"Mujer secándose tras el baño", Edgar Degas
- ¡Qué bien me siento! No puedo creerlo. ¿Cuánto pasó desde la última vez que lo hicimos?
El sonido del agua corriendo no impedía escuchar su voz, que la puerta entreabierta del baño dejaba pasar, adherida a la claridad que iluminaba parte de la habitación a oscuras.
- Algo bueno nos trae esta cuarentena. Nos estamos reencontrando. Me excitaste tanto como cuando buscábamos cualquier momento, cualquier lugar…
A la luz y a la voz se les sumaba un vaho que humedeció aún más el ambiente. Ella dejó de hablar al girar el grifo, como si con ese gesto cortara el agua y sus reflexiones. Hubo unos minutos de silencio.
- Pues estuvo bien. Deberíamos repetirlo de vez en cuando…
Salía del baño con una toalla enrollada en el pelo y secándose el cuerpo con otra. Creyó que sólo estaba descansando, pero escuchó un ronquido delator. Se había dormido. Al menos sonreía.
Imagino que es la pareja, y oye, que duerma a pierna suelta después sin escuchar el agua de la ducha es señal de que estuvo bien, pero muy bien :-)
ResponderEliminarUn abrazo y feliz miércoles, con ganas
Albada, intuyo que ella esperaba algo de celebración, la mínima en ocasiones especiales, jaja
EliminarUn abrazo grande
Como dice, Albada, supongamos que la sonrisa, aún dormido, delataba que fue un buen reencuentro, no?
ResponderEliminarPero....que coraje, da, jajajaja
Un beso despierta, Alís
Carmela, la sonrisa probablemente sea lo que le salva, jajaja. Da coraje, da.
EliminarBesos!!!
Debió estar estupendo, sí. Una gran entrada y muy bien escogida la imagen, me gusta.
ResponderEliminarUn abrazo, Alín.
mari carmen G franconetti, pudo estar estupendo o puede que la memoria flaquee, jaja. Muchas gracias
EliminarY bienvenida.
Un abrazo
Que bonitos son los reencuentros y más en medio de la cuarentena. Nos devuelven la esperanza.
ResponderEliminarRachel, desde luego podría ser peor. Supongo que para algunas parejas la cuarentena debe de ser un infierno.
EliminarUn abrazo
Que sigua la cuarentena para ellos, unos quince o veinte años, verás que contentos van a estar...
ResponderEliminarBesos.
Xavi, a saber cuántos años llevan ya de cuarentena...
EliminarBesos
Cuántas ilusiones oníricas enviadas al éter. Y que reales se sienten, más si cabe merced al maldito encierro. Pero con que ficticia realidad se disfrutan. Me encantó.
ResponderEliminar😘
Erik, a algún lugar habrá que enviarlas...
EliminarMuchas gracias. Me alegra.
Beso
Tras la tormenta viene la calma, y eso es aplicable a todas las situaciones, je,je.
ResponderEliminarMuy bueno.
Un abrazo.
Josep Mª, hay tormentas tan cortas que no dan ni para regar un huerto...
EliminarMuchas gracias
Un abrazo
Como terminemos tomándole el gusto al confinamiento, cuando esto termine no vamos a querer salir ni a tiros.
ResponderEliminarBesos.
Macondo, en casa no se está tan mal. Yo lo que extraño son las visitas.
EliminarBesos
A mí también me da por lavar el retrete y la bañera en estos días de confinamiento.
ResponderEliminarCabrónidas, jajajaja, deben estar relucientes y eso que ganas. A otros les da por hacer nada.
EliminarUn abrazo
A lo mejor lo fichan para alguna filarmónica, dado que puede ser el futuro de la música de en-sueño.
ResponderEliminarGenial texto, Alís.
Bicos e sorrisos.
Joaquín Lourido, música de en-sueño... es un buen eufemismo para los ronquidos, jajaja
EliminarBicos
" ¡Qué bien me siento! No puedo creerlo. ¿Cuánto pasó desde la última vez que lo hicimos?". Pero, bueno, esos personajes ¿se habían abandonado tanto que hacía mucho que no se duchaban? Ay, la higiene (incluida la mental)
ResponderEliminarFackel, si sólo se duchasen en estas circunstancias temo que efectivamente la higiene se resentiría (sobre todo la mental)
Eliminar;)
Besos
Bueno la lectura puede llevar en dos direcciones ..o bien no eran muy limpios o tal vez estaban un poco oxidados en cuestiones amatorias ajja pero ambas creo que las practicaron ese día ..Muy bien contando guardando esa ambigüedad ..Besotes Alís.
