín para poner el foco en otro tema, que tiene más que ver con qué esperamos, qué historias nos armamos para sentirnos felices.
EliminarPodría decir, por ejemplo, que me llenaría de orgullo estar con alguien a quien todo el mundo considere seductor. Fue la protagonista quien dejó de sentirse "elegida" cuando, según cuenta, nada cambió en él...
No sé, ando muy torpe con las palabras. Ando con ganas de silencio
Besitos
Pero si era auténtico y sincero contigo, ¿qué te podía importar? (Haber aprovechado, que no es fácil encontrarse un seductor o una seductora todos los días)
ResponderEliminarFackel, conmigo no era. Es ficción. Dicho esto, ésa es precisamente mi mirada del tema. Gracias por traerla. A veces nos empeñamos en buscarle peros a todo, como si nos acomodara más la infelicidad que la posible felicidad. ¡Qué manera de complicarnos!
EliminarBesos
Me encanta el mazazo final, es tu especialidad :))) (ojo, desde el punto de vista narrativo)
ResponderEliminarbss
De barro y luz, jajajaja, muchas gracias. Por lo que me dices y por la aclaración. Sobre todo hoy, que ando con la sensación de que no sólo desde el punto de vista narrativo.
Eliminarbesos
PD. Por cierto, ¿te has dado cuenta?
me encanta lo que has escrito un brindis por vos
ResponderEliminarMi nombre es Mucha, confieso que me sorprende verte aquí después del último mail que me escribiste.
EliminarDeja de ser especial cuando se vuelve general o se repite demasiadas veces, sin sentirlo de verdad o sin encontrar el momento conveniente.
ResponderEliminarSaludos!
Cleveland, estoy de acuerdo, lo que me hace pensar que lo que lo hace especial no es ser cómo es, sino otro aspecto que está más en la protagonista que en él.
EliminarUn abrazo
Suele suceder con los seductores, tienen un repertorio de palabras que utilizan siempre y entre sus defectos está el ser infieles.
ResponderEliminarBesos en la tarde...
Paula Cruz Roggero, hay muchas razones para la infidelidad. Cada vez me atrevo menos a juzgarla. Y que conste que en la historia no queda tan claro que él fuera infiel. Es sólo una de las interpretaciones, tan válida como las otras, eso sí.
EliminarBesos
No se si hubiese sido mejor no enterarse de lo hacía también con las otras. Aunque más tarde o más temprano (como se dice acá) cae la ficha.
ResponderEliminarBuen diálogo, bien administrado en pocas líneas
Besos!
Frodo, no sé qué sería lo ideal, pero coincido (lo dije en una respuesta anterior) que tal vez hubiera sido mejor no enterarse.
EliminarY habría que saber qué hacía o qué decía con otras. Aquí lo está contando una parte implicada en la historia, y ya sabes que ahí se pierde mucha objetividad. Las historias que nos contamos sobre nuestra propia historia puede cambiarla completamente.
Muchas gracias
Besos
Seducir es un arte que, a veces, ciega al seducido…
ResponderEliminarUn abrazo grande, y muy feliz finde, querida Alís 💙
Ginebra Blonde, y es que en el arte de la seducción el seducido juega un rol tan importante como el seductor...
EliminarUn abrazo grande
Bueno, hay de todo como en botica.
ResponderEliminarHabía uno al que ponían los cuernos y el muy jodido decía:
"onde comen dous, chega tamén para que coman tres"
Jajajaja!!
Noxeus, y era gallego, claro, jajaja. Y que conste que veo mucha sabiduría en esa mirada. Sería mucho más sencillo si no necesitáramos exclusividad. Por otro lado, hay tantas personas seductoras que es difícil decantarse por una, jajaja.
EliminarBicoss
Un pringao más que por ahí va pringando lo que pasa por su lado.
ResponderEliminarBesos, Alís.
Eva, yo antes de juzgarlo le daría la oportunidad de dar su versión. Tendemos a empatizar con una de las partes cuando hay un "conflicto" (una mera diferencia), y eso puede hacernos pasar de largo que sólo son versiones. Lo digo porque en eso pensaba al escribir, en cómo nos contamos las cosas y cómo el relato puede cambiar la verdad (seal cual sea ésta).
EliminarBesos
Si. Pasa mucho...
ResponderEliminarBesos
Erik, y es que pasa de todo...
Eliminar;)
Beso
De seductor nada, mala memoria es lo que tenía. Y encima poco original repitiendo halagos. ¿Donde están los seductores de antes? Los de las escuela Tenoriana.
ResponderEliminarSaludos.
Naranjito, ya nada es como lo de antes, ni los seductores, ni los electrodomésticos, ni los besos...