ResponderEliminarCampirela, la teoría de la higiene que ya había traído Fackel no creo que aplique en este caso. Creo que va más por la oxidación en cuestiones amatorias, como dices, jajaja
EliminarMuchas gracias
Besitos
Demasiada normalidad.
ResponderEliminar;)
Alfred, mi normalidad es aún más aburrida.
Eliminar;)
Besos
Besos.
ResponderEliminarBonito encuentro a pesar de todo.
Amapola, supongo que sí lo fue a pesar de todo.
EliminarBesos
La culpa de la mujer por irse tan rápido a la ducha.
ResponderEliminarUn cigarrillo, una conversación, una caricia y seguro que no se duerme.
Besos.
Juan L., la culpa siempre es de la mujer, jajaja. Pero estoy de acuerdo en lo que dices. (Y el cigarrillo es infaltable)
EliminarBesos
Ja, ja, ja... es que así somos los hombres. "Después" ya no valemos "pa ná". Divertido relato que por un lado nos muestra esta oportunidad de reencontrarnos que ofrece el confinamiento, pero también nos saca una sonrisa con ese contraste de género tan característico. ¡Saludos!
ResponderEliminarDavid Rubio Sánchez, supongo que por eso concentran a los deportistas antes de un encuentro ¿no? Me alegra que te haya gustado. Yo sumaría a esas dos miradas otra hacia la vida en común previa al confinamiento, que no parece muy auspiciadora.
EliminarMuchas gracias por tu comentario
Un abrazo
Un ronquido echa por tierra todo el erotismo...
ResponderEliminary como dice Carmela, que coraje da! jajajaja
yo también sonrío.
😊
Besos.
Laura, no sé si el ronquido es tan terrible. Quiero decir, si roncara despierto seguro que no molestaría tanto. Por lo tanto lo que da coraje es que se duerma, más allá de si ronca o no... jajaja. Es que si no sería como matar al mensajero.
EliminarMe gusta que sonrías
Besos
La vida misma
ResponderEliminarguille, me atrevería a decir que la vida misma con algo de suerte, jajaja. Yo me entiendo
Eliminarbesos
Yo soy dormilona, no puedo juzgar a nadie :P
ResponderEliminarMuy buen texto Alís. Abrazos.
Patricia K, también me confieso dormilona, pero elijo otros momentos.
Eliminar;)
Muchas gracias
Un abrazo grande
Tan real como la vida misma, aunque quedémonos con el hecho, que algo bueno les trajo la cuarentena.
ResponderEliminarUn abrazo
Rita, al menos les pilló juntos, jaja.
EliminarUn abrazo grandote
Reencontrarse siempre es bueno, mejor sin cuarentena, pero encontrar nuevas oportunidades es imprescindible para que no decaigan las ganas.
ResponderEliminarQuien sabe si la próxima vez, los ronquidos sean recíprocos y hagan un buen dúo musical junto a las sonrisas.
Besos sonrientes, Alís.
Estrella, depende de con quien nos reencontremos ¿no? (de nuevo la filosofía gallega, jajaja).
EliminarCreo que si hay próxima vez (sin esperar tanto) será una buena señal.
Besos y sonrisas
¡Hombre!... Un ronquido no es el mejor colofón para tamaña vivencia. Cabe pensar que la satisfacción de lo vivido, venció su resistencia...
ResponderEliminarUn bello texto Alís, gráfico y sugerente! Muy tuyo.
Abrazos.
Ernesto, podría ser la falta de práctica, que supongo que influye en el rendimiento y en el cansancio.
EliminarMuchas gracias. Siempre me sonrío cuando me decís eso de "muy tuyo". Y sigo sin saber qué es eso, jajaja
Un abrazo
Belo texto. Cena cena que talvez se repita com alguma frequência, aqui posta com sutileza e fina ironia.
ResponderEliminarMuitos beijos,
José Carlos Sant Anna, si se repite con cierta frecuencia ya es bueno. Gracias por tus palabras. Eso sí, mi adicción dice que ha sido una dosis baja (risos).
EliminarBeijos, muitos
Has hecho que me imaginé y viaje a cada parte de la historia. :)
ResponderEliminarUn fuerte abrazo, Alís!
Quijo, me alegra verte de nuevo. Gracias por tus palabras. La verdad es que no me considero buena describiendo (suelo evitarlo en los diálogos) y esta vez quise tomarlo por ahí. Tal vez porque como era un monólogo, necesitaba de algún apoyo.
EliminarUn abrazo enorme
Dicen que ahora de confinamiento echamos de menos incluso lo que nos sacaba de quicio, incluso en lo referente a nuestros amantes.
ResponderEliminarUn abrazo.
Sofía, si eso ocurre me parece genial. Yo imaginaba más el caso de parejas que antes se llevaban bien y ahora se echan de más...
EliminarUn abrazo
Entiendo que es q no se duchaban... Juntos ,no?
ResponderEliminarJe je
Feliz tarde
alasdemariposa, al menos esta vez parece que no. Y por lo que ella dice, en un pasado reciente tampoco.
Eliminar;)
Besos
Los reencuentros son intensos cuando se desea con ganas y pasión. Bella y sensual imagen... menos los ronquidos :) Hasta aquí ha llegado ese vapor, Alís.
ResponderEliminarMil besitos con cariño para ti ♥
Auroratris, no sé si esta pareja opera desde las ganas y la pasión, pero algo pasó que volvieron a coincidir. Ella está contenta y él quedó agotado, así que podríamos decir que no fue tan mal, jajaja.
EliminarBesitos
Prefiero el silencio cómplice y las miradas que delatan un saber hacer.
ResponderEliminar;)
Un beso.
Ilduara, ¡dónde va a parar! Y no sé si es tan fácil de encontrar.
Eliminar;)
Bicos
Ay ay ay el ronquido empañó un poco toda la fantasía que tenía montada ya en mi cabeza...pero,es perdonable.
ResponderEliminarSería el marido supongo.. no sé si se lo perdonaría a un amante! ajajajjjjj
Me gustó mucho!
besitos
lunaroja, creo que también empañó la de la protagonista, jajaja. Curioso eso de que a un marido se le perdonen cosas que a un amante no. Tal vez ahí empiezan a ajarse las relaciones. En todo caso, me gustó esa aclaración, jajaja.
EliminarMuchas gracias
Besitos
Espera, ¿no estaba hablando con la ducha? Vale, ya me he dado cuenta. Pero al menos sonreía, algo bueno habría hecho.
ResponderEliminarSaludos.
Naranjito, ya no hay quien confunda una ducha con un teléfono, jajaja. Creo que no es consciente, pero creo que esa sonrisa le salvó,
EliminarUn abrazo
Nena que alegría de cuarentena! Ojalá los que la pasáramos solos tuviéramos esos momentos.
ResponderEliminarPero tengo que decir que también nos reencontramos, al menos, con nosotros mismos.
Un besazo fuerte ♥
www.somosfuego.blogspot.com
Isabel, también la estoy pasando sola. Lo que pasa es que tengo vecinos inspiradores, jajaja.
EliminarEs cierto que también me reencuentro conmigo misma y está bien, pero no es lo mismo.
;)
Besitos
Yo no pierdo la esperanza de que algo bueno nos dará este cuarentena.
ResponderEliminarUna imagen muy sensual la de este poema, y muy original amiga, eres genial.
Feliz tarde noche.
Un abrazo Alís
Carmen Silza, creo que ya nos lo está dando. Sólo que deseemos que inspire un cambio a mejor ya es algo bueno que nos da.
EliminarMuchas gracias.
¡Besos!
Si se durmió sonriendo supongo que estuvo muy muy bien jajaja.
ResponderEliminarBesos al alma y que tengas un maravilloso descanso.
Mira, Paula Cruz Roggero, que eso es subjetivo. Lo que pudo estar muy, muy bien para uno, no tiene porque haberlo estado para el otro. Pero dado que ella lo declaró, supongo que sí estuvo bien.