EliminarUn abrazo
Como el que le dice "Cariño" a todas porque no recuerda el nombre de cada una, qué penita me da eso, Alís.
ResponderEliminarMil besitos con cariño y muy feliz mayo ♥
Auroratris, eso también demuestra cierta capacidad de adaptación. Seguramente habrá aprendido a base de meter la pata y su disgusto consiguiente... La mala memoria a veces es demasiado castigada, jaja.
EliminarBesitos
Ay, estuve reflexionando con tu texto, y leyendo los comentarios, estoy absolutamente de acuerdo con lo que dice Alma y lo que dice Laura.
ResponderEliminarA veces,estamos ciegas,o preferimos hacernos las ciegas. Y hay una especie de mandato que no sé de donde sale que nos dice que quizás con nosotras sea diferente...no?
Muy buen texto para repensar.
Besitos!
lunaroja, ¿y sabes qué pienso yo?, que podría ser diferente con nosotras, o con otras ¿por qué no? Cada historia es distinta. Lo digo por las mías y yo era (aparentemente) la misma.
EliminarMe encanta que el texto invite a reflexionar. Era la intención, abrir un mundo de historias diferentes en ésta.
Besitos
Equitativo personaje. Que los hay (mujeres también) por doquier...
ResponderEliminarcarlos perrotti, equitativo es una forma de definirlo. Por supuesto que mujeres también, y me hiciste recordar una conversación que escuché entre dos mujeres que intentaré convertir en relato (o escena). Siempre dándome ideas. Gracias.
EliminarUn abrazo, vacilante
Fue bonito mientras duró y ahora: "a otro lado refriado".
ResponderEliminarNi un lamento.
Un beso.
Ilduara, en estos casos creo que debe imperar el que me quiten lo bailado. Si se sintió bueno es que fue bueno. Y punto. Nada es eterno.
EliminarBicos
Jajaja... pero si era un seductor empedernido, qué esperaba?
ResponderEliminarMe atrapas con tus relatos.
Muchos besitos
Merche, podría serlo, como podría no serlo. Sólo sabemos que ella dice "lo que me decía a mí se lo decía a todas". Por deformación profesional, yo desafiaría ese juicio. ¿Qué te dice a ti que dice a todas? ¿Te decía a ti algo que no dijera a otras? Me faltan afirmaciones, hechos, en esta historia. Me falta también otra versión.
EliminarMe gusta que te atrapen. ;)
Gracias
Besitos a miles
Além de levantar um tema interessante, o texto leva a pensar sobre “verdade”. Em grego, aletheia; o que se manifesta aos olhos do corpo e do espírito.
ResponderEliminarVendo mais longe, é dizer que não basta pensar que os nossos juízos sejam verdadeiros, precisamos estar certos de que o são.
Ao afirmar “Que vi que lo que me decía a mí se lo decía a todas”, talvez tenha faltado o contraditório. Mas este não é propósito. Logo por faltar a contradição se consagra de imediato um critério de verdade. Lídima e aceita incontestavelmente.
Outra vez em um texto curto, você acerta a mosca, numa condensação de linguagem perfeita.
Un beso,
José Carlos Sant Anna, ya temía quedarme sin mi dosis. Ya me acostumbré. Eres de esas drogas difíciles de dejar porque siempre sientan bien. Ni un mal "vuelo" con voce. En la "verdad" (así, entre comillas) pensaba yo. Lo que él hacía con ella siempre era lo mismo, no cambió, pero la percepción de ella dio un vuelco. ¿Se puede hablar de Verdad cuando está sujeta a criterios?
EliminarNo conocía la palabra lídima (el traductor no la reconoció) así que la busqué. Gracias, es preciosa.
Y gracias por tu manera de leerme.
Beijos, muitos
Julio David, a veces no sólo intuyéndolo, sino sabiéndolo. Y es que hay algo irresistible en la seducción.
ResponderEliminarUn abrazo
Como ese seductor, muchos por el mundo. Saludos amiga.
ResponderEliminarSandra, para bien y para mal
EliminarUn abrazo grande
He tardado en comentar, porque pusiste un dedito en una llaga. Tu historia tiene muchas lecturas, y nada es excluyente. A veces, el problema está en nosotras.
ResponderEliminarEsta entrada daría para una larga conversación con un café por delante.
Besitos, Alís.
Carmela, sabes que no quería tocar ninguna llaga ¿verdad? Tendremos que apuntar el tema para conversarlo cuando nos veamos, que algún día será.
EliminarBesitos
Lo sé, claro que lo sé.
EliminarY espero que si, que nos veamos :)))
EliminarBeso, Carmela