EliminarBesitos
Lo cansaste bien... o fue la falta de práctica... aún queda cuarentena para recuperar el ritmo :))
ResponderEliminarBss
De barro y luz, ¿¡¡yo!!? Ya me gustaría, jajaja. Pura ficción.
Eliminar;)
Besos
Peor es nada, no?
ResponderEliminarMe encantó. Abrazo sonriente.
Pues no lo sé, carlos perrotti... a mí ya me gusta más Chimbarongo.
EliminarSonrío.
Abrazo de turismo
Linda cuarentena para ellos, y como de la vida real lo del roncador. Les pasa a muchos. Saludos amiga.
ResponderEliminarSandra, lo de roncar les pasa a muchos y a muchas. Ya debería estar más normalizado, jaja.
EliminarUn abrazo grande
Luz, voz, vaho...hay palabras que, cuando se utilizan adecuadamente son capaces de crear esa atmósfera que atraviesa el texto y se nos instala. Actos tan cotidianos como cerrar un grifo o secarse después del baño adquieren entonces una dimensión nueva. También ocurre esto mismo después de la pasión satisfecha, pero entonces tenemos una coartada química. Sin embargo, ¿cuando escribimos, cuando leemos, dónde está el punto g? ¿En el ritmo? ¿en el acto de desnudarse? ¿o en el de ocultarse, nunca del todo? Vete tú a saber.
ResponderEliminarBesos
XuanRata, me quedo con una nueva tarea: identificar el punto g cuando escribimos. En este caso casi podría decir que lo encontré en tu comentario, jaja. Estaré más atenta, aunque si obtenemos placer (sea escribiendo o sea leyendo) no sé si importa mucho identificar qué es exactamente lo que lo provoca...
EliminarBesos
Volver a la memoria del amor bajo la ducha, provocada por la excitación que genera el cuerpo de la mujer, tras las gotas de la vidriera, es recuperar la sensualidad hecha pedazos por la rutina. UN abrazo. carlos
ResponderEliminarCarlos Augusto, dices una frase que para mí resume esta historia: recuperar la sensualidad hecha pedazos por la rutina. Tal vez una situación poco rutinaria, como la cuarentena, era lo que necesitaba esta pareja. Tal vez siempre se trate de desafiar nuestras rutinas.
EliminarUn abrazo
Hombre, algo bueno tenía que traer esta cuarentena! Es cuestión de ponerle emoción y chispa. La humedad de la situación contrasta con la respuesta de él, pero, como tú dices, al menos sonreía de haberle dejado un grato recuerdo.
ResponderEliminarTengo una duda, crees que aumentará la natalidad o bajará, desde diciembre en adelante?
Cienes de besos
Merche, me atrevería a apostar por que la natalidad permanecerá más o menos igual, al compensar las parejas que retoman su intimidad gracias a la cuarentena a aquéllas que la pierden por lo mismo, que de todo debe haber. Otra cosa sería si en lugar de cuarentena nos dejaran a todos sin TV e internet. Ahí sin duda aumentaría, jaja.
EliminarBesitos
Jajaja... y más jajaja... Cierto, no había tenido en cuenta el poder de la televisión e Internet. Contra ese competidor no hay quien pueda.
EliminarOtro saco de besos
Merche, me acordé que hace años, en un apagón enorme que hubo en Estados Unidos, tuvo su efecto en la natalidad, pues nueve meses después hubo un aumento notable de nacimientos, jajaja. Parece que no se debe tanto a estar juntos sino a no encontrar otra cosa que hacer. Triste sí, pero...
EliminarBesitos
jajajajajajaj, unas letras bellísimas y con un exquisito humor
ResponderEliminarPaz
Isaac
Muchas gracias, Isaac. Si el texto te ha hecho reír, ya estoy contenta.
EliminarUn abrazo
Mira qué bien, Julio David. ¿Y te hizo ilusión?
ResponderEliminar;)
Un abrazo
Ja. Buen final, muy real.
ResponderEliminarDeberían aprender a escribir así en algunas series donde se estancan y no saben cómo salir de algunas situaciones
Besos!
Frodo, muchísimas gracias por lo que me dices, aunque me parece un exceso de generosidad, jajaja.
EliminarBesos
El ronquido del guerrero¡?
ResponderEliminar:))
Besos, Alís.
Eva, dicho así hasta parece bonito, jajaja.
EliminarBesos